Otra Historia Sobre Piratas y Reinos
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Historia basada en la obra de teatros que se lleva a cabo dentro de uno de mis fics: ´´Piratas y Princesas´´.
Será de un carácter más serio, tendrá una variedad de capítulos. Claro que siempre estará implícita la comedia al estilo Gintama, pero en esta ocasión tratare de que sea más suave y ligera. Ya veremos cómo sale este proyecto. Jajajaja. Espero que les guste este nuevo fic, largo y distinto de los típicos que hago.
Aclaración: serán capítulos no muy largos, espero que no excedan el 1k o 2k para poder publicar semanalmente.
Los personajes tienen alrededor de 16 y 24 años (siempre hablando de los protagonistas). No haré una aclaración de cual es efectivamente la edad de cada uno. Al menos no de momento.
Mundo: AU.
Nuevamente agradezco a Franny Fany Tsuky por insistirme tanto en crear este fic.
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El reloj comenzaba a marcar el momento en que su diversión llegaría. Sentado dentro de la cámara del capitán, el mandatario del navío esperaba pacientemente que las agujas de su reloj de bolsillo le marquen la hora deseada. Si bien había perdido la noción del día en el que estaba, aún estaba seguro de la hora en la que se encontraba.
Pocas veces desembarcaban en tierra, la mayor parte de su trabajo e incluso de su vida era en medio del profundo y silencioso mar. Lenta, pausada, pero confiable manecilla, llego a su destino como él y su tripulación lo habían hecho con el suyo.
Un sonido ´´toc-toc´´ sonó en su habitación, su más fiel compañero había llegado para darle tal grata noticia. Dentro de poco comenzarían con el sabotaje, como los buenos piratas que eran.
―jefe, hemos dado con el objetivo―un hombre de cabellera castaña, enmarañada y larga se infiltro en la habitación oscura y pequeña de su capitán.
Su jefe, un hombre de ojos color claros como el cielo, estaba sentado en una pequeña banca mirando de manera perdida su reloj de bolsillo, una minucia que había obtenido en una antigua travesía. Cerró su preciado reloj y levanto su cabeza dirigiéndole una sonrisa de alegría a su querido ´´compañero de juegos, Abuto´´, al menos así le gustaba llamarlo. Irguiéndose y dejando caer su trenza larga por su espalda se encamino hacia la puerta pasando al lado del castaño.
―te estabas tardando Abuto― Kamui, el jefe de la tripulación, apoyo la mano en el hombro de su compañero dedicándole una de sus típicas sonrisas. El mayor comprendía sus deseos por salir a pelear, era algo que llevaban en la sangre.
Como líder de una embarcación pirata, era lógico ser un sujeto sin escrúpulos, hurtar era lo suyo, las guerras algo que venía de la mano con sus acciones. Claro que, al ser un pirata la mayoría de los navíos esperarían que Kamui sea un asesino silencioso y cobarde, como todo pirata, pero lo que hacía tan especial al joven pelirrojo era exactamente lo contrario. Era temido por ser, no solo bueno en su labor de robar, si no en sus sangrientas y violentas matanzas que ocasionaba en altamar.
―lo sentimos, jefe. Pero estábamos con un problema existencial―dijo preocupado dudando de sus palabras. Kamui lo miro sin comprender a que se referían, puesto que ´´en que momento les gustaba filosofar?´´, pensó.
Abuto saco dos banderas de color negro, una con una calavera y dos huesos entrecruzados, y la otra similar a la anterior, con la diferencia que llevaba dos sables, una herramienta muy de piratas.
―la bandera Jolly Roger debería ser de Calico Jack o Edward England?―Kamui suspiro, su alegría se le había ido. Era cierto que eran piratas asesinos y muy violentos, los perores en altamar, pero a veces se le olvidaba que también eran estúpidos como ellos solos.
El chico ojeo hacia los costados buscando a la iniciadora de tal dramático conflicto. Oculta detrás del mástil mayor, estaba una pelirroja con un color de ojos idénticos a los de él. La chica miraba de manera furtiva la escena, tratando de pasar desapercibida, pero eso jamás pasaría con Kamui cerca.
―tú fuiste?―la llamo. Kagura era su hermana menor, se llevaban cuatro años de diferencia y a pesar de que ya era toda una mujer, seguía portándose como una niña caprichosa e infantil.
―es que con huesos se ve más aterrador―hizo uso de sus gestos inocentes golpeando la madera que cubría la lombarda.
Si bien para Kamui, aun si tenía 50 años, ella seguiría siendo su mocosa hermana menor. Pero para el resto de la tripulación eso llego a cambiar. Claro que todos, allí presentes, se trataban como si fueran una familia. Desde el inicio, en que esos hermanos llegaron a su equipo se encariñaron tratándolos como sus inocentes hermanitos. Kamui se había vuelto un hombre respetable que llenaba de orgullo a los más veteranos, pero Kagura era una mujer con todas las letras. Y no es que fueran unos babosos que andaban detrás de ella buscando su atención, si no que ellos si veían los peligros a los que se someterían la chica con tremenda figura. Kamui seguía viéndola como si fuera una mocosa, no prestando atención a que la chica había cambiado. Por otro lado el resto de hombres que conformaba el equipo se preocupaban por si algún baboso mirara mal a la chica. Se podía decir que Kagura tenía muchos hermanos mayores que la consentían y protegían. Entre ellos estaba el gran Sakata Gintoki que, a pesar de ser solo un lava platos, en sus tiempos libres era un guardián de lo más grosero que solía incitar a la violencia con cualquiera que mirara a su pequeña mocosa con malos ojos.
