¿Qué hay? ¡Al fin pude escribir esto! ¡Me tardé toda la tarde! Bueno, Vanne Pérez me pidió esto por un tiempo (quedate tranqui, no hay presiones), así que decidí escribirlo de una buena vez.
Renuncia:
Los personajes no me pertenecen; sino a Kevin Eastman, Peter Laird, Mirage, Nickelodeon y cada marca que promueve este dibujo animado.
Los OCs usados acá, sólo tres me pertenecen, los demás pertenecen a nina14j, utilizados con su autorización.
Tanto las versiones de Flor de Loto y Chaplin que uso acá son de mi propiedad; pero el personaje original pertenece a TMNT saga.
También quiero decirles que acá, todos los personajes tienen 19 o 20 años, y los OCs de saruina99 no aparecen acá.(Sorry, saru, pero pensé que serían demasiados personajes a poner. Espero que entiendas).
No tengo nada más que decirles, así que...
¡Leamos!:
"Rapha, Mona Lisa y una niña"
Era una noche tranquila de viernes. Habían pasado casi 4 años desde que las Tortugas Ninja, quienes ahora tenían 19 años, detuvieron las invasiones de los Kraang. Pero, a su mala suerte, estos aún no se rendían. Seguían siendo demasiado tercos en el hecho de querer dominar la Tierra. Lo único para lo que los Kraang querían mutar la Tierra en otra Dimensión X, era para re-poblar su poder a través de las diez dimensiones y esconderse de los Triceratons, una raza de alienígenas con apariencia de dinosaurios, enemigos de estas masas amorfas.
Pero, el tiempo pasó, detuvieron las invasiones y salvaron a Nueva York más de una vez. Mejor aún; salvaron a la Tierra. Ahora eran tiempos, no tan tranquilos como quisieran, pero lo eran. Destructor aún seguía con la insistencia de querer destruír a Hamato Yoshi, capturar a Karai para él solo y dominar la ciudad a cualquier costo. Pero las tortugas no lo dejarían. No en su guardia.
Pasando a la guarida de las tortugas, estos estaban en la sala de estar, cambiando de canales en la T.V. Ahora todos estaban de novios. Leonardo fue capaz de decirle a Flor de Loto lo que sentía, y ella le correspondió sus sentimientos; Raphael obtuvo el coraje y la oportunidad de demostrarle a Mona Lisa lo que sentía, y ella no lo negó; Donatello se reveló frente a Abril, haciéndole entender que la amaba, tanto como ella a él; Miguel Ángel tuvo la valentía de decirle a Irma que también la amaba, y ella sentía lo mismo por él y Mei Pieh Chi recibió la confesión amorosa de Casey, haciendo que ella lo aceptara sin dudarlo dos veces.
Sus amigos también tuvieron esa suerte. Kevin se armó de valor para contarle a Melina que se enamoró de ella, y ella conmovida lo aceptó y Chaplin fue algo cursi en su confesión, pero Karai lo aceptó con fervor. Aún eran tiempos difíciles, pero al menos no estaban solos.
Mientras estaban en la sala, Mona Lisa no estaba en sus mejores ánimos de ver la televisión.
-Saben, no tengo ganas de ver el televisor. -dijo con algo de desgano la chica de bufanda rosa- Mejor me voy con Raphita a hacer algo más. -siguió con una sonrisa, mientras jalaba del brazo a su novio hasta su habitación.
Sin importarles mucho, los demás se pusieron a ver con qué se quitaban el aburrimiento. Sin mucho que ver en la tele, Leo, Loto y Karai fueron al dojo a entrenar; Casey y Kevin se pusieron a jugar Pin-Ball, algo a lo que se volvieron adictos; Melina, Donnie y Chaplin fueron al laboratorio a seguir trabajando en los experimentos; Venus se quedó en otra punta de la sala practicando con su flauta y Mikey e Irma seguían viendo la tele.
Mientras tanto, en la habitación de Raphael, él y su novia Mona Lisa disfrutaban brindándose amor con besos y caricias, ambos recostados en la cama.
-A veces creo que mi vida fue muy dura. -dijo ella, recostando su cabeza sobre el pecho de su novio- Lo digo por, las cosas que viví de pequeña, o todo por lo que pasamos...
-Lo sé... -dijo la tortuga, con un suspiro- Pero, quiero que sepas una cosa, muñeca. Si te pedí el honor de ser mi novia, y prometida dentro de 6 años... es porque te amo con todo mi corazón, y no quiero que olvides eso, ¿okay? -terminó con una sonrisa seductora.
-Okay... -respondió ella con suavidad.
