Disclamer: ¿Hay algún fandom que esta pesada no esté tocando? Cada vez menos. Sí, he hecho algún fic en espera de publicación sobre Mirculous Ladybug, pero este... simplemente no podía no subirlo. Es un crossover, Harry Potter es de la maravillosa JK Rowling y Ladybug es de Thomas Astruc y de todas las empresas que la están produciendo (que por lo que he visto no son pocas).

Bueno, espero sinceramente que lo disfrutéis.

En París hacía un magnífico día, lleno de turistas y sol por todas partes. Los niños estaban que no cabían en sí de la emoción, ellos no tenían días tan soleados en su país.

–¡Mamá, mamá! ¡Por aquí, la torre Eiffel está por aquí! –una niña de 10 años, pelirroja, tiraba del brazo de su madre emocionada– ¿Sabéis por qué hicieron la torre Eiffel? En 1887, para una…

–Jo, que rollo. No quiero oír por qué se construyó, vamos a hacer algo más divertido. ¡Papá, he visto un torneo de ajedrez muggle en un parque!

–Si consideras más divertido…

Un estruendoso ruido interrumpió el hilo de sus conversaciones. Una mujer castaña, con el pelo alborotado, apretó fuertemente el bolso donde llevaba su varita mágica. El hombre pelirrojo acercó a su familia para tenerlos bien cerca y poder protegerlos mejor.

El pulso les iba a mil por hora, en especial a los adultos. Por desgracia habían vivido una guerra, de hecho habían estado en el foco directo del conflicto, por lo que temían que se iniciara una batalla.

–Hermione, coge a los niños, yo voy a… –nunca se supo qué iba a hacer el patriarca, justo al otro extremo de la calle aparecieron dos ¿eran adolescentes? embutidos en extraños disfraces.

La chica llevaba un traje rojo con lunares negros, como si le hubiese robado el estampado a una mariquita. El chico, rubio, iba de negro con orejas de gato y un cinturón que hacía las veces de cola. Ambos tenían los rostros tapados con antifaces.

–¡He oído hablar de ellos! –gritó Rose Weasley, emocionada– son Ladybug y Chat Noir, hay un blog sobre ellos. Bueno, sobre ella. Es un blog francés en el que se cuenta…

La tercera interrupción llegó a modo de una pelota de futbol negra con parches blancos, que se dirigía hacia la niña. Pasó todo tan rápido que no lo vieron venir, en un momento ella hablaba emocionada sobre una de esas cosas muggles y al momento siguiente había desaparecido.

Se encontraba detrás de ellos, donde el chico del disfraz extraño la posaba en el suelo con delicadeza.

Será mejor que os vayáis de aquí, My Lady. No queremos que le pase nada a una chica tan bonita –había hablado en francés, por lo que su padre no pudo entender qué estaba pasando. Se enfadó un poco al ver que el chico acariciaba la mejilla de la niña conforme iba hablando. Hermione, que sí se defendía un poco con el idioma, sonrió discretamente al ver cómo su hija comenzaba a adoptar un tono rojo en la cara, mucho más intenso que su pelo.

S-s-i, gracias, Chat Noir –apenas pudo hablar. Recibió miradas divertidas de Hermione, burlonas de Hugo y… a saber qué tipo de mirada le estaba dirigiendo su padre.

¡Gatito! ¿Vas a seguir ligando con tus fans o vas a prestar algo de ayuda?

–¡Por supuesto, My Lady!. Será mejor que se vayan, esto va a ponerse peliagudo –habló en un perfecto inglés, al notar el acento de la chica y los rostros confundidos de los miembros de su familia.

Hermione y Ron estaban algo más tranquilos al darse cuenta de que se trataba de un espectáculo callejero. ¿Por qué si no iban a estar vestidos de esa forma?. Los ciudadanos y los turistas habían sacado sus aparatos de comunicación muggles y grababan la pelea.

Al final, la función acabó dejando a toda la familia contenta. Desde luego, pensó Hugo, eso era mucho más interesante que saber por qué se construyó la torre Eiffel.