A de los conflictos que generaba el haber heredado la figura voluptuosa de su preciada madre, Kagura no ayudaba mucho. Usaba unos shorts cortos ajustados y una blusa suelta y traslucida. En algunos momentos, incluso, unía a su típico conjunto un corsé que acentuaba más su cintura y agrandaba más sus pechos. Era imposible no mirar a tremenda mujer.
―Kagura, ya te lo he dicho. Dentro de nuestro linaje esta Calico Jack. La bandera que el usaba es parte de nuestras costumbres―dijo zanjando el tema.
Ignorando la rabieta de la chica, Kamui se acercó a proa para ver el barco al que se estaban aproximando. Un barco lujoso digno de la realeza. Un alto mando cruzaba junto a esa embarcación, sin contar que dentro del mismo se encontraba su majestad Okita Sougo, rey del nuevo imperio de Kabuki-cho y su prometida, Soyo Tokugawa, antigua heredera al trono.
El navío lujoso de guerra, el HMS Victory, era uno de los más temerarios. Después de todo que podía hacer un pirata con un navío de tres cubiertas llenas de cañones de entre 32 y 12 libras. El poder era devastador y los piratas solían escapar de esa tremenda bestia flotante. Como ganarían un combate con tremendo armamento? Kamui estaba ansioso por comenzar con esta guerra. No por el botín o porque amara combatir contra guerreros fuertes o por sus instintos de pirata, sino por su odio hacia la realeza. Tal vez Kagura no recordara el pasado, pero el sí recordaba todo y muy bien.
―capitán?―pregunto Abuto acercándose a su jefe en vista de que este no emitía sonido alguno.
―Abuto, la neblina está a nuestro favor―sonrió observando el horizonte. Sus acompañantes, entre ellos Gin, subían con mucho esfuerzo la bandera legendaria de Calico Jack, la bandera se hondeaba en lo alto con gran fuerza y deseos de grandeza. Ni la ventisca disipaba la neblina.
―si―concordó―pero no creo que eso sea suficiente para derrotarlos― Kamui volvió a sonreír más ampliamente.
―oh claro que no―acepto―por eso es que los barcos del kihetai ayudaran a despistarlos―lo miro confiado―lo único que espero que Kagura no sea un obstáculo― Kagura que estaba a unos pasos de él pudo escuchar lo que su malvado hermano mayor decía.
Según la leyenda de los marinos (machistas) una mujer en el barco traía desgracias y mala fortuna a su tripulación. Desde que Kamui había escuchado tremenda historia, no dejaba de recordársela a su querida hermana, claro que todo sea por molestarla.
―Yo no traeré desgracias! Te hare vencedor, idiota―
Kamui la miro aceptando sus palabras, después de todo si llegaban a perder ella sería la total responsable.
―Quiero a todos en sus puestos de ataque. Ni se les ocurra perder―su sonrisa torcida provoco escalofríos en más de uno. Rápidamente comenzaron a moverse. Kagura fue en busca de su armamento, mientras Gin dejaba de fregar los pisos e iba a buscar su sable. Abuto se alejó de él lentamente esperando el momento de ataque. Kamui, abrió nuevamente su reloj de bolsillo viendo su victoria cerca―jamás perderé, señor rey―dijo para sí, caminando hasta llegar a popa para tomar su mando en el timón.
Su preciada diversión comenzaría en unos pocos minutos.
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Hola acá está el primer capítulo! Sé que es muy corto, pero prefiero que sea así para poder publicar a cada semana. Espero que les guste. Lo revise varias veces para cerciorarme que este bien redactado, al menos dentro de mis limitados conocimiento jajjajaja.
Algunas Aclaraciones:
Jolly Roger: es el nombre que recibe la bandera tradicional de los piratas de Europa y América.
Edward England: fue un pirata de origen irlandés. La bandera más conocida es la de él. Es negra con una calavera cruzada por huesos en blanco.
Calico Jack: fue un marino y capitán pirata durante el siglo XVIII. Su bandera es similar a la de Edward England salvo que en lugar de dos huesos cruzados tienen dos sables.
Mástil mayor: palo más alto, situado cerca del centro del barco.
Lombarda: La bombarda o lombarda, considerada actualmente como el arma de fuego portátil más antigua de todas, era una pieza de artillería muy primitiva que acabaría siendo precursora del cañón. Las bombardas se construían de duelas y aros de hierro forjado
HMS Victory: navío ingles construido en 1758.
Como verán tomo varias referencias de Inglaterra para el barco de Sougo, el reino será basándome en Inglaterra, pero solo será una referencia, ya que el reino es ficticio. Aclarare las dudas con respecto a esto en el siguiente capítulo.
Desde ya muchas gracias.
Nos veremos el próximo viernes.
En el próximo aparecerán Soyo y Sougo wiii! Jajajjaja veremos cómo va la historia.
Bye!
