Marinette había escuchado a Alya hablar maravillas de la red social llamada "Facebook", ella le contó que en esa red social podías hablar con tus amigos, compartir fotos, actualizar tú estado todos los días e incluso ver vídeos.

Pero eso no era todo, también podías unirte a distintos grupos o darle "like" a páginas en las cuales hablaban de temas que a ti te gusten.

—Yo le hice una página al Ladyblog, así los fanáticos tienen idea de quién es Alya Césaire. La chica detrás del blog —ella sonaba tan emocionada.

—Me parece muy interesante que hagas todo eso, pero no me gustaría unirme a Facebook, suena un poco... ¿invasivo?

Marinette aún tenía sus dudas. Ella era una persona torpe, y sabía que podía cometer algún error incluso en el Internet. ¿Qué mejor que cometer un error en una red social y que todo el mundo lo recuerde para siempre? No. Claro que no.

—Creo que sería genial que te hagas un Facebook —la voz de Adrien la hizo dar un pequeño salto en su asiento. Alya sonrió con satisfacción —. Me encantaría ver las cosas que publicarás.

Y como era de suponer, eso fue suficiente para que Marinette se uniera a aquella red social. Alya creó su perfil, le explicó lo básico y la ayudó a agregar a sus compañeros de clase, y poner una foto de perfil donde saliera linda.

Marinette revisó Facebook durante gran parte de la tarde. El perfil de Alya era bastante interesante, ella publicaba muchos vídeos del Ladyblog y también fotografías de ella. Nino por otro lado compartía canciones. Y Adrien... ¡el perfil de Adrien era un sueño! Compartía fotos de sus actividades y escribía cosas relacionadas al tema.

"Esgrima. ¿Qué mejor que ejercitar el cuerpo?"

Marinette se entretuvo bastante viendo el perfil de su crush.

Un mensaje de Alya llegó después de un rato.

Alya: deberías crear una página en la cual publiques fotos de tus creaciones de ropa :D

Marinette dio clic en la conversación y comenzó a escribir su respuesta.

Marinette: ... *escribiendo*

Alya: ¿tanto te demoras en escribir...?

Marinette: ¿qué es una página?

Alya: déjame todo a mí.

La verdad es que a Marinette le gustó Facebook. Pero no para subir fotos de ella como hacían los demás. ¿Por qué? Porque no lo veía necesario. Eso podría ser contraproducente.

Una semana después, Alya y ella hablaban en clase como normalmente hacían. Luego, en el recreo muchos compañeros estaban felicitando a la azabache.

—¡Tus diseños son geniales! —la felicitó Nino.

—Me parece increíble el talento que posees, eres buena con el diseño —le dijo Nathaniel.

Todos tenían un halago diferente.

—¿Alya, qué hiciste? —preguntó mirándola fijamente.

—Cuando llegues a casa, revisa tú Facebook.

Al finalizar las clases, Marinette abrió su perfil desde su computadora. ¡Se sorprendió mucho! Tenía muchas solicitudes de amistad diferentes. Y había un link que llevaba directamente a un Instagram en el cual había fotos de ella.

Un mensaje de Alya con la contraseña de aquél Instagram.

Revisó la cuenta y se dio cuenta de que todas las fotos habían sido publicadas por Alya. Sintió mucho pesar. Lo peor de todo, era que en su Facebook también había algunas fotos de ella, que ella jamás publicó.

Alya: poner como contraseña "MarinetteAgreste55" no fue una buena idea ;)

De inmediato cambió la contraseña. Pero eso no fue todo, tenía "solicitudes de mensajes", con temor abrió una de ellas. Era de un hombre.

"Oye chica, eres preciosa 7u7 por favor mándame fotos de tus tetas ;)"

Ella observó con espanto el mensaje. Lo borró rápidamente, solo apretando el botón de rechazar.

"Eres tan linda, quiero que seamos amigos :)"

"¿Te gustaría que durmamos juntos? :)"

"Puedo ser tú tío si así lo quieres"

"Oye...

"Me gustaría enseñarte a besar"

Marinette observó todos esos mensajes con espanto. Quiso revisar los perfiles de esos hombres y rápidamente se dio cuenta de que algo estaba mal con la mayoría de ellos.

Porque tenían fotos de dibujos animados, o tenían fotos de bebés. ¿Por qué en su sano juicio una persona pondría ése tipo de fotos? Es fácil: para atraer niñas pequeñas con algo llamativo para ellas.

Los bloqueó a todos, no tenía porqué pasar por ése tipo de situaciones. ¿Para qué exponerse a algo que fácilmente podría evitar borrando los mensajes?

Luego, abrió Instagram y se espantó un poco al ver que Alya había puesto el lugar donde ella estudiaba.

Un sujeto había comentado: "me gustaría ir a verte a tú colegio, claro, si tú estás de acuerdo ;)"

Marinette llamó a Alya a su celular.

—¿Fascinada con lo que hice? —preguntó emocionada la morena.

—Más que emocionada estoy espantada.

—¿Qué, por qué?

—Pusiste mucha información personal, eso está mal.

—¡Son redes sociales! Se supone que debes mostrarle a las personas lo que haces.

—No, Alya. Existen los límites. Si queremos tener seguridad, no tenemos que etiquetar los lugares que frecuentamos.

—Pero...

Marinette le contó a Alya lo que ella sentía, le explicó que había que ser cuidadosos con las redes sociales. Y ella misma comenzó a seguir su propio ejemplo. Borró todas las fotos de Instagram en las que aparecían los lugares que ella frecuentaba, dejó solo algunas donde no había etiquetas y mucho menos pistas.

En Facebook revisó que su información fuese privada, borró los mensajes y puso las fotos privadas, para no tener problemas. Después de finalizar toda esa tarea, se sintió tranquila consigo misma. Sintió que podía usar el Internet y las redes sociales de modo responsable y sin temer por su seguridad. Después de todo, en Internet la única persona que puede cuidarse es uno mismo.

Si queremos usar las redes sociales debemos ser responsables con la información que proporcionamos sobre nosotros mismos, no poner fotos públicas o estados de ese modo. En Internet el peligro siempre estará presente. Debemos estar atentos a todo, no aceptar a personas desconocidas, entender que los personajes ficticios son solo eso: ficción. Y jamás, jamás, enviar fotos de nuestras partes privadas. Si se sienten incómodas con alguien, o de cierto modo, en peligro, solo bloqueen a esa persona. ¡No se expongan!

Los mensajes que coloqué aquí son algunos que he visto en Facebook durante éste último tiempo. El de "enseñarte a besar" me llegó a mí personalmente, fue enviado por un hombre de unos cincuenta años (o eso vi según la foto)

#SéTúPropioHéroe.