Buenas noches, pasa por aquí. Te doy la bienvenida, toma mi mano. Izquierda y derecha, paso a paso entramos a la soledad que nadie conoce. La alfombra de nieve manchada de un vino tinto y la melodía de una caja musical rota. Te preguntas dónde estás, yo respondo: En el castillo de los sueños que nadie conoce. Olvidas todo lo que piensas al notar el aroma a hierro. Ves el reloj de arena; el último grano acaba de caer. Noto que sudas frío, no pienses ahora por favor. Una sombra extraña aparece y empiezan a brotar las heridas. El té rojo está servido. Ven bailemos éste complejo y divertido vals. Empezamos a girar, volvámonos locos en tu delirio. Es divertido ver tus ojos perdidos. ¿Que pasaría si ahora tomara un cuchillo? Ahora que las piezas están escogidas, podemos empezar el festival. Luces rojas, rosas púrpuras y el sonido del dolor ¿Oyes ésos gritos? Oh, que dulce balada. Ven bailemos en la palma de mi mano mientras todavía sigamos cuerdos. Éste es el inicio del interminable carnaval destripador.

Hola, ven por favor. ¿Qué tal te encuentras? Adelante, no pasará nada. Olvidate de las tristezas mientras te canto un cuento de hadas. Sigue la canción y baila con toda tu estupidez. También aplaude, pero no tan infantil. Sigue con ésa sonrisa inocente, mientras me río de lo dulce que eres. "Te voy a despedazar" Susurro mientras alzo la hoja de plata. Primero, cierra tus ojos y entra en la oscuridad más profunda. Segundo, tapa tu boca y sella tus gritos. Tercero, tapa tus oídos para así no escuchar la triste obra que se avecina. Ahora con tu estúpida cabeza,gira en la palma de mi mano. Cree en las cosas que no se pueden nombrar. Prueba el té rojo, que sabe a metal. "Sigue sonriendo siempre ¿De acuerdo?" Susurro en tu oído mientras el carnaval destripador continua.

Arriba y abajo, mira la multitud de cadáveres floreciendo. Izquierda y derecha,observa el jardín rojizo. La bizarra, dulce y pequeña sonrisa del gato negro. Las campanas suenan mientras el reloj se derrite. Te das cuenta de la dolorosa realidad. La sonrisa tallada en tu rostro dice todo lo contrario a lo que sientes ¿Verdad?. La hipocresía involuntaria que posees desaparece al ver cómo el gato te mira fijamente. Intentas escapar arrastrándote patéticamente entre gritos y lágrimas. El color carmesí se apodera de todo mientras suelto el cuchillo ensangrentado. "¡¿Acaso no es suficiente?!" Grito mientras más heridas aparecen. Te pones de pie y bailamos el último vals, también te tiro fuera. Te miro con superioridad y digo "Adiós,no vuelvas nunca más. Pero que sepas que el carnaval destripador nunca termina".