Hola, aquí estoy de nuevo al ataque. Acabo de terminar este capítulo y he decidido subirlo ya. Estoy inspirada y quiero aprovechar hasta que mi musa se vaya de juerga de nuevo.
Disclamer…. Ojalá, para que negarlo.
Dedicado a todas aquellas amigas y amigos invisibles que estáis ahí apoyándome. No os conozco más que por vuestros comentarios, y me dais mucho… aunque yo a veces no lo sepa agradecer.
Bss. S.
--- Capítulo 1 ---
Había salido tarde de las clases. Harry, tras su fracasado enfrentamiento con Voldemort a los 15, había entrado en razón tras largas horas de discusiones con Hermione y Remus, y estaba en la facultad, preparándose para ser Auror, aprendiendo las herramientas que necesitaba para no fracasar de nuevo.
Como de costumbre iba solo camino de casa. Tras la muerte de sus tíos y su primo a manos de los mortífagos, había decidido que era el mejor sitio para quedarse, aunque una vez atravesada la puerta, no había nada que recordase su aspecto anterior salvo un pequeño cuarto bajo la escalera. Ahora era más diáfana, con menos paredes y más plantas de especies desconocidas. La remodelación de este pequeño adosado en Privet Drive, le había servido como terapia.
Tenía la extraña sensación de que en la oscuridad algo o alguien le acechaba, pero por más que miraba no veía nada. Se pateó mentalmente por no haber repasado los temas de espionaje y contraespionaje, pero como no lo podía solucionar en ese momento decidió acelerar el paso hasta casa.
Una vez cerrada la puerta tras de sí, respiró tranquilo. Hedwig ululó para saludarlo con alegría. La lechuza era ya muy vieja, y a penas salía para cazar, además, las heridas de guerra también habían hecho mella en su estado físico. Harry solo la usaba para emergencias. A su lado, dos pequeñas lechuzas comunes peleaban entre sí, bajo la mirada de desaprobación de la blanca.
.-¡Batman¡Spiderman! estaos quietas ya, molestáis a Hedwig. ¿Por qué no salís a cazar ahora que estoy en casa? – Las dos lechuzas le miraron y volaron hacia la ventana que Harry abría en ese momento - ¡No me metáis en casa la caza! – Gritó mientras se alejaban – Estoy harto de encontrarme restos de animales muertos – Dijo a la nada.
Estaba tan cansado que a penas recogió los restos de la cena se acostó, al día siguiente era festivo, así que tenía tiempo de sobra para estudiar.
Siempre le pasaba lo mismo, cuanto más cansado estaba más le costaba dormir… las piernas parecían tener vida propia y le empezaban las tentaciones de pegarse con la almohada. Solución… Un baño de burbujas en su recién instalado jacuzzi. Total ya que no iba a dormir con facilidad por lo menos se relajaría.
Un golpe de varita y todo estaba preparado, eso era una de las ventajas de ser mago.
Se quitó el slip con el que dormía y se sumergió lentamente en el agua caliente, dejando que las sensaciones de los olores y las burbujas le dominaran. Suspiró dejándose llevar y notando como sus músculos dejaban de hormiguear para tranquilizarse. Sin quererlo, una imagen masculina vino a su mente… suspiró de nuevo, esta vez con cierta tristeza. Ese amor platónico era su gran secreto… nadie lo sabía ni nadie lo iba a saber nunca.
Cerró los ojos y se empezó a acariciar. No hacía daño a nadie con ese pensamiento, así que las raras veces que venía esa imagen a su cabeza se dejaba llevar sin remordimientos. Primero se acarició los pezones y luego, mientras una de sus manos seguía acariciando su pecho, la otra bajó despacio hasta su miembro.
La imagen de ese mortífago tenía de por sí poderes eróticos para Harry, iba a ser una lástima tener que matarlo si alguna vez se encontraban, pero hasta entonces… El moreno agarró con suavidad su miembro semi-erecto y despacio comenzó a masturbarse.
Las imágenes de en su cabeza, los olores del baño, las burbujas y sus propias caricias le llevaron a un placentero orgasmo que culminó con un suave gemido…
Draco puso la mano sobre la bola, al instante las imágenes del moreno se trasformaron en humo. Cerró los ojos y se maldijo por dentro.
