Disclamer: Bueno esta cosa supongo que es obligatoria no? Jaja, bueno,, Debo decirles que los personajes no son mios, son de S.M, y la historia tampoco, es de Blue_Cherry. Entonces yo solamente puedo adjudicarme la adaptación ya que la historia está escrita en el mundo de Naruto. Creo que este disclamer solo lo pondré en este capitulo… bueno creo qe eso es todo. A leer se ha dicho!
"COSAS DE LA VIDA"
Prólogo:
Una historia que contarte, si, esto son "Cosas de la vida"
Primero de septiembre, mi primer día de clase de mi penúltimo año de secundaria, al fin en dos años entraría a la universidad de medicina y podría trabajar para ayudar a mi tía con los gastos de la casa. Pensé que este año iba a ser exactamente igual a los anteriores, yo observándote de lejos y tu revolcándote con cada zorra que se te tirará a los pies.
Quizás seguir así hubiera sido mejor...
Cuantas veces me he caído, a lo largo de esta vida
y he aprendido a levantarme, de esta eterna caída.
Iba caminando por los pasillos del instituto con mis libros en mano, el pasillo estaba lleno ya que era el receso más largo del día. Caminaba despacio, no tenía apuro, hasta que sentí una mano tirar mis libros al suelo y unas chillonas risas, burlarse de la tonta broma que tu zorra predilecta me había hecho:
_Fíjate por dónde vas, Swan_ Comentó mientras la veía alejarse, contorneando su cadera y subiendo su falda, que más que falda parecía cinturón.
No le dije nada, ya estaba acostumbrada.
Que las penas no se olvidan, ni con porros, ni bebidas.
Game over, puedes jugar bien y perder la partida.
Te observaba tomar, botella tras botella con tus amigos, me dejaste de lado toda la noche y no es que esperara que te preocuparas por mí toda la fiesta, pero al menos una vez podías acercarte a preguntarme como estoy ¿No?
Ah claro, lo olvide, contigo las cosas no funcionan así.
Por arriesgarte ni te imaginas los colegas que llegan a traicionarte,
cuantas preguntas más, solo debes solucionarte, cuantas penas llegarán a ahogarte.
Cuantas bellas damas, consiguieron conquistarte.
No entendí muy bien tu mensaje, decías que querías verme en tu casa, a la cual me has llevado tan poco desde los cuatro meses que estamos juntos. Al llegar a tu mansión, tu hermano me abrió la puerta, me miro entre divertido y burlón, un escalofrío recorrió mi espalda y me dejó pasar sin hacer preguntas.
Subí las escaleras y fui recorriendo el pasillo despacio. Comencé a escuchar un murmullo, que se hacía más potente a medida que me acercaba a la última puerta caoba del pasillo, los murmullos comenzaron a aumentar y sentí varios gemidos femeninos, al abrir la puerta observé todo en penumbras, la luz del pasillo iluminó tu pálido rostro, me miraste con lástima y burla y seguiste penetrándola sin despegar tu vista de mi.
Hasta el momento no había reparado en ella, cuando deshice nuestro contacto visual, la vi, su pelo enmarañado, sus ojos abiertos como platos y sus manos intentando cubrirse con las sábanas que caían de la cama... Eras tú, el amor de mi vida y... ¿Mi mejor amiga? Mi corazón dejó de latir y mis pies corrieron lo más rápido que pude mientras oía la voz de mi conciencia gritarme "Estúpida"
Aro me observó bajar corriendo pero regresó inmediatamente la vista a su libro, salí por la puerta principal corriendo desesperada mientras sentía mis mejillas arder y humedecerse, mi corazón ya no latía, ya no sentía, ya no escuchaba y la imagen de mi mejor amiga y mi novio regreso a mi cabeza como un eterno flash back, hasta que sentí que era jalada del brazo, di media vuelta para ver sus ojos humedecidos y la golpee con todas mis fuerzas.
Cuando algo no sea justo, no puedes guardar silencio,
tú sabes que algo falta para llenar el vacío.
Debes seguir bien firme, en línea recta, ese camino,
jamás debes hundirte, lucha y sigue pero erguido.
