Los personajes de La Leyenda de Korra ni nada del mundo de ATLA o LOK me pertenecen, créditos a sus respectivos autores.
Para: Lobo
"Para mi querida Avatar.
Hola, Korra, ¿cómo has estado? Espero que bien, todo en Ciudad República se ha vuelto aburrido desde que te fuiste.
Hoy me pasó algo curioso, mientras caminaba por la calle vi a una joven de tez morena y cabello largo, por un momento pensé que serías tú, así que corrí a ella y la abracé mientras decía tu nombre... Ya puedes imaginarte mi cara de vergüenza cuando noté que no eras tú...
Korra, realmente te echo de menos... No sabes cuanta falta me haces. Añoro tus sonrisas tan brillantes como el sol y tan viva como la imaginación de un niño. Tus ojos tan azules como el mar y tan profundos como el océano. Esas tardes cuando no hacíamos nada y solo nos tirábamos en el pasto de mi mansión a admirar el cielo azulino olvidándonos de nuestros nombres, nuestros deberes, de todo y solo quedábamos tú y yo, dos chicas normales. Todo eso parece tan lejano ahora.
Perdón, quizá me excedí un poco en mis últimas palabras, pero es que... me siento tan sola. Lo sé, lo sé, tengo a Mako aquí conmigo y la familia de Tenzin me ha tratado como parte de ella, pero no es igual. Tú eres una persona muy especial para mi, sin tenerte a mi lado, todo a mi alrededor carece de sentido alguno. Me distraigo con mi trabajo, pero siempre que llego a la Isla del Templo Aire y noto que tu cuarto está vacío... Es duro.
Sé que no es momento. Sé que no debo decir algo tan importante en una sola carta, pero este sentimiento me está carcomiendo el alma tan rápido que siento que moriré si no te lo digo.
Mi querida Avatar Korra. Te amo. Te amo tanto que no puedo contener tantos sentimientos en mi pecho. Eres mi todo. Mi amiga. Mi familia. Y la persona a la que puedo afirmar con seguridad que amo. Y..."
Dejo de escribir y vuelvo a leer la carta en la que había pasado más de una hora trabajando, bufó con pesar, tomo el papel, lo arrugo y lo aviento lejos de mi. No, no era momento para decirle eso Korra, de seguro debía está pasando por un muy mal momento como para que no le contestara a nadie.
Tomo otra hoja de papel de mi hermoso escritorio de madera, la pongo sobre éste y mojo mi pluma con tinta negra. Respiro profundamente tratando de limpiar mi mente.
"Querida Korra, te extraño. Ciudad República no es lo mismo sin ti..."
