Across the Universe [Latis/Lucy] A hard day's night (478 palabras)
Prefiere que los demás en el castillo le tachen de insensible y que piensen que en cualquier momento les traicionará por ser hermano de Zagato, para que no haya nadie que le espere que cuando vuelva de una batalla.
Y hasta ahora ha funcionado bien, hasta que llega por las noches a su habitación en el castillo, luego de las largas horas buscando personas por todo Céfiro para evacuarles y se ve a sí mismo solo en la oscuridad de la noche. Nadie le espera allí.
La angustia le ataca por algunas noches, pero logra sobreponerse. Por las largas horas en vela piensa en su madre, en su hermana y en la Princesa Esmeralda, y decide que es mejor así, no quisiera que nadie tuviese que sufrir lo mismo que él sufre por haberles perdido. Más durante esta guerra de la que no está seguro si sobrevivirá. Incluso tiene sus dudas acerca de si el planeta no terminará destruido antes de encontrar un pilar. Es duro, pero la coraza se hace más fuerte con cada pelea y antes que se de cuenta el día ya terminó y está otra vez en su cuarto.
No fue muy diferente el hasta el día en que volvieron las guerreras mágicas, ni siquiera había notado la sangre en sus ropas, tan sólo ella lo hizo. Se acercó a pesar de aire indiferente y frío aun bajo las miradas preocupadas de sus amigas.
— ¡Espera, Latis! ¿Qué es esa sangre en tus ropas? ¿Estás herido?
—Esa sangre no es mía— respondió secamente, intuyendo más que la preocupación pasaba más por el lado de que si llegase morir perderían un buen soldado. Nada más. Estaba dispuesto a irse luego de llevar a la chica evacuada, cuando una de sus manos fue tomada sorprendiéndole.
— ¡Tu mano! La tienes herida, Latis. Espera un segundo. Anaís, acércale y cúrale la herida, por favor.
Prácticamente ni notó cuando Primavera se interpuso para curarle ella. Una herida en la mano no era nada considerando lo que podía llegar a pasarle en realidad durante estando en el campo de batalla.
Con una mera preocupación por la sangre en una de sus manos, logró desarmarle. En la guerra el humano se vuelve a forma más primitiva y al aislarse prácticamente animaliza; pero el contacto con los humanos, te devuelve a la realidad. A pesar de querer alejarse de todo, no lo logró del todo y que llegada la noche, hubo alguien preocupado por su regreso.
