Kai escucho como sus compañeros se levantaban, emocionados por el fantástico día que tenían por delante. Resoplo, dándose la vuelta y tapándose mejor, mientas observaba el calendario. Primer domingo de Mayo. El maldito día de la madre. Enfadado, uso aire control para arrojar el calendario a la otra punta de la habitación. Escucho las risas de los demás maestros aire, enfadándose cada vez mas. Dos meses antes, cuando se acercaba el día del padre, Tenzin había comunicado que los nómadas aire no celebraban ese día, y el ojiverde pensó, con alivio, que se libraría de ese tipo de celebraciones. Pero no. Apenas un par de semanas antes, su maestro les comunico de que tendrían el primer domingo de Mayo libre. Explico que ese día era importante para su cultura, ya que agradecían a sus madres por darles la vida y por criarlos y guiarlos en sus primeros años. Acto seguido anuncio que se había puesto en contacto con sus familiares y les dio el día libre, con la condición de meditar antes de ir a Ciudad República. Mientras Tenzin intentaba calmar a todos, que celebraban la noticia, Kai se escaqueo y no apareció en lo que quedaba de día. Cuando lo hizo, quedaba poco para que amaneciera un nuevo día, llevaba sus antiguas ropas del Reino Tierra y presentaba signos evidentes de haberse peleado. Lo mandaron a la enfermería con Kya, que tardo 15 minutos en curar todos los golpes, moratones y cortes; ademas de los nudillos, que no paraban de sangrar, lo que la obligo a ponerle un ungüento y unas vendas. Después de ordenarle que fuera a verla mas tarde para comprobar el progreso de las heridas, lo mando al despacho de Tenzin.
Cuando Kai llego, el hijo menor de Aang lo observo. Nudillos vendados, algunos cortes en la cara, una gasa en la frente,,, Y estaba seguro de que tenia mas heridas. El ojigris suspiro pesadamente. Su aprendiz tenia una pose arrogante en esos momentos, como si no le importara el castigo que le esperaba. Si fuera cualquier otro, Tenzin le habría obligado a meditar durante todo un día con su noche, para que reflexionara; y ademas le habría quitado el día libre que acababan de otorgarle. Pero, ¿como podía hacerle eso? Era obvio que el joven huérfano no tenia ganas de celebrar el día de la madre, y había buscado un castigo, en un intento desesperado para mantenerse alejado de la celebración. Lo miro a los ojos. Lo único que pudo ver era arrogancia y chulería, pero el sabia que escondía algo mas.
-Vete a la cama.-Dijo el maestro, tomando una decisión.- Tomate el día libre para recuperarte de tus heridas. Hablaremos de esto cuando estés mas calmado.
Obviamente, eso no era lo que Kai esperaba. Algo incrédulo y confundido, le hizo caso. Llego a su cuarto, se tiro en la cama sin cambiarse y trato de contener la ira que empezaba a surgir dentro de el. Compasión. Tenzin le había tenido compasión. Lo único que recibiría seria un pequeño regaño, quizá un par de horas extra de meditación, y lo peor de todo, las miradas de lastima de todo el templo.
-De acuerdo.-Murmuro.-Si quiere guerra, guerra tendrá. No sabe donde se ha metido.