.-No deberías de torturarte así, hijo – Afirmó Lucius mientras cerraba la puerta tras de sí.
.-Eso es fácil decirlo padre. Sobretodo cuando uno está casado con la mujer que ama y tiene de amante al hombre que desea – Respondió con rabia.
.-Si sigues espiándole no le olvidarás, y no darás oportunidad a otros de que te enamoren. Hijo…
.-Ya sé, ya sé… - Dijo con desgana hundiéndose más en el sillón – Puedo tener a quien desee… ¿quién te pidió mi mano esta vez?
.-Zambini de nuevo – Lucius se sentó frente a él – Le dije que lo hablaríamos.
.-Vale, dalo por hablado, mi respuesta es no.
.-Draco… él no te va a corresponder nunca. Y no solo porque estéis en bandos contrarios, eso tiene solución ambos lo sabemos, sino porque…
.-¿Me dejarías desertar? – Cortó bruscamente el rubio.
.-Sí, sabes que sí si fuera necesario, pero no tienes ninguna oportunidad – Le respondió con calma – Incluso cuando aún no eras mortífago él te había rechazado.
.-Que no tuviera la marca no significa que para él no fuera ya uno de los vuestros.
.-Draco, sé que mi decisión no ha traído consecuencias positivas para ti… pero la tomé con 15 años… no sabía lo que iba poder afectar a mis descendientes… Ni siquiera le había pedido una cita a tu madre.
.-Lo sé, lo sé y lo siento. Lo siento padre, no debería de enfadarme contigo… es solo que… daría lo que fuera por una hora en sus brazos – Respondió con tristeza mirando las llamas de la chimenea - ¿No puedes ayudarme¿no existe algún hechizo o filtro que me lo permita?
.-Ya lo hemos hablado… Lupin se encarga de que tome las pócimas anti filtros y demás… salvo que quieras la multijugos.
.-No, quiero que esté conmigo y que me llame por mi nombre… - Dijo con rabia – Es tarde – Se levantó despacio – Mañana me toca levantar al Lord y no me gustaría quedarme dormido.
.-Claro… buenas noches.
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Eran las siete de la mañana. Narcisa hacía rato que se había levantado dejando a Lucius abrazado a Severus… los tres habían pasado la noche hablando y discutiendo sobre su hijo. Estaba claro que tenían que buscar una solución y ella quería que esa solución pasase por que Draco tuviera una oportunidad de conquistar a Potter, sabía que lo que realmente mataba a su hijo era el hecho de que no había podido ni tan siquiera intentar acercarse a él, no había recibido ni un "sí" ni un "no", y el "tal vez" le estaba devorando vivo.
Severus y Lucius defendían otras opciones, Lucius suponía que Draco no se sobrepondría a una negativa del moreno, y Severus pensaba que era demasiado peligroso y le perderían o lo matarían.
Ella, como de costumbre desde que vivían en el cuartel general, entró sigilosamente en el cuarto de su hijo y acercándose a su cama le besó en la frente para despertarle. Draco abrió perezosamente lo ojos para encontrarse con el rostro sonriente de su madre.
.-Buenos días cariño, ya es hora.
.-Mierda.
.-Esa no es una expresión muy correcta ¿no crees? Las paredes oyen cariño¿no querrás que piensen que eres un mal hablado? – Dijo en forma de aviso mientras ponía los dedos en los labios de su hijo impidiéndole hablar - Piensa que esa túnica corta te está muy bien y que un mal despertar no debe de arruinarte el día. Incluso los días que se madruga pasan cosas buenas.
El chico sonrió. Hacía mucho que Narcisa le había enseñado a ocultar sus pensamientos y ni el mismísimo Lord había conseguido doblegarle. Su madre le estaba recordando que podía hacer sus tareas pensando en otras cosas, pero con cuidado.
Se lavó y se cambió deprisa, quería pasar el trámite cuanto antes. Cada vez le resultaba más difícil hacer determinadas cosas, aunque su cuerpo estaba más que acostumbrado, su cabeza se negaba a obedecer.
Entró en silencio en la oscura habitación. A penas había muebles, pero de todas formas caminó despacio. A los pies de la inmensa cama con dosel se descalzó y muy lentamente se subió a ella. Con parsimonia empezó a bajar la colcha que cubría el huesudo cuerpo del Lord hasta llegar a su semi-erecto sexo.
A Draco, en la penumbra, le comenzaron a subir a la boca los ácidos del estómago. Respiró profundamente para controlar la arcada mientras contaba de 99 hacia atrás, de 3 en 3 para relajarse. Cuando se notó controlado cerró los ojos y se inclinó sobre el miembro del huesudo cuerpo que aún dormía.
Mientras su mano y su lengua comenzaban su tarea de despertar a su Señor, su mente comenzó a viajar lejos de allí, a Privet Drive, donde un chico moreno de ojos verdes probablemente se despertaba a esas mismas horas con intención de estudiar para sus exámenes cercanos.
Escuchó un profundo suspiro de placer y su mente volvió al cuartel general de los mortífagos, no podía permitirse estar mucho rato en esos viajes mentales o le descubriría. Una mano fría se posó en su pierna derecha y comenzó a acariciar su pantorrilla, mientras los suspiros aumentaban. Él siguió concentrado en su tarea con los ojos cerrados… el Lord disfrutaba, probablemente ya habría abierto los ojos… escuchó el correrse de las cortinas, lo que confirmó su teoría. La erección era ya más que evidente, así que decidió acelerar todo lo posible y la introdujo completamente en su boca comenzando a succionar con fuerza. Los suspiros se trasformaron en gemidos y en pocos segundos, tal vez un minuto, notó un líquido caliente y pringoso inundando su boca.
Notó como le tiraba del pelo obligándolo a cambiar su posición, y antes de que pudiera reaccionar, le Lord le tenía aprisionado bajo él y le besaba con ansias. Draco tembló ligeramente pero se dejó hacer. Nunca antes había sucedido esto. Normalmente en cuanto se corría le daba un azote para echarlo de la cama y todo terminaba ahí.
.-Creo que ya es hora de que subas de nivel – Dijo el hombre apartándose de encima del muchacho, y tumbándose a su lado.
Draco apenas sí se movió, el miedo comenzaba a invadirlo. Voldemort, con la larga y afilada uña de su dedo meñique rasgó la suave seda de la túnica de Draco, dejando el cuerpo del joven al descubierto. Apoyó la palma de su mano en el pecho del chico y comenzó a acariciarlo distraídamente mientras le miraba con detenimiento.
.-Sí, decididamente ya es hora de que subas de nivel… pero antes… tienes que pasar una pequeña prueba…
Sus ojos rojos se iluminaron levemente y segundos después, Severus entró en la habitación.
.-¿Me llamabas? – Preguntó inclinándose y maldiciendo porque en cuanto vio la situación, adivinó lo que iba a pasar a partir de ahí.
.-Sí. He decidido otorgar a los Malfoy un nuevo voto de confianza. Necesito la pócima – No hacía falta el nombre, Severus ya conocía el ritual – y que llames a Lucius y a Narcisa como testigos.
.-Sí mi Señor, en 10 minutos estará todo preparado.
Draco había oído hablar de esa prueba. Se suponía que era un secreto, pero Severus hacía tiempo que había decidido, a escondidas, advertir a su ahijado.
El Lord se vistió con una túnica rojo sangre y se sentó a los pies de su propia cama mirando al chico, que se había cubierto con la colcha.
.-Eres bueno… no he conseguido leer tu mente ni una sola vez… y no creas que no lo he intentado… muchas veces. Siempre me he preguntado en quién piensas cuando me despiertas, o por qué tienes amantes con los que te niegas a formalizar una relación… Sé que alguien ocupa tu mente, y la verdad no me importa hasta cierto punto.
Lucius y Narcisa entraron en silencio. Su rostro no mostraba lo mal que lo estaban pasando por dentro. El Lord les indicó que se quedasen en una de las esquinas de la habitación y volvió de nuevo su atención al chico.
