N/A: Iba a dibujar Jaylos, pero entonces tuve inspiración para escribir, lo cual es realmente extraño. Entonces, escribí un fanfic. Creo que aún es Jaylos. Díganme si soy mejor haciendo fanarts, y si es de otra forma, no importa, amo dibujar.
N/T: La autoria publicó la historia en Tumblr, así que la actualizaré ahí y aquí, a mi me gustó mucho y espero también a ustedes les guste, también publicare las notas de ella y dibujos de la historia (si los hace)
Espero les guste :)
'Oh Dios' fue lo único que Carlos podía pensar mientras se aplastaba contra la pared, su corazón latiendo cada vez más rápido.
La razón de ello era su mejor amigo, Jay, quien tenía su mano apoyada contra la pared junto a la cabeza de Carlos mientras se mantenía un poco demasiado cerca con una sonrisa de suficiencia en su rostro. Carlos cerró sus ojos y pensó en como todo esto había empezado, pensando en matar a Mal en cuanto revirtiera eso. Por supuesto, no literalmente.
Evie estaba fuera estudiando con Doug y Jay andaba en algún lado con algunas chicas, por lo que Carlos y Mal estaban solos a la hora del almuerzo. Carlos estaba jugueteando con uno de los juguetes que había inventado para Chico*, por lo que no le estaba poniendo mucha atención a Mal mientras ella murmuraba cosas a sí misma mientras pasaba las hojas de su libro de hechizos.
De vez en cuando, Mal le decía algo a Carlos y el solo respondía con 'Mmmm', 'Ajá', 'Sí' y 'OK'. Bueno, entonces tal vez Carlos deba admitir que lo que pasó a continuación fue en parte su culpa. Aunque también sabía perfectamente bien que Mal sabía que él no estaba escuchando y usó eso a su favor. En ese momento, Carlos estaba pensando en cual cable era cual y en que reamente debería apegarse al código de colores que había creado cuando Mal lo miró con una sonrisa traviesa.
"Mmmm, este hechizo se ve interesante," dijo casualmente.
"Mmmm," Carlos estaba enlistando los colores, tratando de recordar cuál conexión era cuál.
"Me estaba preguntando si hay algún problema si lo pruebo en ti," le dijo Mal, su voz sonaba como si estuviera hablando del clima. Ella se estaba mirando las uñas como si estuviera aburrida, después miró a Carlos de reojo. "Estoy segura de que no es peligroso".
"Ajá" fue la respuesta de Carlos, dándole un mordisco un muffin que se acababa de notar estaba frente a él.
"Seguro"
"Sí"
Mal sonrió con suficiencia, "bueno, si estás seguro."
"oh. Por. Dios," dijo Carlos, mientras miraba a la 'chica' con una cara vagamente familiar que también lo miraba a él, la 'chica' estaba usando la misma combinación de colores que él, negro, rojo y blanco.
Y el mismo estilo.
Solo que con una falda.
'Ella' tenía el rubio el largo cabello con algunas mechas negras y estaba copiando cada movimiento de Carlos.
Porque era un reflejo.
Porque Carlos estaba mirando un espejo en el baño.
Porque Mal había puesto un hechizo en el que lo convirtió en una chica.
"Oh por Dios" repitió, todavía mirando al espejo en un estado de shock. Unos minutos antes, después de que Mal dijera algunas palabras y moviera su dedo, Carlos se vio rodeado de chispas mágicas. Después, noto una ligera diferencia en su ropa y su cabello estaba más largo, por lo que al inicio pensó que era uno de esos hechizo de cambio de imagen que Mal les había hecho a las chicas de la escuela por dinero. Estaba equivocado. Muy equivocado.
No eran solo su ropa y su cabello. Sus rasgos eran más suaves, incluso más delicados, y no tan angulares. Sus cejas más delgadas, la nariz un poco más pequeña, labios más gruesos, y su pecho solo un poco más grande.
Carlos respiro profundamente y se volteó hacia Mal, "Bien, entonces ya lo probaste. Ahora di las palabras mágicas y regrésame a como era."
Mal hizo una mueca y se mordió los labios, luciendo un poco culpable. 'Uhm, ¿recuerdas el muffin que comiste justo antes de que dijera el hechizo?"
"Oh no," dijo Carlos, palideciendo.
"si, eso era parte del hechizo y para revertirlo, primero necesito preparar un muffin revierte-hechizo," mirando a Carlos que tenía una mirada expectante. "entonces, yo, ah, voy a hacerlo ahora mismo, ¡adiós!"
Carlos salió del baño de chicas. Mal lo había alejado del baño de chicos en su prisa por mirarse en un espejo, y en ese momento, no le importaba lo suficiente como para protestar. Estaba caminando en dirección al dormitorio que compartía con Jay, sin notar las miradas que le dirigían. A pesar de haber sido convertido en chica, su ropa no era muy diferente y destacaba entre los estudiantes, considerando que solo había cuatro estudiantes en la escuela que vestían con el mismo estilo atrevido. Y 'ella' era una de ellos.
Eventualmente se dio cuenta de todas las miradas y se paró en frente de una ventana donde veía su reflejo. Ahora que el shock y horror de ganar y perder algunas partes de su cuerpo había pasado, pudo realmente mirarse a él mismo. 'Más bien "ella misma",' pensó mientras miraba apreciativamente a la chica reflejada y sonreía. "Vaya, parece que de verdad soy bonita."
"Seguro que lo eres," dijo una voz familiar.
Carlos cerró los ojos. "Oh no," de verdad que no quería aguantar todas las bromas que iba a obtener de su mejor amigo en se momento.
De todas formas se volteó para encarar al chico que acababa de hablar, se encontró con una sonrisa coqueta mientras Jay lo mirada de arriba abajo, "Hola." El ladrón alzo su ceja mientras daba un paso hacia adelante, "Mi nombre es… Jay."
"Ay no."
Jay sonrió de lado, "Entonces, has oído de mí."
