Disclaimer: Soul Eater NO me pertenece. Solo lo que leerán a continuación :)

Advertencia: Puede que encuentren a los personajes un tanto fuera de su personalidad, pero todo es con un sentido parodico y en honor al humor. Aunque intentaré por todos los medios mantenerme dentro del margen de las personalidades.

También quiero hacer la aclaración de que el fic estará narrado desde el punto de vista de Soul, a menos que yo escriba lo contrario.

Este fic está hecho en honor a Cherry Baudelaire, quien fue mi review #100 de Soul's Rhapdosy, así que espero que lo disfrutes :D y perdona la demora :)

Sin más rodeos les traigo mi nuevo conjunto de mini-historias. Todas entrelazadas entre sí y con un tema en común.

¡Bienvenidos y disfruten!

.

Embarazo para Dummies

.

Primer mes: Positivo.

.

Hola a todos, soy Soul Evans. Quizás me deberán recordar de los fatídicos episodios de mi boda – Y como no, si salió en todos los periódicos: "Novia psicópata deja inconsciente a diez con un libro – Pero bueno eso es otra historia… hoy les hablo nuevamente puesto que me encuentro en una pequeña clínica de Death City acompañando a mi querida esposa Maka. Desde hace un par de semanas no se ha sentido bien y esta mañana me comencé a preocupar más… tomando en cuenta que había manchado todo el baño con la cena de la noche anterior.

Miro insistentemente un reloj con forma de gato que cuelga de la pared y marca casi las cuatro, ¿las cuatro? ¡Ya eran casi dos horas desde que Maka había entrado a ese pequeño cubículo del estúpido doctor! Y no es nada cool dejar esperando a Soul Evans, y menos cuando está preocupado por su amada esposa.

Un pequeño carraspeo me saca de mi concentración para hacer que el pequeño reloj se prenda en llamas para notar a una pequeña niña al lado mío en compañía de un señor de mirada ausente. ¿Pero qué demonios? Ah ya recuerdo… solo a este doctor se le ocurre poner su consultorio AL LADO de un psiquiatra…

– Mira papá, es el hijo de Santa – Chilló la pequeña haciendo que casi me caiga de la silla, ¿HIJO DE SANTA? De todos los apodos que había escuchado en mi vida este se llevaba el premio, definitivamente los niños de hoy en día no los hacen como antes.

– Escucha niña… – Siseé enojado, dispuesto a aprovechar que Maka no se encontraba para poner a esta chiquilla en su sitio.

– Ten más respeto hija, ese no es el hijo de Santa… – Interrumpió el señor parpadeando ligeramente y mirándome con su mirada… ¿ausente? Para mí que este hombre se droga. Lo bueno es que salvó a su hija de una buena reprimenda. Sonreí socarronamente al ver como la pequeña inflaba los cachetes enojada.

–… ¿No ves que es un pobre loco que se pintó el cabello de blanco? Por Shinigami, los jóvenes de hoy no saben ya que moda seguir, por favor hija no lo mires mucho, no quiero que te vueltas así también – Y con esto mi mandíbula casi se cae al suelo de la indignación, ¿PERO QUIEN SE CREIA ESTE LOCO PARA DECIRME ESO? Mi cabello es natural, ¡NATURAL! Ahora si me había enojado. Me levante indignado de mi asiento dispuesto a decirle un par de buenas palabras a ese individuo, cuando una pequeña tosecita me interrumpió en mi momento homicida.

– Señor Evans… ya puede pasar a ver a la Señora Evans… y me dijo que no se le ocurriera demorar… – Habló la enfermera colocándose a mi lado mientras me dedicaba una sonrisa un tanto… ¿sádica? ¿Pero qué sucedía con este hospital? Aparentemente ahora cualquiera puede ser doctor… incluso el idiota de Black Star podría serlo.

– ¡Viejo! ¿Te apuntas a una carrera de sillas de ruedas? – Y como si lo hubiera convocado, mi mejor amigo apareció por un pasillo contiguo sentado en una silla de ruedas que sabrá Shinigami de donde la habrá sacado. Y podría apostar que no la consiguió por medios fiables.

