Hola! mmm... es la primera vez que subo algo a Fanfiction, así que espero no sean muy duras conmigo.
Esto es un Song-Fic basado en la canción "La Bella y la Bestia" de porta. Aunque va a ser de dos capitulo porque me salio muy largo y decidí cortarlo, así que va a ser un Song-Fic/Two-shot raro ¿no? La historia va a estar narrada en primera persona, aunque habrá partes donde esta como narrador-observador, osea, tercera persona.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son del gran mangaka Masashi Kishimoto-sama. La letra de la canción es de Porta. Solo la trama es mía.

Aclaraciones:

-Hablan-
"Piensan"
Recuerdan

Disfruten...


La Bella y la Bestia

(Porque no todo es lo que parece)

Estaba nerviosa, hoy era la primera vez que me presentaba al grupo de ayuda, la cual necesitaba urgentemente para poder sacar esta daga, que sentía, me atravesaba el corazón. Todo había sido mi culpa, si tan solo hubiese insistido más, esto no habría pasando. Quizás ahora estaría disfrutando de uno de sus deliciosos tés.

Rezaba a Dios que en este lugar pudieran ayudarme un poco a superar todo el caos en el que se había convertido mi vida. Había días en los que el dolor y la culpabilidad no me dejaban dormir y me tenían toda la noche llorando de tristeza, pero sobre todo de coraje, un coraje y odio que iba más allá del amor que yo podría llegara a dar.

Lloraba de coraje porque me detestaba por haber sido tan ciega tanto tiempo y haberme percatado de la situación, cuando ya no podía solucionarse nada; lloraba de odio, porque me hubiese gustado que ese mal nacido sufriera al menos un poco, solo un poco, de lo que le hizosufrir. Pero ya nada podía hacerse ahora. Nada.

Entre a la pequeña sala donde se llevaría a cabo la sesión: había unas sillas plegables dispersas en forma de círculo. Me senté en la primera que vi; no quería pensar mucho porque si no sería capaz de salir corriendo de ahí, pero tenía que admitir que necesitaba la ayuda urgentemente. Suspire, necesitaba relajarme. "Todo va a estar bien" pensé.

Pasados unos diez minutos más, en la pequeña sala ya se encontraban unas doce personas. Había desde adolecentes hasta personas que ya sobre pasaban los cuarenta.

―Bien, chicos, vamos a empezar con la sesión de hoy ―dijo una mujer de mediana edad con lentes en forma de media luna ―.Oh, lo olvidaba, hoy tenemos una nueva integrante ―avanzo hacia mí y me toco el hombro― Preséntate frente a todos, querida y dinos porque viniste. Mi nombre es Miyuki ―termino.

Cerré los ojos y tome fuerzas de donde no las tenía. Hoy iba a ser uno de los días más largos de mi vida.

―Hola, mi nombre es Ino ― todos me respondieron a coro con un "Hola, Ino" ― Emm… estoy aquí porque necesito ayuda. Hace poco sufrí una situación que me dejo algo… ¿cómo explicarlo?… deshecha, si, deshecha y necesito sacarlo, porque sé que si sigo guardando esto no podre superarlo ― pare ahí, un nudo en la garganta no me dejo seguir hablando.

―Y… ¿Cuál fue la situación que te ha dejado así, Ino? ― ¿realmente tenía que contestar a eso? Ya era de por sí difícil estar aquí. Miyuki se me quedo viendo, notando mi indecisión ―Ino, solo podemos ayudarte si sabemos que es lo que te sucede. Vamos, querida, no tengas miedo, nada de lo que digas aquí, se va a divulgar fuera de esta habitación: estamos en confianza― de cierta manera me reconforto mucho lo que me dijo y me di cuenta que si no hablaba, de nada iba a servir que viniera a las sesiones.

―Yo…―tome aire para poder seguir hablando―yo hace poco perdí a alguien muy especial para mí, alguien que me enseño lo bello de la vida, pero que ahora no puedo notar, porque se fue. Sin esa personanada tiene color―lagrimas se habían anegado en mis ojos y no me dejaban ver con claridad.

― Sabes, Ino―hizo una pausa mientras tocaba mi hombro―. Las personas se van, es el ciclo de la vida, es muy normal que te sientas triste por la pérdida que has tenido, pero eso no debe ser motivo para que caigas en depresión. Debes ser fuerte y seguir hacia adelante, estoy segura que esa persona tan importante para ti, no querría verte así.

―Pero, no es en si la tristeza de haberle perdido, sino en las circunstancias en las que se dio―baje la mirada, el solo recordar todo lo sucedido me entristecía―. Yo me siento culpable, porque pude haber hecho algo y no lo hice: debí haberme percatado de lo que pasaba. Es algo que me da coraje y no me deja vivir con tranquilidad.

