En Silencio
Uso o iwanaide, honto no koto o iinasai No mientas y di la verdad, por favor
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-"Baka-neko, baka-neko, baka-neko...baka-neko...baka-neko...baka-neko..."-
Continuó pronunciando la misma frase una y otra vez, hasta que el sentido de la misma perdió un significado para él.
Recordaba que había entrado a su habitación y había cerrado la puerta de forma tan brusca que esta hizo un fuerte ruido antes de proteger al hombre del resto del mundo. Para cuando su cuerpo se deslizó sobre la fría pared, sus labios temblaban sin poder evitarlo, sus ojos se encontraban humedecidos y velados por una capa de dolor; alzó su mentón y tragó aire como si este rehuyera de su cuerpo, sentía como cada vez le costaba más trabajo respirar y el poco aire que alcanzaba a reunir entraba a su cuerpo como un cruel remedio para sanar su perdida.
Sus uñas se clavaron sin piedad sobre el suelo de madera alcanzando escuchar como esta crujía ante la presión, mientras que de sus manos comenzaba a emanar sangre ocasionada por las astillas que se cavaban a su piel.
Cuando el dolor se hizo tan intenso que sintió que estaba próximo a perder la cordura se llevó las manos a su rostro, percibiendo el brusco choque entre sus manos frías y su rostro caliente. Primero salió a manera de un débil gemido, pronto este se volvió más fuerte hasta que empezó a llamarlo como solía hacerlo cuando buscaba molestarlo, pero hasta ese entonces no había conocido tan cruel sentimiento hacía nadie, porque nunca antes había odiado a nadie.
Lo llamó estúpido tantas veces hasta que su voz se cansó, y en cada frase las lágrimas surcaban su rostro incitándolo a recapitular para darse cuenta en que momento la había perdido. La quería tanto, que ese amor poco se iguala a su actual dolor, Dios era testigo de cuan fuerte era ese sentimiento de él por ella, que iba a saber el idiota de Kyo como debían amarla si nunca la había visto a través de sus ojos, nunca había reparado en su inocencia y en su madurez, no sabían cuan endeble llegaba a ser y de lo fuerte que era, no conocía sus sueños ni de sus miedos; y seguramente no la había amado como él lo hizo el primer día que la vio sonreír.
Pero eso de nada importaba, porque al final sabía que su amor no bastaría para hacer felices a los dos, Tohru nunca llegaría a compartir sus sentimientos, ni le entregaría su corazón como él lo haría sin titubearlo;... tal vez, se había guardado durante tanto tiempo aquel sentimiento que llegó a creer que Honda lo notaría si él sonreía frente a ella y se había mentido todos esos años diciéndose que Kyo nunca podría sentir algo por ella...
Pero esa tarde se había dado cuenta que estaba equivocado, que había perdido y que su eterno rival lo sería por muchos años más, porque aunque por primera vez fuese él, Yuki Souma quien perdiera la pelea, vería; ahora con más fuerza, como su rival al último hombre que nunca pudo entrar al horóscopo chino, pero que al contrarío había logrado entrar en el corazón de Tohru, ahí donde Yuki nunca tendría un lugar.
-FIN-
Un one shot tratando de explicar un poco los sentimientos de Yuki al perder a Honda, la verdad no he terminado de leer el manga pero por impaciente leí el último capitulo y pues no me gusto mucho la pareja final, yo era/ soy Yuki-Honda; pero bueno lo hecho hecho esta.
Espero que les guste y me dejen su oponion. Gracias.
-Sherrice Adjani-
