El día ha comenzado tranquilo. He llegado al hospital una media hora antes de mi turno, tenía que arreglar varios informes de algunas consultas que tengo por la tarde.
Me encontré a Cameron que pensaba hacer lo mismo que yo "ya sabes, House ni siquiera se digna a abrir las carpetas" y tiene razón. Poco a poco lo va calando. Mejor para ella. Enamorarse de House no es nada fácil (e incomprensible para mi, en fin, como amigo pase, pero soportarlo más tiempo...)
Asi que, llevo en el despacho una hora y media más o menos. El tiempo justo para tomarme un café y empezar a recibir pacientes.
Salgo del despacho y no doy ni tres pasos cuando noto que algo no va bien.
Una mujer mayor está gritando en la puerta de la consulta 1. ¡Ay madre! ¿Tan temprano?
Me dirijo hacia allí con la esperanza de que sea Chase el que haya confundido el tomar la temperatura con poner una inyección y que de ahí provenga el embrollo *suspiro* No me lo creo ni yo.
Veo como sale alguien detrás de la mujer rápidamente. Es Cuddy. Y detrás sale House. 1 + 1 = 2. No hace falta ser Einstein. Le pido a la enfermera del mostrador que me pase los informes de una paciente.
- Doctor Wilson, la cita de la señora Huber, no es hasta mañana.
Ya lo sé, la pobre lo dice de buena fe, pero aún así me molesta porque intento escuchar que es lo que ha pasado con House.
- Los necesito ahora Mandy, por favor.
Veo como da media vuelta y vuelve a aparecer a los dos minutos. En este tiempo he podido escuchar (yo y media planta) los problemas de la mujer, que continua gritando.
- En mi vida me habían faltado al respeto de tal forma. Y usted sabe, Doctora Cuddy... (ahora me viene el recuerdo de esta señora) ... que aprecio muchísimo este hospital y sus servicios.
- Señora Huber por favor...
Oigo como Cuddy intenta calmarla, con frases que ha tenido que aprender por fuerza de uso desde que House entró a trabajar aquí. Hace un par de años, le salvaron la vida a su hijo menor y desde entonces, la señora Huber hace importantes donaciones al hospital.
¿Por qué no se controlará House de vez en cuando? Lo que tiene que pasar Lisa no tiene precio.
Vuelvo la hoja del informe que me ha dado Mandy y hago como que lo leo. House sigue de pie, sin decir nada, en la puerta de la consulta, sé que me ha visto y sé que sabe lo que hago. Total, lo hago siempre.
- "A mi marido no le basta con la mano derecha, aunque a usted le baste con un par de pilas y un trozo de plástico" ¿eso es sacar las cosas de contexto?. A mi me parece que no doctora, se lo aseguro. No, lo que me diga no va a cambiar mi opinión. Me pensaré lo de la denuncia, pero cuente con no tener aguinaldo este año. (Algo es algo)
La señora Huber se da media vuelta y se marcha airada. La verdad es que para ella la apariencia lo es todo. Como para todos supongo. La decencia, la caridad, la moral y el respeto. Valores defendidos de cara a los demás. En este momento lo único que supera su enfado, es su hipocresía.
Veo que House se acerca a mi.
- A veces, la gente se enfadará contigo cuando seas sincero Jimmy. Es una lección que debes aprender. Aún así, di – siempre – la – verdad.
Hubiera soltado una carcajada, pero lo último que necesita es que le sigan el juego. Así que me limito a negar con la cabeza e intercambiar una mirada de impotencia con Cuddy que ya había alcanzado a House.
- House, a mi despacho, ahora.
- Así me gustan a mi. A la mierda el romanticismo. Al menos me ahorro lo que tú te gastas en flores y bombones. ¿Ves cómo Cuddy es una buena elección?
Veo como se marcha detrás de Lisa. Ahora si que sonrío. Después hablaré con los dos.
Bueno... ¿qué iba yo a hacer? ¡Ah, si! Tomarme un café.
FIN
