Disclaimer: Victorious y sus personajes no me pertenecen.

Rumores

Dos meses habían pasado desde que Beck y Jade dieron por terminada su relación, al igual que exactamente dos meses hacían de que la chica de aspecto gótico repetía la misma rutina día tras día; todas las tardes era lo mismo, salía de clases para ir directo a su coche quedándose en el hasta que minutos después un misterioso chico se metía junto a ella, emprendiendo luego juntos su marcha y abandonando al fin el instituto.

El primero en notarlo fue André, quién se lo contó rápidamente a Robbie, corriendo luego ambos a contárselo a Beck, daba la casualidad de que en ese momento Cat estaba cerca así que oyó la conversación, y obviamente la pelirroja sintió la necesidad de contárselo a Tori.

Pero ellos no eran los únicos que lo habían notado, gran parte de los alumnos de Hollywood Arts lo había hecho y como era de esperarse comenzaban a especular al respecto; algunos decían que el chico era el hermano de Jade fruto de un engaño de su padre, otros decían que era su proveedor de drogas, ya que sostenían que luego de su ruptura con Beck se había volcado a ello, pastillas y antidepresivos también formaban parte de esa versión, y por último estaba el rumor por el cual la gran mayoría apostaba, el misterioso chico era la razón por la cual Beck y Jade terminaron, Jade se había enamorado de alguien que no era el aspirante a actor, incluso decían que ya mantenía una relación a escondidas antes de terminar con el canadiense; sin embargo nada estaba realmente claro, excepto por el hecho de que ahí pasaba algo, por ello la repentina y constante aparición de aquel chico, el chico de la gorra lo llamaban, ya que nunca aparecía sin su gorra, una de color azul, una tras la cual parecía escudarse.

—¿Entonces chicos, con cual versión se quedan? —preguntó André, sacando el tema a colación aprovechando el hecho de que a Jade la habían castigado, siendo por ello que no se encontraba compartiendo con ellos en la mesa.

—Jade no me estaba engañando con nadie, solo ya no funcionábamos como pareja, mucho antes de hacerlo público no éramos más que amigos; la magia terminó, cumplimos nuestro tiempo, o como quieran decirlo, se los dije en más de una ocasión, así que esa opción olvídenla, además no deberíamos suponer nada, deberíamos mejor hablarlo directamente con ella —sugirió el canadiense ante la pregunta de su amigo. Lo cierto era que Beck sabía de quien y de que se trataba pero no iba a traicionar a su ex novia, después de todo eran amigos.

—Pero ya lo intentamos y se niega a hablar de ello —se quejó Robbie metiendo a Rex unas papitas en su boca, el muchacho insistía en que el muñeco debía alimentarse también.

—El chico tiene un punto, hasta Tori ha hecho el intento pero nada de nada —lo apoyó André —aunque lo cierto es que no es como si Jade fuese a confiar en Tori.

—El otro día Jade y el chico de la gorra me llevaron hasta mi casa —Comentó la pelirroja distraídamente y sin levantar la vista de su pearphone —¡Yey!, te dan 10 toallas gratis si compras 10.000 —se alegró mientras todos tenían la atención puesta en ella.

—¿Para que querría alguien tantas toallas? —preguntó André dándose cuenta al segundo de que eso no era lo importante ahora —¿Viajaste con ellos rojita? ¿Pudiste verlo? ¿Sabes de quien se trata?

—Casi no pude verlo él estaba sentando en el asiento de adelante junto a Jade, además con esas horribles gafas para el sol que siempre trae, no sé por qué mejor no lo llamamos el chico de las gafas —negó con la cabeza —aunque me recordaba a alguien —comentó finalmente la pequeña pareciendo pensativa.

—Deberían dejar ese tema, además Beck tiene razón, tenemos que hablarlo con ella o esperar a que sienta que es el momento de contárnoslo —irrumpió la morena con un aire melancólico y triste.

Sus amigos la miraron con algo de pena; la aparición de aquel chico debía dolerle, todos sabían que aunque esta se negara a aceptarlo, a la latina le gustaba Jade, André lo sabía, Beck lo sabía, casi que hasta la misma Jade lo sabía, pero no, Tori se empeñaba en negarlo una y otra vez, tal vez era su orgullo, o tal vez era aquella rivalidad que se había formado entre ellas lo que le impedía aceptar sus sentimientos, al menos eso era lo que pensaba el grupo al respecto.

—Bien ya no hablaremos de ello —se rindió André ante este hecho, no le gustaba ver a su mejor amiga decaída así que mejor cambiar de tema.

Sin embargo una pregunta seguía rondando por sus mentes —¿Quién podría ser el chico de la gorra?