A/N: Primera historia, es un one-shot inicialmente no iba a incluir el personaje de Max Schneider, pero la vestimenta del superhéroe está inspirada en él (a excepción del color xD) así que me pareció buena idea agregarlo a la historia. Puedes imaginar que es tu nombre el de la chica ;) Sin más que agregar, espero que lo disfruten.
EL CHICO MISTERIOSO
Mi nombre es Diana, Diana Méndez, y estoy aquí para contarte algo que me pasó hace un par de meses. Todo
empezó cuando iba caminando de regreso del colegio a mi casa, se me hizo tarde y mi reloj marcaba las 7:30 p.m.
Tenía que pasar por un callejón oscuro poco antes de llegar a mi casa y cuando lo hice escuché el grito de una
mujer y me escondí detrás de la pared intentando escuchar lo que estaba pasando y enseguida vino la voz
masculina gruesa que decía -Saca todo lo de la bolsa, ¡Esto es un asalto!-. En ese momento no me importó si era
buena idea o no, pero me asomé para ver lo que ocurría, y en efecto, era una señora siendo asaltada por un
hombre con una pistola. Estuve a punto de gritar por ayuda, pero solo tuve tiempo de abrir la boca cuando un
joven, y digo joven, porque un adulto no podría haberse movido de esa manera, este chico llegó y con una patada
al estilo karateka le quitó la pistola al asaltante para luego darle un golpe con su puño derecho en la parte baja del
abdomen haciendo que éste saliera corriendo sin recoger la pistola. El muchacho calmó un poco a la señora y luego
hizo una leve reverencia y desapareció en la oscuridad del callejón.
En ese momento pensé que seguramente alguien le había echado alguna droga alucinógena al jugo de naranja que
tomé en el colegio, pero al instante deseché esa idea, porque seamos realistas, ¡esa idea sonaba absurda! Debo
admitir que nunca fui una admiradora de los superhéroes ni nada por el estilo, aunque debo decir que este chico
cumplía con las características que te dicen en los comics, pero a diferencia de esos personajes, el chico del callejón
no llevaba puesto un traje de licra de colores brillantes ni una capa, sino que usaba un esmoquin y un sombrero
tipo boisalino de color negro y un antifaz del mismo color que lo anterior en lugar de una máscara que cubriera
completamente su rostro.
Al día siguiente decidí ir al callejón a la misma hora que el día anterior, aproximadamente a las 7:00 p.m. salí de mi
casa y en cuanto llegué al callejón di unos cuantos pasos adentrándome en la oscuridad y me aseguré que no
hubiera alguien cerca, después de hacerlo coloqué ambas manos al lado de mi boca y grité lo más fuerte que pude -
¡Auxilio!-. Observé a mí alrededor esforzándome por ver lo más claramente posible a través de la oscuridad. Nadie
apareció. Repetí la acción con mis manos y volví a gritar -¡Auxilio!-. De nuevo no obtuve respuesta. Lo volví a
intentar, llevé mis manos a mi boca y tomé aire para gritar -¡Auxilio!- por una última vez. Seguía sola en el callejón.
Pensé que la teoría de la droga en mi jugo podría en cierta parte ser verdad.
Empecé a avanzar con pasos lentos fuera del callejón, pero un ruido de algo golpeando el suelo me hizo voltear a
medio camino. –No pareces necesitar ayuda- dijo un chico mientras se acercaba lentamente a mí. Era el
"superhéroe" que había visto el día anterior y me quede ahí parada sin decir nada. –O puede que sí, hace un rato
gritabas y ahora no hablas- me dijo con un tono irónico –Yo… este…- trataba de decir algo, pero no podía, con un
par de pasos hacia atrás me recargué de espaldas contra la pared de uno de los muros a la vez que él seguía
acercándose lo suficiente para colocar su mano derecha al lado de mi cabeza por encima de mi hombro y recargarse
en ella haciendo que su rostro quedara a pocos centímetros del mío –Alguien más podría necesitar mi ayuda de
verdad- su voz era firme. Podía oler su perfume desde esta posición y aún en la oscuridad pude ver sus ojos
grandes y azules que resaltaban por el antifaz -¿Quién eres?- Pregunte sin titubear. –Soy alguien a quien no le
gustan las injusticias- Me respondió y pude sentir su respiración. Mi corazón latía cada vez con más fuerza. No era
miedo. Era algo diferente, tragué saliva para poder elaborar mi siguiente pregunta -¿Puedo saber tu nombre?- El
chico me miro por unos segundos –Eso es parte del misterio- Respondió negando con la cabeza –Pero puedes
llamarme Rags- Esbozó una pequeña sonrisa y se alejó caminando perdiéndose en la oscuridad antes de que
pudiera decir algo más.
