Aviso especial: Este fic participa en el reto Regalos de San Valentín del foro La Aldea Oculta entre las Hojas.

Disclaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto.


Porque lo mereces.

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En la aldea escondida entre las hojas, sentía en un ambiente romántico característico del día de San Valentín. Los locales estaban adornados con flores y corazones de diferentes tamaños, las parejas iban abrazadas buscando el calor en el cuerpo del otro. Faltaba poco para que el invierno llegará a su fin. Pero había cierta pelinegra que el ambiente no lograba quitarle la frustración. Ajustó su bufanda y decidió que lo mejor era continuar, la última tienda no tenía algo que ella creyera digno de obsequiarle a su madre. Para ella nada de eso podría hacer a su madre feliz, estaba segura que si su padre estuviera presente hubiera opinado lo mismo.

"Su padre" un pequeño suspiro salió de sus labios al recordarlo. Debería ser él quien estuviera buscando el obsequio perfecto de San Valentín para su madre, pero no era así, ella entendía la situación de su padre. Por ello decidió que aquel obsequio para su madre, también sería de él, de ambos.

No había tenido suerte, considero todas la opciones pero ninguna parecía convencerla. ¿Flores? Un cliché del que no pretendía formar parte, ¿Chocolates? Demasiado sobrevalorado. Según su criterio, debía ser algo fuera de lo común como lo era su pequeña familia. Otro suspiro de frustración salió de sus labios cuando salió de la última tienda del día.

– ¿Acaso existe eso que tanto deseo darle?– preguntó al aire, tal vez buscando la respuesta que necesitaba "Por supuesto que no" pensó. Tomo rumbo de regreso a su casa, en cada paso que daba arrastraba los pies. Su ánimo no era el mejor de todos, otro día sin conseguir aquello que tanto buscaba.

Creyó que su querida madre la recibiría al llegar casa como siempre lo hacia, pero no había nadie, su madre aun no regresaba de su turno en el hospital. Bajo al sótano pensando que podría encontrar una pista de utilidad, muchas veces ella había ido a husmear allí cuando estaba sola en casa. Todo estaba bien ordenado como siempre, o casi todo. Un baúl al que nunca había podido tener acceso estaba abierto, su curiosidad la impulsó a acercarse más para poder observar lo que había dentro, en el había un álbum de fotos, dos cajitas de terciopelo rojas y una nota. Tomó la nota entre sus dedos y sonrió al leer su contenido.

"Dale esto por parte de ambos. Dile que es el anillo de bodas que nunca pude darle. Sasuke"

En una de las cajitas había un anillo de oro blanco y en la otra un dije del símbolo Uchiha, en el reverso estaban grabadas las iniciales de los tres "SU". Con una enorme sonrisa, subió a esperar que su madre llegara. Al final fue su padre quien se encargó de todo.

– Feliz día de San Valentín, mamá– El abrazo estrangularte y las lágrimas de felicidad de su madre, hacia que todo valiera la pena. Porque Sakura Uchiha era merecedora de todo lo bueno que ella y su padre pudieran darle.

Fin