Amistad, amor y traición:

Capítulo 1

Tokyo, Japón

-¡Yahoo! Me voy, me voy... –canturreaba una muchacha de cabello oscuro hasta los hombros y bonitos ojos verdes, siendo sus rasgos una mezcla occidento-oriental, mientras preparaba una maleta de viaje

-Yo no sé por qué te pones tan contenta, me vas a dejar solito –alegó un muchacho de cabello castaño oscuro, abrazando una almohada cercana, haciendo un puchero

-Kazuki, sabes que no puedo quedarme –trató de consolarlo su mejor amiga, rodeándolo con un brazo- El futuro de Ken está en Italia, y mi futuro está con él

-Todo gracias al capitán –recordó Kazuki con cierta ironía

-¿Por qué te pones así? –preguntó la chica algo preocupada

-No lo sé, hay algo en todo estoy que no termina de darme buena espina

-¿Como qué? Kojiro es su mejor amigo, es mi amigo y todos lo conocemos

-Además de ser su padrino de bodas –añadió Kazuki pensativo

-Ahá, ¿y sabiendo todo eso hay algo que te preocupa?

-Cosas mías Paola, ya lo sabes

-Deja de preocuparte, todo va a estar bien. Ken jugará en el equipo alterno de la Juventus y tratará de ganarse un puesto como titular

-¿Y mientras tú qué vas a hacer?

-Dedicarme a mi carrera –suspiró su amiga

-No lo sé, pero espero que todo les salga bien

-Cualquier cosa te la estaré contando

-¿Aun no terminaste? –preguntó un muchacho de cabello algo largo, asomándose por la puerta del habitación donde estaban conversando los amigos- Paola, el taxi ya nos espera

-Voy, voy –dijo ella, cerrando su maleta- Esta es la última

-¿En serio no quieren que los acompañe? –preguntó Kazuki con cierta tristeza

-Ya nos despedimos en la mañana y fue muy triste –replicó Ken- Además sé que si Paola te vé allí no querrá irse

-Ja, los privilegios del mejor amigo –se ufanó Eirina, abrazando a la muchacha

-Pero ahora yo tengo más privilegios por ser el esposo –alegó Ken con una sonrisa entre maliciosa y divertida

-Bah, agradece que te ayudé –bufó Kazuki, causando risa a los otros dos

Rato después Paola y Ken se subían al avión que los llevaría a Italia, buscando un futuro mejor y diferente para ambos, sin saber que allá los esperaba un gran conflicto donde intervendría un tercero...el padrino de bodas.

Turín, Italia

-¡Hey, Hyuga! –gritó Gentile en el campo de entrenamiento- ¿Cuándo llegará ese amigo tuyo que piensas traer al equipo a probarse?

-Mañana precisamente –respondió Kojiro, secándose el sudor de la cara con una toalla

-Así que al fin tendrás un compañero de juergas –bromeó otro de sus colegas

-Nah, imposible, él ya está casado –replicó el tigre japonés con una media sonrisa

-¿Qué acaso es mayor que tú? ¿ya tiene hijos? –preguntó Salvatore algo desilusionado

-Es de mi edad, y no, son sólo él y su esposa

-Igual que si estuviera soltero...

-Ja, él nunca le jugaría sucio a Paola –contestó Kojiro pensativo, lanzando un impensado suspiro

-Así que se llama Paola –comentó Wilhem que había escuchado la conversación- ¿No es japonesa, o sí?

-Germano japonesa –aclaró el japonés tranquilamente

-La prima hermana de Wakabayashi, ¿cierto? –intervino Schester, quien jugaba su segunda temporada ya en la Juventus

-¿Prima hermana de Wakabayashi? –preguntaron los otros al unísono bastante sorprendidos

-Ahá, qué tiene eso de malo –alegó Kojiro seriamente

-Nada, que por lo que sabemos ése amigo tuyo que vendrá ¿Wakashimazu, cierto? Es su máximo rival en la selección por el puesto de titular –recordó Gentile

-¿Y aun así se casó con la prima de Wakabayashi? –preguntó Wilhem boquiabierto- ¿Cómo le hizo?

-Son novios desde la secundaria, qué esperaban –replicó Kojiro, dirigiéndose a las duchas- Pero bueno, no sean viejas chismosas, no les diré más

-Oh... –se lamentaron divertidos sus amigos

-¿Por qué no te la ganaste tú? –inquirió Schester algo sarcástico, deteniendo la marcha del japonés

-Ella no es un premio para ganar, además es mi amiga –contestó Kojiro simplemente, continuando con su camino, seguido por la mirada intrigada de los demás

El avión estaba por aterrizar. Paola se sentía algo cansada y somnolienta, quizá por el cambio de horarios o quizá por el fatigador viaje. De repente sintió la mano de Ken sobre la suya, y al verlo notó que éste le dirigía una dulce sonrisa.

-Al fin llegamos... –susurró él bastante emocionado

-Ahá... –atinó a decir ella, mientras le devolvía una sonrisa

Cuando salieron se toparon con un muchacho conocido, que con apenas un par de gafas trataba de pasar desapercibido. Y pese a su notorio desarrollo físico, ninguno de los dos podía desconocer a su amigo de años en secundaria e Instituto.

-¡Kojiro! –exclamó Ken contento

-¡Ken! –devolvió él sonriendo, hacía mucho tiempo que no veía a su mejor amigo, así que lo abrazó cuando se acercó a él

-Hola capitán –saludó Paola con una sonrisa

-Jamás se te va a quitar el bendito apodo –bufó Kojiro divertido

-Nah, y niega que no te gusta –replicó ella guiñándole un ojo

-Deberías decirme padrino –bromeó el tigre japonés fingiendo indignación

-Y qué ¿tú me dirás ahijada?

-Ya, ya, dejen de discutir –pidió Ken divertido- O esto no va a terminar jamás

-Nunca cambiarás ¿verdad Wakabayashi? –soltó Kojiro irónico

-No me digas así –gruñó Paola- Tengo un nombre, y desde hace poco felizmente otro apellido

-Nah, Wakabayashi me gusta más –replicó su moreno amigo pícaramente

-Vaya, gracias –se indignó Ken

-Jajaja, no te lo tomes a mal amigo, ya sabes que lo dije sólo por fastidiar a Paola

-¿Y cómo está Maki? –inquirió ella maliciosamente, calmando la risa burlona de su amigo de una

-Pues cómo, no sé; pero está en Japón –contó Kojiro seriamente- ¿Ya tienen sus maletas?

-Nos las mandarán al departamento –explicó Ken, viendo de reojo a su esposa, que sonreía triunfal

-Gol, y de media cancha –murmuró Paola divertida

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¡Tarán! Hasta que al fin me animé a publicar este fic, de manera que me autocomprometo a terminarlo como sea -- Ya que como mi prima sabe no es muy fácil que digamos para mi hacerlo, aunque me tachen de exagerada o ridiculona uu

En fin, ojalá les guste nn