Un pequeño escrito cuya idea principal se me vino a la mente tras un juego de rol.¿Y si no todo fuera tan feliz como lo pinta Hidekaz-sama?.Después de todo la condición de país puede entrar en un tramo mucho más oscuro y triste,dedicado a mi pequeña esposa,puesto que fue gracias a ti que se me ocurrió esto xD.

De antemano gracias por leer


Somos países

Nosotros no elegimos nacer, las personas nos han creados y hemos existido ante sus ideales. Surgimos de guerras, amistades y traiciones. De conquistas y conquistados, pues nuestro nacimiento convoca a personas que luchan y aman.

Es de nuestra gente de la que vivimos y para la cual vivimos hasta la eternidad. Cambiaremos, seremos conquistados, nos conquistaran y aún así seguiremos existiendo. No podemos simplemente desear el morir, puesto que nuestra condición se asemeja a la inmortalidad. No importa cuantos años pasen, no importa si cambiamos nuestro nombre o de amigos y enemigos. Ahí estaremos.

Los recuerdos se pierden y renacen en un mar del tiempo. La esencia del mundo es nuestra por que compartimos con nuestros iguales a toda la existencia. Es nuestro consuelo, sabernos que en cada parte del mundo existe uno de nosotros. Será doloroso, nos querremos y nos traicionaremos, no depende de nuestros deseos eso.

El deseo de nuestra gente es automáticamente el nuestro. Somos su representación, somos su todo. Nuestros ideales no son nuestros, nuestros sentimientos y apenas lo son. Pero no podemos atarnos a ellos, no podemos querer a nuestra gente más allá que un simple ideal. Ellos mueren y nacen constantemente, tan sólo podemos decir que los amamos por formarnos como un país.

Humanos.Sí, esa es la palabra que buscaba. Todos ellos lo son y, aunque nosotros parezcamos también serlo, es una gran mentira. Estamos atados a vivir como "humanos" sin realmente serlo, poseemos sus sentimientos y necesidades, pero no somos humanos.

Somos sólo un cruel reflejo que no vera fin nunca.

Tomémonos de las manos, tan sólo nos tenemos a nosotros mismos. Nos traicionaremos, nos amaremos, tendremos guerras y nos conquistaremos entre nosotros. Pero a fin de cuentas, somos iguales.

Somos países.