Prólogo/Capítulo 1: El cuadro roto.
La lluvia caía pesadamente por las calles, las pistas estaban empapadas y era difícil ver pero a Steve no le interesaba, su respiración era pesada mientras seguía con el celular presionado contra su rostro, esperando a escuchar la voz que necesitaba.
-Loki... ¿dónde estás?-musitó para sí mismo, mordiendo sus labios y sintiendo sus ojos picarle, las lágrimas que había querido derramar desde que había dejado la casa de sus padres eran muchas pero no cedería, no les daría la satisfacción, ahora solo necesitaba a su novio, si podía encontrarlo, claro. Steve giró en una curva y bajó brevemente la mirada hacia el celular para volver a llamar.
Tal vez fue por eso que nunca vio venir al carro que claramente estaba resbalando en el mojado pavimento. El sonido del claxon alertó a Steve y este saltó, girando bruscamente; el celular cayó de sus manos mientras intentaba recuperar el control de su carro, frenando desesperadamente para que dejara de patinar en el suelo, otro carro salió del lado contrario de la calle y Steve tuvo que volver a girar bruscamente. Fue entonces que recién notó que si no se detenía en ese instante, iba a chocar directamente contra el borde del puente y caería.
-Oh, Dios-musitó, sintiendo el miedo llenarlo, intentando frenar pero era muy tarde, podía verlo.
El carro chocó la barrera, rompiéndola en dos y dejando que el carro cayera hacia el río con fuerza. El impacto hizo que Steve fuera lanzado hacia adelante, golpeándose la cabeza y mareándolo; agua empezó a entrar por todos lados y Steve intentó salir pero sus sus movimientos eran muy lentos, no podía concentrarse, su respiración se aceleró y supo que era muy tarde, no iba a sobrevivir. Lágrimas acudieron a sus ojos y, mientras el agua alcanzaba su cuello, suspiró un último nombre.
-Loki...
Loki estaba teniendo un día terrible.
Primero, se había levantado tarde y por lo tanto, había tenido que correr para llegar a tiempo a la universidad, soportando las clases sin haber tomado desayuno e intentado no dormirse en su silla. Segundo, Steve y él habían quedado para almorzar juntos pero el rubio había cancelado repentinamente porque sus padres lo habían llamado a casa, Steve se había disculpado profusamente pero Loki lo calmó, después de todo, el rubio casi no veía a su familia; Loki se sentó solo en una mesita de la cafetería y se sintió triste porque realmente había necesitado a su novio para alegrar su día. Tercero, la clase de la tarde hubiera estado bien, si no fuera que su profesor era un completo pervertido, Loki no quería reprobar el curso pero jamás en su vida iba a darle ni siquiera la hora a ese viejo horrendo. Finalmente, una lluvia horrible había comenzado y él no había traído su paraguas, su celular no tenía bateria y se empapó en segundos mientras caminaba a su casa.
Así que... sí. Terrible día.
-Estoy en casa-dijo cuando entró pero nadie respondió, la casa estaba fría y oscura, lo que significaba que Steve no había venido desde que había ido dónde sus padres.
Loki suspiró y se quitó la casaca, llevándola hasta la lavandería para que no mojara nada, luego se quitó el resto de su ropa en el baño y abrió el agua caliente, gimiendo suavemente cuando tocó su piel, calentándola inmediatamente. Loki se colocó sus pijamas después de pasar un buen rato bajo el agua, abrigándose extra y buscó su celular, conectándolo al cargador y prendiéndolo. Tenía 6 llamadas perdidas de Steve, la última era de hace un minuto y Loki presionó el botón de llamada y esperó, frunciendo levemente el ceño cuando su llamada fue a buzón
-Que raro-musitó para sí mismo. Un sonido llamó su atención hacia el piso de abajo y Loki se tensó, cogiendo el palo de beisbol que siempre dejaban a lado de la puerta. Bajó lentamente por las escaleras, encendiendo las luces a su paso y sin ver nada fuera de lo común. Loki dejó el bate en un costado y caminó hacia el mueble, dejándose caer pesadamente, cansado. Un pequeño brillo llamó su atención y frunció el ceño al ver vidrio en el suelo, Loki se levantó del mueble y se agachó, recogiendo el cuadro que había caído. Era una foto de él y Steve de hace pocos meses, cuando habían decidido que acampar con los amigos era una excelente idea (no lo era). Loki observó el rostro sonriente de su novio, sus ojos azules brillando con esa luz única que lo atrajo como mosca hacia él.
Repentinamente, una horrible sensación de miedo lo envolvió y Loki tuvo que respirar profundamente, sintiendo que el estómago que se le revolvía ¿Qué demonios le estaba pasando? El teléfono de la casa sonó en ese momento y Loki saltó, luego se reprendió a sí mismo por ser tan idiota, no tenía sentido sentirse tan alterado de repente. El moreno caminó el teléfono y contestó.
-¿Sí?
-¿Loki Laufeyson?-habló la voz seria de un hombre.
-Sí, él habla.
