La Ironía de Kouga

El demonio lobo estuvo enamorado una vez antes; de una mujer con ropas extrañas con la inusual capacidad de ver la Perla de Shikon y cuando la Perla desapareció, su oportunidad con la mujer también. La mujer había desaparecido y junto con ella, su amor. Cuando sintió el olor de la mujer sacerdotisa, rápidamente fue a su encuentro y lo que vio, no lo dejó muy feliz: la pequeña mujer había decidido y estaba muy feliz junto al híbrido. No volvió a verla después de eso.

Extrañamente no le dolió. Fue demasiado fácil dejarla ir, obviamente haciéndose una promesa: si el híbrido la hería, él se encargaría de matarlo.

Y ahora casi sin esperarlo, se encontraba cautivado por un demonio…perro.