Bueno, aquí el primer capítulo que me puso Riens. Estas son las características.

Reto de Scripturiens para Midnighttreasure

Pairing: Mimato Características: Todos sabemos que a Mimi le encantan las películas de Disney y aunque a Yamato no le molesta, se espanta de ver que ha preparado un maratón que durarádías. ¿La razón? En una conversación pasada con sus amigos, trataban de descifrar qué pareja de Disney serían ellos y Mimi no ha logrado sacárselo de la mente. Aunque es completamente Mimato-centric, pueden haber guiños de otros personajes que se pasen por el apartamento sin anunciar y reaccionen a la feroz batalla de voluntades que se está librando. Qué pareja son y cómo reaccionan ellos y los demás ante la conclusión, lo dejo totalmente a tu libertad. Como sé que aún no estás libre de tiempo, creo que da para un one-shot. Si la historia se extiende o no es decisión tuya también. Género: Humor/Romance/Friendship

Digimon no me pertenece, yo solo juego con los personajes.


Y vivieron felices y comieron perdices

Prólogo

—¡Venga, Yama! —suplicó Mimi por enésima vez—. ¡Por favor!

—No, Mimi —negó él, también por enésima vez—. Es demasiado.

—¡Pero es necesario! —dijo muy seriamente—. ¡Tenemos que saberlo!

—Es una tontería, Mimi —murmuró el rubio de forma cansada.

El repentino silencio le dio pistas sobre que algo malo había dicho, y se giró para ver a su novia con los labios firmemente apretados y los ojos aguados. Supo, al observarla, que la había herido de alguna manera.

—Mimi… —se acercó pero ella se alejó hacia el lado contrario en un muy dramático movimiento—. Cariño, no quería decir eso…

—¿No te importa nada nuestra relación? —preguntó ella con una lágrima cayendo por su mejilla—. ¿Para ti no significa nada?

—Mimi, cariño —Matt se acercó a ella y la abrazó, aún cuando ella se debatió para soltarse—. No quería decir eso. Sabes que eres lo más importante en mi vida, y que todo lo relacionado contigo significa todo para mí.

—Entonces, ¿por qué no quieres hacerlo? —cuestionó alzando la cara hacia él y mirándolo a través de sus pestañas, en ese momento mojadas por las lágrimas.

—No es que no quiera pero… —los ojos de Mimi parecieron brillar más, como los del gato con botas, y Yamato supo que había perdido esa batalla. Con un suspiro, aceptó—. Está bien, lo haremos.

—¡Bien! —el grito de alegría de Mimi resonó en las paredes de su habitación.

La castaña se soltó de su novio y se puso a corretear, contenta, por la estancia. El rubio suspiró con frustración, dándose cuenta de que había vuelto a caer en las tretas de su chica; en aquellas que siempre hacía cuando quería salirse con la suya sí o sí. Debía de haber sabido que Mimi no era tan infantil como para llorar por una simple negación de algo tan ridículo. Observó a la chica, que saltaba con euforia mientras murmuraba todo lo que necesitaba para su plan, y no pudo más que sonreír; en el fondo le encantaba verla tan feliz, aunque fuese por un plan que él sabía que iba a sufrir.

—¡Necesitamos palomitas! —gritaba mientras tanto la castaña—. Pero de las de colores, que están más ricas. También golosinas; una película no es igual sin golosinas. ¡Y refresco! Podemos coger cerveza para ti.

Yamato no pudo evitar reír al verla planificar todo teniéndolo en cuenta; Mimi siempre tan considerada. Pero cuando la lista empezó a ser interminable, no pudo más que bufar. Iba a matar a Taichi, ¡aquello era su culpa!

Todo había sido cosa del día en el que a Yagami le habían dado, después de mucho esfuerzo, un puesto en el trabajo que siempre había soñado. Era de prácticas, pero aún así era una empresa tan prestigiosa mundialmente que era dificilísimo conseguirlo. Por eso, había querido celebrarlo invitando a todos los niños elegidos a beber sake. La noche había transcurrido entre risas hasta que, sin que nadie entendiese cómo, Taichi y Mimi había terminado discutiendo sobre películas; él borrachísimo y ella indignadísima.

—Las películas de Marvel son las mejores, Mimi —murmuró el castaño de forma gangosa.

—¡Las de Disney son mucho mejores! —chilló la chica—. No puedes negarlo. Princesas, príncipes, finales felices…

—¿Y qué dices de las de Marvel? —cuestionó él—. Superhéroes, acción. ¡Tienen a lobezno!

—Sí, sí, es muy guapo —Mimi agitó la mano restándole importancia—. Pero no le llega a la altura del betún de ninguno de los príncipes de Disney.

—¡Son mucho mejores! —gritó el castaño—. Y Yamato piensa lo mismo.

Mimi se giró tan rápido hacia su novio que casi pareció que iba a romperse. El rubio se encontró con una castaña que lo miraba espantada, como si no pudiese llegar a creer lo que le estaba diciendo Tai.

—Yo… —trató de explicarse.

Pero no se le ocurría nada. Pudo ver al castaño mofarse de él desde detrás de la chica, la cual lo miraba desafiante a la espera de que le dijese lo que pensaba. Fue Sora la que acudió a su ayuda.

—Oye —habló llamando la atención de todos de la mesa—, y si fueseis personajes Disney, ¿qué pareja seríais?

Mimi miró a su novio ante la pregunta, problema anterior olvidado y unas nuevas cuestiones en mente.

Hasta ése día, Mimi había estando insistiéndole en que tenían que descubrir qué pareja de Princesa y Príncipe Disney formaban. Para ello, la grandiosa idea de su novia era que debían hacer una maratón con todas las películas de las princesas para poder decidir, correctamente, quiénes eran.

—¡Solamente son 13 princesas, Yama! —le solía decir como argumento—. No meteremos a las que no están reconocidas como Princesas. Alicia no entra, ni Mégara, ni campanilla, ¡ni Wendy! Ni muchas otras. Además como dos de ellas aparecen en la misma, ¡solamente son 12 películas!

Esos habían sido los principales argumentos que la chica había utilizado para convencerlo. Yamato había aguantado estoico, aunque sabía que en algún momento sucumbiría porque, de alguna manera, y sin que nunca fuese a aceptárselo a Taichi, le gustaba consentir a su pequeña princesa. Así que ése había sido el día.

—¡Qué bien lo vamos a pasar! —el grito, aún eufórico, de Mimi le trajo de nuevo al mundo real—. ¡Qué ganas tengo de que sea mañana! ¿Quedamos después de tu ensayo para ir a comprar todo? Y tenemos que pasar por casa de Miya, que le voy a pedir que me deje un par de cojines nuevos que tiene para que estemos más cómodos.

El rubio apretó los ojos fuertemente, una leve jaqueca martilleando en su sien de solo pensar en el panorama que le esperaba al día siguiente. Mimi siguió parloteando intensamente. Yamato solamente blasfemó y volvió a desear matar a Taichi.


Y como siempre tiene que haber una introducción de todo... ¡Tachán! Aunque no sea la repera y sea algo sosillo, creo que es necesario, sino entrar en materia sin explicación... no me sale.

Ya sé que ahora mismo no sale la idea completa de lo que pediste, Riens, pero quería hacer un comienzo donde se explicase todo, y después voy a hacer diferentes capítulos con las explicaciones de las parejas. En total, creo que van a ser 13 capítulos, contando éste. No pretendo que sean muy largos.

Bueno, nada más, espero que os guste sobretodo a ti, Riens.

Nos leemos.

Mid*