Y a pesar que jure vengarme, al llegar a mi casa y observar la foto de mi madre noto la clase de persona en la que me estoy convirtiendo y definitivamente ya no me parezco a ella. Tan dulce, tan inocente, tan romántica, quizás fue por eso que mi padre la abandonó cuando quedó embarazada a los quince años...
Los románticos siempre mueren.
Cuando todo salga mal, espérate no corre prisa,
siempre al mirar tu foto, se me nublaba la vista.
Pesimista, he sido siempre y creo que seguiré siendo,
porque todo me da igual y en recuerdos te sigo viendo.
Sé que era mentira, que nunca sentiste nada por mí, pero cada vez recuerdo más tus besos y caricias a inicio de año, cada una de ellas esta marcada a fuego en mi piel, son cicatrices que llevaré toda mi vida, pero ahora es mi turno de dejar mis cicatrices en tu alma, claro si es que tienes una, porque la mía, la mía ya no existe, mucho menos después de todo lo que he hecho.
No fue buena tu intención, no pude olvidar tu traición,
porque murió, se rompió y dejo de latir mi corazón.
Me encerraste en tu prisión, sin previa justificación.
¿Por qué te fuiste? Te pregunto, sin darme una explicación.
Yo lo supe, lo supe en el momento en que me penetró por primera vez, cuando sus ojos grises destilaron ese veneno por primera vez al mirarme, cuando no te preocupaste por ser suave sabiendo que era mi primera vez y también lo supe al despertar al otro día sola en la cama de un motel.
Gracias a ello, me convertí en un niñato desconfiado,
porque la vida da palos, solo debes aceptarlos.
En mis ojos solo queda ya odio y un puro rencor,
porque no sabes el dolor que se siente perderlo todo.
_Jajaja, de verás creías que Edward iba amarte, patosita_ Sonrió mientras veía mis lagrimas caer, pero yo no la observaba, solo lo veía a él y su sonrisa torcida y mi mundo se vino a abajo.
Y desde ese día juré no confiar en nadie más.
Me encerré en la habitación y en un rincón me puse a llorar.
¿Dime de qué coño sirve si tú ya no estás?
Quiero borrar de mi mente todos los momentos malos,
quiero seguir siendo fuerte, aquel niño desconsolado,
pero aún te veo reflejada, en aquel oscuro cristal,
recordando aquellos días, juntos en ese portal,
en el que rozaba tus labios, ese tiempo era genial.
Recuerdo que quería estar junto a ti, hasta el final.
Mi mejor amiga llegó a mi casa para lanzarse sobre mí, estaba metida entre sabanas y cobijas, no quería salir de ese pequeño y oscuro mundo. La cabeza me dolía horrores y apenas podía abrir los ojos de lo mucho que me ardían, me pasé todo el fin de semana llorando por lo mismo y al ver sus ojos chocolates observarme fijamente no pude evitarme preguntarme ¿Acaso a ella no le duele lo que nos hicieron?
Tanya entró como toda una dama y se sentó a los pies de mi cama, mientras Bella corría las cortinas para que entrara el sol y fue cuando por primera vez pude ver sus ojos chocolates, seguían igual de chocolate pero ya no poseían ese brillo inocente que siempre tuvo ¿Mis ojos verdes, estarían igual?
Son cosas de la vida, son cosas de tu historia.
Cosas del día a día, penas pero también glorias,
días en los que vuelas, días que te caes en fosas.
En el jardín plantado, hay mala hierba y también rosas.
Porque eso era, lo que era ella, una rosa, desde niñas siempre llamo la atención de todos, su cabello impecablemente rizado y sus ojitos chocolates que irradiaban un brillo de felicidad y al ir creciendo quizás los chicos si se fijaban más en mi que en ella, pero Bella, Bella siempre fue natural y a donde iba la gente quedaba encantada con ella, con su dulce voz, su angelical forma de ser, su hermosa sonrisa y yo, yo solo soy una muñeca barbie, plástica y vacía.
Un día más todo se nubla, ya no hay ganas de vivir,
no hay nada por lo que seguir, no hay nada que te haga sonreír.
Y es que al final, uno acaba conviviendo con sus penas,
uno acaba solo, con ganas de cortarse las venas.
El lunes llegó muy rápido, no quería ir al colegio sabía lo que me esperaba, tampoco quería enfrentar a Jake, no quería verlo nunca más. Sé que Bella no dejara que nada me pase, siempre cuida de mi como una hermana mayor, quizás sea porque esta tan dañada.
