Cap. I: Nuevo cambio… nuevo compañero


Declaimer: Los personajes expuestos son creación de sir Arthur Conan Doyle, a excepción de un personaje que aumente a la historia. El drama esta basado en la adaptación de Moffat y Gattis: Sherlock


¿Cuanto tiempo había pasado? Un día… una semana… un mes… no lo se… me parece como hubiera sido hoy… a esta hora. ¿Cuándo me regreso el dolor? ¿Cuándo volví a usar este bastón? Creo que no me recupere de esa bicicleta que vino hacia mí mientras iba tras el que caía… Esas son las preguntas que me hacia la psicóloga cada vez que la visitaba. Ella sabía muy bien a que iba, porque retorne a ella, no tenia sentido que me lo pregunte cada vez que la veía o ¿era a caso parte de la terapia?

–¿Cuáles fueron sus últimas palabras? -esta pregunta siempre me dejaba recordando en silencio. Me encontraba parado frente al edificio donde él estaba, nos comunicábamos por teléfono.

– "Todo es verdad, Todo lo que dicen de mí." -Respondía con los ojos cerrados- "Soy una mentira" -podría sentir mis lagrimas deslizarse-

–Pude escuchar su voz comenzando a quebrarse, sabia que era mentira lo que me dijo, Holmes no lloraba ante nada. Al escucharlo así, supe que fingía. -Guarde un minuto de silencio para seguir recordando-

– "mantén tus ojos sobre mí" -sentí nuevamente esos latidos de desesperación y miedo- "Esta llamada es mi nota. Es lo que la gente hace, ¿no? Dejar una nota…" –me agarre el pecho ante las palpitaciones- "Adios John…"

–No… ¡No! ¡Sherlock! -Grite mientras abrí los ojos para regresar a mi realidad cuando mire a Holmes tirarse del edificio y luego ver su cuerpo sin vida-

–Tranquilo John -la doctora se encontraba frente de mi arrodillada, con una mano sobre mi pierna y sus ojos de lastima sobre mi- ya paso. Ahora estas aquí, con nosotros. –Me dio un pañuelo para secar mis lagrimas mientras ella se regresaba al sofá frente de mi- ¿Qué le dijiste frente a su tumba? –pregunto como ignorando mi emoción. Era normal para una psicóloga que necesitaba que el paciente supere una perdida.

–No sabia que decirle frente a su tumba. Estaba ahí parado tratando de buscar las palabras correctas -sonreí irónicamente- le dije que no creía que fuera humano, pero aun así lo reconocía como uno. Le dije que la única mentira que el me había dicho era que todo fue una engaño que el armo, todo lo que viví junto a él era real. Que estaba tan solo… -otra vez sentí mi garganta cortarse… las lagrimas saliendo conforme cerraba los ojos- y por ello… le debía tanto. Y que para mí… -la siguiente frase era lo que me mantenía yendo a las terapias- para mí Sherlock Holmes no esta muerto.

–John… ya hemos hablado de esto es más de una ocasión -desde su lugar se inclino hacia mi con sus manos agarradas y mirándome- debes de aceptar su muerte. Ya paso más de un año y el no se te a aparecido o mandado señas de que vive. –Regreso al respaldo del sillón- ¿a caso si has sabido de él? –Negué con mi cabeza- Si pudieras estar con el una vez más, ¿qué le hubieras dicho? –Desvié mi mirada para la ventana- ¿no sabes o no quieres decirme? Creo que deberías ir a su tumba y decirle lo que realmente querías y posteriormente con ello aceptar su muerte.

Me levante de mi lugar, me sostuve de mi bastón, mire el piso y luego a ella- No –respondí- Sherlock no esta muerto, por lo tanto cuando lo vea le diré lo que realmente quería decirle –camine hacia la puerta sin despedirme, sin quedar para otra cita, solo me fui.

