Disclaimer: Bleach y sus personajes pertenecen a Kubo Tite. Esta historia no tiene fines lucrativos, únicamente usé sus personajes para entretenerme y para entretener a otros.
Advertencia: Los one-shots son independientes unos de los otros.
Hola a todos!
Se suponía que ayer debía actualizar el otro fic pero me han cargado con el trabajo y no he escrito nada xD así que quise compensarlo de alguna manera y paso a subir este proyecto... es corto (de 10 oneshots solamente) y son historias reales de las que he formado parte, he sido fiel testigo o simplemente escuché de un conocido, todo esto usando al IchiRuki xD hehehe
Se los dejo, espero hoy si tener tiempo de escribir... espero les guste el primero y gracias de antemano por todo!
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"Nada Mejor Que Lo Real"
"La única verdad es la realidad" (Anónimo)
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Tema I: "Un Sucio Secreto"
Grado: T
Género: romance.
Sinopsis: [AU] "Los secretos más grandes se ocultan en donde menos te imaginas"
Notas del autor:
Este tipo de secretos lo que tienen de descarados, lo tienen de placenteros jeje
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*~ Un Sucio Secreto ~*
Sin que nadie lo notara se habían ido a encerrar al baño de la casa del anfitrión, para aprovechar el medio tiempo del partido de fútbol en algo 'excitante', quizá les debía dar vergüenza porque aparte de haber más invitados, estaban 'haciendo cosas' en un sitio que ni su casa era, pero no era así, en esos momentos no sabían qué era eso y ni la conocían.
Dentro del cuarto de baño eran audibles un par de agitadas respiraciones que iban al compás de fogosos besos y una fricción de cuerpos, así como un par de manos se infiltraban bajo la camisa de la morena. Proporcionándole caricias que incrementaban el deseo desbocado y una vehemente pasión, los labios del ojimiel entregaban sin recatos cada uno de sus besos en la nívea piel y dulce de su compañera, mordisqueando y repasando su lengua por su cuello, ella en medio de aquel acto previo sentía un inmenso calor irrumpirla, soltando ligeros gemidos expresando el enorme gozo que Ichigo le hacía sentir con su tacto a la par que acariciaba su ya desnuda espalda.
No era el sitio adecuado y la posición más cómoda del mundo, él sentado en la tapa del excusado y ella a la vez sentada encima suyo, frente a frente… pero eso pasaba a un segundo término en esos instantes tan importantes.
Rukia rodeó con sus brazos parte de la espalda y cuello de su amante, llevando sus dedos a enredarse con los mechones naranjas del muchacho mientras éste seguía ocupado liberando su cuerpo de tanto atuendo y continuaba concediendo a la piel descubierta roces labiales, sintiendo a la par una excitación en su zona baja, su cuerpo empezaba por reaccionar cada vez más intensamente y no iba a guardarse ese deseo.
Ichigo logró la primer proeza, deshacerse de la estorbosa camisa de la morena, quien dejó a un lado el poco pudor que le quedaba y recibió la boca del muchacho, participando con ello sus lenguas en el contacto, aún con sus manos recorriendo el cuerpo del otro y los cuerpos friccionándose cada vez con más ahínco, buscando mayor regodeo en ese superficial tacto. Realmente a esas alturas a ambos ya no les importaba regresar al segundo piso, donde yacían los demás amigos reunidos para ver el segundo tiempo del partido, a la mierda la Selección Nacional de Japón, sus planes ahora radicaban en aplazar su placer y darle su terminación como debía de ser.
El ojimiel logró la segunda hazaña, desabrochó el sujetador de la ojiazul-violáceo y lo deslizó por los hombros, para finalmente despojárselo y arrojarlo a alguna parte del suelo de loseta, haciéndole compañía a su camisa. Se miró en sus ojos por unos instantes, compartiendo una mirada traviesa llena de complicidad, y acto seguido volvió a depositar en sus labios un beso más, que fue tomando curso parsimonioso por su cuello y su clavícula, deslizando sus labios hasta el origen de sus senos… la morena no pudo contener soltar un gemido quedo… uno que se vio abruptamente desvanecido…
— ¿Quién está ahí? — Inquirió el pelirrojo tras a muerta.
Las caricias y los besos se frenaron, tanto la pelinegra como el ojimiel se miraron entre sí, buscando en los ojos del otro la respuesta a qué hacer.
—Yo… Ichigo— Atinó a decir entre tartajeos, sin saber que esperar.
— ¡¿Sabes donde está Rukia? — Cuestionó el pelirrojo, y es que desde que había iniciado el medio tiempo ella se había ido de su lado, sólo la vio bajar las escaleras sin saber a donde iba.