-Señor Laufeyson, le llamamos porque usted estaba enlistado como el número de emergencia de Steve Rogers ¿es correcto?-el corazón de Loki saltó, palpitando alocadamente.
-S-sí-balbuceó-¿Le-Le ha pasado a-algo a Steve?-hubo un pesado silencio al otro lado de la línea y Loki retuvo la respiración.
-... Lamentamos tener que avisarle que el Señor Rogers tuvo un accidente de carro, aparentemente otro carro se metió en su camino y tuvo que desviarse bruscamente, chocando contra la barrera del puente y cayendo al río. Señor Laufeyson, lo sentimos mucho, pero necesitamos que venga a reconocer el cuerpo...-Loki dejó caer el telefóno, su respiración errática y sus manos se habían cerrado fuertemente alrededor del cuadro, haciendo que el vidrio se clavara en la palma de su mano y empezara a sangrar. Loki bajó la mirada lentamente hacia la sangre y tragó cuando vio el rostro de Steve cubierto de rojo.
-Steve...
Loki estaba sentado en una de las sillas de plástico, sus manos temblaban terriblemente y era incapaz de moverse.
Era Steve.
El carro de Steve.
El celular de Steve.
El... cuerpo de Steve.
Loki apenas había podido decir una palabra, asintiendo débilmente para confirmar quién era y huyendo de la sala de autopsias, sentándose afuera. Un oficial de policía, no estaba seguro de su nombre, él se lo había dicho pero sus oídos solo podían escuchar el rápido palpitar su corazón; El policía se acercó a él y le dio una bolsa de plástico, con las últimas pertenencias de Steve. Loki lo miró sin tomarlo, incapaz de hacer que sus manos se movieran, policía abrió la bolsa lentamente y sacó algo de adentro.
-Creo... creo que deberías tener esto-dijo con suavidad y abrió la palma, dejando una mojada cajita de tela verde en su mano. Loki la miró por unos segundos y la abrió con cuidado, poniendo una mano en su boca para ahogar el sollozo que se escapó de su garganta cuando vio el anillo de plata. Un anillo de compromiso. Aquella fina línea de control que lo había mantenido de pie hasta ese momento, se rompió y lágrimas cayeron a montones por su rostro, sollozo tras sollozo y se dejó caer con facilidad en el hombro del policía cuando éste puso un brazo a su alrededor, consolándolo.
La lluvia no había parado por semanas, lo que hizo que el funeral de Steve fuera corto y triste. Loki se quedó parado con el paraguas sobre su cabeza, mirando como el ataúd iba hundiéndose más y más en la tierra, alejando cada vez más el cuerpo de la persona con la que compartió su vida por tres años. Los sollozos ahogados de Sara Stark le rompían cada vez más el corazón, sintiendo enteramente el dolor de esa mujer que no conocía en su alma, porque ambos habían perdido a la persona que amaban ese día. Howard Stark estaba parado estoicamente a lado de su esposa, su rostro serio parecía grabado en piedra y era la imagen perfecta del control, Loki nunca lo había conocido, Steve y él habían tenido una gran pelea cuando ellos recién llevaban seis meses de salir, había sido grave porque el rubio se rehusó a volver a casa de sus padres o de contestar alguna llamada que no fuera de su hermano, Anthony... quién se encontraba ausente ese día. Natasha le había contado en susurros bajos que había escuchado que había tenido que entrar en rehabilitación, después de que se hubiera excedido con la bebida y casi hubiera muerto.
A Loki no podía interesarle menos en ese momento. Cuando el funeral terminó, Loki se quedó parado en su sitio, su vista aún fija en el suelo y sintiendo los brazos de Natasha y Bucky entrecruzarse con los suyos, consolándolo silenciosamente. Bucky había sido muy fuerte, solo había llorado en la privacidad de la casa, con Loki y Natasha como testigo, pero ahora volvía a ser la persona siempre fuerte que era, siendo el soporte de sus amigos cuando lo necesitaban. Loki no notó a los Stark acercándose y sus amigos se tensaron, intercambiando una mirada entre ellos y listos para defender a Loki en cualquier momento.
-Laufeyson-el moreno no saltó, simplemente alzó sus ojos llorosos y se encontró con la acerada mirada de Howard Stark-Ya estarás contento ¿verdad?-Loki parpadeó, confundido-Mi hijo está muerto por tu culpa, fue por tí que dejamos de ver a nuestro hijo por años y ahora no podremos tenerlo jamás-Loki apretó los puños, sin bajar la mirada, no tenía nada que temerle a este hombre.
-Si Steve nunca volvió a hablarles, fue por algo que ustedes hicieron, no yo. Siempre le dije que debía hablar con ustedes, resolver las cosas y se negó. Su... su mu-muerte fue un accidente, no mi culpa-Howard se acercó y Bucky casi salta pero Natasha lo retuvo para que no empeorara las cosas.
