Hola! Estoy bastante emocionada puesto que es mi primer fic de Haikyuu!, un fandom que me hizo volver a escribir (llevaba cerca de 2 años, sin hacerlo, por eso puede que este bastante mala mi redacción:c )

Le dedicó este cap a mi querida editora que se quedó hasta tarde revisando esto, love ya dear Prim!

Espero que realmente les guste...eh...este inteto de algo jaja.

Haikyuu! le pertenece a Furudate Haruichi


"Los perfumes de las flores son sus sentimientos"

Heinrich Heine

Dicen que una foto puede expresar más que mil palabras.

Dicen que unos hermosos versos pueden enamorar.

Pero nadie piensa en el significado oculto de las flores.

Hinata Shouyou siempre pensó que, ante todo en este mundo, las flores son las que producen un efecto más profundo ante cualquier situación, pues ellas guardan un simbolismo que no es difícil de reconocer. Y si antiguamente decían no entender del tema, ahora no tienen excusa, puesto que hasta en internet hay sitios que indican que significa que te regalen albahaca, por dar un ejemplo.

(La albahaca es siempre una mala señal… ¡significa que te odian!)

Pero volviendo al tema de las flores, las ama. Si tuviera que enumerar una lista con las cosas físicas que ama en este planeta tierra (tratando de no caer en un acto materialista), las flores se llevarían el 1er lugar. Después de todo, las viene conociendo de una manera tan íntima desde que era un bebé, un contacto tan cercano que de vez en cuando, siente que en vez de sangre tuviera clorofila y ellas fueran sus hermanas.

Por eso, trabaja en una florería. Era casi como estar en casa.

(bueno casi, pero eso es una historia diferente)

Le gustaba ver cuando llegaba la novia emocionada a comprar los arreglos para su boda -que típicamente venía rayada con la idea de solo rosas, y él tenía que 'abrirle' los ojos para decir que, hay más flores que significan lo mismo- , el jovencito que buscaba flores para la primera cita -y sinceramente no faltaba el quería llevar narcisos, en serio-, las flores para las nuevas mamás y cuando también con todo el tacto del mundo, los arreglos funerarios (aunque sinceramente, nunca le gusto hacer ese tipo de arreglos)

Hoy le llegó un cliente interesante.

Demasiado interesante.

Le gustaron sus ojos, parecidas a un ramo de pensamientos azules.

El mismo azul profundo.

-¡Hola buenos días!- le saludó alegremente Hinata -¿Te puedo ayudar en algo?

El joven lo quedó mirando, como si le hubiera crecido otra cabeza. A los segundos después, volvió a reaccionar.

-Busco ...flores- le dijo, enfatizando la última palabra como si fuera un improperio.

Hinata no puedo evitar la carcajada.

-Obviamente que buscas flores… ¿porque otra razón entrarías a una florería?-

-Claro… necesito un ramo. Grande. Pomposo-

-¿Ocasión?-

-...A-Aniversario…-

Vaya esto sí que era todo una sorpresa. El joven de ojos color pensamiento estaba nervioso. No es como si las flores se lo fueran a comer. Posiblemente era su primer aniversario, esa podría ser la razón de sus nerviosos.

Que tierno, se le sonrojan las orejas.

Mientras Hinata caminaba por tienda recogiendo flores -alhelí amarillo (fidelidad), dalias rojas y rosas (intentar hacer siempre feliz al otro y una promesa de amor eterno), lirios azules (demostrar que su amor lo hacía feliz)- y así fue en rincón en rincón, recogiendo las más hermosas para hacerle el dicho ramo pomposo.

¿El detalle? no había ninguna rosa.

-¿No debería tener rosas?- interrumpió el silencio el cliente.

-No, no. Las rosas son una declaración de amor demasiado directa. No es ideal para un primer aniversario- meneó la cabeza exageradamente, moviendo sus anaranjados cabellos como serpentinas

-¿Y quién dijo que era mi primer aniversario?... este el 6to-.

A Hinata por poco se le caen las flores.

-¡¿6 años?! ¡¿Y aún no le propones matrimonio a tu chica?!-

-¡ESO VOY A HACER HOY IDIOTA!-

Hinata lo miró sorprendido. Vaya, ese tipo tenía problemas para manejar su paciencia y su enojo. Hmf, debería controlarlo o sino va a terminar espantando a su novia en cuestión.

