Disclaimer: Glee es propiedad de Ryan Murphy y F.O.X. solo lo uso como medio recreativo y sin ánimos de lucro.


I

Sinceramente, Burt no se considera un experto en la materia a lo que se refiere al romance, ni tampoco un experto en los sentimientos de los demás, pero puede jurarle a lo que sea que este allá afuera que es un hombre que lucha por lo que quiere, nada más ni nada menos.

Cuando vio a Elizabeth por primera vez él no era más que un jugador de fútbol americano al que solo le quedaba un año para terminar la secundaria, y ella era la nueva cabeza de las porristas, flamante en su uniforme rojo y con su cabello castaño amarrado en una cola alta, dejando libre a la vista su hermoso rostro; sin duda se quedó prendado de ella.

Se dedicó a observarla en los pasillos con expresión soñadora en las próximas semanas, no fue hasta después de una de sus largas prácticas que juntó todo el coraje que pudo para hablarle, y determinado a no irse sin su número teléfonico. La conversación prosiguió con fluidez, como si se hubieran conocido toda la vida. Él supo que ella estaba cursando su primer año de secundaria y que se unió al glee club recientemente; ella supo que su sueño es tener un taller mecánico y tener un montón de hijos. Solo basto esa conversación para convencerlos de que eran el uno para el otro.

Burt estaba terminando un ensayo para una de sus clases en la universidad (solo le quedaban pocos meses para graduarse) cuando Elizabeth le llamó, supo que algo andaba mal cuando escuchó un lloroso "hola", su voz tomada a través del teléfono:

-Estoy embarazada.

Ella estaba a pocos meses de terminar su último año de secundaria.

Kurt fue lo mejor que les pudo pasar, sin importar los inconvenientes ni las miradas mal intencionadas y Elizabeth fue la luz de su vida hasta el día que murió.

Después de la muerte de su esposa, Burt se dedicó a criar a su hijo pensando que ya no tendría la oportunidad de incrementar a la familia y resignándose a vivir el resto de su vida sin su alma gemela. Esto fue hasta que conoció a Carole en una junta de maestros, esa mujer vestida de jean y con brillantes ojos verdes fue un ángel que vino a salvarle de su vida solitaria. Al igual que Elizabeth solo una mirada bastó para saber que pasarían el resto de su vida juntos. No fue fácil, tuvieron que luchar y sobreponerse a peleas entre sus dos hijos para llegar al día de hoy, al día en que está parado frente a la joyería del centro comercial eligiendo un hermoso anillo de compromiso.

Burt Hummel no será un romántico ni un experto en leer los sentimientos de la persona, pero sabe lo que quiere y puede ser romántico cuando se lo propone.