Declaimer: Lamentablemente Soul Eater no me pertenece, sus personajes son propiedad del gran Atsushi Ohkubo (alabado sea).

No Soul, no party

Soul

Se removió incomodo en el lugar y en un torpe intento de acomodarse cayó al suelo. Con un ruido sordo su cabeza golpeo contra el piso dejándolo momentáneamente atontado. _Puta madre-maldijo sobándose con insistencia e intentando calmar el dolor.

Se levanto del suelo agarrándose de la cama, la cabeza le daba vueltas y sintió un horrible terrible malestar en el estomago. No había sido una buena idea competir contra Black para ver quien aguantaba más antes de emborracharse. Intento ignorar su resaca y comenzó a buscar su ropa. Opto por unos jeans gastados, una remera blanca y una campera negra, las únicas prendas que olían limpio.

Entro al cuarto de su hermano, vacio. El de sus padres, vacio. Ninguna nota. Suspiro con resignación y comenzó a preparar el desayuno. Pronto la cocina se vio envuelta en sabroso aroma.

Devoro con efusividad cada una de las tostadas que yacían en el plato, junto sus cosas y salió a la calle. Estaba templado, el frio aun no había llegado con toda su intensidad gracias a dios. Tomo el metro y llego a la escuela en cinco minutos. Camino por los pasillos del Shibusen con tranquilidad, aunque había mucha gente.

_ ¡Soul!-una voz cantarina izo que se volteara. Maka, su mejor amiga, avanzaba hacia el junto con Chrona abriéndose paso entre los estudiantes.-no creí que llegaras a tiempo, ¿Qué paso?-Soul sonrió de forma torcida.

_Caí de la cama. -respondió sin mirarla, en lugar de eso fijo su atención en Chrona largo rato. La muchacha comenzó a ponerse nerviosa.

_Ya idiota deja de molestarla.-Soul amaba hacer eso a la pobre chica pelirrosa, era divertido ver como se incomodaba bajo la mirada atenta de las personas, claro que, siempre se ganaba un buen librazo en la cabeza por parte de su querida Maka, como en ese mismo momento. Pero justo antes de que aquel libro de setecientas páginas se incrustara en su albina cabeza, su salvador llego gritando y siendo perseguido por Kid.

_Muévanse mortales, denle paso a su Dios.-gritaba Black Star empujando a quien se cruzara por su camino. Detrás avanzaba un Kid completamente iracundo. Estúpido Black Star, ¿Qué habrá hecho esta vez?

_Tu estúpido Dios cobarde bueno para nada, ¡Vuelve aquí! –ninguno de sus compañeros o profesores se alteraron ante esa escena, hacía años que la veían y siempre terminaba igual, con un Black Star sufriendo las consecuencias de sus actos.

Liz y Patty, las hermanas Thompson, caminaban con tranquilidad ignorando la lucha que se estaba dando a sus alrededores. Avanzaban con lentitud, Liz a la cabeza, como si desfilara por una pasarela y Patty dando pequeños saltitos cada tanto.

_ ¡Hey chicos! ¿Cómo estuvieron sus vacaciones?-pregunto Liz al llegar a su lado. Patty parecía entretenida viendo como Kid masacraba a Black Star, tarareaba una canción que él no conocía y desviaba su vista cuando algo mas llamaba su atención. Nunca tuvo mucho poder de concentración.

_Bien supongo-contesto Maka encogiéndose de hombros.-Chrona nos acompaño a mí y a mi papa a Paris, estuvo bastante bien la verdad.-comento distraída a causa de los gritos del Dios. Llevaba un suéter de color rojo y unos jeans, nunca se arreglaba mucho para la escuela, pero eso no quería decir que no se luciera con lo que llevaba.

_ ¿Tu Soul?-pregunto Liz dirigiéndose al alvino. Este se encogió de hombros.

_Inglaterra, alcohol, chicas. Ya sabes, lo usual. ¿Ustedes?-comenzaron a caminar rumbo al salón de clases, faltaban cinco minutos para comenzar y sería mejor estar allí antes de que Stein llegara. Los pasillos estaban atestados de alumnos.

Las visitas anuales a su país natal eran grandiosas, pero después de un tiempo, la monotonía se volvía aburrida.

_Oh, lo de todos los años, vacaciones en familia a alguna playa, muchas compras.-se acomodaron en sus lugares, misma aula, mismos compañeros. Liz saco una lima de su bolso y comenzó a arreglarse las uñas mientras Patty entablaba conversación con Harvard. Soul subió los pies al banco y se acomodo en su lugar.

