Hola, holitas. ¿Cómo la han pasado? Yo he estado de maravilla n.n Bueno directo al punto. Tengo otras historias pendientes en esta página pero he decidido hacerme un tiempo para ayudar a una amiga mía a publicar esta historia. Ella soñó con esta historia sin embargo no quiso escribirla porque no tenía mucho tiempo libre así que me pidió a mí que la escribirá basándome en el tema central.
Disclaimer: Soul Eater no me pertenece, le pertenece al maravilloso Atsushi Okubo… Yo sólo tomé a los personajes para divertirme un poco con ellos. La idea original de esta historia le pertenece a Hikari Shitsuka, quien tiene una cuenta aquí en fanfiction pero sin embargo me pidió a mí que escribiera la historia.
Si unimos el latir de nuestros corazones, ¿Podrán precipitarse hacia la misma profundidad?
Yui Makino, Synchronicity
Crucify my Love
Prólogo: Blanco
Examiné detenidamente la habitación en la que me encontraba una vez más.
Blanco…
Todo a mi alrededor era de aquel mismo tono pálido, falto de vida, como si toda la felicidad del mundo se encontrara fuera de este aburrido hospital, manifestándose en todos aquellos maravillosos colores que había en el mundo. Como si simplemente no existieran otros colores en este lugar.
Suspiré pesadamente mientras desviaba la mirada de aquellas descoloridas paredes, concentrando rápidamente mi atención en el pequeño objeto que colgaba de mi cuello.
Lo examiné detenidamente -sin quitármelo claro- pasando el listón que sostenía la pequeña piedra entre mis delgados y delicados dedos, una extraña piedra, blanca para variar, con la forma de un corazón, amarrada firmemente a un largo listón color jade que combinaba perfectamente con mis ojos.
Tenía estrictamente prohibido el retirar aquel objeto de mi cuello, después de todo eso era lo que me había traído a este hospital. Aquel extraño collar que me mantenía con vida no podía ser removido.
El molesto pitido de aquella maquina que monitoreaba los latidos de mi corazón no cesaba y estaba comenzando a cansarme. Llevaba ya dos semanas en este horrible hospital y estaba comenzando a desarrollar una especie de fobia hacia el color blanco.
Como desearía estar en mi casa, recostada en la cómoda cama de mi cuarto en vez de en este aburrido y silencioso cuarto de hospital.
Toc, toc, toc.
-"¿Se puede?"-Preguntó una voz desde la puerta. No hacía falta mirar para saber quién era, en las últimas dos semanas me había familiarizado tanto con esa voz que podría reconocerla donde fuera. Franken Stein, mi médico de cabecera.
La fatiga y el aburrimiento no me permitieron contestarle. Suspiré un poco mientras me recostaba nuevamente en mi incómoda cama. Cerré los ojos, bloqueándome por completo para no tener que lidiar con lo que sea que el doctor Stein quisiera decirme… o hacerme.
-"Maka, se que estas despierta"- Murmuró tranquilamente el doctor mientras se acercaba paso a paso hacia mí.-"Necesito hacerte una revisión, será más fácil si cooperas."
Abrí lentamente uno de mis ojos para encontrarme con la seria mirada de mi médico, quien comenzó a levantarme contra mi voluntad para realizar esa rutina diaria que ya me tenía más que cansada.
-"¿Desde cuándo te preocupo tanto, eh?"-Pregunté mientras me levantaba de la cama sin muchas ganas, extendiéndole mi brazo para que tomara de él la muestra de sangre que ocuparía en las pruebas.
-"Maka, soy tu médico de cabecera, es claro que tanto tu salud como mi paga me interesan"-Una siniestra sonrisa se formo en su rostro al sacar una larga y muy gruesa aguja de su bata-"Además de que tu enfermedad me resulta realmente interesante"
Una expresión de horror invadió mi rostro al instante, este hombre está realmente loco. Algún día terminará matándome.
La mirada del doctor se dirigió hacia la pequeña maquina que monitoreaba mi pulso y se quedó observándola por un rato antes de voltearse hacia la cama para verme directamente a la cara.
