Es mi primer fic, así que bueno no sé muy bien como saldrá, ando con fiebre de korrasami y me he animado a escribir algo. Gracias por leer.
Los personajes de LOK no me pertenecen.
(o si hay algún horror ortográfico disculpen)
Una luz cegadora ilumina todo el centro de ciudad república, o lo que se está reconstruyendo de ella. Hace pocas semanas que ha terminado la guerra de "la gran unificadora" y los planes de expansión de la ciudad están en marcha, aún falta mucho camino por recorrer, pero los ánimos no faltan.
Alrededor del portal, los espíritus revolotean por doquier, tal vez incluso ahora haya muchos más. Tal vez están esperando a quien está a punto de llegar o prevén un lo que va a ocurrir.
Del portal emerge el avatar Korra, tomando de la mano de la CEO de industrias futuro, ambas no pueden dejar de verse con una sonrisa. Asami se acerca para besar suavemente los labios del avatar, quien la toma de la cintura y hace un pequeño remolino, usando el aire control, para alejarse del portal.
Cuando caen, la chica de ojos verdes, le regala una sonrisa coqueta y se ajusta su mochila para emprender camino, debían ir al templo aire de la isla, tenían mucho trabajo por hacer, dio unos pasos para percatarse que Korra se había quedado inmóvil viendo hacia el portal.
-creo que me he olvidado algo cerca del portal- dijo Korra con una sonrisa torcida, antes de que la joven CEO pudiera preguntar si todo estaba bien, Asami la miro entrecerrando los ojos divertida, Korra era pésima mintiendo –adelántate, te alcanzare en un segundo- Korra dio un solo un paso y volteo en cuanto sintió a Asami sujetarla de una mano.
-¿me acompañaría el avatar a cenar esta noche?-
-Suena perfecto- Korra le dedico una sonrisa amorosa y se puso en marcha, poco sabía que esa sería la última vez que vería a la joven avatar.
-/
Shu corrió entre la marea de personas que se encontraba en ese momento en el distrito alto de Ba Sing Se, no pudo evitar exhalar un poco exasperada, no estaba acostumbrada a ver tantas personas en un mismo lugar, pero debía encontrar a Agga. Corría tan rápido como podía, viendo en todas direcciones, mientras un pequeño símbolo del reino tierra rebotaba en su pecho y apretaba con fuerza en su mano izquierda su pequeño bolso repleto de libros, se frenaba entre calles esperando que un satomobil o un colmovil no la aplastara, había demasiados, muchos más de los que acostumbraba a ver en casa, cerca de Zaofu.
Se detuvo para tomar algo de aire, comenzaba a desesperarse debía volver pronto, se ganaría una gran reprimenda y por sobre todo no podía hacer esperar a la multitud
-No puedo creer que se haya reunido tanta gente solo para verme- pensó mientras suspiraba y cerraba los ojos, se dio da la vuelta para continuar su búsqueda y choco sorprendida con un pequeño cuerpo, era un hombre mayor bastante bajito con un bigote de lo más curioso vestido con túnicas verdes, se apresuró a disculparse haciendo algunas reverencias.
- ¡oh tranquila! Todos estamos emocionados ¿no? ¡Quién lo diría otro avatar después de tantos años! – Shu asintió de forma enérgica mientras sonreía torcidamente, hizo una última reverencia y siguió su camino. En sus libros había visto algunas historias, de los antiguos avatares de lo importantes que eran y como eran amados por las naciones, pero empezó a comprender que tal vez, no era lo mismo leerlo, que vivirlo.
Resignada, viendo que el atardecer estaba próximo, decidió volver. Era ridícula la cantidad de personas congregadas frente al ayuntamiento, entre empujones logro llegar cerca de una gran plataforma que se había adornado con los colores de la Republica tierra, allí se encontraba un grupo de personas vestidos de forma formal. Un hombre de aspecto duro, con rasgos característicos de la nación del fuego, que se encontraba con el grupo se tensó al verla. Trato de saludarlo siendo apretujada por las personas y él le hizo señas de moverse a un lado, casi en cuclillas se alejó de la gente como pudo.
Llego debajo de un poste, alejada de las personas, donde ya se encontraba el hombre, que se pasaba una mano por su barba, la miraba severo y hablo antes de que pudiera tomar suficiente aire en sus pulmones para decir algo.