Luego de unos segundos Tsubaki llego trayendo a Kid y Black Star. Como de costumbre con su mirada tierna y su expresión serena había hecho que ambos pararan, era la única que siempre lo lograba, ella o un buen golpe de Maka o Liz. La clase transcurrió con normalidad, cada tanto el alvino podía ver como las hermanas Thompson miraban a cada segundo el reloj y como Black llenaba su hoja en blanco con su firma.

El timbre del receso sonó y los estudiantes salieron de las aulas. Soul ni siquiera supo en que clase había estado.

_ ¿Y Soul?-pregunto Kid sentándose en la mesa con su almuerzo. Todos sus amigos se encontraban allí, todos menos el alvino.

_Debe de estar inaugurando uno de los nuevos baños con Kim.-respondió Liz con fastidio mientras masacraba su ensalada con un tenedor. El hijo del director miro a Maka y esta le hizo una mueca, luego a Tsubaki la cual solo se encogió de hombros. A ninguna de sus amigas le agradaba Kim, no después de lo que le izo a la bella pelinegra.

_Perra.- siseo la mayor de las Thompson al ver como Kim pasaba por delante de ellos de lo más vital. En efecto, Soul caminaba tranquilo hacia sus amigos, manos en los bolsillos y actitud desinteresada, ignorando totalmente el volcán en erupción llamado Liz.

_ Ya Liz, déjalo tranquilo.-hablo Tsubaki, la nombrada iba a contestar, pero Soul llego con todo y su parsimonia y tomo asiento a su lado. La rubia suspiro y cambio el tema de la conversación. La pelinegra no lo tomaba tan mal, después de todo Soul era un hombre y seguramente no pensaba las cosas de la misma forma que Liz.

Llego a casa y lo primero que hizo fue abrir la heladera. Saco de ella los ingredientes para preparar algo de comer, pero como si de un dejabu se tratase, sus padres entraron gritándose el uno al otro. Soul, viendo que la discusión llevaría bastante tiempo, saco unas frituras de la alacena y tomando el refresco que había comprado antes de llegar, subió a su habitación.

Puso música y saco una bolsa de hierba debajo de su cama, con cuidado y una práctica envidiable armo un pequeño cigarro. Lo encendió, estaba a punto de darle la primera bocanada pero alguien se lo arrebato de las manos. Black Star exhalo el humo en su rostro.

_Idiota ¿Qué haces aquí? –pregunto al mismo tiempo que armaba otro cigarro. No le preguntaría como había entrado, hacía años que aparecía de la nada en su casa y se negaba a decirle como.

_No quiero estar en mi casa, me quedo contigo hasta que vayamos a la fiesta.-dijo con simpleza mientras se adueñaba de su computadora.

_Ok.-acepto, la verdad, no le venía mal un poco de compañía.

La una de la mañana en punto, y los chicos habían llegado a la fiesta sin ningún contratiempo. La música a todo volumen parecía no molestar a los vecinos o tal vez sería la costumbre, ¿Quién sabe?

Entraron, la casa no era muy espaciosa, pero tenía un jardín lo bastante amplio como para que cabieran mas. Tenía dos pisos, abajo todos bailaban o solo bebían, mientas que arriba, bueno, arriba estaban las habitaciones y el baño, así que ya deben de imaginarse.

Soul y sus compañeros se adentraron aun mas y, como si de una película de terror se tratase, sus amigos fueron desapareciendo de apoco. Los primeros fueron Kid y Patty, lo bastante concentrados en sus bocas como para prestar atención al resto. El segundo fue Black Star arrastrado por dos chicas desconocidas que lo hicieron desaparecer lejos de su vista. Luego Tsubaki y Chorna que fueron directo para la "barra". Liz encontró a Kilik, su novio, a la velocidad de la luz y se perdieron en el segundo piso.

_ ¿Solo nosotros sobrevivimos?-le pregunto a Maka, que reía viendo a Chrona pelear con un chico que le había robado su botella. Soul diviso a Kim, que parecía buscar a alguien entre la multitud. Se horrorizo. Si, había estado con ella varias veces, pero cada vez era más insoportable, se pegaba a él y lo seguía a todas partes, era desesperante. Sin perder tiempo tomo a su amiga del brazo y la arrastro hacia el exterior de la casa.

_ ¿Qué pasa?-exclamo Maka al ver cómo era llevada contra su voluntad.

_Kim esta allí adentro, no quiero que me vea.-la joven entrecerró los ojos y lo escruto con la mirada.-no te miento, tonta.-exclamo exasperado.

