Compartir

Siempre hemos sido buenos hermanos, ¿verdad?

Cuando alguno de los dos hacía algo malo, siempre deciamos que lo habíamos hecho entre los dos, para que así nos castigaran a ambos.

Cuando uno tenía un problema, sabia que se lo podía contar con total confianza al otro.

Y si algún dia necesitabas una mano que te ayudara a superar cualquier obstáculo... allí estaba yo.

* * *

Fred Weasley entró en el dormitorio que compartía con su hermano y Lee Jordan, y allí estaba George. Parecía que no hacía nada, pero disimuladamente, observaba a alguien atentamente desde la ventana.

-Buenas- saludó Fred mientras se acercaba a su gemelo. El otro chico murmuró algo. Se apoyó junto a él, y giró la vista hacia la ventana abierta.- ¿Qué miras?

-Nada- respondió George, algo incomodado, pero no apartó los ojos de aquello que estaba mirando.

-Ya veo...- Si... la veía. Era una chica de cabello negro y rizado, y ojos pardos, brillantes. Iba al mismo curso que ellos dos, pero era tan...pequeña. Apenas les llegaba a los dos por los hombros, pero ellos se habían fijado en ella. No sabían porqué, puesto que no tenía ninguna cualidad en especial. Simplemente estaba allí, y ya les era imposible imaginarse el colegio... sus vidas, sin ella.- ¿Te gusta?

-¡¿Qué?!- George, sobresaltado, pareció abandonar momentáneamente sus pensamientos, mirando a su hermano como si no le conociera- Por... ¿A qué viene esto?

-Yo...- Fred volvió a mirarla. Era importante, pero George...- Te la cedo. Porque se que te gusta tanto como a mí.

-No puedes hacer eso, Fred.- El joven pelirrojo volvió a mirar por la ventana.- Las cosas no funcionan así... y en todo caso, ni yo te la cederia, ni permitiría que me la cedieras, porque...- Agachó un poco la cabeza- No sería justo que sólo uno de los dos fuera feliz a su lado.

* * *

Siempre hemos sido buenos hermanos, ¿verdad?

Cuando alguno de los dos hacía algo malo, siempre deciamos que lo habíamos hecho entre los dos, para que así nos castigaran a ambos.

Cuando uno tenía un problema, sabia que se lo podía contar con total confianza al otro.

Y si algún dia necesitabas una mano que te ayudara a superar cualquier obstáculo... allí estaba yo.

Asi que, por una vez más, seremos buenos hermanos... y lo compartiremos todo.

Incluso nuestros sentimientos.