Me subí en un taxi para regresar al 221-b de Baker Street donde la Sra. Hudson siempre me esperaba en la entrada con la misma plática.

–John, -se me acercaba usando la cautela- ¿estas seguro que quieres vivir solo? Sobra una habitación que puedes dar. -solo la escuchaba con respecto mientras me sentaba en un sillón frente al sofá donde el se acostaba a meditar o cuando permanecía en pijama estando aburrido- ¿ya puedo deshacerme de sus cosas? Podemos donar sus aparatos a algún laboratorio o dárselo a su hermano. –Miró las cajas vacías y apiladas en la esquina- ¿John?

–No -respondí a todo sin dejar de mirar el sofá. Ella solo salió sin decir nada. Creo que se había cansado de exigirme que lo haga.-

Dormía en mi habitación y la de él permanecía cerrada, solo la abría cuando escuchaba un ruido pensando que tal vez estaba ahí entrando por la ventana para no ser visto. Perdí contacto con Microft porque sentía que el fue el culpable del suicidio. Lestrade me visita junto con Molly para ver como sigo o más bien para vigilar que aun siga cuerdo. No se porque se preocupan tanto.

–Creo que ya es hora de rehacer mi vida -le dije a la Sra. Hudson mientras leía el periódico la noticia de Sherlock y su suicidio en el desayuno- mañana son 2 años –me di cuenta que estuve atrapado en el tiempo al ver la fecha.

–Así es John -me respondió con una sonrisa- es hora que continúes. ¿Qué quieres hacer? -me pregunto en un tono tierno.

–Primero iré a su tumba, -doble el periódico- cof ahh... –no sabia como reiniciar. Mire para todos lados- no. Primero pondré un aviso en el periódico sobre la renta de un cuarto, después empacare sus cosas en cajas e iré con Molly para que los usen en su laboratorio. –me abrí el cuello de la camisa- luego llevare el violín con Microft ya que no se tocarlo y tal vez él sepa o a quien se lo puede quedar. –me levante y fui hacia las ventanas, después gire hacia la Sra. Hudson que sostenía una jarra de jugo- comprare un nuevo tapiz. –Señale la pared que aun tenia agujeros hechos por las balas de Holmes y la cara que el pinto- arreglare eso después de ir al cementerio.

–¿Seguro que es lo que realmente quieres? -me miro dudosa

–Si -tome mi celular y hable al periódico frente a ella- buenos días, quiera poner un anuncio sobre… -ella estaba sorprendida y luego puso una sonrisa mientras soltaba una lagrimas que oculta mirando para la ventana- listo. –Saque la llave de la habitación de Holmes- ahora a poner todo en cajas –quite el seguro a la puerta y todo estaba como él lo dejo al irse.- Sra. Hudson ayúdeme trayendo algo para envolver lo frágil. –ella solo afirmo con la cabeza y fue rápido por los papeles.

Mientras guardaba las cosas no pude evitar sentir nostalgia pero no llore, tenia que continuar.

–A caso este hombre no podía deshacerse de las cosas de sus casos resueltos. -La Sra. Hudson ayudaba con la limpieza- esta muy sucio y lleno de polvo. Huele a humedad –dejo abiertas las ventanas.

–Sra. Hudson, porque no se va a descansar. Yo me encargo. -Ella se negó, creo que se preocupaba que me arrepienta y deje todo como esta- no se preocupe. Llame a Molly que venga como a las 6 pm para llevarse las cosas –solo dijo un si y se salió.

