DGM no me pertenece.

Melody

Allen se encontraba descansando en su arca. A menudo le gustaba ir allí para relajarse. Tocar el piano especialmente le traía mucha paz, aunque lo único que supiera tocar hasta ese día fuera una nana.

Se acercó al instrumento bicolor y comenzó a tocar lentamente.

Nota por nota, el lindo sonido se iba extendiendo por la blanca habitación y por todo el arca. Aunque estaba muy concentrando tocando, aun así se percató que alguien estaba a sus espaldas y sabía muy bien quién era. La única que podía entrar sin su permiso, aunque tampoco era algo que requiriera.

Siguió tocando, pero esta vez dedicándole la canción a aquella extraña chica.

Ella comenzó a cantar mientras él tocaba.

Así el pequeño infante cayó en un profundo sueño
junto las grises cenizas en las brillantes flamas...
primero uno, y entonces dos
surgen tus numerosos rostros

mil sueños cosquillean en la tierra
en la noche cuando los plateados ojos temblaban,
el resplandeciente tú estaba naciendo
después de millones de años, los oradores han
regresado a la tierra

yo continuaré orando
por favor otorga sobre este niño tu amor
sobre nuestras manos juntas, deja un gentil beso

Así el pequeño infante cayó en un profundo sueño
junto las grises cenizas en las brillantes flamas...
primero uno, y entonces dos
surgen tus numerosos rostros
mil sueños cosquillean en la tierra
en la noche cuando los plateados ojos temblaban,
el resplandeciente tú estaba naciendo
después de millones de años, los oradores han
regresado a la tierra

Antes de terminar la canción, Allen se detuvo y la miró.

— ¿Por qué te detienes Allen?—le preguntó la chica.

Allen se movió un poco de su lugar y palmeó el lugar vacío junto a él.

—Ven, Road.

La Noah obedeció y se sentó junto a él.

—Cantemos juntos.

El joven volvió a tocar y esta vez la acompañó en el canto.

Al concluir la canción, se sonrieron mutuamente.

— ¿Me enseñas a tocar el piano? Así la próxima vez, yo toco y tú cantas.

— ¿Te gustaría?

—Claro.

—Bien. Te enseñaré.

—Adelante sensei.

Allen rio y le dio un pequeño beso en la frente.

—Iniciemos con tus clases, Road.