Ichigo pasó la mirada hacia su 'compañera' quien trataba de no emitir sonido alguno que la delatara y con ello se acarreara un gran problema con el pelirrojo, puesto que él, desde hace 3 meses era su novio pero desde hace un mes que se veía a escondidas con Ichigo, y no era capaz de cortar los lazos que tenía con ambos en primera porque no quería herir al pelirrojo y segundo porque el pelinaranja le gustaba demasiado, era un engaño total, un descaro y una traición que tanto Ichigo y Rukia hacían a Renji como amigo y novia respectivamente.
—Creo que salió a… comprar hielo… para el refresco porque se acabó…— Fue lo primero que se le ocurrió decirle, tratando de sonar lo más sereno y confiable posible, mientras la pelinegra se mordía los labios a espera de que Renji se tragara la mentira.
Pasaron varios segundos y hubo una respuesta.
— ¡Ah, bien…! — Fueron las últimas palabras del pelirrojo para después abrir y cerrar la puerta principal con la intención de ir a buscarla, ya se había tardado mucho para ir sólo por hielo.
Cuando tuvieron ese presentimiento de que Renji ya se había marchado, la morena dejó de ocupar lugar en las piernas del ojimiel y se levantó, a la par que recogía su brassiere y camisa del suelo para ponérselos. A Ichigo algo fastidiado no le quedó de otra que imitarla, tomó su camisa y volvió a ataviarse de ella. Prácticamente les habían arruinado el momento.
De repente el tono del celular de Rukia empezó a sonar, haciendo evidente la recepción de un mensaje de texto, lo peor del asunto es que el mentado tono estaba a lo más alto en volumen y si alguien del resto de los invitados estaba merodeando por ahí, seguro sospecharía que su relación con Ichigo iba más allá de una amistad y de lo cornudo que era Renji.
— ¡Tonta, apágalo!— Alzó la voz un poco, instándola a que hiciera algo para evitar ser descubiertos.
— ¡Eso hago imbécil! — Le respondió molesta la chica, mientras buscaba en el menú de su celular la opción de volumen.
El pelinaranja exaltado se le ocurrió bajarle la palanca al inodoro para que el sonido del agua correr por el drenaje se confundiera con el tonito, a la par que la morena aprovechó para responderle el mensaje con varias mentiras de por medio, entre ellas diciéndole que había ido por hielo, pero que no había encontrado y ya iba de regreso.
Con ello el par se acomodó sus ropajes a como estaban en un principio de su pequeño recreo, se miraron en el espejo tratando de lucir lo menos desaliñados posible y acordando qué dirían en su defensa, en caso de que lo necesitaran.
—Al salir del baño te vas a la cocina y te sirves algo, refresco, agua, no sé… mientras yo me iré a reunir con los demás arriba…— Decía el ojimiel a voz bajita mientras miraba a la morena por el espejo.
—De acuerdo— Fueron las palabras de la ojiazul-violáceo mientras esparcía algunas gotas de agua en su bruna cabellera, tratando de aplacar los pelos rebeldes.
Antes de salir de su 'escondite' se miraron detenidamente y sin poder evitarlo volvieron a unir sus labios, entregándose un beso tierno acompañado de una sonrisa.
Tal y como lo acordaron, Rukia fue hasta la cocina a servirse lo que fuera que hubiese en el refrigerador, a la par que el ojimiel regresaba con el resto de las amistades a ver el partido, sin que nadie le notara extraño o sospechoso.
Varios minutos después, el pelirrojo regresó a la casa y con voz alta llamó a su novia, quien con una sonrisa salió de la cocina con un par de vasos de refresco hasta el tope en sus manos, deteniéndose a unos cuantos metros de él.
—Para ti…— Acotó la ojiazul-violáceo para después estirar su brazo a espera de que Renji sostuviera la bebida.
—Gracias— Respondió el pelirrojo aceptando el refresco, sin hacerle ninguna clase de pregunta relativa a su tardanza por el hielo que no encontró en la tienda.
Como si nada hubiera pasado, la pareja subió las escaleras a integrarse a los demás invitados, para ver y disfrutar todos juntos lo que restaba del partido.
Renji miraba atento la pantalla del televisor y de vez en cuando dejaba un beso en los labios de la morena, sin sospechar, sin imaginar siquiera que su novia y su mejor amigo guardaban y compartían un sucio secreto pasional.
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Tema II: "Lo que pienso del matrimonio"
Sinopsis: [AU] "Ese era su punto de vista sobre el matrimonio… pero no tenía ni idea de lo que estaba por ocurrir"
Ci vediamo dopo!