― ¿Quisieras contarnos? Estoy segura que eso te haría sentir mejor, no es esta bien guardarse los problemas para uno mismo, siempre es bueno contárselo a alguien ―Miyuki me dedico una sonrisa reconfortante que me hizo entrar en confianza.

― Esta bien― este sería el mayor reto de mi vida. El contar lo que me pasa no es algo que haga con frecuencia, pero el día de hoy haría una excepción―. ¿Por qué somos tan vulnerables? ¿Por qué lo que un día nos hace sentir feliz, al siguiente nos entristece? Hace tiempo que me formularon esas preguntas y en aquel entonces no las supe responder, me habían desconcertado y por más que quise darles una respuesta, éstas jamás llegaron a mí; sino hasta hace poco, cuando realmente las comprendí.

"Esta historia se remonta hasta hace ya bastante tiempo cuando empezó todo. Una historia de la cual desconocía los pormenores hasta hace unos meses…

Es solo una historia más…
La Bella y la Bestia

Fue en la época de la preparatoria, una época que es inolvidable para todo aquel que la vive.

Todo era perfecto: me iba bien en la escuela, tenía un novio que me amaba, padres que me consentían, pero sobre todo tenía amigos, amigos que quería y me querían, y aun más importante: mi mejor amiga. Estábamos por terminar la preparatoria ya solo nos faltaba un semestre y ¡ya está! Pero ese semestre nos tenía esperando una gran sorpresa.

Ojala ésta nunca hubiese llegado.

Ese día nos encontrábamos todos en el aula esperando que el maestro de literatura llegase, pero era muy probable que se presentara ya acabando la clase: ese bendito maestro era muy, pero muy impuntual. Pero ¡Oh, sorpresa! Kakashi ese día había llegado puntual (augurio de que algo raro pasaba).

Buenos días, muchachos―dijo mientras dejaba su portafolio sobre el escritorio―déjenme anunciarles que éste semestre tendrán a un compañero nuevo, al cual, espero traten bien. Pasa por favor―ordeno mientras miraba a la entrada del salón.

Se hizo un murmullo generalizado de todos mis compañeros, absolutamente todos estaban sorprendidos de quien era esa persona.

Preséntate a la clase, por favor. Dinos tu nombre, que te gusta, que te disgusta y cuáles son las metas en tu vida.

Mi nombre es Sasuke Uchiha. No me gusta nada en particular y muchas otras me desagradan. Tengo una meta: ser el próximo presidente de la empresa de mi padre. ―se escucho un suspiro de parte de las féminas del salón. "Pobres ilusas" pensé, no tenían ni una oportunidad con él.

¡TEME!―todos en el salón ya nos esperábamos esa reacción.

No grites, Usuratonkachi―le respondió. Muchas veces en mi vida me pregunte porque esos dos eran los mejores amigos, si eran tan opuestos; bueno, aunque yo no tenía mucho que decir: mi mejor amiga era totalmente opuesta a mí, pero quizás eso hacía que nos complementáramos.

Hacía años que no veíamos a Sasuke. Desde que empezamos la preparatoria él se había mudado a otra ciudad y habíamos perdido toda comunicación con él, si acaso sabíamos algo, era porque Naruto nos lo decía. Siempre estuvo en contacto con Sasuke.

Pero ahora verlo dentro del salón de clases hacia que me preguntara ¿Qué le había visto yo, años atrás? Sasuke no era un chico romántico, ni tampoco de los que regalan rosas, entonces, ¿Qué tenía que lo hacía tan irresistible ante la mirada de las mujeres? Quizás era el aura de misterio y peligro que lo rodeaba, pero ahora que lo veía, nada de lo que alguna vez sentí por él, se removió un poco. Absolutamente nada. Yo ya había superado esa etapa de mi vida, ahora tenía un novio al que amaba con todo el corazón.

El resto del día pasó con normalidad, claro, sin dejar de lado el emotivo encuentro, el cual Sasuke recibió de buen grado. Eso no pudo más que sorprenderme.

Los días pasaron, las semanas le siguieron, hasta llegar a los inevitables meses. Durante todo ese tiempo observe que Sasuke y Hinata, mi mejor amiga, se habían vuelto muy cercanos, tanto, que Hinata hacia la mayoría de los trabajos con él. Eso no me molestaba, sino lo que me incomodaba era que ella no me contara lo que sucedía. Yo siempre le contaba todo y el hecho de que ella no me tuviera confianza, de cierta manera, me lastimaba.

Un día me dispuse a confrontarla y enterarme que era lo estaba sucediendo, ya no podía seguir cuestionándome, qué era lo que provocaba que mi amiga se estuviera alejando de mi.

Hinata, ¿podemos hablar? ― le pregunte después de clases. Sasuke se encontraba junto a ella, pero me vino importando un pepino si le molestaba que interrumpiera lo que sea de lo que estuvieran hablando. Ella volteo a verme sorprendida.