-"Tu pulso ha mejorado"-Dijo mientras se quitaba momentáneamente las gafas para poder limpiarles el polvo que tenían-"En realidad tu pulso se encuentra bastante estable en este momento, incluso podría decir que se ha normalizado"
Mis ojos comenzaron a brillar como nunca antes y mi expresión de aburrimiento se transformó al instante en una gran sonrisa de felicidad, ¿Significa que podré regresar a casa? ¿Qué mi sufrimiento ha terminado? Decidí mantener mis modales y reprimí a tiempo el impulso de ponerme a saltar de alegría en la pequeña cama en la que me encontraba recostada.
-"Pero aún no puedes irte…"-Sentenció finalmente el Doctor Stein y en ese momento todo mi mundo se vino abajo-"Tu enfermedad sigue siendo completamente desconocida, tienes que quedarte en el hospital puesto que no sabemos cuándo podrías sufrir otro ataque"
Mi mirada se ensombreció al instante y todo mi cuerpo se tensó.
-"¿Y qué si mi enfermedad es desconocida?"-Mis murmullos eran apenas audibles pero, sin embargo, los oídos de mi doctor parecieron escucharlos-"He estado perfectamente desde mi nacimiento, ¡No necesito estar en un hospital para mantenerme viva!"-Me levanté de la cama al instante para dedicarle una mirada asesina a mi médico, quien se quedó mirándome sorprendido-"Además los latidos de mi corazón han vuelto a la normalidad, ¿Por qué tengo que quedarme?"
El doctor abrió su boca para responder a mi rebelde comportamiento pero ni una sola palabra salió de sus labios.
-"Doctor Stein, se le solicita en urgencias"-Dijo una enfermera desde la puerta, dirigiéndose a mi siniestro médico-"Para un trasplante de pulmón…"
La horrible sonrisa que aquel doctor siempre portaba al escuchar aquella clase de palabras se hizo presente en su rostro nuevamente-"Hablaremos luego Maka"-Dijo el doctor con un tono sombrío mientras atravesaba las puertas que unían mi habitación con el resto del hospital-"Tengo un paciente que diseccionar"
Un escalofrío recorrió mi cuerpo mientras observaba a la enfermera seguir a aquel extraño médico. Por suerte yo no necesitaba ninguna cirugía, al menos no por el momento.
-"¡E-espere doctor Stein! ¡No puede diseccionar al paciente, es ilegal!"-Gritaba la joven sin conseguir la atención de aquel hombre. Pobre chica… la compadezco.
Suspiré
Mi vida era aburrida, y no tenía ni un solo libro para entretenerme, ¿Cuánto más tendré que estar en este hospital?
Mi mirada captó súbitamente, algo que no había visto en toda mi estancia en este hospital. Un paciente más, hospedado en la misma habitación en la que yo me encontraba. Sus ojos se encontraban tapados por vendas y su apariencia tranquila denotaba que en estos momentos, aquel paciente se encontraba dormido. Le resté importancia a los vendajes que cubrían sus ojos y mi mirada se dirigió al instante hacia su cabello.
Blanco
Esto no puede ser posible.
-"¡¿Pero quién en su sano juicio pintaría su cabello de un color como ese!"-Grité perdiendo la compostura. El albino situado en aquella cama pareció moverse un poco y soltó al instante un gruñido.
La misma enfermera que había venido a buscar al doctor Stein hace unos momentos entró a la habitación al instante.
"Maka esto es un hospital, hay pacientes recuperándose en las otras habitaciones. No puedes gritar"-Dijo la enfermera mientras se acercaba a mi camilla para reprenderme aún más por mi comportamiento-"Es más, hay un paciente dormido a tu lado, ¡Podrías haberlo despertado!"
El otro paciente pareció escuchar nuestra pequeña discusión puesto que en ese momento levantó ligeramente su cabeza, confundido.
-"Perfecto, entonces ¿Podrían sacarlo de mi habitación?"-Pedí amablemente a la enfermera-"Me gustaría estar sola…"
El chico a mi lado se levantó por completo de la cama en ese momento, girando su cabeza hacia mí en un vano intento por verme.
-"Ah, Soul, veo que estas despierto"-Dijo alegremente la joven enfermera a mi lado-"Puedes quitarte las vendas si quieres, tus ojos ya deberían haber sanado"
¿Pero qué rayos le pasa a esta enfermera? Primero se molesta conmigo y ahora está realmente contenta.
