Leyenda de Zelda: El perjurio de una Princesa

CAPITULO UNO:

" La calma no significa la ausencia de la tormenta..."

Largos habían sido los días después de la terrible batalla por la libertad de Hyrule, apenas con el cambio de estación se podía notar las positivas alteraciones que surgían en el reino así como en sus habitantes. Las tenues luces de la ciudadela iluminaban contra la noche, mientras pequeños humos aparecían en las chimeneas anunciando con ello las primeras noches de Inverno. Aún en reparación, el antiguo castillo se levantaba lentamente como constante recordatorio de lo que había pasado, así como la esperanza de un nuevo futuro.

El sonido de los fuertes pasos resonó por las viejas paredes de piedra, un sombra caminaba con tranquilidad en aquel pasillo, inmutable ante la oscuridad o el frio del medioambiente; tras varios minutos después de haber vagado por las interminables escaleras y pasadizos del sótano del palacio, llegó hasta un puerta de madera, donde el reflejo de luz debajo de ella contrastaba contra la oscuridad que dominaba el ambiente. Tomando un largo suspiro el hombre abrió la entrada encontrando al final de ella en un pequeño y solitario estudio, ahí rodeada por artefactos, cofres, armaduras así como libros estaba la joven y actual soberana del reino.

-Buenas noches Deyer, me imagino que para haber bajado hasta acá has de traer noticias-

La tranquila y suave voz de la princesa sonó con claridad y paciencia, mientras terminaba de marcar la hoja del libro que estaba leyendo para cerrarlo y voltear a ver a su maestro, amigo y más confiable súbdito, uno de los nobles que dirigían el consejo Real. El Hombre ya de pasada edad, solo bajo la cabeza en reverencia a su soberana dejando la vieja linterna de aceite sobre una de las mesas del lugar.

-Así es alteza, los nuevos reportes han llegado; los trabajos de reconstrucción de la ciudadela están siendo ya todo un éxito, más de la mitad de los hogares han sido restaurados así como los albergues para dar alimento y cobijo estan funcionado perfectamente. Ya la vida esta empezando a restaurase, así como las fuentes y los acueductos han sido renovados trayendo agua potable y la inversión de los invernaderos los cuales esta ha cargo de la señora Impaz han empezó a dar frutos creando cosechas sustentables que no serán afectadas por el clima invernal... En su última carta el rey Ralis comenta del gran éxito de la descongelación del lago, así como su apoyo y ayuda para mantener fluyendo el agua potable no solo al castillo y a la ciudadela, sino también al resto del reino. Me es también grato infórmale que el jefe Renado anuncia la rápida recuperación de Kakariko así como del uso de los albergues y los nuevos cultivos... El patriarca Darbus de los Gorons ha recolectado suficiente material de las minas para continuar con la reconstrucción de la ciudadela, así como las villas y aldeas que fueron afectadas. Con estas nuevas acciones la población nuevamente empieza a sentirse segura alteza... El Reino de Hyrule esta estabilizándose poco a poco…-

Reportó el hombre que había sido como un padre para la joven, desde la temprana muerte de la reina hasta el fallecimiento del monarca cuando fue tomado el reino, Deyer había educado, cuidado y protegido a la chica como hija propia. La había visto florecer desde un capullo como la pequeña niña que corría en el palacio perseguida por sus damas llenando el lugar de risa y alegría hasta actual dama elegante, refinada que tenía en frente. El antiguo soberano estaría muy orgulloso, pensó a si mismo el consejero real.

-Es un gusto saber que todo va funcionado, mientras la gente tenga comida y refugio, las alianzas entre las diferentes razas prosigan el reino de Hyrule volverá a levantarse de nuevo. ¿Tiene noticias del héroe?- contestó la princesa, mientras pasaba su mano por su cabellera intentando arreglarla al tiempo que posaba su vista sobre el concejal.

-Solo rumores, el caballero de la Trifuerza parece estar en la aldea de Ordon, asumo que atendiendo asuntos personales.- respondió rápidamente el concejal, para luego cambiar de tono y viendo seriamente a su soberana. –El Conceller Radón ha llamado a un sesión extraordinaria a primera hora para discutir la capacidad de su alteza como futura reina, me temo que no estarán todos los miembros y la mayoría de los asistentes no son partidarios de su alteza.