Claro, Ino, solo espera a que termine de recoger mis cosas―vi la mirada que le dirigió a Sasuke y no me agrado para nada. En ella solo se reflejaba amor.

Te espero en la salida, no te tardes― fueron las últimas palabras del Uchiha antes de retirarse completamente del aula.

Bien, Hinata, ¿Qué es lo que tienen tú y Sasuke? ―fui directo al grano, yo no era de las personas que se iban por las ramas. Vi como se ponía nerviosa―Sabes, no te había preguntado nada, porque pensé que eventualmente me lo contarías, pero me equivoque. No podía quedarme con la duda de porque cada vez te alejabas más de mi y te acercabas un poco más a Sasuke. Se supone que entre tú y yo no existen secretos, entonces, ¿Qué es lo que paso? Cada día te siento más lejos ―le dije toda cabizbaja.

Bueno, es que yo… no lo sé, Ino, simplemente paso―se puso a jugar con sus dedos nerviosamente.

¿Qué? ¿Qué es lo que paso, Hinata? Porque en realidad tu no me estas respondiendo nada ―empezaba a alterarme― Solo te pones nerviosa y no me hablas con claridad. No voy a morderte. Según he comprendido ¿acabas de decirme que tienes una relación amorosa con Sasuke? ¿Con Sasuke Uchiha? ―solo bajo la mirada y se sonrojo a niveles inimaginables. Oh no, ¿Por qué mi mejor amiga se tenía que enamorar de Sasuke Uchiha? ¿Por qué de él? Habiendo tantos hombres mejores en todo el instituto, se tuvo que venir a fijar en él, ¡precisamente en él! El único hombre que a mis ojos no valía ni una mierda. ― ¿Estás hablando en serio, Hinata? ¿Por qué Sasuke Uchiha?

Me estás preguntando ¿Por qué Sasuke? ―frunció el ceño― Es como si yo te preguntara ¿Por qué estas con Shikamaru? En el amor no se decide, Ino: simplemente pasa. Además, él es muy amable y cariñoso conmigo, bueno… a su modo―una sonrisa de enamorada se le formo en el rostro. Sasuke ¿amable y cariñoso? Eso tenían que verlo mis ojos.

Hinata, ¿es acaso que ya olvidaste como era Sasuke en la secundaria? ¡Era el chico más mujeriego que he visto en mi vida! No se tomaba a ninguna chica enserio y, si me preguntas porque estoy con Shikamaru: es simplemente por la llana razón de que él siempre ha sido sincero conmigo, no importa que sea un maldito flojo inteligente, nunca, pero nunca, me ha mentido y a demostrado muchas veces cuanto me ama.

¿Y quién dice que Sasuke no puede ser así? ¡Él también me ha demostrado cuanto le importo! ―me grito― Sasuke tiene un lado tierno que solo llegan a conocer las personas que realmente quieren conocerlo. Así que voy a pedirte respetes mi decisión.―termino ya más tranquila.

Suspire abnegada.

Está bien, prometo no meterme en su relación ― me acerque a ella y acaricie su rostro con cariño: Hinata siempre había sido para mí como una hermana menor―Solo…―la envolví en un abrazo protector, tenía miedo de lo que pudiera pasar― solo no te alejes más de mí ¿sí? No me gusta que estemos separadas; prométeme que siempre estaremos juntas y ya no habrá más secretos entre nosotras―me aleje de ella y le sonreí.

Lo prometo, Ino: siempre estaremos juntas y ya no habrá secretos―alzo su dedo meñique y lo puso frente a mí; lo recibí y enrosque el mío con el suyo. Un "prometido" salió de nuestros labios al mismo tiempo y nos pusimos reír.

Ojala esa promesa se hubiese cumplido, al menos por parte de ella.

Bien, pero ahora tienes que contarme cómo fue que empezó todo, ―una sonrisa picara apareció en mi rostro―hoy vas a quedarte en mi casa. Haremos una pijamada y nos desvelaremos toda la noche, mientras me cuentas ¡TODO!

Pero, Ino, Sasuke me está esperando afuera…― la corte de tajo.

No te preocupes, yo me encargo de Sasuke.

Íbamos caminando hacia la entrada del instituto y me sorprendió sobremanera que Sasuke aun estuviera esperándola. Yo recordaba que él no era muy paciente que digamos.

Vámonos ―ordeno mientras se ponía a caminar.

Sasuke…emm yo…― Hinata estaba nerviosa así que decidí intervenir.

Hinata se va conmigo hoy, Sasuke ―él detuvo su andar y volteo a verme con esos ojos tan fríos de los cuales era dueño.

Hagan lo que quieran ―lo dijo con tal indiferencia que parecía que no le importaba, pero yo sabía muy bien que estaba molesto. Hinata bajo la cabeza muy triste.