-"Bipolar"-Murmuré para mí misma, consiguiendo que ningún otro individuo en esa habitación alcanzara a escuchar mis quejas.
La enfermera se dirigió rápidamente hacia la cama de aquel albino y comenzó a remover las vendas de sus ojos lentamente, dejando así al descubierto su intensa mirada.
Las vendas cayeron al suelo y mi mirada se posó al instante en los penetrantes ojos de aquel paciente. Sus ojos eran de un color escarlata intenso, hipnotizantes. Su intensa mirada me hizo perderme en aquellos profundos ojos color sangre por un instante.
Basta Maka, si te le quedas mirando de esa forma vas a asustarlo.
Retiré la mirada avergonzada ante la realización.
A pesar de su extraño color de cabello aquel chico tenía unos ojos realmente hermosos.
Pude escuchar una pequeña risita por parte de la enfermera, quien se encontraba mirándonos al otro paciente y a mi completamente divertida.
-"Los dejo solos"-Dijo la enfermera con una sonrisa en su rostro, dirigiéndose hacia la puerta de la habitación y cerrándola a sus espaldas después de haber salido.
La mirada del chico que tenía enfrente seguía fija en mí y eso estaba comenzando a ponerme nerviosa.
-"Y entonces…"-Fueron las primeras palabras que escaparon de la boca del albino-"¿Por qué quieres que me vaya?"-Terminó de decir sin apartar su penetrante mirada de mí.
-"Ah, escuchaste…"-Dije algo asustada con la voz temblándome y el corazón latiéndome a mil por hora, cosa que se vio reflejada en la pequeña maquina a mi lado, que comenzó a aumentar la velocidad entre pitido y pitido. El chico pareció notarlo y una sonrisa torcida apareció en su rostro al instante.
-"Tu tranquila que yo no muerdo"- Al mencionar aquellas palabras fue que realmente me fijé en sus dientes.
Jamás en mi vida había visto unos dientes como esos, filosos y puntiagudos. Justo como los tiburones.
-"Entonces, ¿Vas a decirme?"-Preguntó el albino mientras alzaba una ceja, invitándome a responder su cuestionamiento.
-"¿Eh? ¿El qué?"-Respondí totalmente desconcertada.
-"¿Por qué quieres que me vaya?"-Preguntó aquel paciente, retirando finalmente su mirada de la mía.
Un suspiro de alivio se escapo de entre mis labios. Aquellos ojos me ponían realmente nerviosa, nunca nadie me había dejado en este estado con tan solo una mirada.
-"Soy Soul, por cierto"-Lo escuché decir a mi lado-"Soul Eater"-Dijo extendiéndome una mano desde su cama.
La tomé al instante, sin vacilar y una cálida sensación se instaló en mi cuerpo al hacerlo.
-"Maka Albarn"-Murmuré lo suficientemente fuerte para que me escuchara, cosa que no fue muy difícil debido a que su cama se encontraba a escasos centímetros de la mía.
-"Ah… y no quiero que te vayas"-Le aclaré finalmente, ganándome una mirada confundida por parte de Soul.
-"¿Entonces por qué…?"
-"Si te digo te reirás…"-Aseguré, dándole la espalda-"Solo olvidemos lo que dije"
Soul suspiró de manera cansada después de unos cuantos minutos de silencio –"Prometo no reírme"-Dijo aquel chico a mi lado con una voz relajada.
Me giré para verlo de nuevo directamente a la cara. Supongo que se merecía una explicación después de mi parte, después de todo intenté correrlo del cuarto.
-"Bueno yo…"-Comencé a decir mientras que un ligero sonrojo invadía mis mejillas-"Tengo... fobia al color blanco"-Terminé de decir atropelladamente, lo más rápido que pude pero, sin embargo, Soul pareció haber escuchado cada una de las palabras que salieron de mi boca.
Su rostro volvió a denotar confusión después de mis últimas palabras.
Parece que no lo ha comprendido…
-"¿Y qué con eso?"-Preguntó con curiosidad después de un rato.
-"T-tu cabello"-Dije totalmente nerviosa, desviando mi mirada rápidamente hacia el piso de la habitación.