Llegué en un instante al instituto, las burlas no tardaron en llegar y ya no sentí nada, ni las risas burlonas, ni las miradas de lástima, ni siquiera el capot del auto cuando me estampe sobre él.
¿Por qué, amigos? Porque fracasarías por norma,
yo confié en vosotros y la amistad se deforma.
Fácilmente, mi frágil mente, se escapó de todo,
entre frase y frase, caja y bombo, yo salí del lodo.
No sentía nada cuando al fin pude moverme. Tenía la espalda contracturada de dormir arrollada contra la pared en la misma posición toda la noche. Había cortado mi pelo y mi más grande tesoro, estaba ahora esparcido por el suelo del baño, en ese momento lo supe, no tenía amigos, no tenía gente que me quería, no tenía nada, solo estaba yo.
Si es que todos ciegamente, miran solo en vuestro bien,
pues amigos verdaderos, solo uno de cada cien.
Sé que solo puedo confiar en el bolígrafo y papel,
porque al contarles mi vida, no me siento como un imbécil.
Les narro, uno a uno mis secretos más profundos,
pues ni se reirán de mi, ni se enterará todo el mundo.
De verdad confié en él, pensé que era mi mejor amigo. Edward y yo nos conocemos desde niños, sé por lo que pasó al morir su madre y lo que se le vino encima después y jamás esperé que me traicionara de esa forma, al final Bella tenía razón Edward es un demonio con cara de ángel, un ser podrido que solo busca su propio bien.
Me han fallado tantas veces, que ya perdí la cuenta,
y no recuerdo, quizás unos 30 o 40.
Y es que más de la mitad, bajo una máscara, se enmascaran,
les mueve el interés, la codicia, nada ganan.
Perderán más amistades, de las que jamás ganarán,
a donde irán, me pregunto, día a día, donde irán.
Al bajar por las escaleras en la tan famosa fiesta del cotillón, pude observarlos a todos, sus caras eran para fotografiarlos, tan arreglados, ocultando su podrida realidad tras una máscara de dinero y poder. Bajé despacio por las escaleras, mientras me presentaban como la hija del magnate Benjamín Withlock, hija bastarda pero hija al fin.
Ya no espero nada de nadie, no espero que me entiendas,
no mencionaré ni un nombre, no creo que valga la pena.
Sé que la mayoría me consideraría un monstruo o como ella me dice un demonio con rostro de ángel, pero nadie sabe por lo que yo he pasado y en esta vida he aprendido a no confiar en nadie. Los inocentes no sobreviven en este mundo.
Sé que no existen amigos, aun que me tengo a mi mismo,
sé que puedo vivir solo, sin caerme en el abismo.
Es el relato de cualquier historia, en cualquier parte,
no confíes en nadie, puede fallarte,
esto solo son consejos que este pequeñajo puede darte,
pero a partir de ahí, dejo en tus manos lo de fiarte.
Me han fallado muchas veces, aunque no lo crean también fui un niño que creía en los finales felices pero la vida me golpeó bastante duro y aprendí que en este mundo superficial e hipócrita no se sobrevive creyendo en los finales felices.
Porque el tiempo va cambiando, pero la gente también,
porque el tiempo va pasando y nunca se va a detener.
Porque quedan muchas cosas todavía que aprender,
porque aún queda un camino en la vida que debo escoger.
Noté su cambio esa mañana no sólo cortó y tiñó su cabello, si no su mirada cambió totalmente y pude observar como poco a poco mi mejor amiga, esa dulce y tierna niña se transformaba en una mujer venenosa y manipuladora.
Son cosas de la vida, son cosas de tu historia,
cosas del día a día, hay penas pero también glorias.
Días en los que vuelas, días que te caes en fosas,
en el jardín plantado hay mala hierba y también rosas.
Y es que son cosas de la vida, capítulos de tu historia,
aquel cuento de hadas, se convirtió en más pena que gloria,
en escoria derramada, llantos sobre una almohada.
Porque la desgracia me aclama y me acompaña hasta la cama.