No te preocupes, Hina, ya se le pasara.

Esa noche no dormimos. Hinata me conto todos los pormenores: me dijo que Sasuke fue el que dio el primer paso; todo empezó desde un trabajo que les fue asignado. Sasuke se le había insinuado pero obvio ella lo había rechazado, más que nada por su timidez. Así le siguieron varias semanas en las que él insistió en que fueran compañeros de trabajo y ella accedió porque hubiese sido de mala educación haberlo rechazado; típico de Hinata. Con el paso del tiempo ellos se fueron conociendo más (especialmente cuando se reunían para hacer los trabajos) y ella se fue sintiendo atraída hacia él. Dijo que era una gran persona y nunca se había portado grosero con ella.

Con el pasar de las semanas se dio cuenta que ya no podía estar lejos de él y con pesar descubrió que estaba enamorada, pero lo que le preocupaba más que nada, era que él no sintiera lo mismo por ella.

Me dijo que un día durante el receso él le pidió hablar y ella accedió. Caminaron por los pasillos hasta llegar al salón de música. Estaba nerviosa porque no sabía para que la había conducido hasta allí y ya empezaba a arrepentirse.

¿Pa-para que me tra-trajiste aquí, Sasuke?―le pregunto nerviosa. Él solo camino hacia ella, poniéndola aun más nerviosa. Retrocedía a cada paso que daba él, hasta toparse con una mesa.

No te pongas nerviosa, no voy a hacerte nada― la acorralo aun mas contra el escritorio y la tomo de la cintura, ella solo se sonrojo.

Sa-Sasuke ―no podía respirar de lo nerviosa que se encontraba.

Dime, Hinata ¿Qué causo yo en ti? ¿Qué sientes cuando estas cerca de mi? ―se acerco a su rostro y le susurro― ¿Te pongo nerviosa? ―ella solo asintió― Cuando te toco ¿Sientes que te falta el aire? ―Hinata solo bajo el rostro aun más sonrojada ―Contesta.

Tú…tú causas mu-muchas cosas en mi ―se recrimino por tartamudear cuando estaba dejando en claro sus sentimientos hacia él, tenía que ser fuerte ―Cuando estas cerca de mí, me pongo muy nerviosa y no puedo pensar con claridad, mi pulso se acelera y todo a mí alrededor carece de sentido y forma: solo importamos nosotros dos―había logrado decirlo todo, ahora solo faltaba la respuesta de Sasuke.

Él le sonrió.

Bien, ahora solo me queda hacer esto―no le dio tiempo a reaccionar hasta que sintió unos fríos labios sobre los suyos; se movían de forma lenta y ella fue siguiéndole el ritmo como pudo. No fue un beso apasionado ni salvaje, sino dulce y tierno, donde se demostraron cuan importantes eran el uno para el otro.

Eso beso fue más que suficiente para que Hinata supiera la respuesta de Sasuke. Entre ellos no hacían falta las palabras.

Después de eso se habían vuelto inseparables. Hinata me explico que había sido un acuerdo mutuo el hecho de guardar en secreto su relación: no querían llamar la atención. Eso aclaraba mis dudas de porque nadie sabía de lo suyo y de cierta manera era comprensible, ya que a ninguno de los dos les gustaba sobresalir. Aunque eso no se le diera muy bien a Sasuke.

El relato de la declaración del Uchiha, me dejo conmovida, nunca me hubiese imaginado un acto así de tierno por parte de él. Le daría un voto de confianza a esa relación.

Ese fue mi primer error.

Ella era bella,
frágil como una rosa,
él era una bestia
esclavo de sus impulsos

El semestre se acabo y todos estábamos muy felices porque ese día nos graduábamos. Pasamos por la aburrida y lenta entrega de diplomas y una vez terminada esta actividad se daría el discurso de generación por parte del alumno con mejores notas, ósea, Sasuke.

A continuación, el alumno con mejores notas, Sasuke Uchiha, dará el discurso de graduación―todos aplaudieron y empezaron a vitorear.

Hoy acaba una etapa de nuestras vidas, una etapa que durara en nuestras memorias hasta el último de nuestros días. Muchos no saben que harán una vez esto se acabe, otros tantos ya tienen su vida planeada, pero…― Y así le siguió un emotivo discurso por parte de Sasuke, lo cual nos dejo a todos sorprendidos. Unos años atrás en el discurso de la secundaria solo dijo: "Felicitaciones graduados, ahora pueden hacer de su vida lo que quieran. ¡Vivan la vida!" y se bajo del podio. Quizás ese cambio era gracias a Hinata; ella tenía ese raro don. Después de todo, parecían ser felices el uno con el otro.