_Está bien.-se sentaron en el pasto recién cortado, el olor al césped no era tan malo, siempre y cuando no se mezclara con el aroma a vomito.-mejor nos movemos de aquí ¿Si?-sugirió.

Estaban a gusto, la música llegaba a ellos, pero no perturbaba la tranquilidad. Maka había encendido un cigarrillo, mientras el vaciaba la botella de vodka que había sacado de uno de los estantes de la alacena. Pero había algo, una pequeña cosa que despertaba su curiosidad. Maka fumaba, eso no era raro. Lo que si llamaba su atención era la forma en que lo hacía. Siempre que estaba nerviosa por algo, la rubio cenizo jugaba con el cigarro pasándolo entre sus dedos mientras que intentaba hacer pequeñas formas con el humo, como lo hacía en ese momento.

_ ¿Qué pasa?-Maka lo miro confundida, iba a hablar, pero Soul enarco una ceja en forma acusadora. -escúpelo. ¿De qué se trata?

La joven desvió la mirada, estaba nerviosa, muy nerviosa. No quería contarle, no se sentía lista. Pero después de todo era Soul, su mejor amigo, la persona en la que mas podía confiar. No tenia que temer.

_Es sobre Spirit… -bacilo, miro a su amigo esperando encontrarse con su penetrante mirada rubí, pero este miraba hacia todos lados frunciendo el seño.- ¿Soul me estas escuchando?

_ ¡Ten eso maldita!-exclamo al cerrar las palmas de golpe con una sonrisa victoriosa.

_ ¡Soul!-grito Maka al borde de la desesperación ¿Qué ese idiota no veía lo difícil que esto era para ella?

_ ¡Ho! Es que esta jodida mosca no dejaba de molestarme.-contesto. Maka soltó un suspiro y enterró su cara entre sus brazos.

_Ya, lo siento, cuéntame-esta vez sus ojos si la miraban, incitándola a hablarle. Una pequeña sonrisa reconfortante se escapo de los labios del chico. Ella suspiro.

_Yo creo que…-dijo comenzando a descargar su angustia.

_ ¡Soul!- ¡Mierda! Kim llego con tranquilidad abrazando al alvino por la espalda. Traía una gran sonrisa en su rostro y los ojos le brillaban, sabía que había interrumpido algo importante.- ¿Vienes un segundo? Te necesito allí adentro-susurro sensualmente en su oído, pero Maka pudo escucharlo. El muchacho se giro para ver a su amiga, esta le sonreía pasivamente.

_Ve-Soul intento hablar pero la chica fue más rápida.- Ve, está bien, luego hablamos.

_ ¿Lo ves? A Maka no le importa, vamos.-Kim tiro de su brazo y lo obligo a entrar en la casa. Apenas entraron la sonrisa de Albarn desapareció y maldijo a Kim de pies a cabeza. Tomo la botella de alcohol que había traído con anterioridad y comenzó a caminar rumbo a casa.

Soul era arrastrado entre la multitud, estaba molesto, ¿Quién se creía esta chica para llevárselo así? Para colmo había dejado sola a Maka. ¿Qué clase de amigo hacia eso? Se soltó con brusquedad del agarre de Kim, y volvió hacia el patio.

_ ¡Hey! ¿Qué haces?-hablo la voz de Kim a sus espaldas. No se detuvo, continuo empujando gente hasta el patio.

_Voy a buscar a Maka. -salió de la casa, pero la rubia había abandonado el lugar.

_ Ya se fue a casa, vamos Soul, entra conmigo. -oyó que decía enredando sus odiosas garras en su espalda.

_ ¡Déjame en paz! -grito el alvino soltándose de su agarre y dejándola, parada en medio del jardín.

Subió a la moto y condujo hasta casa de Maka, pero le fue imposible no pasar frente la suya antes, quedaba de camino. Los gritos provenientes de esta hicieron que suspendiera su búsqueda momentáneamente y entrara al hogar Evans.

Los gritos eran, como ya suponía, de sus padres. Discutían por alguna razón que el joven no lograba descifrar mientras Wes, sentado en el sofá con la cabeza apoyada en su mano, miraba a uno y al otro alternativamente, como si fuera lo más aburrido que había visto en su vida. Tenía el cabello revuelto y el rostro cansado.

Los ojos de ambos hermanos se encontraron. Soul alzo una de sus cejas en forma de pregunta, para lo cual Wes contesto moviendo la cabeza negativamente.