Ante las graves noticias de su mentor, la joven Hyliana tomó asiento en la silla de madera junto al escritorio donde había estado leyendo, sabía perfectamente lo que implicaban sus palabras; el consejo de Hyrule era un tradición antigua puesto por el V Rey para mejorar las funciones del reino, haciendo que actualmente cargara con mayor poder del que deberían de tener. Suspirando, la chica cerro sus ojos tratando de tranquilizar aquel terrible presentimiento que crecía dentro de ella, abriendo lentamente sus párpados miró la marca de la Trifuerza en su mano, que yacía oculta bajo su guante. Sabía bien que el secreto real y el mayor poder de su tierra debería seguir siendo custodiado y protegido. Tomando una rápida decisión la joven miro a su amigo y mentor acercándose al tiempo que tomaba sus manos.

-Deyer, debemos proteger a Hyrule y su secreto de cualquier amenaza aunque eso incluya la monarquía del reino. Si lo que estoy temiendo llegara a pasar, no solo destruirá la nueva paz que se ha formado, creando guerra y destrucción a su paso. No tenemos mucho tiempo, necesitaré de toda tu ayuda-

El regidor miró con seriedad a la joven , olvidando por un instante que era su soberana y contemplandola como el retoño que siempre había deseado, sintiendo el orgullo indundaba aseguro a la joven que estaría a su disposición en lo que pidiera.

***En la aldea de Ordon***

Los rayos de luz se filtraban por las hojas de la arboles en la pacífica villa de Ordon, el Mayor Bo había dejado el lugar para reunirse con el Shaman de Kakariko, quedando el jubilado caballero Rusl en su lugar hasta su regreso. Mientras el sonido de las aves llenaba el medio ambiente, el grito de un halcón se alzo por los cielos cuando el joven guerrero caminaba con lentitud por la pequeña villa en la que había crecido. Link miraba con tranquilidad el paso del tiempo. Ordon siempre seria parte del él, mas sabia bien que no era su hogar, Era un pensamiento que había estado ocupando su mente por mucho tiempo. Después de haber derrotado al terrible Ganondorf y haber liberado al reino del crepúsculo, así como la terrible partida de su amiga Midna, el joven había sido nombrado Héroe del reino y caballero de la Trifuerza. Un titulo que había sido solo dado a quienes habían poseído la capacidad de blandir la espada maestra según la historia. Aunque se sentía de alguna manera conectado con la princesa Zelda que no entendía, había aceptado el título, los honores y todas las responsabilidades que implicaba. Suspirando y tratando de cambiar sus pensamientos el joven sabía perfectamente que esta paz que ahora experimentaba era temporal, había viajado a su aldea buscando calmar aquella ansiedad que crecía dentro de él, obteniendo solo más preguntas en vez de respuestas.

-Oye Link, ¿te pasa algo?-

Al oír la voz, de su casi padre adoptivo, Link volteo de inmediato a ver a Rusl, quien caminaba hacia él jalando un potro de trabajo por las bridas. El hombre no había cambiado en absoluto parecía como si el tiempo siempre estuviera detenido ante él, nervioso el joven bajo la mirada mientras sentía como sus dedos tocaban el mango de la espada sagrada, un habito que estaba desarrollando desde que la había quitado de su espalda y ajustado a la cintura como requería el protocolo de caballería. El antiguo caballero acostumbrado al leer el lenguaje corporal del chico, se acerco a él dándole una fuerte palmada en la espalda para relajarlo.

-Ven acompáñame, tengo que limpiar y relajar a este muchacho antes de entregarlo al rancho, además de que podría usar la compañía- sin decir más y sintiéndose avergonzado como cuando era niño, el joven héroe solo asintió siguiendo a su mentor hasta la fuente de Farone.