Cuando termino el discurso todos esperamos a que se bajara de la tarima, pero no lo hizo, más bien se acomodo mejor y empezó a hablar:

Bien…emm― ¿Sasuke Uchiha estaba nervioso? No creí que viviría para ver ese día―aprovechando este día tan memorable, quiero hacer un anuncio a una persona muy especial ―bajo del podio y camino hasta Hinata, ésta no pudo más que sonrojarse ― Hinata Hyuuga, te has convertido en la persona más importante para mí, así que hoy te pregunto―tomo sus manos y se arrodillo― ¿quisieras casarte conmigo? ―incluso yo que ya sabía de su relación, esa propuesta jamás me la hubiera esperado, no podía estar más sorprendida. Se hizo un murmullo generalizado; siempre pensamos que Sasuke nunca sentaría cabeza, pero que giros daba la vida.

Aunque todo eso me pareció muy precipitado, apenas estábamos graduándonos de la preparatoria. Tenían toda una vida por delante, podían esperar hasta terminar la universidad. Pero decidí no decir nada y apoyar a mi amiga.

Hinata había tomado un color rojo inimaginable, parecía un jitomate maduro. Pero eso no evito que su rostro estuviera iluminado de dicha.

¡Si, si, si! ―grito mientras se tiraba a los brazos de Sasuke y lloraba de felicidad. A todos nos había dejado aun mas sorprendidos la reacción de Hinata: nunca se le había visto tan excitada. Normalmente era una chica tímida e introvertida.

Los aplausos y chiflidos no se hicieron esperar. De cierta manera la propuesta de matrimonio del Uchiha había sido muy especial: se salió totalmente de la tradicional cena romántica en algún restaurant caro con la estúpida copa de champagne, en la cual hasta el fondo se encontraba el anillo de compromiso.

Sonreí. Estaba feliz por ellos.

Solo pasaron dos meses para que la boda fuera efectuada, y por obviedad, yo sería la dama de honor, bueno al menos la principal, ya que Hinata tendría en realidad cuatro damas. Cuando Sakura, Tenten y Hanabi se enteraron de que sería yo, se sintieron indignadas y pidieron, no más bien exigieron, también serlo. Y Hinata al verse acorralada tuvo que aceptar, siempre era muy blanda. Por consiguiente nuestros novios serian padrinos, Naruto el principal, después de todo era el mejor amigo del novio. Me costó mucho convencer a Shikamaru para qué aceptara llevar su flojo trasero a la boda. De Neji ni hablar: Tenten ni siquiera tuvo que convencerlo. En cuanto supo que su amada prima se casaba puso el grito en el cielo y dijo que mataría al Uchiha. Y Konohamaru, él era primo de Naruto, no hace falta decir más.

Hiashi, bueno él, simplemente regaño a Hinata y luego de una acalorada charla dio su consentimiento para que se casara. Después de todo, su mano la había pedido uno de los herederos de Uchiha Corp. Esa boda no podía más que beneficiarlo.

En fin. El gran día había llegado y la novia se encontraba muy nerviosa, pero no por eso menos bella. Traía puesto un bonito vestido blanco que se entallaba muy bien a sus definidas curvas, que hacían resaltar sus pechos y dejaba al descubierto sus blancos hombros: estaba hecho de la más fina seda. Todo el vestido estaba revestido de muselina que se arrugaba un poco de la parte de arriba y terminaba en una pequeña cola. El corsé, tenía pedrería arriba de los senos y de manera diagonal, a partir de la cintura hasta llegar a la parte de abajo y la cola, un hermoso encaje color hueso en forma de flores finas y pequeñas. El vestido encajaba a la perfección con la personalidad de Hinata: sencillo y elegante. Así era ella.

Su peinado tampoco fue la gran cosa pero, ¿acaso ella necesitaba de tanto adorno para ser bonita? Claro que no, ella siempre fue hermosa, tanto fuera como por dentro. Éste constaba de un chongo sencillo, pero elegante, que dejaba libre su flequillo y algunos cabellos sueltos para darle un toque inocente y puro.

Es-estoy muy nerviosa, chicas ―dijo mientras se miraba en el espejo. Se miraba adorable con ese sonrojo.

Solo espero que no te desmayes en plena ceremonia ―bromeo Tenten.

Bien, bien, basta de charla: ahora debemos hacer el ritual de los accesorios ―Hinata solo se me quedo viendo confundida ― ¿trajeron lo que les pedí, chicas? ―todas asintieron emocionadas.

Primero yo―dijo Hanabi mientras corría por su bolsa y regresaba con una pequeña caja. En su rostro se formo un sonrisa picara ―vamos ábrelo, hermana.

Hinata hizo lo que le pidió y los colores subieron a su rostro, de nuevo. Todas nos acercamos curiosas a ver qué era lo que había dentro de la dichosa caja. ¡Sorpresa! Un hermoso liguero de encaje fino. Soltamos una escandalosa carcajada cuando Hanabi la tomo de la pierna, alzo el vestido y le puso el liguero.

Ahí está: "Algo nuevo" ―dijo con suficiencia la pequeña Hyuuga.

¡Voy yo, voy yo!― grito emocionad Tenten. Tomo algo de su bolsa y se acerco a la novia ―esto es muy especial para mí, pero ahora serán tuyos Hina ―se agacho un poco y le coloco unos hermosos pendientes de plata con un pequeño zafiro cada uno ―. Muy bien, ahí tiene lo tienen: "Algo viejo". Pero no por eso menos especial ¡eh!―dijo orgullosa. Hinata solo nos miraba sorprendida.

Es mi turno ―dijo Sakura y se acerco a la novia mientras se sacaba su pulsera de plata preferida ― será tuya mientras dure la boda ―le dijo con una gran sonrisa ―"Algo prestado".

Y había llegado mi turno. Tome una caja de madera fina y antigua de mi bolso, y me acerque a ella hasta quedar frente a frente. Abrí la delicada caja y la mirada de Hinata no pudo ser más que de asombro.

Quiero que lleves puesto "esto" el día de hoy― rodee su cuello y lo abroche.

No, Ino. Yo no puedo llevar esto, es demasiado especial para ti: pertenecía a tu madre ―me dijo con lágrimas en los ojos mientras trataba de desabrochar la fina gargantilla que le había puesto. La detuve.

Precisamente porque es especial y pertenecía a mi madre quiero que la lleves―le sonreí―. Ella quería que la llevase puesta el día de mi boda, pero como tú te vas a casar antes que yo, pues decidí que te la prestaría. Es una joya que ha pasado de madre a hija por generaciones dentro de mi familia. Y como tú eres para mí una hermana, estás en tu derecho. ―acomode la gargantilla de oro blanco con un diamante azul en forma de corazón, en su cuello. Se le veía hermoso― por fin tenemos "Algo azul" y no solo eso, sino también algo de oro, que según se dice trae riqueza y estabilidad económica en la pareja.

Muy bien, pues a dar los últimos toques, porque la ceremonia ya casi va a empezar ― dijo Hanabi haciendo que su hermana se girara al espejo.

Emm… Hinata―una sonrisa picara se forma en el rostro de Tenten antes de seguir― y dime ¿tú y Sasuke ya calentaron la cama? Digo, ya sabes… ¿ya le pusieron crema a los tacos? ―Hinata casi se desmaya al escuchar la pregunta.

¡Tenten! ―le reñí ― ¿y tú eres la que quiere que no se desmaye en plena ceremonia? A este paso va ir a dar al hospital, por presión alta, antes de siquiera poner un pie fuera de esta habitación. Además, estoy segura, Hinata sigue siendo pura y casta ¿verdad? ―ella solo asintió repetidas veces.

¡Oh, que tierno! Eso solo quiere decir que tu luna de miel va a ser súper especial ―dijo Sakura.

Camine hacia la puerta, tenía que arreglar un asunto.

En un momento regreso, chicas ― se me quedaron viendo interrogantes ―tengo algo que hacer y por favor no torturen a Hinata con sus preguntas indiscretas―cerré la puerta.

Caminaba lo más rápido que me permitían mis tacones de aguja. Seguí avanzando hasta llegar a la parte más alejada del pasillo y me detuve ante una hermosa puerta de roble que se levantaba frente a mí. Toque.

Abrieron la puerta y me tope de frente con Naruto.

Ino, ¿Qué haces aquí? ―vi que dentro de la habitación se encontraban los demás padrinos y con ellos mi querido Shikamaru. Entre al cuarto.

Salgan todos de la habitación ―se me quedaron viento extrañados ―necesito hablar con Sasuke ―aclare. Todos se retiraron desconfiados, temiendo lo que podría hacerle al novio. Cerraron la puerta.

Único el día que les ataron esposas
ya no eran niños,
crecieron, se hicieron adultos juntos

Sasuke se encontraba de espaldas a mí, mirando por el ventanal el hermoso día. Estaba muy tranquilo o eso aparentaba, ya que estaba jugando con sus dedos pulgar e índice. Se veía muy guapo con su smoking negro, portándolo con sobriedad y orgullo. No por nada era un Uchiha.

¿Qué es lo que quieres, Ino?―se volteo lentamente a mirarme. Y ahí íbamos de nuevo con nuestras pláticas agrias y descorteces. Habíamos tenido unas cuantas desde que me entere de su noviazgo con Hinata.

Solo vengo a advertirte ―le solté. No me iba a andar con rodeos. Eso era algo que teníamos en común él y yo. Además una de las grandes causas de porque chocábamos tanto: nunca nos dejábamos menospreciar por el otro.

¿Advertirme? ―me vio burlón― ¿Tú a mí? ―soltó una pequeña risa sarcástica. Como odiaba que hiciera eso.

Tal vez tú no te lo tomes en serio, Sasuke, pero yo si ―me acerque a él. Era mucho más alto que yo, pero su estatura no me intimidaba― una cosa si te advierto: no te atrevas a lastimar a Hinata. Tú bien sabes que no confío en ti y si acepte esta relación, es porque ella me lo pidió. Al más mínimo indicio de que le causas daño y te mato ¿escuchaste? ―le dije seria. Cumpliría mi promesa. Yo tenía muchas formas para hacerle sufrir si quisiera.

¿Causarle daño? Parece que no te has dado cuenta, pero yo no he tratado mal a Hinata en ningún momento― se paró a centímetros de mi, a esa distancia me pareció aun mas alto― Además creo que la prueba más fehaciente de cuán importante y seria es esta relación para mí, es haberle propuesto matrimonio. ―me había dado argumentos de gran peso. No pude más que aceptar que mi amiga se casaría con él.

Está bien, pero prométeme que siempre la amaras y cuidaras hasta el resto de sus días― me miro con cara de "¿enserio esperas que te prometa algo a ti? ― ¡Promételo! ―le grite.

Lo prometo ―me dijo y volteo el rostro a otro lado. Esta situación le parecía tan bochornosa como a mí, aunque nunca lo admitiríamos, claro. Salí de la habitación dejándolo solo y sintiéndome satisfecha conmigo misma. Afuera me encontré con los muchachos: solo les sonreí y me marche.

Confiaría en que podría cuidar bien de Hinata. Ella merecía ser feliz.

Ese fue mi segundo error.

Todo marchaba bien,
o eso parecía en su primera luna de miel
juro serle de por vida fiel
y ella a él,
una historia como otra cualquiera
¿quién les ve y quién les viera?

La ceremonia se llevo a cabo sin ningún contratiempo, más que el hecho de que Hinata parecía en cualquier momento, se desmayaría. Los votos fueron lo más emocionante, nunca en mi vida creí que Sasuke dijera cosas tan hermosas y ¡qué decir del beso!, simplemente todo fue perfecto. La recepción fue impresionante, después de todo no se podía esperar menos de la familia Hyuuga.

Cuando llego el momento en que Hinata lanzara el ramo, todas nos amontonamos: queríamos ese ramo a como diera lugar. Conto hasta tres y lo lanzo, pero aunque todas nos desgreñamos y empujamos por él, éste jamás cayo donde estábamos nosotras, sino donde se encontraba Naruto tranquilamente sentado. Absolutamente todos nos reímos cuando vimos que su rostro se tornaba rojo y empezaba a gritar:

¡No soy gay, de veras! ¡Yo ni lo quería…toma Sakura ― dijo mientras se lo lanzaba a su novia. Claro ella lo golpeo por su falta de caballerosidad al darle el ramo.

Pero el momento culminante fue cuando Sasuke le tuvo que quitar el liguero a Hinata con los dientes: a la pobre casi le da un infarto en pleno proceso. Eso sí, no faltaron las miradas asesinas por parte de Neji y Hiashi.

Después de unas horas celebrando, llago la hora en que los novios tenían que retirarse: debían irse a su luna de miel.

Sasuke tomo de la mano a Hinata y tiro de ella mientras corrían fuera del recinto, ahí les esperaba una lujosa limusina, la cual los llevaría al aeropuerto, donde a su vez los esperaba el jet privado de los Uchiha.

No pude evitar que mis ojos se anegaran en lágrimas: mi mejor amiga, hermana del alma y confidente, se alejaba de mí para comenzar una nueva vida llena de adultez y sabiduría. No supe en qué momento dejo de ser aquella niña, que años atrás tenía que cuidar hasta del aire. Ahora era toda una mujer.

Todos gritaban de júbilo. Mikoto Uchiha lloraba porque su pequeño retoño había sido arrebatado de sus brazos, mientras que Fugaku e Itachi miraban con orgullo al menor de los Uchiha. Neji miraba con nostalgia a Hinata, a la cual amaba como a una hermana pequeña; Hanabi lloraba porque su querida madre-hermana se iba y ya no podrían pasar tanto tiempo juntas y Hiashi tenía una mirada enternecida: a pesar de ser duro con Hinata, él en verdad la amaba y verla abandonar el nido tan joven era algo que le entristecía.

Cuando Hinata pasó junto a mí en pleno vilo, volteo a verme con una mirada nerviosa pero rebosante de felicidad. Yo solo gesticulé con mi boca un "suerte".

Subieron a la limusina y desaparecieron de la vista de todos.

Su luna de miel fue en el Caribe. Cuando llegaron al aeropuerto fueron trasladados a una hermosa casa a la orilla del mar, que había sido alquilada para la ocasión.

Hinata no había dejado de estar nerviosa durante todo el trayecto, el cual duro quince extenuantes horas, ya que tuvieron que hacer varias escalas para recargar combustible. Pero cuando llegaron a la casa sus nervios tomaron su nivel más alto: ella "sabia" lo que iba a pasar una vez estuvieran solos adentro. Me había tomado la molestia de explicarle a Hinata como iba a ser la primera vez. Le dije que iba a ser dolorosa, pero no era algo que no pudiera soportar; que iba a tener un pequeño sangrado y sentiría una molestia en su entrepierna al siguiente día. En fin, me la pase más de una hora explicándole los pormenores de la primera vez.

Una vez que los dos estuvieron solos, no supieron que hacer. Sasuke se acerco a Hinata y la tomo de la mano, conduciéndola a la habitación principal. Ella pensó lo peor. "No estoy lista" quiso gritar, pero no lo hizo. Se puso a reflexionar: ahora eran marido y mujer, así que no tenía nada de malo que "eso" pasara, además ella también estaba deseosa de estar con él, pero sus inseguridades, siempre iban primero. No se creía lo suficientemente buena para complacer a Sasuke ¡Por dios! No tenía experiencia ¡era virgen! y él seguramente tenía muchísima más experiencia en ese tema que ella, no por nada fue el gran Don Juan de la secundaria.

La puerta fue caballerosamente abierta para ella y no pudo más que sonrojarse al pensar en lo que, no muy lejanamente, harían en la gran cama que se encontraba en el centro de la habitación.

Supongo que debes de estar cansada ¿no? Deberías recostarte a dormir―las palabras de Sasuke la aliviaron, pero en igual medida la decepcionaron. Ella pensó que ese día habría más "acción".

¿Dónde está el baño?―le pregunto. Había tomado una decisión y no se echaría atrás. Solo le señalo una hermosa puerta tallada que se encontraba al otro extremo de la habitación. Tomo una pequeña maleta y se encamino a la puerta señalada. Él solo la miro curioso.

Suspiro. Estaba nerviosa por lo que haría, pero no se retractaría de su decisión. Abrió la maleta y saca la "prenda" color rojo escarlata con encaje negro. Era un Baby doll que Tenten le había regalado en la despedida de solera que le habíamos organizado un día antes de la boda. Constaba de dos piezas: La parte de arriba en la zona de los senos era solo de encaje negro muy trasparente y la caída era de tela roja que formaba dos pequeños holanes; la parte de abajo solo era una pequeña tanga roja con encaje negro alrededor.

Cuando hubo terminado de arreglarse y tranquilizarse, tomo valor y salió del baño.

Sasuke estaba recostado en la cama y cuando vio a Hinata salir del baño, casi se va de bruces. Ella camino de manera sensual hasta llegar a la cama y sentarse en ella de manera elegante. Estaba muy nerviosa, pero tenía que verse segura si quería que su plan funcionara.

¿Qué pretendes, Hinata? ―le pregunto Sasuke con voz ronca y deseosa.

No le respondió solo se arrastro por la cama hasta llegar a él y plantarle un beso en los labios. Recibió el beso de buen grado y lo profundizo al pasar su lengua por el labio inferior de Hinata y pedir acceso a la cavidad bucal de su mujer. Porque si ¡ahora era SU mujer! y nadie podía cambiar eso.

Se separaron cuando sintieron que les falto el aire. Hinata al ver que Sasuke se volvía a recostar no perdió el tiempo y se coloco encima de él. La miro sorprendido.

¿Estás segura? ―le dijo con precaución ―Si aun no estás lista puedo esperar, lo último que quiero es que te sientas obligada y…― lo corto al poner un dedo sobre sus labios y así poder callarlo. Lo beso dándole su respuesta.

No desaprovecho la oportunidad y cambio las posiciones ahora colocándose él sobre ella. La beso con calma y pasión trasmitiéndole todo el deseo y amor que sentía por ella. Acariciaba su blanca y tersa piel hasta donde se los permitían las prendas que ella traía puestas, las cuales no eran de gran tamaño, apenas y cubrían lo justo y necesario.

Se encontraba feliz. Por primera vez en su vida se sintió deseada. Siempre se creyó inferior a los demás, aun a pesar de que yo le dije muchas veces que era la chica más hermosa, que algún hombre, tendría el placer de conocer.

Todo pasó en calma, todo siempre lleno de amor y pasión.

Entre caricias y suspiros consumaron su amor.

Con uno que otro "te amo" llenos de fervor.

Ojala todo ese amor y fervor profesado hubiese durado por siempre, pero la vida a veces están oscura y retorcida, que nos da la más horrible de las sorpresas. Siempre de las personas que menos esperamos.

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Continuara...


Bueno aquí la primera parte de este Song-Fic. Les juro que el siguiente capitulo sera el mas emocionante. Quizás mañana o el lunes suba la segunda parte.

Gracias por leer. No olviden su review, que les aseguro es la mejor recompensa.

Kisses!

sasuhina.18