Ella le volvió a besar los labios, rodeando su cuello con ambos brazos, llegando hasta algo más. Los besos fueron más profundos y apasionados, y las caricias llegaron más lejos. El chico se aseguró de cerrar la puerta con cerrojo, hasta que terminaron haciendo algo que cambiaría sus vidas para siempre.
(N/A: Supongo que no necesito entrar en detalles, puesto que todos sabrán a lo que me refiero)
Una semana después, Melina, Kevin, Casey, Abril, Mona, Chaplin e Irma estaban en su universidad, disfrutando de sus almuerzos para recargar energías. Abril tenía un sandwich de crema de maní; Melina uno de jalea de fresa; Irma uno de queso y tomate; Casey uno de jamón y tocino, Kevin uno de lechuga, mayonesa y huevo cocido; Chaplin uno de carne y mayonesa y Mona uno de atún. Pero la última no comía nada.
-Oye, ¿me lo das? -preguntó Casey a Mona.
-Claro. Tenlo. -respondió la chica sin mucho interés y dándole el sandwich.
Los demás empezaron a notar esto, por lo que se empezaron a preocupar.
-Oye, Mona, ¿estás bien? -preguntó Abril preocupada.
La boxeadora tardó un poco en responder.
-Sí... es sólo que... ahora no se me apetece un sandwich... -respondió suavemente.
-Pero no te puedes quedar sin comer nada. Ten -dijo Melina levantando una manzana roja- te regalo mi manzana.
-En serio, chicos, estoy bien. -se excusó Mona.
-Insisto, ten. -siguió Melina, levantando la manzana para que Mona la tomara.
-Gracias. -contestó ella con una sonrisa fingida.
Mona tomó la manzana, para luego darle un par de mordiscos. Pero, luego de la cuarta mordida, le dieron náuseas.
-Denme un minuto. -dijo, mientras se levantaba de la mesa, para luego correr hacia el baño.
Todos volvieron a quedar confundidos por su reacción.
-¿Qué le ocurre a Mona? -preguntó Kevin, viendo en dirección a donde se había ido y masticando su sandwich.
-No lo sé -dijo Irma con el ceño fruncido- ; pero no me quedaré aquí para averiguarlo. -replicó, para luego levantarse de la mesa.
-Ni yo. -dijo Melina, siguiendo a Irma.
-Chicos, cuiden nuestras mochilas, veremos qué le pasa a Mona. -dijo Abril, siguiendo a las demás.
-¡Pero no tarden, tengo entrenamiento de hockey! -gritó Casey en dirección a donde se habían ido.
-Chicas... -susurró Chaplin para sí.
-Son mujeres; acostúmbrate. -dijo Kevin con una mueca.
En el baño, Mona estaba con la cara en el agujero del excusado del tercer cubículo, con la cara muy pálida luego de tanto vomitar.
-¿Será que estoy... ? -pero sus pensamientos fueron interrumpidos por sus amigas que entraron al baño corriendo.
Las tres se asustaron un poco al ver su cara; estaba muy pálida.
-¿Te sientes bien?
-Sí, Abril, estoy bien. -respondió Mona, jalando la cadena del baño.
-Tú no estás bien; tu cara espanta. -comentó Irma.
-Creo saber qué pasa... -dijo Melina con severidad.
Al oír esto, Mona comenzó a asustarse.
-¿E-en serio? -tartamudeó ella.
-¡Claro! ¡Y Rapha tiene la culpa! -siguió la chica de lila.
-¿T-tú crees? -dudó con aún más miedo.
-¡Por supuesto! ¡Tu "Raphita" seguramente te dio de comer de su sandwich y olvidó lavar la lechuga! ¡En cuanto lo vea, lo voy a colgar del caparazón, le dije miles de veces que el no hacerlo trae una infección y... ! -no pudo seguir su huelga porque Mona la interrumpió.
-¡Espera! -gritó la boxeadora- Sí, puede que Rapha tenga algo de responsabilidad por mis síntomas, pero... creo que esto es más que sólo una diarrea.
-Entonces, ¿qué es? -preguntó Abril con curiosidad.
Mona empezó a dudar si en decirles o no. Tenía que tener mucho tacto al explicarles esto.
-Escuchen, esto es algo complicado, por lo que me tienen que prometer que no se lo dirán a nadie. -dijo con nervios.
-Como digas. -dijo Irma.
-¿Me lo juran? -siguió Mona.
-Seeh. -dijo Melina con impaciencia.
-¿Por el honor de nuestros novios? -al parecer necesitaba estar segura al 100%.
-¡Que sí! -gritaron las tres.
-Okay... -dijo Mona con un suspiro- Creo que Rapha sí puede estar involucrado con mis síntomas, porque... él... eh...
-¡Dinos ya! -gritaron las otras tres.
-¡Estoy embarazada, ¿okay?! -exclamó desesperada.