El sonido del agua como el de los insectos llenaban el ambiente, Rusl quien había terminado de limpiar y bañar al potro alazán, miraba con seriedad al joven. El chico había cambiado en un par de meses, parecía que el tiempo había tomado más que solo un poco de su juventud, frente a él estaba todo un guerrero, y no hablaba solo sobre el arte de la espada, sino también su comportamiento y mirada eran tan diferentes como la de un hombre que había enfrentado el miedo y la muerte misma. La actitud de quien ha visto la realidad de la guerra, el sufrimiento y la soledad que llena el alma cuando uno se enfrenta a la acción de quitar una vida con sus propias manos. Link permanecía en silencio sin notar la forma en que estaba siendo observado, al estar sumergido en lo más profundo de sus pensamientos, los recuerdos del inicio de la guerra, la angustia de haber sido transformado en un lobo, la dificultad de las batallas, todas aquellas remembranzas perdían su efecto ante la tranquila presencia del espíritu de la luz de la fuente.

El aullido de un mono así como el sonido de las ramas de los arboles al ser sacudidas por el viento, saco al muchacho de su mente encontrando al ya jubilado caballero contemplándolo en silencio.

-No voy ha cuestionar tus motivos por haber regresado a la aldea, pero huir no es la respuesta que estas buscando. Sabes cuando yo era joven, me imaginaba lo increíble que sería poder unirme a los soldados del palacio, de convertirme en un caballero, el luchar por el honor y la gloria de nuestro rey. Pero cuando llegó la guerra, las ilusiones se rompieron y empezó la verdad, los campos bañados en sangre, sin saber si era la nuestra o la del enemigo; las miradas perdidas ante el rostro de la muerte, los sollozos de dolor y angustia, el temor en cada sombra, la oscuridad en nuestras almas. Después de aquello no volví a ser la misma persona, unos nos decían héroes de guerra, los valientes caballeros que lucharon y salvaron al pueblo y al rey. Pero yo solo veía en mis manos la sangre que escurría en ellas. Sentía que alababan a la persona incorrecta que no podía ser la mitad de lo que ellos creían, eso era una ilusión, puesto que había vivido el infierno que realmente era; y tal vez solo por la gracia de las diosas, había sobrevivido por suerte y no habilidad… Durante un tiempo viví en el castillo y la ciudadela, pero el frío de los pasillo y el resonar del eco de las armas, solo traía a mi mente terribles recuerdos de muerte, sin soportarlo más me di de baja del ejercito, abandone a mi rey y huí de nuevo a mi tierra, a mi hogar… pero el dolor y la oscuridad no me dejaron escapar, ellos me siguieron y me atormentaron más y más, cada niño, cada persona era el rostro de un fantasma de mi pasado y cuando caí en el abismo en la profundidad de mi oscuridad, hundido a veces en la soledad, en el dolor y el alcohol… sin saberlo una oportunidad se dio en mi vida, la misión de acompañar a un mercader y su hija atreves del paso del desierto a un pueblo extranjero, necesitando el dinero acepte la misión y sin darme cuenta ahí encontré mi redención… Ahí conocí a Uli, el ángel que cambio mi vida, en ese viaje descubrí que el verdadero valor de un hombre se obtiene por lo que tiene dentro, por lo que es capas de proteger… no era la gloria, ni el orgullo sino el amor… el amor a mi gente, a este reino, pero sobre todo el amor a ella… Se que te sientes confundido y tal vez la ciudadela y el palacio te parezcan ahora una terrible jaula, pero el regresar acá e intentar ocultarte en tu pasado no te servirá de nada, ya que nunca podrás volver a ser quien eras… debes buscar dentro de ti la verdadera razón, la causa, el motivo por el cual eres capaz de hacer lo que haces, no por un título, ni por un designio divino, sino por lo que estas dispuesto a defender, a y proteger…-

Las palabras del Rusl, llenaban el ambiente, su voz cambiaba con cada una de sus emociones al hablar de su pasado, un tema que nunca había querido compartir y ahora hacía para darle tal vez la lección y la guía a quien parecía haber quedado atrapado al igual que el en ese manto de confusión. Sin decir mas, volvió a colocar las bridas sobre el potro y se retiro de la fuente. Link contemplaba aun en silencio las ondas que se hacían en la fuente mientras observaba como aquel hombre que había sido su inspiración se alejaba hacia la aldea. Viéndolo por primera vez no como el ex gran caballero que participo en la guerra y protegió al mismo rey, sino como una personas que conocía la oscuridad y que había salido de ella. Sin perder más el tiempo salió de la fuente después de dar un plegaria al espíritu de la luz Farone, tomando camino hacia el Bosque perdido…