_ ¡Haz lo que quieras, no me interesa! -vociferaba su madre azotando la puerta, ninguno de sus padres se había dado cuenta de su presencia.

_Se va.-dijo el alvino mayor al mismo tiempo que Soul se sentaba a su lado. No se miraban, solo veían a sus padres ir y venir.-Papa se va, la dejo.-el menor lo miro unos segundo y luego se giro hacia las maletas agrupadas en un costado de la puerta.

_No me sorprende, la verdad.-dijo sinceramente. Su acompañante sonrió. Era algo inevitable, sabían que iba a suceder, pero había sido más rápido de lo que creyeron.

_A mi tampoco, pero bueno, el problema no es ese. Mama quiere que nos mudemos.-giro su cuello tan rápido que creyó lastimarse, ¿Mudarse? ¿Estaba desquiciada?

_No me voy a ir.-contesto con rapidez, masajeándose el cuello dolorido.

_Yo voy a la universidad, empiezo en una semana, así que me voy de todos modos. Te apoyo y lo sabes, pero estas solo en esta.-suspiro con pesadez y se puso de pie.

_ ¿A dónde vas?-pregunto su hermano al ver que volvía a tomar las llaves de la motocicleta.

_A ver a Maka.-contesto sin siquiera voltearse.

Condujo las pocas calles que quedaban de distancia, mientras las palabras de Wes daban vuelta en su cabeza. "No me voy a ir" susurro nuevamente aun más decidido, no sabía cómo, pero no iba a dejar Death City.

Dejo su vehículo a un lado de la casa y comenzó a escalar la pared hasta la habitación de Maka, como tantas veces había hecho. Si Spirit se encontraba en casa no lo dejaría entrar.

Lo primero que pudo ver fue a Maka caminar por su habitación, tenía el cabello suelto, iba descalza y con una remera larga, que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas. Abrió la ventana haciendo que se sobresaltara, entro con agilidad al mismo tiempo que ella lo insultaba por haberla asustado.

_ ¿Qué haces? –pregunto, pero él no contesto. Cruzo el cuarto y se acostó en la cama mirando el techo. La rubio cenizo lo miro unos segundos y luego tomo lugar a su lado.

_ ¿No deberías estar en la fiesta con Kim?-el músico izo una mueca y Maka rio. Estuvieron así por un largo tiempo, la de ojos jade sabía que Soul quería hablar con ella, contarle algo importante. Desde que lo conocía, hace ya demasiados años, el chico tenía problemas para expresar sus sentimientos.

_ ¿Qué querías decirme? Hoy en la fiesta. -pregunto el joven. Su amiga lo miro y esbozo una sonrisa.

_Nada importante, no te preocupes. Cosas de chicas.-no lo creyó del todo, pero si ella no quería contárselo todavía, iba a respetarla. Aun así, el si quería hacerle saber los últimos sucesos en la familia Evans. Saco un paquete de dulces del bolsillo y se lo tendió a la chica.

_Mis padres se separaron.-dijo con despreocupación. Maka casi se ahogo con el caramelo. Lo miraba intentando descifrar su mente, saber que pensaba, como se sentía. Pero su rostro se encontraba impasible, como si le hubiera contado lo que compro en el supermercado.-Mama quiere que nos mudemos.-la muchacha se incorporo de golpe y trato de buscar su mirada.-no voy a irme.-dijo esta vez viéndola a los ojos.

_Puedes quedarte aquí si quieres.-contesto con rapidez, Soul enarco una ceja.-Spirit tardara semanas en darse cuenta de que estas aquí.-ambos sonrieron. Maka salió de la cama y camino hasta su escritorio. Saco una pequeña baraja de cartas y se la arrojo al alvino, este se incorporo y la miro con detenimiento.

_Eres la mejor, ¿Lo sabías?-la de ojos jade esbozo una gran sonrisa, se sentó frente a él y comenzó a mezclar las cartas.

_Si, lo sabia.- respondió sin mirarlo, mientras ponía las cartas en la cama. Los ojos de Soul no se despegaban de ella, de sus movimientos, sus manos, su rostro. Maka lo completaba, ella era su todo. Podían existir miles de chicas con quien salir, pero solo una Maka. Albar levanto la vista regalándole una de esas sonrisas que el amaba, con las que, cuando todo iba mal, le decía "Que se joda el resto Soul, juguemos cartas."


¡Hola! Antes que nada, gracias por leer hasta el final. Tuve una semana medio melodramática así que este fic salió algo raro. Es el primero que escribo de Soul Eater así que no sean malos y dejen un review, porfas… *.*