"Caramelos" (Por Neko C.)
— Ah, que aburrimiento. — Expresó un joven rubio que se encontraba perezosamente acostado en el sofá de la sala.
Ese domingo no podía haber transcurrido más lento ni monótono: la gran mayoría de sus amigos salieron con sus parejas, no tenía ninguna canción nueva para practicar, toda su tarea estaba concluida, en la televisión no mostraban nada que le interesara y había terminado su videojuego favorito, presenciando un final que no pudo compararse a sus expectativas.
¿Qué podía hacer para pasar el rato? No tenía sueño como para dormir ni mucha energía para realizar algún deporte. Sí que se encontraba en una encrucijada…
—Se me antoja algo dulce. — Soltó de repente. Mas no se movió de su lugar, la flojera le ganaba de manera vergonzosa.
De pronto, una Rin muy feliz se acercó al ocioso muchacho, sentándose a su lado –en un lugar donde el cuerpo de Len no alcanzaba a cubrir el sofá- y comenzó a tararear una de sus canciones, moviendo sus pies rítmicamente con la melodía. El joven la miró detenidamente de pies a cabeza, y se concentró de modo especial en la boca de la chica, donde se veía cierto movimiento en su interior, dando a entender que estaba comiendo algo.
—Oye, Rin ¿Qué tienes en la boca? — Preguntó curioso el chico.
—Un caramelo, ¿Quieres? — Ofreció amablemente la joven mientras miraba al joven con una sonrisa.
— No serán unos picantes como los de la otra vez, ¿Verdad? — Indagó el rubio al recordar una experiencia pasada que involucraba una goma de mascar regalada por la chica.
— Mira, si tienes tanta desconfianza, elige tú el que quieras. — Respondió ella levantando sus manos y señalando uno de los bolsillos de su pantalón donde contenía los dulces.
Len se levantó con un gran esfuerzo y miró cara a cara a la rubia. Luego, dirigió uno de sus manos de forma lenta hacia el lugar indicado por la chica. Pero sólo rozó la tela del pantalón y encaminó su extremidad, secundada por la otra, a cada lado del rostro de Rin y juntó sus labios en un tierno beso.
La joven le correspondió enseguida y también abrió un poco su boca para dejar pasar la lengua del muchacho que pedía suavemente la entrada. El chico recorría tranquilo toda la cavidad bucal de ella, de alguna manera saboreándola, hasta que pudo encontrar el objeto dulce que alojaba esa boca. Pero, cuando trató de sacarlo para introducirlo en la suya, Rin le mordió, impidiéndole tal acto.
Se separó de la chica, un poco ofendido, y la miró a los ojos; presenciando una carcajada por parte de la persona que tenía frente, sin entender el motivo.
— Puedes elegir cualquier caramelo, menos este. — Dijo la muchacha señalando su boca. — ¡Es mío! — Agregó de manera infantil mientras le mostraba la lengua.
Después, la rubia se levantó de su asiento y sacó otro dulce, que depositó en las manos del confundido muchacho, y se fue tranquilamente, dejando a Len solo con sus pensamientos.
El chico la observó retirarse hasta perderla de vista, y sonrió suavemente mientras movía de un lado a otro su cabeza, en un gesto negativo. Acto seguido, sacó el dichoso caramelo de su envoltura y se lo llevó a la boca, curiosamente notando que ese era menos dulce en comparación al que se ubicaba en la boca de Rin…
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"Negación de derechos de autor" (Disclaimer para los amigos):
Vocaloid le pertenece a sus respectivos creadores y sólo escribí esto por motivos de entretenimiento.
Bien, ¿Qué puedo decir? Es domingo, estoy aburrida, poseo un poco de malestar y estoy en cama, no tenía ganar de escribir una nota al comienzo, y esta idea salió de la nada –por eso tan corta-.
Esto es todo –por ahora-, mis lectores, como siempre, si son tan amables de dejarme un comentario o una crítica constructiva que me ayude a mejorar, les estaré infinitamente agradecida.
¡Un abrazo muy grande desde Argentina!
Neko C.