Envolví las cosas frágiles, revise los papeles algo que si no me indicaba que estaba vivo al menos que me diga que el me mintió al final. Pero no… encontré una carpeta con mi nombre debajo de su closet. En ella estaban todos mis datos y una nota que decía: "Sr. Holmes son todos los datos que serian de su interés sobre John Watson. Avísenos si necesita más datos". Agarre la carpeta dejándola sobre la cama, seguí empacando a pesar de mis lagrimas… no podría creerlo él decía la verdad…

Termine y baje las cajas a la entrada y le indique a la Sra. Hudson que se las entregue a Molly en caso de que llegue y yo aun no. Tome el violín y me dirigí a ver a Microft, tuve dificultades para localizarlo. No quería verme. Llegue a un edificio donde estaban reunidos los más importantes diplomáticos de todos los países y como siempre Microsoft estuvo a cargo de ellos. Su secretaria me recibió guiándome por un pasillo.

–Dos años sin verte -me dijo- no has cambiado. –Me miro de reojo- sígueme, el Sr. Holmes espera.

–Si, han pasado dos años desde nuestra última reunión- le respondí mientras caminaba tras ella y miraba a mi alrededor a diferentes extranjeros.

–Llegamos -se detuvo frente a una gran puerta hecha de caoba con detalles artesanales. La cual abrió y en el fondo se observaba a Microft sentado detrás de su escritorio.

–Pasa Watson -dijo mirándome seriamente.

–Gracias -camine hacia él y me senté frente a su escritorio- seré breve, -le dije tras agarrar el estuche y colocarlo sobre mis piernas.

–Es lo que creo que es -comento mirando fijamente el estuche y luego a mi.

–Si -abrí el estuche- es el violín de tu hermano –se lo mostré para que lo compruebe- no se usarlo y sabiendo sobre su "relación" familiar –la ironía salía de mi boca- te lo entrego para que hagas con el lo que quieras. Puedes regalarlo, venderlo o conservarlo, es tu decisión.

–Pensé que te lo quedarías -me respondió mientras lo regresaba a su estuche- como un recuerdo de él.

–No y ya no quiero recuerdos, tengo suficiente de él. -Se lo puse en su escritorio- suerte con el violín y adiós –me levante de mi lugar caminando hacia la puerta.

–John me da gusto que lo superes -escuche su voz mientras giraba la perilla- entonces me perdonas por lo que veo.

–No, tengo de que perdonarte -gire para verlo- tu eres el que debe perdonarse por hablarle a Moriarty sobre tu hermano o más bien pedirle perdón a tu madre por hacer que su otro hijo muera –Salí de ahí sin saber si dijo algo.

Camine. Tenía deseos de caminar y reflexionar sobre estos dos años. ¿Qué me perdí? ¿Qué era real? y ¿Qué ya no lo era?

Me encontré sentado en el parque donde vi a mi viejo compañero que me llevo hasta Sherlock. Me levante.

Ya necesitaba rehacer mi vida lejos de Holmes y sus recuerdos. Esta fue la última vez que venia al parque con la esperanza de que alguien me lleve hacia él.

Pero esta vez era yo quien me llevaba a alguien conmigo.

–Doctor Watson -se me acerco un joven tratando de reconocerme.- ¿Doctor John Watson? –pregunto una vez más. Le afirme su respuesta.- que pequeño es el mundo –me sonrió- tal vez no me conoce, soy Kilian O´donoghue, el hijo de Stefan O´donoghue compañero suyo en la milicia. –Me explico.- mi padre me hablo mucho de usted.

–Si, ya recuerdo a tu padre -me levante del lugar- cuéntame ¿como esta? –comencé a caminar sin saber si el chico iba a otro lugar.

–Murió hace 2 meses -respondió colocándose a mi lado.

–Lo siento por la perdida, se lo que se siente. -le mencione como palabras de aliento, las mismas que me dieron por Sherlock.- Fue un buen compañero en la milicia, se retiro al mismo tiempo que yo, y los dos no nos volvimos a ver. Ahora que recuerdo, me menciono sobre un hijo –lo mire- te imaginaba de 13 años, por la forma en que te describía. –era un chico de piel blanca y ojos aceitunados, cabellera castaña y le calcule unos 18. No era como Holmes que podría decir hasta lo que ceno ayer.

