¿Qué haces cuando tu alma te abandona? ¿Qué haces cuando lo que más amas se ha ido? ¿Qué haces cuando te sientes vacía y destruida? ¿Qué haces cuando lo único que puedes hacer es llorar?...

aún me pregunto como sobreviví tanto tiempo, recordando el pasado, no se como puede ser tan fuerte, en esa época era sumisa, tonta, débil...

Pero aprendí de la forma mas cruel, él me elevo hasta los cielos para después soltarme sin el menor ápice de remordimiento, con una mueca de satisfacción grabada en su rostro al tiempo en que yo caía a una velocidad vertiginosa, azotándome contra el suelo, sintiendo el peor dolor que se puede imaginar, sintiendo como mi alma y mi corazón se destrozaban, y así desde la oscuridad en la que estaba sumida, desde el suelo al cual estaba encadenada, solo pude ver como se alejaba, como me dejaba sola, como me decía que ya no me quería, viendo como se llevaba mi corazón entre sus manos dejando un hueco en mi pecho que ni siquiera se preocupó en cerrar, solo me dejo ahí, desangrándome en el suelo, totalmente destruida, totalmente vacía....

Solo había una frase en mi cabeza que pugnaba en salir al exterior con el grito mas desgarrador que mi garganta pudiera proferir pero no encontraba mis cuerdas vocales, desesperada, viendo a través de mis lágrimas como me daba la espalda para alejarse para siempre de mi mientras la frase aún rondaba por todo mi ser esperando a que pudiese liberarse de la prisión que era mi cuerpo, esperando por un milagro que nunca sucedió, porque el universo me tenia resentimiento, porque una simple mortal no podía retener a un ángel a su lado, porque gracias a el había burlado a la muerte innumerable veces y eso al cosmos no le hacia gracia algo allá arriba me quería muerta y viendo la forma mas factible para destruirme de una vez por todas alejando esa deidad de mi lado y viendo desde las alturas con excitación como todo mi ser se caía a pedazos y mis partes se hacían polvo, se reía de mi con una alegría desquiciante.

Y aún cuando sentía que mi mente se desconectaba de mi cuerpo todavía esa frase se repetía una y otra vez en mi cabeza.

Edward, no te vayas, no me dejes....

Desde ese día fatal han pasado cuatro años, cuatro años en la que sentía su fantasma arder dentro de mi, pero nadie lo notaba porque aprendí a mentir de forma descarada, me transforme en una persona fría, manipulaba a la gente a mi antojo, porque ya no sentía nada, ni felicidad, ni dolor, ni esperanza ya que él se lo llevó todo, mi alma, mi corazón, todo...

Dejándome en ese frió bosque de Forks, dejándome nula y vacía...