.-Puesto que vas a ascender… en mi cama… tengo que asegurarme que tu mente y tu lealtad no están… digamos que con alguien equivocado. Y como tienes unas fuertes barreras… voy a romperlas.
.-Señor yo… - A penas le salían las palabras.
.-Ya sé, ya sé, pero tu palabra solo no me basta… Sé que eras un alumno aplicado… dime – Severus entró en silencio con una copa en la mano y se quedó a un lado esperando nuevas órdenes. De reojo miraba a Lucius - ¿Sabes cual es el mejor momento para ver una imagen o una palabra en la mente de alguien¿Cuándo no se puede ocultar nada, Draco? – El chico tragó saliva.
.-Durante el orgasmo, Señor – Respondió lentamente.
.-Sí, cierto, en ese momento es muy difícil que tú controles tu mente… así sabré lo que quiero. Siéntate sobre la almohada, quiero disfrutar de lo que va a pasar ahora. Severus… - Éste alargó la copa hacia el chico que la bebió de un sorbo – Esta pócima provoca una fuerte excitación, en pocos minutos perderás el control y necesitarás con urgencia satisfacerte, te aconsejo que no te resistas, no te servirá para nada… disfruta.
Draco miró disimulando su angustia hacia su padre. Este le miraba inexpresivo junto a su madre y a su padrino. La idea de masturbarse delante de ellos le parecía horrible… pero lo que el Lord iba a ver en su mente les condenaría a la muerte… tenía que resistirse.
Empezó a notar calor, su piel comenzó a erizarse como si cientos de plumas la rozaran. Cerró los ojos, no quería ver nada de lo que iba a pasar ahí, quería alejarse. Su mente comenzó a viajar de nuevo. Imágenes de Harry empezaron a inundarla… en la bañera… masturbándose… su excitación empezó a reclamar su atención. Draco se mantenía quieto "No debo de pensar en esto… no debo de pensar en él…" pero los ojos verdes se entrecerraban con deseo, mientras su nombre sonaba "Draco… ven… tómame" Sus manos comenzaron a temblar y a avanzar por su cuerpo… intentó resistir y cambiar sus pensamientos, pero era más fuerte que él, el deseo le inundaba y comenzaba a robarle la razón. Necesitaba terminar… "Estoy muerto" pensó "Todo acabó"… Llevó su mano a su erección y comenzó a autocomplacerse… era tan agradable… Harry sonreía y se mordía el labio inferior… El rubio notó su llegada al punto de no retorno, el orgasmo se acercaba y su secreto sería desvelado… se acercaba… se acercaba…
.-Seve…rus – Exclamó al correrse sobre su mano…él mismo se sorprendió… Harry había desaparecido en el último instante y la imagen de su antiguo maestro de pociones le había sustituido.
.-Vaya, vaya… Esto sí que no me lo esperaba yo… - Draco abrió los ojos llenos de lágrimas, no entendía nada, miró a sus padres y soltó todo el aire retenido en sus pulmones – Así que el amor secreto del hijo es el amante del padre… - El Lord se levantó y fue hacia Lucius. Narcisa bajó la mirada al suelo y Severus se acercó hacia Draco ofreciéndole una capa – Se lo tendrás que prestar Lucius… ¿o ya lo sabías?
.-Lo suponía, Señor.
.-Claro… ahora que lo pienso es lógico que sospechases algo. Bien – Dijo dándose la vuelta – Ahora podéis iros… El chico parece cansado, que se de un baño y descanse… ¡Ah! Severus… mi enhorabuena… al padre y al hijo… - Dijo sonriendo.
Todos se despidieron con una inclinación, y guardaron silencio hasta llegar a sus habitaciones. Draco iba temblando bajo la capa abrazado por su madre que intentaba en vano reconfortarle, le parecía estar viviendo una pesadilla.
Entraron y el rubio notó como su padre cerraba la puerta corredera tras de sí.
.-Padre yo… juro que nunca… - Se sentía ridículo y humillado – Severus es la primera vez que…
.-Tranquilo hijo, has superado la prueba y estamos orgullosos de ti – Lucius puso una mano en el hombro de su sorprendido hijo.