Una sonrisa apareció en su rostro ante la realización y unos familiares sonidos comenzaron a salir de su boca.
Risas…
-"¡Prometiste que no te reirías!"-Le reprendí totalmente molesta-"Sabía que no debía decirte nada"-Las risas de Soul pararon al instante.
-"Entonces querías que me fuera por el color de mi cabello ¿Eh?"-Musitó Soul dirigiendo su mirada hacia el techo-"Cielos, si que eres interesante"
El sonrojo en mis mejillas se intensificó aún más con su último comentario. ¿Realmente… soy interesante?
-"¿Y por qué estás aquí?"-Preguntó Soul mientras se recargaba en el respaldo de su cama, buscando una posición más cómoda.
-"Es… una larga historia"-Respondí rápidamente, intentando evitar el complicado tema de mi enfermedad.
-"Bueno, tengo tiempo"-Me aseguró con una sonrisa y, por alguna razón, en ese momento sentí que realmente podía confiar en él, a pesar de haberlo conocido hace apenas unos minutos.
-"Mi corazón ha estado fallando desde que tengo memoria"-Comencé a decir algo apenada de estarle contando mi historia a un desconocido-"Mi pulso es más lento que el de cualquier otra persona, sin embargo eso nunca me ha afectado… hasta hace dos semanas, cuando intenté quitarme este collar"-. Hice un ademán invitando a Soul a que se fijara en el collar que llevaba puesto en ese momento. Aquella pequeña piedra completamente blanca con la forma de un corazón, atada firmemente a un delgado listón color verde.
-"Era mi cumpleaños y mi madre me había regalado un precioso collar de plata con esmeraldas incrustadas en él…mi piedra favorita"-Soul me escuchaba con paciencia, poniéndole especial atención a cada una de mis palabras-"Quise ponérmelo para ver cómo me quedaba pero, al intentar quitar este collar que tengo puesto sufrí un infarto y fui traída rápidamente hasta este hospital. Los doctores me han dicho que mi corazón no palpita tan rápido como los otros desde el día de mi nacimiento y, cada que he intentado quitarme este collar la historia simplemente se repite"
Solté un largo suspiro antes de continuar con mi historia.
-"Los médicos de este hospital han llegado a la conclusión de que, de alguna forma, este collar tiene el poder de regular los pulsos de mi corazón y he estado en este hospital, en observación intensiva desde entonces… Ni siquiera sé cuándo podré volver a casa"-Concluí con mi historia mirando a Soul directamente a los ojos. El solo sonrió dándome un poco de confianza. Una sonrisa que me decía que todo estaría bien.
-"Ya te lo había dicho Maka, eres realmente interesante"-Dijo Soul sin borrar la sonrisa de su rostro. Le correspondí con una tímida sonrisa antes de formularle aquella pregunta que me había estado haciendo desde que comencé a contarle mi historia.
-"¿Y tú porqué estas aquí?"-Le pregunté lo más amablemente que pude.
-"Me operaron de los ojos"-Fue su simple respuesta-"Demasiado cool para usar lentes"
Me reí un poco ante su último comentario pero pronto una extraña sensación de soledad invadió mi cuerpo a causa de sus palabras.
"Eso significa…"-Comencé a decir algo desanimada-"Que te irás pronto, ¿No?"
Soul me miró sorprendido y la sonrisa que había en su rostro se borró al instante, como si él hubiera entendido como me sentía en ese momento. Aquella sensación que me hacía sentir que lo conocía de toda la vida.
-"Bueno yo… me… me dan de alta mañana"
Bien Maka, hay que ver el lado positivo: Volveré a estar sola en mi habitación y además no tendré que ver su cabello todos los días ¿Debería estar contenta, no?
-"Pero ¿Sabes?"-Volvió a hablar Soul, distrayendo mi atención de aquellos pensamientos-"Debo volver al hospital por algunos documentos y a firmar unos papeles…"
Una pequeña sonrisa se hizo presente en mi rostro tras sus últimas palabras.
Al diablo su cabello… puedo lidiar con un poco mas de blanco.
Bueno ese fue el prólogo, el más largo que he escrito en mi vida, espero les haya gustado y me dejen un review ¡Eso enserio alegra mi día!
¿Review?