***En el Castillo ***

El sonido de los tacones de las botas resonaban la cantera del piso, sintiendo como los pulmones se quejaban por la falta de aire por el extenuante esfuerzo, la figura cubierta por un capa y caperuza negra corría a toda velocidad entre las sombras de la ruinas del castillo. No podía detenerse a descansar ni un solo segundo, el tiempo era preciado y no podía desperdiciarlo, no ahora, cuando más importaba. Una tenue luz al final del oscuro pasillo lleno de esperanza a la figura que apresuro aun mas el paso, saliendo por la pequeña puerta secreta de piedra. La luna en lo alto del cielo iluminaba la tierra, ahí entre los escombros y piedras que alguna vez formaron parte de aquella majestuosa fortaleza servían de abrigo ante aquellas figuras. Parado sosteniendo un imponente frisón se encontraba Deyer, quien terminaba de guardar las bolsas y objetos importantes en la silla del equino. Al sonido de la agitada respiración y de los pasos, el hombre volteo a ver como la joven se acercaba a el mientras intentaba recuperar el aliento. Al igual que padre e hija cruzaron miradas cuando la chica haciendo a un lado todo protocolo abrazó aquel hombre que tenia enfrente con el temor y dolor creciendo en su alma, cobijándola entre sus brazos, aquel hombre esperaba solamente transmitirle toda su fuerza y valor. Separándose de la joven puso sus manos sobre sus hombros buscando las palabras adecuadas, sin encontrar alguna.

-Han revocado mis privilegios como futura Reina, algo esta tramando Radón desde la muerte de mi padre, el ha querido el poder para si mismo. No puedo dejar que sepan el secreto de la familia real y el poder de la Trifuerza. Debo irme ya que temo que mi vida corre peligro y no creo en ninguna de sus palabras… Por favor avísale al héroe cuanto antes de lo que esta sucediendo- decía la joven princesa con lagrimas en los ojos.

-Zelda, estás seguro que esto es lo que deseas hacer aún podemos convocar otra asamblea, llamar a los aliados y buscar otra solución. Eres por derecho la futura reina, la sangre de la Diosa Hylia corre por tus venas, no puedo permitir que hagas esto sola-

-Lo siento, pero no hay tiempo, de aquí en lo que informamos a los demás y planeamos respuesta será demasiado tarde- dijo la joven quitando su guante enseñando la marca del Trifuerza a su mentor. El hombre al ver aquella prueba solo cerro los ojos, y comprendiendo realmente el peligro en el que se encontraba la chica, y haciendo a un lado su sentimientos la miró seriamente.

-Mis labios estarán sellados, debes tomar el camino del Pico de nieve. Este es Crono, el legendario corcel de tu padre durante la guerra, conoce perfectamente el reino así como todos sus caminos, confía en él cuando dudes a donde seguir… que la luz y las Diosas te acompañen-

Sin decir más la princesa coloco de nuevo su guante y monto con suavidad y rapidez al fiel corcel de su padre, colocando nuevamente la caperuza cubriendo su rostro y sin voltear a ver atrás partió rumbo al norte.

Deyer solo podía contemplar como la figura desaparecía perdiéndose en la oscuridad, dando un larga plegaria de las Diosas y los espíritus de la luz, el viejo concejal sabía que debía regresar pronto a su lugar y prepararse al enfrentamiento del siguiente día, ya que no todas las batallas podían ser resueltas con una espada.

Nota de autor: los personajes de la leyenda de Zelda pertenecen a Nintendo, el reino de Kolinguen es una creación mía así como todos sus personajes. Muchas gracias a los que han comentado sobre esta historia, se han tomado en cuenta cada uno de ellos y por ello estoy volviendo a subir los capítulos ya editados y revisados.