.-Está limpia – Dijo Severus tras verificar que nadie espiaba tras los muros. Narcisa y su marido se relajaron.
.-Todo salió bien, gracias al cielo – Suspiró Narcisa abrazando fuertemente a su hijo – No te preocupes, ahora te explica tu padre. Siéntate en el sofá y toma este chocolate caliente – Draco la miró confundido.
.-Cuando Severus vino esta mañana y nos contó la terrible noticia decidimos intervenir – Lucius se sentó frente a su hijo, que aún no había probado el chocolate – Si descubría tu pequeña debilidad por Potter estábamos perdidos, así que hemos tenido que hechizarte.
.-¿Cómo? – Draco cada vez entendía menos.
.-Como ibas a perder el control sobre tu mente – Continúo Narcisa – Decidimos aprovechar para meterte un pensamiento nuevo. No tuvimos mucho tiempo, y como tu padre o yo no seríamos creíbles como objetos de deseo, le tocó a Severus… es más fácil concentrarte en una persona si la tienes delante.
.-Mientras el Lord se distraía observándote, nosotros conjurábamos esa nueva imagen en tu mente, cuando él quiso ver en qué pensabas ya te habíamos introducido el nuevo pensamiento – Severus sonreía con dulzura al chico – Sé que no soy la causa de tus ojeras Draco… así que tranquilo.
.-Pero me sigo sintiendo humillado… Habéis visto como yo… me…
.-Tendrás que vivir con eso cariño… Pero no te preocupes – Dijo Narcisa cambiando a un tono más animado - En mi vida he visto a muchos hombres haciendo… eso… y estaba tan concentrada en el hechizo de imagen que ni me fijé en ti.
.-Yo tampoco, la verdad… - Dijo Lucius restándole importancia, mientras Severus ponía cara de "¿Había algo que ver? Me debí de distraer" – Vamos, termina tu chocolate, te sentirás mejor… luego el baño está preparado y después… lo que quieras.
.-Acabas de ascender, él tardará unos días en llamarte, puedes salir a dar un paseo por Londres si quieres, ya no necesitas permiso.
Al rubio se le iluminó la cara ante esa sugerencia. Hacía mucho que no salía de aquella casa. Además… necesitaba discutir con alguien…
.-¿Lo ves? – Narcisa le había adivinado el pensamiento – No va a ser tan malo el día después de todo.
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Harry caminaba deprisa rumbo a casa. Se había entretenido en la panadería más de la cuenta y había dejado un bonito en el horno que debía de estar ya a punto de salir chamuscado.
Se había levantado con pocas ganas de estudiar, así que había hecho limpieza general y después, se había puesto a cocinar empujado por la excusa de que hacía tiempo que no comía decentemente.
Al entrar en casa se dirigió directamente al horno, afortunadamente había llegado a tiempo y el bonito olía estupendamente, lo apoyaba con cuidado en la encimera cuando una pajarita de papel se posó tranquilamente en su hombro.
Un recuerdo de la infancia le vino inmediatamente a la cabeza. La cogió con cuidado y la deshizo para leer el mensaje.
"Hoy casi me cuestas la vida. Creo que me he ganado parte de ese horneado. D.M."
Se quedó estupefacto. Levantó la mirada y buscó en la acera de enfrente. Allí estaba, observándole. Vestido de negro y con una cabellera larga y rubia suelta y agitada por el viento, Draco Malfoy le estaba esperando.
Se giró sobre sí mismo apoyándose en la encimera y mirando al suelo, esto no podía estar pasando. Sabía que estaba seguro, si no le invitaba a pasar, las barreras mágicas no le permitirían acercarse más, pero eso no era su preocupación… él aún no estaba preparado para enfrentarse de nuevo al Lord. Otra pajarita le golpeó en la cabeza antes de caer al suelo.
"¿Asustado Potter?"
.-Mierda – Murmuró por lo bajo mientras arrugaba con rabia la segunda pajarita – Siempre caigo en la misma trampa.
--- Gracias por leer ---
Espero muchos ruegos, preguntas, sugerencias y críticas constructivas en vuestros comentarios.