Siempre he soñado con un príncipe azul que llegará a rescatarme, no es que viviera encerrada en una torre o una malvada madrastra me tuviera encerrada y me torturara, en realidad amaba a mi familia pero aún así necesitaba a mi príncipe, quien justamente dejó de contestar mis llamadas luego de acostarse conmigo y mi cuento de hadas se convirtió en una pesadilla cuando vi sus grises ojos verme de una forma tan fría y déspota mientras subía a su zorra personal en su auto negro del año.
Paranoias rayadas y una amarga soledad,
me dejo la dama, la cual amaba de verdad,
cada mañana bajo sábanas, lloro pensando en ti.
Esa noche que discutimos, fue la última vez que te vi.
De verdad quería hablar con ella, explicar que yo no tuve nada que ver, nunca me había sentido así con alguien, ni con Bella me pasaron las cosas que me pasan con ella, pero la perdí y ahora no sé cómo hacer para recuperarla. Llegué al instituto y la busqué por todos lados pero no la pude hallar, Bella me miró con odio y reproche, jamás me había mirado así, no pude mantenerle la mirada.
Llegue a la clase pero Nessie, jamás llegó.
Y me pregunto el porqué, de cada beso que me dabas,
porque en ti confiaba, si el porqué era la respuesta que faltaba.
Porque la suerte jamás me acompaña,
no me extraña que no crea, ni una pizca en la esperanza.
_ ¿Todo era mentira cierto? ¡Contéstame!_ Le grite mientras mis mejillas se bañaban en lágrimas
_Claro que no, Muñeca. Yo jamás quise-_Pero no pudo continuar cuando llego Bella y le plantó un golpe que lo dejo tirado en el suelo, Jake no se levantó y Bella y Alice me sacaron del baile mientras empujaban a todos para poder pasar.
Laberinto sin salida, te busco y no te encuentro,
en el único lugar que estas, es en mi pensamiento.
Bien adentro, exactamente, donde están los sentimientos,
los lamentos, desde entonces mi corazón late lento.
Siempre me había gustado, si, si, lo sé ¿Si tanto me gustaba, porque la dañé? Ni yo mismo lo entiendo pero cuando la volví a ver, pude notar su profundo cambio y supe que la niña que tenía tanto poder sobre mí, con su ternura e inocencia había muerto, no, yo la había matado.
Tras meses, a veces, sigo pensando en ti, cuando era tu niño,
aquellos besos por el cuello, lentamente, con cariño,
que me dabas, me llenaban de esperanza y de ilusión.
Sigo recordando el día, que murió mi corazón.
Y cada noche sueño aún con esos días, no le cuento a nadie, no quiero que vean que aún me duele, que aún soy débil, pero cada noche lloro, lloro desconsoladamente mientras tapo mi boca con mi almohada, para no despertar a mi tía.
Recuerdo que mi vida, por ti hubiera dado,
dudo que exista alguien, que te ame, como te he amado.
Nunca te faltó de nada, porque todo te lo di,
quiero dormirme y despertar, saber que jamás te perdí.
Pero me levanto al otro día solo para verme en el espejo, la palidez casi enferma de mi rostro que tapo con maquillaje, mis ojos rojos e hinchados y mi pelo enmarañado de dar vueltas sin dormir en mi cama. En cuanto sale el sol, mis lágrimas cesan, mis ojos se secan y quedan vacios, mi corazón ha muerto.
Y aunque me cueste aceptarlo sigues en mi pensamiento,
intento olvidarte, pero no sé si quiero.
Todos sabemos que el orgullo no lleva a ninguna parte,
todo es oscuro, desde el día que me dejaste.
Aún no sé en qué momento me enamore de ella, quizás desde que la conocí y tuve la necesitad de tenerla siempre a mi lado. Observé sus cambios y su nueva forma de ser y se convirtió en mi obsesión, a tal punto que hice lo que fuera por tenerla nuevamente en mi cama y ya no me importaba que por las mañana no estuviera en mi cama, si no en la de mi hermano, porque sabía que era mi nombre el que mencionaba entre gemidos mientras la hacía mía, porque eso era mía, siempre mía y de nadie más.
Suerte, me dio la espalda y se perdió la esperanza,
el tiempo olvida y no perdona, no espera, la aguja avanza.
Yo perdono y nunca olvido, me siento solo y vacío,
jamás me arrepentí del tiempo que juntos vivimos.