De un momento a otro, hubo un silencio muy tenso. Las tres no se lo podían creer. ¡¿Acaso Mona y Rapha habían estado juntos, habían hecho "eso" y dio por resultado un embarazo?! ¡¿Cómo era eso posible?! Al escuchar lo que salió de los labios de la boxeadora, las chicas cambiaron su semblante confundido por uno molesto.
-¡¿QUÉ COSA?! -gritaron.
-Lo que dije, estoy embarazada. -replicó Mona apenada.
-Pero... ¡¿cómo?! ¡¿cuando?! -gritó Abril.
-Pasó hace exactamente una semana. Fue ese día que no quería ver televisión y me fui con Rapha a su cuarto. -respondió con timidez.
Al escuchar su última declaración, las chicas se palmearon la cara. No podían creer que estuvieron en el mismo lugar, pasó lo que pasó y no lo notaron en ningún momento.
-Mona, por favor, ¿qué hicieron tú y el cabezota de Rapha? -dijo Irma aún con un tono cansado.
-Miren, no sé cómo pasó; sólo pasó. Necesitaba desahogarme y un consuelo, y Rapha fue el que me lo dio. -respondió la mencionada, aún con pena- Sé que lo que hicimos estuvo mal, pero ya pasó. Ahora estoy embarazada de un bebé de Rapha.
-Sí es de Rapha, ¿no? -dudó Melina.
-¡Por supuesto! -gritó desesperada- ¡Podré ser terca, molesta o qué se yo, pero si algo sé que soy, es que soy fiel, porque sólo a él lo amo!
-¡No era a lo que me refería! -respondió Melina- A lo que voy es que, hay hombres que suelen abusar de las chicas, y no se protegen.
-Vamos, no seas paranoica. Recuerden que soy boxeadora y entreno ninjutsu con el Maestro Splinter; mi bebé es de Rapha, lo sé.
-Wow... Rapha va a ser padre... ¡y apenas es un adulto! ¡ambos lo son! -gritó Melina.
-Pero, ¿cómo estás tan segura de que estás de verdad embarazada? -preguntó Abril a Mona.
-Tienes razón, Abril... ¿alguna podría buscarme una prueba? No tengo cara para ir a la farmacia y pedirla. -dijo Mona en tono suplicante.
-Yo no; mi papá podría descubrirme, y mal pensaría sobre mi relación entre Donnie y yo. -dijo Abril- Además, me vendría a sermonear con todo el asunto de "LLEGAR VIRGEN AL ALTAR". -ese énfasis iba para la boxeadora.
-Yo tampoco. -dijo Irma- Desde que vivo con los O'Neil, su padre es igual de estricto conmigo, y probablemente haría lo mismo conmigo.
-Lo entiendo, chicas... -susurró Mona, apoyándose contra la pared- Melina, ¿qué hay de ti? Tú no debes rendirle cuentas a nadie, y tú sólo vives con Kevin. No creo que sea tan complicado.
-Esa es la parte en la que te equivocas, Mona. Admito que Kevin puede ser algo ingenuo a veces, pero no es tan tonto como para no encontrar la prueba. Y él es muy celoso, puede que, si la vea, piense que yo soy la embarazada y es suyo... o que lo engañé. -dijo Melina con algo de temor.
-Está bien, chicas... -dijo Mona con algo de tristeza- Creo... que tengo que aventurarme en esto... sola.
Melina entendió que Mona no podría hacer esto sola, por lo que doblegó su corazón y le respondió.
-Te la conseguiré. -dijo con una leve sonrisa.
-¿E... en serio? -preguntó Mona con esperanzas.
-Claro. ¿Para qué están las amigas? -dijo sonriendo aún más.
Con mucha alegría, Mona abrazó a Melina con fuerza, y ésta le correspondió muy complacida. Conmovidas por la escena, Abril e Irma se unieron al abrazo muy alegres.
-¿Qué harás si los resultados dan positivo? -preguntó la rockera a la boxeadora soltándose del abrazo.
-Supongo... supongo que Rapha deberá saberlo, ¿no? -respondió la de bufanda rosa.
-Por supuesto; tiene derecho a saberlo. -dijo Abril.
-Antes de atar cabos, sería mejor no decirle nada a los chicos hasta saberlo. -dijo Melina con severidad.
-Saben que los secretos de chicas, son secretos de chicas. -dijo Irma con una sonrisa.
-Chicas, Melina tiene razón. -dijo Mona- Hablamos de no decirle ni a Kevin, -miró a Melina- ni a Casey -mirá a Abril- , ni a Chaplin -miró a Irma- , ni a las tortugas. Mucho menos a Karai, ni Loto ni Venus; su sentido del honor le puede ganar a nuestra promesa de amigas.
-Pero, recuerda que puedes pedirles consejos; además Karai es tu mejor amiga. -le recordó Irma.