-Sigue diciéndote eso todas las noches, Laufeyson, pero la verdad fue que Steve te había estado llamando a ti esa noche y estuvo distraído del camino por fijarse en su celular-Loki retrocedió, ensanchando los ojos y Howard sonrió cruelmente-¿No lo sabías? Encontraron en celular de Steve abierto, sus últimas llamadas siendo para ti ¡Tú mataste a Steve! ¡Tú lo hiciste!-Loki negó con la cabeza, en shock, lágrimas cayendo por su rostro.
-Howard-la voz baja y dolida de Sara sonó y su esposo se calmó al instante, el brillo dolido de sus ojos aún presente y se marchó hacia la salida a pasos fuertes, sin girar la mirada. Sara se quedó ahí, mirando el pañuelo que traía en sus manos, sus ojos azules eran iguales a los de Steve y Loki quiso doblarse de agonía-Mi esposo está dolido por lo sucedido, crió a Steve como si fuera suyo y le dolió mucho la distancia que él solo provocó-lágrimas cayeron de sus ojos y ella le dio una sonrisa débil a Loki, tomando su mano-Mi hijo te amaba mucho, él me lo dijo una vez y lamento que hayamos tenido que conocernos en estas circustancias. Cuídate mucho, Loki-dijo con suavidad y depositó un beso en su mejilla, un beso que se sintió a perdón y luego se marchó.
Loki giró su mirada hacia la tumba nuevamente y sus piernas se doblaron, incapaces de soportar su peso mucho más. Negrura es lo único que recordó después.
Días pasaron, tristes y monótonos, Loki se retiró de la universidad, dejó su trabajo y se refugió en su casa, pasando tardes enteras mirando sus fotos con Steve, recordando momentos juntos y llorando en las noches hasta quedarse dormido. Natasha y Bucky estaban casi todo el tiempo ahí, intentado co-accionarlo para que saliera, para que recuperara su vida pero Loki no podía hacerlo, no tenía las fuerzas, sin Steve nada tenía sentido ya.
Tomó una visita de su madre el que reaccionara. Frigga Odinson lucía tan hermosa como siempre, su cabello rubio dorado cayendo en cascada hasta su cintura, acomodándose sobre el abrigo de diseñador que traía puesto. Ella observó el triste recuerdo de lo que era su hijo y sus ojos se llenaron de tristeza.
-Oh, Loki...-susurró y envolvió a su hijo entre sus brazos, dejándolo llorar en su hombro, importándole muy poco que su abrigo se arruinara, en estos momentos su hijo la necesitaba más-Loki, lo siento tanto...
-... Duele, mamá, no puedo hacerlo, no puedo seguir sin Steve...-dijo Loki, sollozos atorándose en su garganta, sus ojos verdes apagados y tristes.
-Sí puedes, cariño, yo sé que puedes hacerlo. Steve era un chico encantador, él jamás habría querido que estuvieras así-le dijo con ternura, acariciando su rostro.
-Él ya no está aquí, mamá, está muerto y es mi culpa.
-No, Loki-negó ella firmemente, sacudiendo la cabeza-No digas eso, fue un accidente, Steve no murió por tu culpa-Frigga enmarcó su rostro con sus manos y le sonrió débilmente, su ojos llenos de lágrimas-Steve te amaba, Loki, estaba listo para casarse contigo y no dudo que hubieran pasado toda la vida juntos. Pero el destino es como es, las desgracias suceden y sé que ahora no lo parece pero todo estará bien, cariño, el dolor no se irá pero se atenuará y encontrarás motivos para continuar con tu vida-Frigga presionó un beso en su frente y lo abrazó-Créeme, mi pequeño, un día, todo volverá a brillar de nuevo. Lo juro.
Loki guardó la última maleta en el carro y se giró para mirar por última vez el lugar que había sido su hogar por cuatro años.
Loki había intentado seguir su vida, había retomado su carrera y había buscado otro trabajo, uno que lo mantuviera ocupado mucho tiempo para que no tuviera que pensar en el dolor que lo acompañaba todo el tiempo. Pero, cuando llegaba a su casa y caía en su cama fría, lágrimas acudían a sus ojos y tomaba la foto que descansaba en su mesita de noche, acariciando con nostalgia el rostro brillante de Steve, besando el cuadro, sollozando hasta dormir y soñando con él. Por meses siguió con esa vida monótona, yendo de la universidad, al trabajo, a la casa y nunca saliendo a otro lado, hablando con Natasha y Bucky por teléfono extensamente pero nunca uniéndoseles en sus salidas.
Cuando le ofrecieron el puesto en New York, Loki supo que había encontrad el cambio que necesitaba. Así que lo aceptó sin pensar y empezó a hacer todos los arreglos para su mudanza. Natasha y Bucky se alegraron por él, porque eso era lo que necesitaba, marcharse y empezar de nuevo. Loki empacó todas sus cosas pero no pudo vender la casa, simplemente era demasiado pronto para deshacerse del lugar en el que habían compartido tantos momentos juntos. El moreno selló la casa, dejando todo dónde estaba y poniendo solo que iba a necesitar porque quién sabría cuándo regresaría a este lugar.
Loki asintió levemente, despidiéndose del lugar por ahora y entrando en su carro, listo para emprender su viaje.