Y a pesar de todo lo que le hice, lo que me hizo, jamás podré sacarla de mí porque ella marcó mi piel, la dejó llena de cicatrices que ahora no puedo, ni quiero borrar. Y si él tiempo se retrocediera, volvería a hacer lo mismo.
Porque, son cosas de la vida, son cosas de tu historia,
cosas del día a día, hay penas pero también glorias.
Días en los que vuelas, días que te caes en fosas,
en el jardín plantado, hay mala hierba y también rosas.
_ ¿Tú me envidias? ¿Tú me envidias?_ Grité mientras veía a mi ex mejor amiga llorar en el suelo por la cachetada que acababa de darle _Tu, lo has tenido todo-_ Pero no pude continuar cuando sentí su delicada mano golpear mi mejilla y gritarme
_ ¡Tú lo has tenido todo, gente que te ama, belleza natural, todos te quieren! Mírame a mí, mis padres no se hablan, ni siquiera saben que existo. Tu siempre has tenido todo lo que yo quiero_ Gritó antes de salir corriendo, por la puerta de mi departamento.
Enterré mi mirada en el suelo y pude observar la pulsera de elástico que habíamos comprado de niñas cuando fuimos a su casa en la playa.
Que la vida es una mierda, además lo corroboramos,
no hacemos nada al respecto y de brazos nos cruzamos.
Fácil esconderse, quejarse, ahogar penas en botellas,
sin pensar ningún momento, que consecuencias con lleva.
_Deja de beber, Edward_ Le dije mientras lo veía acabarse su cuarta botella de whiskey en dos horas.
_Tu no lo entiendes_ Gritó mientras intentaba pararse de la silla, sin conseguirlo _Ya no tengo nada... Nunca tuve nada_
Engáñate, vive empeñado, en decir que la vida es bella,
pasan horas, días, meses, años y aún confías en ella.
El daño ya pasó, vive el hoy o perderás el mañana.
Esta es la historia de alguien que ya no confía en nada.
Sé que pasar mis dudas y frustraciones a los demás estaba mal, pero debía protegerla y Vanessa, ella era como yo antes de todo. Y no quería que nadie la lastimará, no como a mí, jure protegerla pero fallé, así que lo único que puedo hacer ahora es aconsejarla y lo peor, convertirla en mi.
_Olvídalo, él no vale la pena_ Dije mientras salía de su cuarto para dirigirme a mi casa, eran las dos de la mañana y ya no tenía fuerzas para seguir.
Aprecia lo que tienes, antes de que se te escape,
porque muchos se arrepienten y ya es demasiado tarde,
y derraman lágrimas, solos, en un roto silencio.
El tiempo avanza lento, dentro, de su cuerpo muerto.
Luego de la muerte de mi madre no había llorado, nunca, pero verla irse aunque fuera solo por la semana de suspensión que le dieron por culpa de Victoria, provocó algo en mí. Cierto que yo había sido el idiota que la deje ir, pero ella era mía, en realidad ella era lo único bueno que yo tenía, sin ella nuevamente me hundía en la oscuridad.
Tú vive cada momento, como si fuese el último respiro,
del aire contaminado, en el crepúsculo, el versículo final,
final del último capitulo.
¿Cómo llamarle a este capítulo que no tiene título?
Cuando toque el agua con mis pies desnudos lo supe, todo lo que había hecho en estos dos años estaba errado. No fui feliz cuando ayude a Alice a humillar a Jasper y tampoco fui feliz cuando humillé a Edward y Aro. Y definitivamente no fui feliz al perder lo único valioso que tenía, yo misma...
Bueno chicas, como pudieron leer al principio esta historia no es mia, es una de las primeras historias que leí cuando hice esta cuenta, me pareció muy tierna y si son cosas de la vida, NO TODO, pero si existen las pequeñas "bromas" o "novatadas" de parte de algunas personas y en ocasiones esos juegos llegan a tener consecuencias fatales. Las frases escritas en manuscrita son algo así como adelantos de varios capitulos, están ordenados de manera que sepan más o menos de que va la historia. Espero y les llame la atencion tanto como a mi. Si les gusta o no les pido Haganmelo saber por medio de un review.. ya saben son gratis (:
