Disclaimer: Nada de los reconosca es mío, lo demás sí :)
¿Casualidad v/s Destino?
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o.O por BeThLeHeM O.o
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Capítulo 1: "Cartas"
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¿Casualidad o Destino?
¿Qué es Casualidad? ¿Qué es Destino?
¿Existen en Realidad?
O, ¿Solo son Conceptos Inventados
Para Explicar Cosas Inexplicables?
Son tan Parecidos y Distintos a la vez
Limitan y Abren nuevos horizontes.
Sean lo que Sean, Están en Algún Lugar.
Para Recordar, que Todo tiene su Por Qué.
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31 de Julio de 1969
Querido Albus:
Te escribo esta carta, para comunicarte, que lo que temíamos, es cierto. Y esta mucho más cerca de lo que sospechábamos. El poder de la joya ha despertado luego de más de 1000 años y junto a ella el Puro. No me preguntes como lo supe, no quiero mentirte, pero es un niño. Un niño de 11 años, que este año entrara en Hogwarts.
Lamentablemente es todo lo que pude saber, no se quien es ni como encontrarlo. Pero ya estamos prevenidos. Cualquier cosa que me entere, no dudes que te la informare, y te ruego que también me informes a mí.
Mucha suerte,
Icarus Baddock.
Albus Dumbledore, termino de leer la carta y la dejo en su escritorio. Se saco los anteojos de media luna, y se paso una mano por la frente.
Todas las preocupaciones que tenia hasta ahora, se agravaban más con lo que decía la carta. Pero como decía su amigo, era mejor estar prevenidos. Y por su puesto que lo estarían.
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En ese mismo castillo, unos cuantos pisos mas abajo, una bruja alta, de cabellos negro recogido en un rodete, y rostro severo, acababa de enviar -a nombre de su jefe-, un gran fajo de cartas, vía lechuza. Todas las cartas eran idénticas, con dos pergaminos cada unos. La única diferencia, eran los destinatarios y sus respectivas direcciones. Una de esas direcciones, era el Nº4 de Privet Drive.
Un rayo de sol se filtraba a través de la rendija de las cortinas, y llegaba directamente a un parpado cerrado. Ambos parpados, se abrieron y dejaron hacer contacto directo a dos grandes ojos verde brillante.
La niña, a quien correspondían los ojos, se llevó una mano rápidamente a los ojos, para evitar que lloraran. Se sentó en la cama, y se estiró, con un gran bostezo caminó hacia el baño. Unos 10 minutos después, estaba terminando de vestirse cuando un grito interrumpió su monótona rutina. A partir de ese momento su vida cambiaría. A partir de ese momento descubriría su verdadero mundo.
- ¡MAMA! ¡PAPA! ¡DESPIERTEN!- gritó un niño, saltando en la cama de sus padres.
- ¡¿Que ocurre?!- pregunto la madre, alarmada.
- ¡LLEGÓ LA CARTA! ¡LLEGO LA CARTA!
- Ah... que bien, James, ahora déjanos dormir, es muy temprano, y ayer llegamos tarde de la redada...-dijo su padre, con voz somnolienta.
- Ah...- dijo un poco decepcionado, por la falta de interés de sus padres- voy a ver si a Sirius también le llegó...- dijo el niño, pero sus padres ya estaban durmiendo otra vez.
Corrió a su cuarto, saco un pergamino, escribió algo rápidamente, y lo envió con una lechuza. Al cabo de unos minutos se escucharon unos ruidos en el primer piso. El niño bajo las escaleras corriendo, y saltó los últimos 4 escalones. Aun estaba con pijama, y descalzo. Corrió hacia la chimenea a encontrarse con su mejor amigo lleno de cenizas con una carta estrujada en su mano y una radiante sonrisa dibujada en el rostro, Sirius Black.
James corrió a encontrarse con su amigo, iba a una velocidad increíble. Estaba a un metro del otro chico, cuando tropezó con la orilla de la alfombra, cayendo encima de su amigo. Ambos niños rieron, mientras trataban de incorporarse.
- ¡ME LLEGÓ LA CARTA!- dijeron a la vez. Luego rieron.
- ¿Y que te dijeron tus padres?- preguntó Sirius.
- Mmm... Nada... Están durmiendo...-dijo James, un poco desanimado- ¿y a ti?
- Que si no voy a Slytherin, me castran...-dijo el niño despreocupado, mientras ponía sus manos en la nuca, con los codos hacia arriba (N/A: me explico? onda dibujo japonés).
- ¡¿Tanto así?!-se extrañó James.
- No sé...Pero mi madre armó el tremendo griterío cuando rompí la carta de Durmstrang en sus narices. Me han dado el tremendo discurso de la pureza de la sangre y los "sangre sucia"-dijo el niño haciendo gestos con las manos- y me recordaron, como lo hacen cada 5 segundos, que me dejan ser tu amigo solo por que eres sangre limpia... Ya no soporto a la Señora Black... ¡Y encima tengo que aguantarme el reto mientras el Idiota de Regulus me hace burla por detrás de Su Santa Madre! Por suerte les convencí que me dejaran ir a Hogwarts, aun que mi tío Alphard contribuyó en gran medida... convenció a esa señora de que Bulgaria estaba muy lejos y que se yo... y por supuesto, el señor Black ni siquiera levantó la mirada, se nota que le interesa muchísimo lo que ocurra con sus hijos...-dijo el niño con una nota de rencor en su voz- A veces me pregunto si seré adoptado...-concluyo Sirius con amargura...
- No digas idioteces, sabes perfectamente que eres su hijo, eres calcado a tu padre, y sabes que ellos te quieren, aun que sea muy en el fondo... y bueno, que creen en otras cosas... Ya vez a mis padres, muy "sangre pura" serán, y aceptan a los muggles y todo, pero se pasan la vida trabajando y no están en ningún momento conmigo...-murmuro el niño de gafas.
- Ya no fastidies, esto mas parece esas cartas que envía Narcissa a "Corazón de Bruja", más que otra cosa...- Al ver la cara de su amigo, e imaginándoselo preguntando ¡¿Espías la correspondencia de Narcissa?! , o peor aún ¡¡¡¿Lees Corazón de Bruja?!!!, añadió -¡¿No me dijiste que había salido una nueva Barredora?! –Dijo para distraerlo. Sirius conocía muy bien a Potter, y sabía perfectamente que el quidditch trastornaba a su amigo.
- ¡Si! ¡Te la enseño ahora!- James se dio cuenta de la artimaña de su amigo, pero decidió seguirle el juego, más tarde descubriría ese lado oculto de Sirius- ¡Salió en la "Snitch, Bates y Escobas" de este mes! ¡Ven!- y así los dos chicos subieron en busca de la revista. Y ha evadirse un poco de sus problemas.
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Un niño dormía placidamente en su cama. Su pelo castaño claro cubría su rostro surcado de cicatrices. Su frágil cuerpo estaba cubierto de vendas. Se lucía cansado. La luz del sol de la mañana iluminaba tristemente la habitación. Apoyados en el marco de la puerta, una pareja. Miraban al niño melancólicamente. Era un hombre alto con un cabello muy similar al del niño que observaba, con la diferencia que este se veían los primeros indicios de la madures, un tono gris se colaba entre el cabello castaño. De ojos azules, una sonrisa amable lo caracterizaba, pero en ese momento no quedaba ni rastro de sonrisa. La mujer era delgada y menuda, su cabello color caoba caía abundante sobre su espalda. Su mirada ambarina se posaba alternadamente en el niño y en la carta que sostenía en su mano.
- ¿Le despertamos?-pregunto el hombre, con voz grave.
- No, esta muy cansado, la noche anterior fue terrible...
- Si, yo no pude pegar un ojo, la verdad no dormí nada...
- Yo nunca duermo- confesó ella.
- Pues deberías- le paso un brazo por lo hombro y le dio un beso en la frente- Deberíamos decirle, le alegrará, después podrá seguir durmiendo, por favor- suplicó el.
- Está bien- dijo la mujer mientras se sentaba en la cama- Mi amor, despierta, mi niño- dijo con dulzura a la vez que le apartaba el cabello de la cara, delicadamente.
- Remus, hijo, despierta- dijo su padre, que también se había sentado- Llegó una carta de Hogwarts.
El niño se estaba recién despertando, y se incorporo un poco, mientras habría sus ojos color miel al doble, al escuchar lo que su padre le decía.
- Pero...
- No te preocupes, vas a poder ir...
- Pero, puedo... Puede ser peligroso...-murmuro el niño.
- Cariño, no debes preocuparte, el profesor Dumbledore dice que se tomarán medidas especiales para que todo resulte bien- dijo su madre con una sonrisa.
- Ahora descansa, que luego vas a estar muy ocupado preparando tus cosas para ir al colegio- dijo el padre mientras se paraba y se dirigía rumbo a la puerta, allí espero a la mujer.
- Descansa- dijo la mujer, mientras le daba un beso en la frente a su hijo. Lo arropó bien y salió de la habitación junto a su esposo.
El niño se dio vuelta, desordenando todas las sabanas que lo cubrían, y luego se acurruco bien. Se durmió con una sonrisa plasmada en su cara.
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Un niño bajaba las escaleras arrastrando los pies. El chico tenía el cabello rubio y por ahora despeinado, iba con pijama y descalzo. Entro en la cocina. En esta había una larga mesa, donde se sentaban 5 personas. Una mujer mayor, baja y rellena, pelo castaño y ojos celestes. En cuanto el niño entro en la estancia, ella se levantó y empezó a preparar algo en la cocina. Un hombre, aproximadamente de medio siglo de edad, como la mujer, era de estatura normal, y bastante delgado, el cabello rubio peinado hacia atrás y unos ojos oscuros de penetrante mirada. Leía el periódico y sorbía un café. Tres jóvenes, la primera tenia la estatura, cabellos y color de ojos del padre, de aproximados 22 años, su alargado rostro, mostraba seriedad, y esa sensación se aumentaba con las gafas cuadradas que enmarcabas sus ojos. La segunda, de estatura regular y de contextura un tanto gruesa, cabello rubio y ojos oscuros, quizás tuviera unos 19 años, y una mirada risueña que ahora se dirigía a un libro que apoyaba en sus piernas mientras revolvía su leche. La tercera, cabellos rubio y ojos celestes, alta y delgada, de 16 tiernos años, aunque su mirada era todo menos tierna, más bien pícara, mientras examinaba la correspondencia, con el la frente arrugada en una actitud de concentración, mientras mordisqueaba una tostada. Esta era la situación que se vivía, prácticamente todos los días, en la cocina de los Pettigrew, por las mañanas.
- Buenos días- dijo el niño cuando entró, nadie más que la mujer se había percatado de su presencia.
- Buenos días- respondieron los demás.
- ¿Esa es forma de presentarse?-preguntó el hombre que encabezaba la mesa. El niño suspiró y deshizo sus pasos, para subir a su habitación a cambiarse ropa, pero antes de salir de la cocina, el hombre llamó- ¡Peter! Por esta vez te lo perdonó, pero que no se vuelva a repetir... Tienes correspondencia- dijo con una sonrisa.
- Así es, Petipet, mira- dijo con un tono un tanto burlón, la chica de menor edad- una carta de Hogwarts, para el pequeño Petipet
- No me digas Petipet- dijo el niño con voz chillona cuando se volvía a sentar, al lado de la chica que le hablaba.
- Bueno, Enano- dijo con sorna, mientras le extendía la carta. El estiro la mano, para coger la carta, pero la chica se la hizo a un lado- ¡Uy! ¡El pequeño Petipet quiere su carta! ¿Cuales son las palabras mágicas?-dijo como si le hablara a un preescolar.
- Dame mi carta- ordenó el niño mientras trataba de alcanzar la carta.
- ¡Agárrala! ¡Un poco más alto! ¡Salta! ¡Salta! ¡Mas arriba Petipet!- se burlaba la chica mientras ponía la carta fuera del alcance del niño.
- Dale su carta, Mary Jane- ordenó la "seria" mientras se masajeaba las sienes- por una vez en su vida, déjale en paz, me esta doliendo la cabeza.
- ¿Estas de mal humor? ¿Qué pasa, Mary Anne? ¿Otro turno que cubrir de más, Annie, querida?
- Nada que a ti te incumba, Mary Jane- dijo Mary Anne, con una paciencia infinita.
- ¡Quieren callarse! ¡Estoy intentando leer!- dijo la chica que había permanecido callada.
- Que yo sepa, Mary Rose, es hora del desayuno, no el momento de Lectura, y nosotros no vamos a callarnos, solo por que tu no hayas leído ese libro con anticipación- dijo Mary Jane, con malicia. Mary Rose, la miró con odio.
- Mary Rose, hija, No quiero volver a saber que no has leído un libro a tiempo, La carrera de Sanadora, es bastante costosa, y no te la pagamos para que la desperdicies.
- Es que no tuve tiempo- dijo Mary Rose, mientras le pegaba una patada, por bajo la mesa, a Mary Jane.
- No quiero excusas, que no se vuelva a repetir- el hombre, parecía que no tenía otra frase distinta.
- Si padre- respondió Mary Rose mientras era mirada con odio por Mary Anne que se sobaba la pierna, mientras Mary Jane, se carcajeaba.
- Rosie, querida, mejora tu puntería por que si sigues así le pegaras a Petipet, y no queremos eso ¿verdad?- dijo el falso tono meloso, Mary Jane.
- Janie, Lindura- Mary Jane, frunció el entrecejo- lo que ocurre es que yo no soy una salvaje y no estoy acostumbrada a pegar patadas, como otras...
- Si quieres te puedo enseñar, y empezamos ahora mismo- dijo mientras la pateaba por debajo.
- ¡Quieres dejarme un paz un rato! ¡Estoy hasta la coronilla de tus idioteces! ¡Hoy estas más insoportable que nunca!
- ¡Que bueno que te das cuenta! ¡No será por que alguien dijo por casualidad que yo tenía excremento de doxy en mi dormitorio!
- ¡Sabes perfectamente que no podías tener esa porquería en la casa! ¡Idiota subnormal hiperactiva!-empezó a chillar Mary Rose.
- ¡Hablando de subnormales! ¡A la que le vendieron una cebolla rancia, a 26 galeones, por que creía que era un amuleto! ¡Te estafaron imbesil! ¡Y además apestaba!
- ¡La que apesta eres tu! ¡Maldita estúpida, Arpía de Mi....!
- ¡SILENCIO!- la voz potente, del hombre hizo silencio en la habitación- ¡No quiero volver ha oír una discusión semejante! ¡Vergüenza me da verlas gritar así! ¡No son animales! ¡Mary Jane, No provoques a tu hermana y no grites! ¡Pobre de ti si encuentro un solo excremento de doxy en tu habitación! ¡Deja de hacer escándalo una vez en tu vida! ¡Y dale la carta a Peter! ¡Mary Rose, No hagas caso a tu hermana! ¡Y, léete de una buena vez ese maldito libro! ¡Peter, deja de jugar con los cereales y quita esa cara de sueño! ¡Mary Anne! ... Pásame la azúcar
Tras, semejante sermón, solo se escucho el tintinear de platos, contra la taza o la cucharilla. Mary Jane le tiró la carta a Peter, y cayó dentro de la leche de este, quien la sacó goteando leche.
- Imbesil- masculló Peter. Mary Jane, ni siquiera le prestó atención. Mary Anne, tomo la carta y con un golpe de varita la secó.
- Mary Jane- dijo el padre- No quiero que le des malos ejemplos a tu hermano. Tú serás la responsable, de todo lo que ocurra en Hogwarts, respecto a Peter. Tendrás que controlarlo y controlarte, si no quieres un castigo.
- Paúl, Mi vida, ya es hora de irte, se te hace tarde- anunció la madre.
Una de las tantas mañanas, monótonas y rutinarias mañanas, de la Familia Pettigrew. Con un tan solo detalle de diferencia. El miembro menor, tenía una sonrisa en la cara. Quizás, con esa carta y con la ida a Hogwarts, las cosas mejoraran, y descubriera los verdaderos amigos.
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- Por Favor...- suplicó por enésima vez.
El hombre, detrás de su escritorio, lanzó un suspiro.
- Esta bien... Aun no se como logras convencerme, pero como no vaya a Slytherin, y no siga sus clases de Artes Oscuras Avanzadas, le enviaré a Durmstrang sin miramientos. ¿Esta claro, Charlotte?
La mujer asintió a duras penas. Las lágrimas corrían por sus mejillas sonrosadas. Una de estas, más que sonrosada, lucía roja e hinchada, la cubría la delicada mano de Charlotte, tratando de aliviar el dolor del golpe.
Por la rendija de la puerta, un niño, de pelo negro un tanto grasiento, y oscuros ojos, miraba con odio y resentimiento al hombre que se hacía llamar su padre. Sus esperanzas estaban puestas, en que en un corto periodo de tiempo más, estaría lejos de esa horrible casa, lejos de su padre, lejos de sus gritos, lejos de sus órdenes, lejos de sus golpizas, lejos de los llantos, lejos de esa oscuridad que envolvía su vida. Y a pesar, de esa esperanza, algo le oprimía el corazón. Dejar a su madre. El se iría, aun que fuera por 9 meses, pero luego volvería a escapar de esa tortura, pero su madre no. Su madre estaba condenada a seguir allí hasta el final de sus días. O eso creían. Por que el no dejaría a su madre. Quizás demorara 7 años, pero volvería por ella, y le daría todo lo que se merecía. Por que ahora mismo, estaba soportando una de las peores peleas, solo por el, por que el no quería ir a ese antro de magos tenebrosos. Durmstrang. Por que ella había dado todo por él. Y él le devolvería la mano, mil veces si fuese necesario. Sacaría a su madre, de las manos de ese despreciable hombre, aun que fuese lo ultimo que haga.