-¿Dónde estabas?- Shu trato de excusarse pero él puso una mano en su boca –no importa- suspiro pesadamente, observo un poco más a la chica, llevaba una camiseta sin mangas negra, unos pantalones verdes y las típicas vendas de entrenamiento en sus manos. cerro sus ojos y le sonrió cambiando su semblante por uno más amable – llego la gran hora ¿estas lista?-
-sí, Mako- sonrió y Mako asintió, caminaron juntos hacia la plataforma, algunas personas con trajes azul/plateados los escoltaron, escucho como una voz potente le pedía todos guardar silencio, la multitud comenzaba a calmarse, y la respiración de Shu hizo a detenerse, no recordaba haber estado tan nerviosa en su vida.
A medida que subía las escaleras el tiempo se le hizo un poco más lento, trago pesado, podía escuchar a la voz potente dar una especie de discurso, que no logro entender nada en absoluto y llegado una vez a la cima de la plataforma, la cantidad apabullante de personas pudo verla quedándose en total silencio.
-es por eso, y como presidente de la republica tierra, me enorgullece presentarles al nuevo avatar, Shu- el hombre ya canoso, de rostro amable, le hizo un gesto, con la mano para que diera un paso adelante, ella miro dudosa hacia atrás buscando la orientación de Mako, que solo asintió sonriendo. El presidente se apartó dejando a la vista un gran micrófono, Shu se acercó temerosa a él.
-emm ¿hola?- escucho el estruendo de las personas de nuevo, cerca de la plataforma, se encontraba el viejo hombre que había visto tiempo antes, la señalaba con su dedo índice sorprendido sin dejar de gritar para luego desmayarse, Shu no pudo evitar sonrojarse.
La atención de Shu, fue totalmente distraída cuando por el rabillo del ojo vio a alguien subir por las escaleras, era una mujer muy elegante, con el cabello negro recogido en una cola de caballo, llevaba ropas de la nación del fuego, con una piel tan blanca que solo dirigía la atención de Shu a sus labios pintados de rojo, Shu no pudo ponerse más roja aun al darse cuenta de ello. Detrás de la mujer se escuchaban unos chirridos que no tardo en reconocer, era su amigo Agga abrió sus ojos sorprendida, corrió hasta a él dejando de lado a la mujer y todo aquel que se encontraba allí.
- ¡Agga!- grito Shu emocionada, abrazo a su amigo antílope-zorro que estaba igual de emocionado sin parar de moverse, la joven chica lo tomo por sus cuernos –ten algo de cuidado de con estos- dirigió su mirada curiosa a la mujer misteriosa, se levantó para quedar cara a cara con ella, de ojos verdes, juraría haberla visto en otro lado.
La mujer no aparto la vista, estuvieron unos segundos viéndose fijamente, Shu noto que la mujer frunció ligeramente el ceño lo cual le pareció extraño.
-Shu, esta es Asami, es ella quien nos llevara a ciudad república- dijo maco apareciendo en escena en su típica pose con sus manos detrás de él, Asami lo miro sonriéndole y volvió su atención a Shu.
-es un placer, avatar Shu- dijo Asami regalándole una sonrisa genuina, le extendió su mano en un saludo que Shu correspondió aun sin saber que decir. A Agga no le gusto que le restaran atención y se froto contra la pierna de Asami, quien lo acaricio detrás de sus orejas –deberías tener más cuidado con este chico- Shu asintió con la cabeza, había algo en esta mujer que no lograba descifrar.
-bueno, creo que deberíamos ponernos en marcha, hay un gran camino que recorrer- interrumpió nuevamente Mako, puso una mano en el hombro izquierdo de Shu espabilándola.
-muy bien- asintió Asami y se apartó del camino de Shu haciendo un gesto con su mano para que bajara por las escaleras –hay un sato esperando abajo- Mako le sonrió y camino junto a Shu que aun parecía confundida con lo último sucedido. Asami se quedó un poco más para saludar a los presentes y ver a las personas ahí congregadas, pero sus pensamientos estaban en otra parte.
Para sus adentros Asami pensaba que esa chica no se parecía a Korra, sonrió amargamente al recordarla, lo único que compartían era el hecho de ser el nuevo avatar y bueno, la estatura. Tez clara, tenía una contextura atlética sí, pero no tanto como ella, cabello castaño y lo que parecía hasta ahora, lo más diferente, unos profundos ojos grises, aunque por un minuto podía jurar que vio algo más.