–Descuide. Como soy hijo único creo que es normal que tu padre te vea de 13 o mejor dicho que te recuerde con la edad que tenías cuando se fue -confeso- tengo 20, estudio medicina y mi padre me hablo mucho de usted. De lo buen compañeros que eran, que si no fuera por usted el hubiera muerto herido.

–Ya veo -le respondí mientras llamaba un taxi- bueno muchacho, me retiro. –Me subí al taxi que se detuvo- me dio gusto conocerte, espero volverte a ver pronto.

–Claro Dr. Watson -se despidió dándome la mano y por el retrovisor pude observar su figura que se deshacía tras la lejanía.

Cuando regrese las cajas ya no estaban. Entre a la casa… ahora estaba vacía. Ya no había algún objeto que diga que ahí estuvo Holmes. Gire el sofá para otro lado, junto a la ventana para que me ilumine en mis lecturas cuando la Sra. Hudson entro.

–John. Molly vino por las cajas -me miro- no compraste las pinturas ni el papel tapiz.

–No -respondí- lo haré cuando tenga un nuevo compañero para que escojamos juntos el color.

–Vaya -se agarro su quijada y su otra mano servía de apoyo a su brazo derecho- el violín, ¿te lo aceptaron?

–Si -conteste al levantarme a preparar te- Mañana visitare la tumba, por lo que si vienen al ver el departamento muéstreles el lugar -le di una taza- si están interesados díganles que regresen luego para hablar conmigo.

Ella dio un sorbo de te y me respondió que con gusto lo hará. Me pregunto a que hora tenía planeado ir. Le respondería que en cuanto pueda iría. Posteriormente me fui a dormir deje la puerta de Holmes abierta y me fui a la mía tratando de dormir.

La mañana siguiente me levante temprano, me bañe, desayune y leí en el periódico mi aviso. Me despedí de la Sra. Hudson y me fui caminando hacia la florería más cercana. Compre un ramo de las mejores flores, tome el taxi que me llevaría hasta el cementerio y ahí estuve frente a su tumba.

–Sherlock Holmes -su nombre en la lapida- Holmes… uff… hm… -me sentí como cuando me despedí de él- ah… ahh… la verdad no se que decir… había planeado un discurso, incluso lo escribí durante la noche. –Saque un papel dentro de mi bolsillo- bueno… lo leeré. "Holmes, Ya no se en que creer. Cual fue la verdad si lo que me dijiste ese día o lo que mi corazón dicta. Pero mi corazón esta loco y mi mente se esta rindiendo de el. Seguir creyendo que sigues vivo… cuando no es verdad. No lo estás y no voy a morir contigo, es tiempo que lo acepte y continúe con mi vida. Es cierto que vives pero en mi corazón, porque a pesar de todo tu fuiste mi amigo y mi compañero y eso siempre lo recordare. Hasta luego, viejo amigo." –termine de leer guarde silencio un minuto. Deje el ramo y queme la carta frente a su tumba, posteriormente me fui.

Llegue a Baker y cuando estaba apunto de abrir la puerta alguien lo hizo por dentro. Ahí estaba él, era el chico del parque.

–¿Dr. Watson? -Sonrió- ¿usted también viene por el cuarto? Me temo que tendrá que competir conmigo –rio.

–De hecho, es el otro inquilino de la casa -comento la Sra. Hudson- no sabía que se conocían.

–Algo así -mencione- pero creo que ya tengo un nuevo compañero –lo mire- si es que te interesa ¿Kilian?

–Me encantaría ser compañero del Dr. Watson -agrego.

–Entonces esta hecho -menciono la Sra. Hudson- ¿cuando traerás tus cosas?

–Ahora mismo -nos extendió la mano como cierre de trato y se fue por sus cosas. Mientras que yo entraba para descansar y realizar la llamada al periódico diciéndoles que no sigan con el anuncio.

