I - Cicatrices

Abrió lentamente la puerta, teniendo especial cuidado en no hacer el más mínimo ruido. Shadow seguía en la cama, en silencio. En la ventana podía oírse el leve repiqueteo de las gotas de lluvia primaveral. En la distancia, el característico claxon del tren con destino a Station Square anunciaba su pronta salida.

Tails se quedó de pie en la entrada de la habitación mirando al erizo tumbado en una penumbra casi absoluta, únicamente interrumpida por una lamparita de noche que permanecía encendida durante todo momento. No sabía que iba a decirle al erizo cuando despertara, ni cómo iba a reaccionar, si es que alguna vez despertaba. Shadow parecía no poder librarse de aquel letargo que parecía tenerle prisionero y sufriendo como nunca. Al acercarse a su lado pudo notar de nuevo como aun en un profundo sueño su cuerpo emitía espasmos y débiles llantos, casi sollozos. No hacía falta ser demasiado listo para darse cuenta de que sufría, tal vez por las pesadillas, tal vez de dolor, incluso tal vez por ambas cosas.

El zorro se sentó en el borde derecho de la cama y con su mano izquierda le acarició la frente. A lo mejor era impresión suya pero parecía que la fiebre había disminuido un poco. Eso le hizo esbozar una ínfima sonrisa, la cual no le hizo perder su preocupación por el estado de salud de su amigo.

Han pasado ya dos semanas y todavía sigue igual, empiezo a preguntarme si alguna vez conseguirá despertar. Cuando el equipo asaltó el laboratorio aquel de Motor City se montó un buen follón y todos acabamos hechos un asco, y todo lo hicimos por ir a rescatarte a ti… ¡cabezón!

El sonido del reloj del salón despertó al zorro de sus pensamientos. Las cinco de la tarde en punto. Lentamente se levantó y se aseguró de que Shadow seguía bien arropado, acto seguido se dirigió al salón. Al salir de su habitación casi a oscuras la luz del salón le hizo entrecerrar sus ojos durante un par de segundos. Tras de sí cerró la puerta y se apoyó en la misma mientras su mirada se perdía en el techo.

Mira que le dijimos que no era buena idea ir hasta allí solo… Si es que siempre hace lo mismo el tío. ¿Pero que no se dio cuenta que era una trampa? Malditos fanáticos… Menos mal que al final ni proyecto Schatten ni nada, si no llega a ser por Sonic… Bueno y por los demás, que siempre me acuerdo solo de él, pero todos pudimos ayudar a derrotarles.

Tails sonrió levemente mientras atravesaba el salón hasta la puerta de entrada, la abrió y en seguida el relajante sonido de la lluvia se hizo aún más patente en sus oídos. Cerrando la puerta tras de sí se fijó en que el día seguía algo gris, no había parado de llover desde hacía dos días lo que provocaba que todo estuviera sumido en una luz grisácea que restaba belleza al paraje natural que era el condado de Mystic Ruins. Apoyado en la barandilla del porche con los brazos cruzados se fijó en el tren que ya marchaba con destino a la ciudad. Era una visión que llevaba viendo ya muchos años pero nunca se cansaba de ella, el hecho de viajar siempre le había gustado. El viaje significaba cambio, significaba nuevas oportunidades, nuevas experiencias.

No sabía realmente por qué pero últimamente estaba de lo más melancólico. Pese a haber pasado numerosas aventuras con sus amigos esta vez notaba que era distinto.

Es raro, es como si todos hubiéramos avanzado y seguido nuestras vidas pero Shadow se ha quedado atrapado. Atrapado pensando como siempre en María… Y eso que el tío ya sabe que murió, hace bastante además. Pero es como algo que le devora siempre, esa especie de "esperanza infinita"… Tal vez él no pueda evitar ser así, cada uno es como es pero es curioso sin lugar a dudas.

Aunque bueno… eso de avanzar…, mira que ha pasado tiempo pero yo todavía sigo pensando en Sonic, es superior a mí. No hay nada que desearía más que poder dejar de pensar en él como algo más que un amigo, pero no puedo evitarlo. Joder debo ser el único pringado del mundo enamorado de alguien durante tanto tiempo y aguanto sin decir nada... Y encima claro, ¿Por qué tengo que ser el único gay del grupo? Bueno o al menos eso creo... Sí, porque mira a Sonic con Sally, Knux con Rouge, Silver y Blaze como no… ¡hasta la pesada de Amy tiene novio!