Y así el odio y el resentimiento, iban consumiendo a este niño. Hogwarts, era el rayito de luz, de su salvación. Lo que no sabia, Severus Snape, es que este rayito de luz, tiene muchos matices. Unos más oscuros que otros.
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Millones de situaciones diferentes, todas cruzadas por una carta. Muchos niños, a esa misma hora de la mañana, recibían una carta idéntica, con sorpresa, con miedo, con expectación, con dicha, con anhelo, con temor, con estupefacción, con intriga, con alegría, con... etc. Muchas emociones albergaban los niños que recibían esa carta. Esa carta. La carta que cruzaría sus caminos. ¿Como? Quien sabe. Pero de una u otra forma, se cruzarían. ¿Para qué? Muchas posibles respuestas, todas igualmente improbables. Pero, el hecho esta ahí, sus vidas se cruzarían, por un desconocido motivo. ¿Casualidad? ¿Destino? Otro misterio, aun sin resolver.
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Nota de la Autora:
Hola! Jeje, de nuevo aquí estrenando fic :) Sean buenitos conmigo. Esta idea surgio de… nose realmente, hace tiempo quería escribir un fic de la generación de los merodeadores, del principio y para largo, no de romance, que no quita que lo haya, más adelante, pero algo más misterioso, con suspenso, humor, aventura, que se yo, ahí se verá.
El nombre es provisorio, aun no estoy muy segura, no termina de convencerme, ustedes diganme que opinan.
Como verán en este fic, tiene una historia, que se irá desarrollando con el tiempo. Puse "Puro", lo siento, creo haber leido ese concepto como denominación a una persona en otro fic, pero es que me viene de perilla, y además no se me ocurría nada más :D, si encuentro otro, lo cambiaré, y si alguien se ofende, pues lo siento, no lo ise con la intencion…
Advierto desde yá que no pondré a Peter como el gran Imbesil que es, jojo XD, no en serio, quiero creer que sus razones tuvo, y en este fic, de alguna manera lo explicare, quiero decir, todo tiene dos caras, y yo mostraré el otro lado de la moneda. No se preocupen si se confunden con los nombres de las hermanas de Peter, en realidad da lo mismo, es para explicar lo que dije antes, nadie tendrá mucha participanción, excepto el mismo Peter y hermana menor, Mary Jane, por q estará en 6to en hog.
Obviamente estos no son todos los personajes, solo puse a los que ya conocemos para darles una idea de su vida y entorno, de los demás no iremos enterando con el tiempo.
Cualquier pregunta la responderé. Espero no demorarme en el 2do Chap, que casi lo tengo listo. Se llama: "Nuevos Lazos e Incidentes". Habla un poco de cómo se conocen nuestros niños y que se yo, ya verán. Solo quiero saber si alguien me puede responder ¿Cuál es ese lado oculto de Sirius? Jojo, ya sabrán, no en el proximo, pero si en otros chap. :D
Espero que les guste este fic, he trabajado mucho en el, y me alegraria mucho que me dejaran artos rrs, Pliz :)
No me maten si me demoró con "A un paso del Vacio" jojo, es que la inspiración y el tiempo no me ayudan, estoy en pleno periodo de examenes, y bueno, tengo q estudiar jojo, que lata, pero bueno asi es la life… y el otro fic, ya seguiré, como ya dije, la inspiración esta de vacaciones la muy desgraciada… y no m contesta el celu… En el caribe la maldita, y con lo que le pagó yo! que con suerte voi a la esquina... XD
Besos a todos los que lean este fic, por favor dejen reviews, quiero saber su opinión, sea para felicitarme o para destruirme (ojala no), como ya dije, cualquier duda, aquí toy yop :P
Besos, bye
Beth
Miembro de la Orden Siriusana
PD: Espero no se hayan aburrido de leer la tremenda NdA, ejejje, no puedo creer que se capaz de hablar tanto.
PD2: Dejen reviews porfis! por este chap de 2944 palabras! Para mi es un logro! :P