–¿Estarás cómodo aquí? -Mire como dejaba sus cosas en la ex habitación de Sherlock

–Si -contesto mientras desempacaba- la Sra. Hudson me conto de que era de su anterior compañero, que era algo problemático y usted estaba de niñero con él.

–Creo que si -me reí- Holmes parecía niño en ocasiones.

–¿Holmes? ¿Sherlock Holmes? El personaje de las historias de su blog ¡es real! -El chico estaba sorprendido- no… no puedo creerlo.

–Veo que conociste mi blog y si es real. -le mencione.

–Pero bueno, solo uso su nombre para las historias -comento- no creo que sea como usted lo describe.

–Más bien, era. Pero existió, ahora esta muerto. Hoy cumple dos años, debiste haber visto su fotografía en las noticias. -agregue.

–No. Estaba viviendo en América con mis padres, luego de que mi padre fue retirado de la milicia. Vine a estudiar en el mismo colegio de usted por eso buscaba departamento. -Menciono mientras me mostraba fotografías de América.

–En el mismo colegio que yo -lo mire estupefacto- ¿a qué te refieres?

–Lo admiro mucho, gracias a las historias de mi padre sobre usted y vine a estudiar medicina en la misma universidad -acomodaba sus cosas- puse su nombre en internet y me aparecieron datos interesantes y de admiración, luego su blog me hizo pensar a usted como escritor al leer sus aventuras con Holmes. –Se me acerco- me gustaría oír todas de las aventuras.

–Ah… -me quede viéndolo- bien. Pues vamos a la sala -le señale- bebamos una taza de café caliente mientras – ¿a caso ya estaba en una nueva terapia con este chico?

–Dr. Watson. -dijo mientras iba detrás de mi

–Llámame John, porque seremos compañeros -le indique

–Y amigos, John. No olvides eso, seremos amigos en las buenas y en las malas, no solo compañeros. -agrego- pero John, quiero dejarte clara mis intenciones, no vine a llenar el vacio que dejo Holmes, no vine a ser el nuevo Sherlock Holmes. –Se puso frente de mi y me miro fijamente con esos ojos aceitunados que poseía- Vine a ser tu nuevo amigo, tu nuevo compañero, ser alguien nuevo en tu vida, soy Kilian O´donoghue. –me dejo perplejo ante su confesión, lo había dicho en un tono serio. Como si ya lo hubiera llamado "Holmes" o "Sherlock" y el me regañaba quejándose.

–Gracias Kilian, -incline un poco la cabeza- pero no recuerdo haberte cambiado el nombre y si tengo claro que tu eres otra persona -lo mire con una cara de confuso cuando vi su sonrisa ante mi frase- dime, ¿Por qué decirlo ahora?.

–Solo quería dejarle claro mis intenciones -camino para la sala en forma triunfal.

¿Intenciones? "que tonto motivo para llamarlo intención" diría Sherlock a escucharlo, pero debió haber hablado mucho con la Sra. Hudson sobre Holmes.

–No se que te habrá dicho la Sra. Hudson pero no soy gay y nunca tuve una relación amorosa con Holmes. -Aclare mientras entraba al lugar- así que no tengas miedo si eres homofóbico que no te vero como pareja. El hecho que tú te hayas quedado con la habitación fue porque conocí a tu padre y si no fuera por él, no estaría aquí. Para mí, estar a tu cargo es como una señal de tu padre para devolverle el favor.

Kilian solo se rio ante mis palabras, por un momento pensé que era tiempo de arrepentirse de darle la recamara de Holmes.

–Jaja… disculpa John -comento- es que creo en el destino y siento que fue lo que me trajo aquí –se me acerco colocando su mano en mi hombro y sonriéndome angelicalmente- no tienes de que preocuparte, no soy homofóbico. –me guiño el ojo con esa sonrisa que aun poseía y no entendía si jugaba conmigo o me estaba mandando una indirecta.