-Bueno, este idiota hubiera puesto las rosas antes y también haber agregado hiedra francesa, si hubieras sido más específico con el ramo. No soy adivino, ¿sabes?-

-Adivino, no. Pero se nota que hablas antes que pensar y por eso eres un poco idiota-

-Hey, hey cálmate amigo. El que está sujetando unas tijeras mega súper duper afiladas soy yo, y no tú. Y si soy como tú supones que soy, podría enterrarlo en el estómago y hasta ahí quedaría tu fallida proposición de matrimonio-

-Tsk, mejor vendeme el puto ramo antes que me vaya a la florería que esta a la vuelta de la esquina-

-Uyyy~ que miedito. Ya señor amurrado, tu ramo está listo-

El joven se sorprendió. Era el ramo más elaborado, colorido y hermoso que había visto en su vida. La variedad de colores, que iban de los rosas hasta los azules, estaban ordenados de tal manera que parecía un arcoíris, y uno muy bueno y hermoso. En serio. En su corta vida había visto toneladas de ramos, todos con el mismo cliché de rosas y listones,pero este se llevaba el premio. Después de todo, la flor centro de atención ahí, era la hiedra francesa, no las estúpidas y sobrevaloradas rosas.

-Hey… ¿por qué esa flor está al centro?- le preguntó al vendedor cuando iba a la caja.

-La Hiedra Francesa significa 'fidelidad matrimonial'... ¿es un buen comienzo para una petición de matrimonio, no?- le contestó radiante.

El joven de ojos color pensamiento azul tan solo asintió.

El joven pagó y se fue lo más rápido que pudo, tratando de hacer malabares con el ramo titánico que le había pedido. Hinata pensaba que a pesar que, sí fue un cliente un tanto extraño y enojón, le cayó bien. Aunque fueron pocas las frases que se compartieron, él pudo notar que era una buena persona (a pesar que lo trató de idiota). Sus ojos irradiaban eso.

Sus ojos color pensamiento azul.

Que demostraban que, a pesar de ser alto y frío por fuera.

Por dentro se veía buena persona.

Una pena que no sea soltero.


Kageyama Tobio ni siquiera entendía por qué quería comprar un ramo.

Nunca, su pareja o él, fueron el tipo de persona que se dieran detalles como ese. Ni siquiera en su primer aniversario se dieron regalos (sólo fueron al cine). Entonces… ¿por qué esta vez era diferente?

La cajita de terciopelo guardado en su bolsillo derecho del pantalón le recordó.

Mentiría si dijera que no sentía su corazón latir rápido. Sentir que las manos temblaban y sus piernas también. Que sentía un cosquilleo naciendo en la boca del estómago. Su cabeza se sentía en las nubes. Ni siquiera era consciente de lo que estaba haciendo.

Entró al departamento donde vivía con su pareja, nervioso. Se suponía que no llegaría hasta las 7 (p.m), así que aún tenía tiempo para armar un ambiente romántico. Preparar la cena, poner velas por aquí y por allá, poner un CD de algún cantante gringo cursi (su pareja tenía una extraña fijación por lo anglo) y por último, arreglarse él.

Después de todo, si todo resultaba bien, para las 10 de la noche sería un hombre comprometido.

Iba a mitad de pasillo cuando escuchó un ruido.

¿Entraron a robar o qué?

Caminó sigilosamente por el pasillo para acercarse a la fuente del ruido, su habitación. Aún llevaba el ramo en los brazos, lo puso delante de él como si de escudo se tratará (Uy, si el chico girasol ese de la florería lo veía en esos instantes, daba por hecho que le enterraba las tijeras). Ahora temblaba de miedo, no de nervios.

Escucho una risa.

¿Pero que mie…?

Apresuró el paso, y abrió de una patada la puerta de su habitación.

Nada, pero absolutamente nada en el mundo lo hubiera advertido de lo que estaba sucediendo ahí. En su pieza. En la habitación suya y de su pareja. En la cama de ambos.

Las flores se le resbalaron, haciendo un sonido sordo. Si antes le parecía que sus aromas eran dulces, ahora creían que apestaban. Destilaban un aroma que nunca, pero nunca más es su odiosa vida quisiera volver a respirar.

Un solo sonido emitió.

-¿T-Tooru…?-

-¡T-tobio, no es lo que parece! Tobio, yo-

No le permitió que le explicará.

Cielos, no quería ni siquiera oírlo.

De nuevo perdió la conciencia de sus acciones y corrió, corrió y corrió.

Pero nada en el mundo le borraría de la memoria lo que vio.

Su pare- no, a Oikawa Tooru poniendole los cuernos el día de su aniversario.


no-me-odien-pls:c (corre a esconderse a la trinchera)

Dejen un review expresando que piensan de esto, tomatazos igual son aceptados (?)

Un montón de saludos hasta la próxima! c: