Hola, soy Suzu con una nueva historia. Esta vez vengo explotando el género de vampiros que tanto amo, aunque no esperen vampiros rosas y cursis que brillen en la oscuridad[?]. Se que no debería empezar una saga cuando tengo otra pendiente que ya va en proceso, pero en vista de que "Una vez te perdí, no sucederá de nuevo" le quedarán dos o tres capítulos más y que mi imaginación funciona en estas mini vacaciones que me dieron en la Universidad. Pues decidí empezar algo más. De nuevo vamos al género de misterio.
Advertencias: DenmarkxSweden, si, esa es una advertencia para que los que piensan leer vean. Multipairing, de nuevo meteré a quien se me de la gana. Uso de nombres humanos, muertes de personajes incidentales y randoms.
Dinamarca: Jan
Holanda: Willhem Van Rjin
Disclaimer: Hetalia ni ningunó de sus personajes me pertenecen, son del maestro Himaruya. De ser míos los nórdicos tendrían su propio comic con el DenSu como pareja oficial.
Capítulo 1
Las calles de Suecia siempre han mostrado el marcado contraste entre las diferentes zonas, creando pasajes en las que los carruajes pasaban a toda velocidad llevando a dandis de grandes fortunas o simples personas que trataban de mostrar más de lo que realmente eran. Al llegar a los muelles algunos botes siendo cuidados simbolizaban uno de los pocos medios de comunicación entre el ya antes mencionado país y Dinamarca, la capital Copenhague, yacía en el otro lado.
Berwald veía esas calles todos los días, al pasar por Malmö como parada obligatoria. Era un simple comerciante joven, a los 12 años lo habían encontrado inconsciente en la playa, fue una sorpresa para muchos que sobreviviese al frío invernal, pensaron que posiblemente trató de pasar el mar congelado pero había fallado. Su perfecto sueco revelaba que era habitante del lugar, un acento tan marcado era difícil de fingir. Desde ese entonces se encargó de sobrevivir, al principio con la poca caridad de las personas, luego con sus propios esfuerzos, decían que incluso sus modales estaban demasiado refinados lo que por un tiempo hizo pensar que se trataba del hijo de un joven noble que se había perdido.
Con el paso de los años, los misterios en torno a su origen se fueron desvaneciendo en la bruma, el mismo Berwald tenía la sensación de que no debía insistir en buscar más, como si temiese liberar a algún demonio del pasado. Claro, sus recuerdos no ayudaban, eran tan dispersos entre los 9 y los 12 años, antes de ello recordaba partes de su infancia, a un hombre alto ir por él un día de verano y llevarlo a algún lado. De sus padres no hablaba, porque no estaba seguro de poder confiar en la certeza de sus recuerdos, ya que él los recordaba como ciudadanos comunes suecos viviendo por razones que desconocía en Copenhague.
Por supuesto, jamás había hecho el intento de regresar, ese mismo temor que le impedía investigar sobre su pasado, le impedía investigar sobre su familia. Había crecido solo, ahora a los 21 años podía decirse que era un respetable y trabajador comerciante de muebles exóticos. Solo eso, su vida no tenía más cosas oscuras que las reparaciones que ocasionalmente hacía de forma clandestina a algunos de los muebles cuando le llegaban dañados.
Como algunas tardes, el sueco solía tener la costumbre de ir a la playa donde le habían encontrado para observar el mar sentía que alguien le llamaba, que era su obligación esperar en aquel lugar a ser recogido por alguien. El problema era que no sabía a quien esperaba no podía recordarlo, a su mente solo llegaba la imagen de un hombre usando un largo saco negro, con un tono de voz muy peculiar. Le era raro recordar a la perfección el timbre de la voz del hombre y no ser capaz de formar la cara en su rostro. Tras un par de horas como siempre se retiró cuando el sol se perdió en el horizonte.
–Esto es una tontería – Pensó el rubio en voz alta, sacudiendo la arena que se había quedado pegada a su saco.
– ¿Qué cosa, Berwald? – De repente una voz hizo al sueco darse la vuelta violentamente, viendo que no había ni otra figura salvo él en la playa. Aquello no hubiese pasado de ser una alucinación suya, si la voz que escuchase no se tratara del hombre que veía en sus recuerdos.
Durante unos minutos se quedó de pie en su lugar, esperando escuchar la voz de nuevo pero sin resultado. Frustrado regresó a casa, con el firme pensamiento de que ya se había vuelto loco o que le hacían falta horas de sueño. En cualquier caso, mejor ver al doctor al día siguiente para que le diese algo, lo que sea para calmarse.
Entró a casa con normalidad, vivía en una zona alejada del centro, una pequeña casa de dos plantas pero con apenas un par de habitaciones modestas. La sala no tenía grandes alfombras persas, eran de madera con una alfombra de imitación en color marrón. Muebles finos que contrastaban con lo rústico de las paredes, apenas un par de defectos los habían hecho imposibles de vender y no le quedó de otra que quedárselas para si. El comedor tenía un juego de 6 sillas con forros aperlados, otra venta fallida porque el cliente que las encargó no fue capaz de alcanzar el precio. La cocina y el baño no eran gran cosa, su habitación tampoco en la cual únicamente había una cama en el centro, un ropero y una mesita de noche nada más, ni fotografías ni grandes lámparas adornándolo. Tenía un cuarto de invitados y una pintoresca terraza.
Subió enseguida las escaleras, una a una con pesadez, apoyandose en el pasamano temiendo que el peso de su cuerpo le ganara y le hiciese caer al piso. Eso no ocurrió, por lo que pudo entrar a su habitación y dejarse caer sobre la cama boca abajo, para luego ladear el rostro y fijar la vista en las estrellas que se dejaban ver a través de la ventana abierta.
De repente se reincorporó apoyando las manos en la superficie del colchón y levantando la un poco el pecho. Él no recordaba haber dejado esa ventana abierta, es más, dado que empezaba el frío otoñal, recordaba haber cerrado la ventana con seguro para mantener el calor dentro de la habitación. Trató de ponerse en pie pero antes de darse cuenta ya estaba de nuevo contra el colchón con un gran peso sobre él empujándole contra este y obligándole a no voltear a ver.
– Hola, me alegra verte de nuevo Berwald. Bienvenido al último día de tu vida – La voz resonó en sus oídos y sin más un dolor intenso y agudo atacó su cuerpo desde el cuello, sintiendo como dos filosas agujas atravesaban su piel. Soltó un grito desgarrador, para ir perdiendo las fuerzas y con ello el conocimiento. Alcanzó a duras penas a escuchar la voz de sus recuerdos y con la misma ver una mano enguantada en negro. – Feliz cumpleaños Berwald. – Luego de eso, la oscuridad nubló sus sentidos y la inconciencia finalmente lo tomó como rehén.
"Un vampiro puede vivir casi eternamente, aunque se llamase inmortal hay cosas que no es capaz de hacer: Volar, atravesar paredes, convertirse en murciélago, sobrevivir a una herida en el corazón o cosas de ese estilo están fuera de lógica o cuestión. Los poderes especiales que poseen son un misterio hasta para los de su misma especia, leer la mente no es algo tan fantasioso pero nadie era capaz de saber quien poseía ese tipo de cualidades o si es que acaso no es solo alarde. […] El principal alimento de un vampiro es la sangre, su cuerpo no es capaz de producirlo por si mismo por lo que se vuelve un elemento necesario para continuar moviéndose, en caso de dejar de ingerirla por largos periodos de tiempo, el vampiro se sumerge en un estado de letargo voluntario que puede durar siglos. En sentido opuesto, se enfrenta a la muerte, el cuerpo se descompone de forma paulatina, limitando los movimientos del vampiro hasta que su cuerpo muestra los huesos y las venas vacías. […]
Los sustitutos para la sangre son pocos, algunas grasas de animales contienen los nutrientes que permiten al vampiro sintetizar su propia sangre por cortos periodos de tiempo pero deben consumirse en grandes cantidades. […]
Cada vampiro reconoce su origen y a Caín, el vampiro original, el cual tras ser desterrado por Dios del jardín del Edén y condenado a vagar con la marca del pecador, negó a este mismo y obtuvo del demonio los poderes capaces de desafiar la lógica del creador. Contrario a lo que se piensa, los vampiros no son vulnerables a los objetos religiosos, al negar a Dios se liberaron de la carga del pecado que Caín trajo consigo. Son débiles a la luz del sol por lo que en los días más calurosos en los cuales no hay nubes, deben permanecer dormidos durante todo el día, por ello mismo prefieren ambientes templados o fríos como los que proporciona el norte de Europa. […]
Un vampiro puede elegir a su víctima de forma aleatoria, pero tiene la obligación de succionar hasta la última gota de sangre del cuerpo de este en un lapso no mayor de una semana, de no hacerse el mortal comenzará a convertirse en un caminante de la noche más. Tienen derecho a escoger un único compañero para la inmortalidad, al cual deben llevar al borde al muerte en el primer encuentro y beber un poco de él hasta el límite de la semana para asegurar la conversión."
Extractos de "Verdades sobre los vampiros."
Autor Willhem Van Rjin, desaparecido una noche de agosto. Un mes después de haber concluido su libro.
– Así que finalmente fue por él, creo que ya se había tardado demasiado en hacerlo. – Un rubio de cabellos un tanto desordenados y de traje, tomaba una taza de té en una posada danesa. Frente a él, otro rubio de aspecto más descuidado, al menos por lo que rebelaba el estado de la barba, se mostraba atento a las señoritas que pasaban debajo del balcón. – No traigas otra cuando ni siquiera has terminado con la que tienes ahora– Dijo el primer rubio con severidad.
– Pero, hay tantas flores hermosas aquí que no puedo entender la insistencia de Jan por una sola rosa sueca. ¿Tu si, Arthur? – Sin apartar la mirada de las jóvenes, lanzó cumplidos para varias de ellas, incluso las miradas furtivas invitaban a muchas a tratar de subir.
– Cállate, son sus asuntos y eso no nos incumbe Francis. Ahora termina de cenar de una vez – La taza de té terminó sobre la mesa, mientras la mirada del hablante se posó en una hermosa joven de cabellos castaños que apenas y se movía sobre el sillón aterciopelado. Por momentos murmuraba algunas cosas pero al parecer estaba demasiado agotada para poder levantarse.
– Esta bien, todo por muon amour – Con las mismas palabras se acercó a la joven y con sumo cuidado levantó su cuerpo lo suficiente como para poder oler su cuello, deleitándose al aspirar los aromas tan femeninos y el calor que lentamente se escapaba del cuerpo de la joven con singular rapidez.
– Chéri, no te duermas aún, mírame con tus hermosos ojos azules, hazlo hasta el final ¿Oui? – La joven entre abrió los ojos, con todas las fuerzas que le restaban a su cuerpo, justo a tiempo para ver al encantador ser que ahora clavaba los colmillos en las cercanías de sus redondos y bien formados pechos. La luz de su vida se apagaba a los escasos 18 años. Pronto las manos de la joven quedaban flácidas y sus ojos vacíos ya sin vida. Francis bebió hasta la última gota y luego depositó el cuerpo de la mujer con amor de nuevo sobre el bello sillón.
– Como siempre juegas con la comida, ese es un mal hábito tuyo. – Finalmente Arthur intervino en el momento, viendo apenas de reojo el cuerpo de la joven yacer inerte. Ya hasta había olvidado cuantos años llevaban juntos, aunque no fuese la persona escogida por Arthur para ser su compañero, de momento le bastaba con tenerlo cerca para evitar la enloquecedora soledad de una vida inmortal. Aunque su vida no fuese un cuento de hadas, no eran la pareja melosa que se la pasaba repartiendo amor por el mundo, por el contrario, ambos reconocían ser opuestos y eso los habían mantenido juntos tanto tiempo. – Te odio, aunque creo que ya lo sabes.
– Yo también te amo Chéri – El francés le respondió con una sonrisa que solo provocó el enojo del otro y risas por parte del mismo. – Al parecer es hoy, se contuvo casi diez años pero ya no pudo más, finalmente Jan tendrá un compañero escogido expresamente por él mismo.
–Solo trae a otro ser a la desgracia. – Arthur se levantó de la silla donde había permanecido, sentándose ahora en el barandal de la ventana. Observaba el cielo estrellado desde ahí. – Huele a sangre.
Eso es todo, decidí no meter más a la historia de Berwald y Jan para dejar suspenso. Pueden matarme si gustan. Aún no estoy segura de cuantos capítulos llevará esto, pero si quieren dejar sugerencias de pairings que les gustaría que incluyera me ayudarían mucho para no dejar la historia solo DenSu. De momento ya les regalé un poco de FrUk.
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