-Muy bien. -dijo Mona Lisa decidida- Pero, hasta entonces, nadie más que nosotras lo sabrá.
-¡Será como ordenas! -dijeron las tres con el pulgar en alto.
Las chicas finalemente salieron de baño, para luego regresar a clases. Tuvieron que evadir algunas preguntas de los chicos, pero eran muy buenas guardando secretos, para suerte de Mona Lisa.
La noche llegó, mientras que Irma, Abril y Mona esperaban en el departamento de ésta. Pasó casi media hora hasta que Melina apareció por la puerta.
-¡Hasta que al fin apareces, Kwanson! -gritó Abril.
-Disculpa, O'Neil, pero no me creerás el cuento que le armé a la chica de la farmacia. -respondió la morena cerrando la puerta.
-Entonces; cuéntanos. -dijo Mona con una mueca.
-Muy bien. Entré; me acerqué al mostrador y dije "Señorita, deme una prueba de embarazo". -dijo con una vocecita más aguda, a lo que las chicas rieron- Luego me miró extraño y dije "¡No piense mal!" Entonces fue y me la trajo; se la pagué y, para terminar le dije "Es para mi mamá. ¿No piensa que ya no seré hija única?". Y me fui. Diría que se tragó mi cuento.
-Perfecto. -dijo Mona sonriente- ¿La tienes?
Melina asintió con la cabeza, para luego sacar una cajita de cartón con la prueba dentro de su bolsillo.
-Ten. -dijo Kwanson con una sonrisa.
Mona dudó un poco al tener que tomarla. No sabía si de verdad estaba segura de hacerlo; pero decidió confiar en que luego de que todo acabara, podría quitarse un peso de encima. Luego, con la frente en alto, la tomó en su mano.
-Bien... -suspiró Mona- haré lo que sé que debo hacer. Denme unos minutos.
-Cómo digas. -dijo Irma.
-Esperaremos aquí. -dijo Abril.
-Tómate tu tiempo. -replicó Melina.
Con un suspiro, Mona abrió la puerta de su baño y entró.
-Bien... ya no hay marcha atrás. -susurró, mientras abría la caja.
Sacó el objeto de adentro de la cajita y lo observó en sus manos. En un momento vio la pequeña pantalla led en éste. "Positivo, embarazo; negativo, no embarazo". Eso decía en la tapadera de plástico. Tenía miedo de lo que pasaría al descubrir sus resultados, pero también recordó que debía saber la verdad. De una forma u otra.
Con la frente en alto, hizo sus necesidades y esperó a que diera la alarma que demostraba que la prueba estaba lista. Pasaron unos 15 minutos, hasta que un ligero pitido sonó. Le dio a Mona la señal de los resultados listos.
Desde afuera del baño, Abril estaba sentada en un sillón meciendo sus piernas entre sí; Irma estaba frente a ella palmeando sus manos contra sus muslos de forma espectante y Melina caminaba de un lado a otro en frente de la puerta. Al instante, un grito proveniente del baño llamó la atención de todas. Cada una dejó lo que hacía y fue corriendo hasta la puerta, para que Abril la abriera de golpe.
Al entrar, vieron a Mona con una de sus manos cubriendo su boca, mientras respiraba agitadamente, la otra mano sosteniendo la prueba de embarazo con temblor en el pulso.
-¿Cuales fueron los resultados? -preguntó Melina de repente.
-Positivo. -respondió Mona, haciendo que las respiraciones de las otras tres parasen- Estoy esperando... un hijo de Rapha.
Las chicas quedaron con una expresión triste y melancólica al ver a Mona; hasta que Irma habló.
-Debes decírselo a Rapha. -habló con tenacidad.
Ahí fue cuando las dudas prevalecieron en el aire. Comenzaron a pensar, ¿qué dirían las tortugas?; ¿cómo reaccionaría Splinter?; ¿qué pensarían sus amigos?. Pero, por sobre todas las cosas... ¿Qué diría Raphael?
¡Chan, chan, chaaaan!
Qué cosa, extrañaba esta fic. Es bueno tenerlo acá de vuelta, ¿no?
Okay, saben lo que siempre les digo... pero, ya fue; háganle caso a sus papás, cómanse las verduras, hagan sus deberes, y recuerden... si quieren evitar que alguien les haga daño en la calle, ¡hablenles en inglés! Créanme, me sirvió... y mucho. Si no saben inglés... entonces en un idioma que sepan.
Por cierto, quisiera pedirles, si no es mucha presión, que le digan a amigos que tengan en este sitio que les recomiendan mis historias... en serio, siento que es un poquito deprimente. Como sea, ¡recomienden mis fics!
¡Chau, chau!
Hermana Kunoichi ;)
