Los personajes no me pertenecen.
Advertencias: Este fanfic contiene slash / yaoi. Relación hombre con hombre.
Notas de la autora: Bueno, he aqui otra creación a mis manos. Espero de verdad de verdad que les guste porque estoy haciendo un esfuerzo para poder escribir algo decente. En fin, 'Las cinco etapas del duelo' son las fases por las que pasa una persona antes de aceptar lo que le ha sucedido. Se tratará más sobre Draco que de Harry, eso es seguro.
Bueno bueno, basta. Denle una oportunidad.
Las cinco etapas del duelo.
Negación.
¡Zum!
La mano de Hermione se abría paso hacia arriba tan rápido que parecía que cortaba el aire con sus dedos.
―Mgh… Harry- susurró, con la boca debajo de su lóbulo mientras lo miraba intensamente. El aliento –a alcohol- cayendo sobre su hombro fue suficiente para que la parálisis que no se había dado cuenta que tenia, desapareciera en ese instante. Y recordaba claramente como había arqueado la espalda mientras…
―Porque son maestros de la metamorfosis. Para lograr las transfiguraciones instantáneas es….- La voz de Hermione sonaba distante, como si estuviera en otra habitación…
La habitación –ó donde quiera que estuvieran - tenía unas grandes y cerradas ventanas. El calor lo asfixiaba, pero no precisamente el del ambiente. El aire violento se deslizaba por todo su cuerpo y le despojaba de toda preocupación, de todo problema, de toda prenda…
―Qué rayos haces- deliberó con la máxima coherencia que logró sacarle a su cabeza. Más para él mismo que para su acompañante. No era una pregunta. No sabía exactamente por qué lo había dicho, incluso con las gafas puestas su vista era nublada y no podía concentrarse, no podía unir suceso con suceso. Lo único de lo que era consciente era de alguien…
―Muy correcto, Señorita Granger. No me complace decir que no me ha dicho nada que no supiera.
"Entonces para qué pregunta" pensó Hermione, quien sonrió con suficiencia.
―Sin embargo, sí me complace saber que usted realmente está estudiada. Cinco puntos para Gryffindor.- La profesora McGonagall sonrió- Y aunque los principios de "Transformaciones" hayan tenido tiempo de ser entendidos en sus primeros cursos….
El vaivén sonaba con un 'plap' cada pocos segundos. No podía hilar nada y su cabeza estaba confusa. Sólo podía sentirlo dentro. Muy adentro. Más adentro… Más, joder. Más…
―…no queremos un mal resultado. ¿Cierto? Ahora mas que nada, ustedes, deben de valorar la importancia que conlleva. No basta con oírme hablar.- dijo mirando fijamente a Seamus Finnigan, quien hizo una mueca al ser sorprendido garabateándose la mano-¿Alguien podría explicarme…
―No se te va a olvidar, ahg, nunca…- afirmó el otro sujetándolo firmemente de las caderas. Su pecho subía y bajaba con rapidez, casi al mismo ritmo de su pelvis.
Harry se estremeció. ¿Dónde rayos estaban sus lentes? El movimiento involuntario que de repente controlaba su tórax le hacía rasparse la piel con la pared. El vello de su pecho estaba enredándose y las gotas de sudor caían imparables…
McGonagall hizo un esfuerzo descomunal para no rodar los ojos.
―Por eso mismo, señor Finnigan.
―¿No me dará puntos por participar?- preguntó incrédulo.
―Eso fue más una interrupción.
El salón estalló en risas.
―Mgh…- gimió ronco
―Ah.- su voz sonaba suplicante.
Recargó su frente en la nuca de Harry. Las puntas del cabello rubio golpearon su cuello, mojadas, ansiosas. Y se adhirieron a su piel tal como Draco en su interior.
―Y tal parece que algunos han olvidado que en las clases se pone atención. ¿No es asi, Señor Potter?
―Draco- pronunció sin pensarlo. Salió como un grito, como si ya estuviera esperando a salir. En ese momento desplegó todo su cuerpo hacia atrás, obligando a Malfoy a erguirse, arañó la pared con fiereza…
―¿Señor Potter?- tenía el entrecejo fruncido, impaciente.
Se empujó contra él una vez más, por pura reacción. Draco soltó algo que parecía un gruñido, y Harry casi podía asegurar que se había rasgado la garganta haciéndolo. Entonces lo sintió. El muchacho rubio había terminado dentro de él.
―¡Señor Potter!- gritó en frente de su asiento
Harry parpadeó, tenia las manos sudorosas y sentía las mejillas calientes. ¿Y por que McGonagall estaba gritando en frente de él…?
―Me temo que tendrá que hacerme un ensayo sobre los animagos de treinta y cinco centímetros. Para el Lunes, independientemente de los deberes que deje a lo largo de la semana.
―Eh…- balbuceó, mirando instintivamente a Ron, quien tenía una cara de "Te lo buscaste, hermano" a más no poder. Entonces dirigió su vista a su amiga, la cuál señaló a la profesora con los ojos e hizo un movimiento con la cabeza que parecía significar "Di algo"― Eh…- miró a McGonagall- Sí, profesora. Lo siento.
~ò~
―¿Qué te pasa, Harry? – preguntó Hermione cuando se dirigían al comedor.
―Nada. – mintió
―Sabes que nos puedes contar todo lo que te pasa. ¿Cierto? – Harry la miró mosqueado- ¿Tiene que ver con tu cicatriz?
―¿Qué?- por primera vez, se sorprendió al oír sobre Voldemort. Hermione se extrañó.- No. No es eso…
―¿Entonces?
―Simplemente estaba pensando en otra cosa y… me distraje.
―¿Se puede saber en qué?
―Uy.- Ron golpeó con el codo a Harry- De seguro en lo que pasó antes de regresar a Hogwarts. ¿No es así, niño-que-vivió-virgen-hasta-los-dieciséis?
Hermione abrió mucho la boca.
―¡Harry!- exclamó por fin
―¡Eso es mentira, Mione! – se excusó- Es que el fin de semana pasé un largo tiempo en el caldero chorreante y…
―¿Y…?- insistió ella.
―No sé. No me acuerdo.
― Harry, ¿te embriagaste?
―Por supuesto, si "embriagar" es derivado de "bragas".
―¡Ron! Harry nunca ha estado con ninguna chica ¿Verdad que no?- y lo miró insistente.
―No.- contestó, la castaña sonrió triunfante.-…que yo sepa.
Ella lo miró ofendida y Ron soltó un "¡Ja!", entonces Hermione lo reprendió con un sermón acerca de lo estúpido que había sido su juego de palabras. Pero Harry sí sabía, y sabía que él no había perdido la virginidad con una mujer.
Harry y Draco parecían esforzarse en evitarse. Entonces, cuando Harry encontraba su cabellera rubia entre la multitud, repentinamente se entusiasmaba en charlar con sus amigos. Y a su vez, cuando Draco distinguía esa revoltosa cabellera negra, junto con unas gafas de mal gusto y ese uniforme siempre tan mal puesto, dirigía sus insultos a cualquiera que estuviese en frente de él. Aunque ese alguien casi siempre fuera Pansy.
Septiembre dio paso a Octubre con una atmósfera tranquila. Ellos habían logrado evitarse, e incluso nadie parecía darse cuenta de que ni siquiera peleaban. Era obvio su intento de repelerse. Era tan obvio, que Harry estaba paranoico. Era tan obvio, que Draco temía delatarse.
Esa tensión tenía que terminarse. Y pronto.
~ó~
Fue a mediados de Octubre, saliendo de la clase de pociones, que ocurrió el inevitable encuentro
―No me vengas con eso ahora, te advertí que yo no haría…¡Argh!- Draco soltó un bufido cuando algún brazo torpe chocó contra el suyo y le hizo tirar el libro que llevaba en las manos.- ¡Fíjate por donde caminas!
El rubio se agachó rápidamente –y fastidiado- a recoger el ejemplar que un momento antes había estado en sus palmas. Pero quien había tropezado con él tenía la intención de hacer lo mismo, entonces el contacto visual fue totalmente inexcusable.
―Potter.- pronunció con un deje de desprecio, quieto con las manos sobre la pasta.
―Malfoy- contestó. Y se sintió estúpido. ¿Qué rayos estaba haciendo? Su mano estaba reposando en el aire a unos escasos milímetros de la mano de Draco, puesto que se había dispuesto a pedir perdón y recoger lo que su torpeza había provocado. Sí, pero todo eso antes de que se diera cuenta de quién se trataba.
―Tenemos que hablar. – pronunció el de cabello azabache con la vista fija en sus ojos.
"Estúpido Potter y sus aires de grandeza". Pensó Draco.
Él levantó la mirada, arrogante, tomó el libro y se puso en pie. Harry lo imitó.
―No hay nada de qué hablar.- lo miró desafiante
―Sí hay- Harry miró alrededor para darse cuenta que todos los estaban ignorando. Perfecto.- Mira, Draco…
―Malfoy.
―Malfoy- rodó los ojos― Esto de pretender que no ha pasado nada me está hartando. Necesito que aclaremos las cosas.
―No. – contestó, acercando su rostro― ¿Qué te voy a aclarar? ¿De qué tienes dudas? Pareces una colegiala enamorada, Potter, en verdad que sí. Lo que pasó no…
―Sólo para que lo sepas, tú fuiste quien comenzó todo. ¿No lo recuerdas? "Mm, Potter, no tienes ni idea de cuanto…"
―No te atrevas a terminar.― lo amenazó con el índice, pero tenía cierto toque de gracia ya que repentinamente sus mejillas se habían tornado rosas.
Lo miró con algo de inseguridad, pero de pronto comenzó a caminar y fue abriendose paso entre los estudiantes. Después de unos cuantos pasos volteó y miró a Harry con gesto despectivo mientras alzaba las cejas, esperando. Harry miró alrededor, se excusó diciendo que había olvidado que tenía unos asuntos pendientes y se encaminó detrás del rubio.
Cuando dobló en una esquina se encontró perdido, ¿Dónde rayos se había metido? ¿Acaso todo había sido una broma pesada? Frunció el ceño, confundido, y avanzó con pasos indecisos en el pasillo, que estaba vacío - ignorando todos los cuadros parlantes-.
Sintió como una mano se aferraba bruscamente de lo primero que alcanzaba, en este caso, la manga de su túnica, y lo tironeaba con fuerza al interior de un aula vacía.
―¡Joder! Que me has dado un susto de muerte. ¡Por lo menos pudiste haberme esperado!
―Claro, y que creyeran que tengo un amorío con el Niño-que-vivió
-¿Eh?
―Para ser un héroe eres lento- dijo alzando una ceja― El señor tenebroso ha de haber cometido errores enormes cómo para que aun sigas vivo.
― Cierra el pico marica.
―Ay Potter. ¿Debo recordarte cómo y donde se metieron las cosas exactamente?- pronunció como si aquello hubiera sido lo más normal del mundo, provocando que Harry se sintiera repentinamente intimidado. Suspiró― ¿Qué es eso tan importante que debemos aclarar?
Se produjo un silencio incómodo.
Necesitaba saber si Draco había estado pensando en aquello, saber si le afectaba tanto como él. La verdad es que sí se había planteado esa pregunta, pero diablos, nunca se imaginó haciéndola realmente. Ahora estaba parado como un idiota en frente suyo. Como una jodida colegiala enamorada.
Por su parte, Draco empezaba a conocer las distintas fases del nerviosismo. Aunque por fuera mostrara seguridad, por dentro era un lío. No sabía en qué pensar, y estaba aburriéndose del silencio de Potter, sólo lograba confundirlo más.
―Lo que quiero decir es- apretó los dientes- …bueno, ambos sabemos lo que pasó y a decir verdad – se acomodó las gafas sin saber de qué hablaba- Me tiene turbado el hecho de que…
―¿Acaso eras virgen antes de lo que pasó?- interrumpió, ignorándolo por completo.
―¿Qué? –parpadeó―¿Tú no?- preguntó, tratando de disimular lo más que podía.
―Claro que no. A mí me gustan las mujeres.
Algo hirvió dentro de Harry. Algo que se fue expandiendo por sus venas, y que le hacía querer golpear a Malfoy. Muy fuerte.
―Piérdete- soltó sin pensar.
―¿Qué te pasa? ¿Para eso me hiciste perder mi tiempo? – bramó molesto.
―Es que no eres más que un imbécil. Contigo no se puede hablar.
―Mira, Potter, lo nuestro no fue ninguna declaración de amor, y lo sabes. No se qué esperas de mi, pero no te lo voy a dar.
Draco sintió algo lastimoso en el pecho al decir eso. ¿Pero por qué? Lo que decía era cierto. Él nunca se enamoraría de Harry Potter.
Mierda.
Lo había pensado.
Se había incluido en una oración que unía "Harry Potter" con el verbo "enamorar."
Había dado el primer paso a su perdición.
―Demonios…- maldijo por lo bajo mirando a ningún punto en concreto.
― Sólo…- se aclaró la garganta- Sólo quería asegurarme de que no volverá a pasar. Y de paso, aclarar…
―¿Por qué habría de volver a pasar, Potter?
―…que, si ninguno de los dos tenemos intención de repetirlo, entonces esta tensión tonta debe desaparecer.
Draco no contestó nada a aquello, pues sabia que Harry tenía razón. Sí había una tensión tonta entre ellos, y no era de las que se sentía cuando se miraban con odio, era de las que sentían por recordar lo que habían hecho y tocado-y-lamido-y-mordido-y-metido-y-chupado.
Asintió con los ojos cerrados. Siempre lo había odiado y ahora era el culpable de que dudara sobre su sexualidad. ¿Por qué tenían que cambiar las cosas?
―Supongo que eso es todo.- dijo Harry.
―…Bien.
―Bien.
Y evitaron sus miradas durante unos segundos. Eso resultaba tan… incómodo.
El moreno fue el primero en salir, y no se vieron a los ojos. Entonces Draco se quedó irreprochablemente solo y confundido.
Él nunca podría enamorarse de Harry Potter, ¿cierto?
¿Cierto?
~ò~
Continuará...
Y bien, ¿que tal? Si llegaste hasta aqui debe ser buena señal.
Cualquier cosa que me quieras decir o lanzar es bien recibida.
:D
Quería dejar mas espacio entre los párrafos pero creo que no se puede x_x . O simplemente soy muy torpe.
Oh, y prometo que es el unico capitulo en donde les cansaré la vista con la cursiva del flashback.
Anyway, de verdad espero que haya sido de su agrado ^^
xoxo