Durante la semana siguiente no pase por el callejón en la tarde, todo había sido tan… misterioso y yo seguía sin
querer creer que fuera cierto ero no podía dejar de pensar en sus hermosos ojos azules. Estaba renuente a
siquiera creer que él había podido ir al callejón a buscarme. No fue sino hasta dos semanas después que tuve que
quedarme hasta tarde en la escuela para realizar un trabajo que tuve que pasar de nuevo por el callejón cuando
estuvo oscuro. Iba caminando pensado si me lo iría a encontrar cuando sentí que alguien tiró bruscamente de mi
brazo adentrándome al callejón colocándome contra la pared y tapándome la boca con la palma de la mano
impidiendo que siguiera gritando. –No grites- Susurró, pues no había necesidad de levantar la voz por la cercanía
de su rostro con el mío. Negué con la cabeza a manera de entendimiento y bajó su mano lentamente –Me
asustaste- Di un leve golpe con mi puño en su hombro sin lograr alejarlo –Lo siento, no era mi intención pero es
que hace tiempo que no te veía y para serte sincero, te extrañé- No pude evitar sonreír como tonta, esperé que él
no lo notara pero era demasiado obvio que me alegraba escucharlo decir eso –Yo-yo también te extrañé- Titubeé.
Siempre me pasaba cuando él se me acercaba. –Tienes una bonita sonrisa –Me di un golpe mental en la cabeza,
tenía que dejar de sonreír de esa manera. Un ligero calor recorrió mis mejillas, señal de que me estaba sonrojando.
–Yo… gracias. ¿Por qué te dicen Rags?- Pregunté con curiosidad. –Todo superhéroe tiene una identidad secreta, la
gente fue quien me empezó a llamar así -Al explicar quitó un mechón de cabello de mi cara colocándolo detrás de mi
oreja -¿Algún día sabré tu nombre verdadero?- No sé por qué razón llevé mis manos a su cuello haciéndolo sonreír
–Identidad secreta, recuerda- Esta fue otra manera de decirme que no insistiera. –Está bien, Ty- Mi respiración ya
se había normalizado a pesar de la cercanía que tenia con él. Hubo un momento de silencio, nada incómodo. Mi
mirada iba de sus ojos a su boca y de vuelta a sus ojos, no estoy segura de cómo pasó pero de un segundo a otro
lo vi acercándose lentamente hacia mí hasta que el espacio entre nuestros labios se cerró para fundirnos en un
dulce y tierno beso. El mejor que pude haber recibido en mis 20 años de vida. Se separó de mí, me regalo una de
sus hermosas sonrisas e hizo una pequeña reverencia como de costumbre y se alejó caminando a la oscuridad.
Desde ese encuentro nos hemos visto mínimo una vez a la semana, hace dos semanas empezamos a salir por las
tardes cuando el sol ilumina las calles y antes de que me pregunten algo, al fin me dijo su nombre y conozco al chico
detrás del antifaz, pero no se los diré porque es un secreto, todo superhéroe tiene una identidad secreta y si les
digo su nombre ya no lo será más, para la gente siempre será 'Rags, el chico misterioso' y pues para mí será el
chico de mis sueños hasta que el destino nos separé así como nos ha juntado.
A/N: Y bueno, esto fue todo por esta vez, espero que les haya gustado, si es así dejen un review y si no les gustó, también déjenlo, agradecería mucho su opinión. Saludos y nos leemos la próxima vez ;)