– ¿Que se supone que haces aquí? – Inquirí molesto, notando ahora a una jadeante Tsubaki, que aparecía por el mismo pasillo. Pobre, debe ser difícil convivir con semejante idiota. Diría lo mismo de Maka, pero yo solo soy un idiota, sin agregados.

– ¡Black Star! ¡Devuelve esa silla a donde la encontraste! El pobre anciano no puede salir del baño sin su silla – Reclamó la pelinegra sin dejar de lado su dulzura, y yo no pude evitar suspirar, dirigiendo mí mirada nuevamente a la puerta del doctor que atendía a Maka, donde la enfermera me seguía mirando con su mirada psicótica.

– Ya voy…

.

Entre al pequeño cubículo encontrándome con la mirada perdida de mi esposa y su cara un tanto pálida, aunque con una pequeña sonrisa en su rostro. Me preocupé un poco, puesto que ya habían pasado cinco minutos y no me había reclamado por mi retraso. Tome asiento a su lado, mirando al doctor que sostenía unos papeles en sus arrugadas manos.

– ¿Qué tiene Maka doctor? ¿Todo anda en orden? – Pregunté curioso y a la vez preocupado, y es que mi técnica y esposa no era de enfermarse a menudo. Generalmente era yo el que lo hacía, puesto que me encantaba que ella me cuidara, si saben a lo que me refiero.

– Pues una enfermedad que le durara nueve meses Señor, y que le traerá una gran felicidad al final… – Me horrorice ante esto, ¿NUEVE MESES? No… no podía ser…

– Mire doctor, si mi esposa tiene una enfermedad terminal y esta insinuando que en nueve meses morirá y seré feliz por esto déjeme decirle que… – Pero callé abruptamente, al sentir un pesado libro de medicina estamparse contra la parte lateral derecha de mi cráneo. Si. Justo donde mi capacidad artística y sentido musical se desarrollan… a veces pienso que Maka sabe justo donde golpear.

– ¿Se puede saber por qué hiciste eso? – Reclamé aun desde el suelo, ignorando las molestas risas del doctor, que me miraba divertido desde su amplia silla. Idiota, fue todo lo que pude pensar.

– ¡Eres un idiota Soul! – Me gritó casi con lágrimas en los ojos, la mire con duda. – ¡Estoy embarazada! – Rugió levantándose de un salto y saliendo del consultorio, estampando la puerta de un portazo al salir. Me puse blanco de la impresión.

– Permítame darle mis condolencias Señor Evans – Comenzó el doctor, recogiendo su libro del suelo, quitándole un poco de sangre mía que había quedado en el lomo del mismo. – No tiene ni idea del alboroto que me formo cuando se entero, y si así es estando normal, no me imagino cómo será cuando las hormonas se le empiecen a alborotar – Y dicho esto, me tendió una pequeña tarjeta con un numero escrito en ella, volví a mirarlo con duda. – Es el número del consultorio de otro colega, no pensara que seguiré atendiendo a la loca de su esposa, ¿verdad? A diferencia de usted, yo si respeto mi capacidad cerebral.

Y aunque cueste admitirlo, ni yo mismo sabía que haría en los siguientes nueve meses.

Pero ¡oigan! Al menos seré padre, y no hay nada más cool que eso, ¿verdad?

Solo espero llegar con vida al noveno mes.


Una breve introducción de lo que será una parte de las penurias de Soul durante los nueve meses más difíciles de su vida xD Espero que el primer capítulo sea del agrado de todos :D y bueno... ¡bienvenidos a este fic!

Serán nueve capítulos (reduntante...) y cada uno será de algo relacionado al embarazo. Tengo más o menos en mente que será, pero subiré los capítulos algo lento, la U me tiene ahogada y la verdad ando medio floja... y eso me preocupa ya. En fin...

¡Nos leemos en otra actualización!

Kabegami Amaterasu

¿Review? c: