¡Hola! Ah, esta es la primera historia que escribo. Así qué, espero que disfruten leerla. Es M-preg, por lo que, si no te gustan este tipo de historias, por favor no la leas.

La intente hacer lo menos Ooc posible, debido a que tanto Usagi como Misaki están en una situación un tanto diferente.

Este capítulo lo escribí mientras pensaba que no había muchas historias de este tipo entre ellos dos, así que decidí hacer la mía propia.

Junjō Romantica pertenece a su autora, Shungiku Nakamura.


Miro hacia los lados antes de cruzar la acera, siguiendo mi camino mientras pienso en que haré de cena, puedo hacer cualquier cosa, mientras no tenga pimientos verdes ya que a Usagi-san. no le gustan, o al menos intenta no comerlos.

Me mantengo caminando a pesar del terrible frío del invierno, donde no queda más que abrigarse hasta más no poder, aunque también es una época inocente, por así decirlo. Además de que pronto se acercan las fiestas navideñas, tendré que comprar más regalos esta época, ya que la esposa de mi hermano, tendrá otro bebé. Espero que sea una niña, para que el pequeño Mahiro tenga alguien a quien proteger, aunque, otro niño no estaría mal...

Sonrió pensando sólo eso, lo muy feliz que la pasa mi nii-san. con su familia, tan completa, y sin nada que falte. Yo no me puedo quejar con lo que tengo.

Miro el anillo de platino que descansa en mi dedo, eso es lo más completo que tengo ahora, pero por otro lado me preocupa...¿Qué le diré a mi hermano? ¿Cómo se lo tomara? espero, que logré comprenderlo.

Dejo de pensar tanto, ya estoy frente a la casa, o más bien mansión, de Usagi-san, que probablemente, también será mía en unos meses.

Entro normalmente y llamo a mi casero, pero nadie contesta, debe estar en la editorial, o bien, tirado en el suelo de su habitación, cualquiera es creíble.

Dejo las bolsas de compra en la barra de la cocina, y guardó los vegetales en el frigorífico. Totalmente confiado, subo las escaleras hacia el piso superior, con la guardia alta, a un posible ataque por parte de cierto pervertido.

Abro su habitación, y lo veo ahí a el, durmiendo plácidamente, como si fuera un tierno ser inocente, que por supuesto, es lo que menos es.

Camino hasta el, y me hinco hasta estar a su altura, temiendo que en cualquier momento me salte encima, tal cual pervertido, pero el ataque jamás llega y el sigue dormido como si nada.

Me percato de sus ojeras, debió estar trabajando toda la noche, así que me compadezco un poco de él, y me acuesto a un lado suyo, pero no se despierta.

— ¿Misaki? — abre los ojos con lentitud y sonríe, aún estando tan cansado.

— Estoy en casa, Usagi-san. — miro hacia otro lado, y me remuevo a su lado, el me abraza y nos quedamos así.

— Estaba muy preocupado por ti. ¿Has ido al hospital como has dicho? — pregunta.

— Sí...los resultados me los darán el en 5 días. — trato de no preocuparlo mucho.

Hoy, he ido al hospital, ya que últimamente me he sentido un poco mal, aunque sólo creo que es por que comí algo en mal estado, Usagi-san, casi me obligo a ir, ya que me había desmayado en algunas ocasiones... aunque la doctora que me atendió me dijo que parecía estar bien, me mando a hacer una prueba de sangre, ya que parecía preocupada por alguna razón.

— Ya veo... — se acerca y queda a pocos centímetros de mi, espero a que me bese, pero en cambio, sólo me mira.

— ¿Qué? — pregunto, mirándole.

Se ríe despacio y me beso de repente. Le correspondí en cuanto pude, y seguimos así, perdiéndonos de lo que ocurría, cuando nos separamos por falta de aire, un "Aww" se oyó por toda la habitación.

En el marco de la puerta, la siempre bella Aikawa, nos miraba mientras de quién sabe donde, nos tomaba fotos mientras un ligero hilo de sangre salía de su nariz.

— ¡Aikawa-san! je... que gusto verla aquí, digo...— no termine la frase y me solté de inmediato del agarre de Usagi, y salí inmediatamente de la habitación, dirigiéndome justo a la cocina.

Ya en la cocina, me dispongo a hacer el té. Cuando tengo todo listo, llamo a Usagi y a Aikawa, los dos bajan comentando sobre su nuevo proyecto, sin ninguna intención de escucharlos, me doy la vuelta hasta que alguien me abraza por detrás.

— Misaki, hay un lugar al que me gustaría que me a acompañes, ¿qué te parece el martes después de la universidad...? — Usagi besa mi cabello, y yo camino para llevarles té.

— ¿Es algo muy importante? La verdad no sé si tenga mucho trabajo ese día. — intentó parecer difícil, aunque, conociendo bien a mi... novio, no se rendirá hasta que diga que sí.

— Claro que lo es. Pero es una sorpresa para ti, por lo que no puedo decirte nada más. — se suelta y se sienta en el sillón frente a su editora.

Miro hacia fuera, el clima lluvioso y frío permanece todavía, pero los tenues rayos de sol se asoman. Miro de vuelta a Usagi.

— Muy bien, iré después de recoger mis resultados en el hospital.


Finalmente había llegado el martes, era un día casi perfecto, el clima era magnífico pero... no tenía mi total paciencia.

Había llegado al hospital esperando los resultados de mis análisis, todo bien, excepto porque estaba tomando demasiado tiempo, en eso llego una enfermera, una chica bastante bonita, pero tenía una cara de total preocupación, aún así, intento sonreír para mi.

— ¿Usted es Takahashi Misaki? — pregunto amablemente.

— Um, sí...— respondí de igual manera.

La chica me siguió sonriendo y me pidió que la siguiera hasta la pequeña habitación donde me dirían mis resultados.

Ahí, una señora más grande, me pidió que me sentara, y me sonrió de igual manera.

— Bien, Misaki. Perdona el atraso, lo que ocurre es que pareció haber un error en los resultados, o no muy bien, un resultado algo... impactante. No me gustaría que te alarmarás mucho, así que por favor escúchame con atención.

Escuche con atención lo que decía la mujer, tratando de no alarmarme por cualquier resultado posible. La doctora con un poco de dificultad, sacó los papeles de la carpeta, fijó su vista en un punto exacto y se dispuso a hablar.

— Los resultados son un tanto extraños, pero han sido comprobados ya antes, así que no me gustaría que te alterarás mucho, ¿si? — me paso los papeles que ella había leído antes. Los tome y mientras los miraba, en un escrito decía un claro "positivo"

— ¿esto qué quiere decir? — pregunte, inconsciente de la respuesta que recibiría después.

— Bueno, Misaki. Los resultados no mienten. Estas... bueno, vas a tener un bebé.


Este es el primer capítulo. Cualquier error de ortografía, discúlpenme, no tuve mucho tiempo de editarlo.

Es algo corto, pero intentare subir el siguiente capítulo en poco tiempo, intentaré terminarlo lo antes posible, si es que les gusta la historia.

Nos vemos en el siguiente capítulo:3