Tails suspiró mientras seguía apoyado con los brazos cruzados en la barandilla y lentamente bajó la cabeza hasta apoyarla en ellos. El sonido de las gotas de lluvia cayendo en las hojas de las palmeras cercanas y en el tejado metálico del porche era un aliciente ideal para permitirle seguir ensimismado en sus pensamientos.

Sé que él está feliz con tía Sally y que todo le va bien, pero en el fondo siempre deseo que un día me venga y me diga "Tails he cortado con Sally" Eso tal vez me podría dar una oportunidad ¿no?… Joder. Soy un cabrón por pensar así, se supone que solo debería desearle lo mejor. Además que lo mío es imposible, Sonic es 100% hetero… si le pirran las tías… Tengo que buscar por otros sitios, o a lo mejor no comerme tanto el tarro con el temita de tener una pareja, un novio… ¿Cuántas veces habré tenido esta conversación conmigo mismo? Parezco un puto disco rayado…

Tal vez no sea tan diferente de Shadow, creo que yo también ando algo sobrado de esa "esperanza infinita" que también tiene él.

Al volver a pensar en Shadow, el zorro se estremeció un poco. Tantos días seguidos cuidándole le habían hecho fijarse en un lado que jamás vería en el erizo negro. Un lado sensible, un lado frágil. El sentir que él también necesita a alguien de vez en cuando para sobrevivir le hizo parecer menos "forma de vida perfecta" y más "real", o por lo menos, alguien con sentimientos que también sufría de tanto en tanto.

Un sonido proveniente de dentro de la casa alertó a Tails y le hizo levantar la cabeza ipso facto. Se dirigió a la puerta con rapidez y sin dudarlo ni un instante la abrió. Se encontró a Shadow apoyado en el sofá medio encorvado sin poder levantar la cabeza. Se fijó en que la lámpara de la mesita contigua al sofá se había caído al suelo y se había roto. Aunque eso ahora no importaba.

- ¡Shadow! – En el intento del erizo negro por levantar la cabeza perdió la estabilidad y cayó al suelo desplomado - ¡Shadow! ¡Shadow! ¿¡Estas bien!? ¿¡Pero qué haces!? – El zorro se acercó corriendo a su lado. Se arrodilló al lado del débil erizo mientras le cogía de los hombros y le intentaba levantar.

- Joder, ¿estás bien? ¡Dime algo Shadow! Menudo porrazo te has pegado. - El erizo levantó la mirada y Tails pudo observar sus ojos color rubí muy de cerca. El zorro se quedó muy impresionado ya que nunca había tenido la oportunidad de ver tan de cerca la mirada del erizo.

Sin mediar palabra Shadow se abalanzó sobre el zorro y le abrazó para poder tener un punto de apoyo y no caer de nuevo al suelo enmoquetado. Tails se quedó bastante sorprendido y algo incómodo ya que el peso muerto de Shadow sobre él no era algo que pudiera aguantar a la ligera, así que con algo de dificultad también le abrazó e intentó no caerse. Pese a no tener ni un centímetro de grasa, el erizo tenía un cuerpo marcado y musculado con lo cual seguía siendo demasiado peso para él, que era un zorro bastante delgado y con poco músculo en comparación.

- Ma… María… María, ¿eres tú? – El erizo masculló mientras miraba a los ojos azules del zorro.

- Shadow… No, soy yo. Soy Tails, ¿no me reconoces?

- Ta… ¿Tails?... – El erizo agachó de nuevo la cabeza. – Tails…

- Si, yo, Tails, el mecánico, ya sabes, el cerebrito con el que siempre se mete Knuckles. – El erizo permaneció en silencio.

El zorro pudo observar los brazos en tensión y llenos de cicatrices del erizo que le rodeaban ya que tan sólo llevaba una camiseta blanca de tirantes. Las piernas de Shadow se mostraban temblorosas tratando de evitar que su cuerpo cayera al suelo. Tails nunca había visto a Shadow en una situación similar, estaba literalmente hecho polvo.

En ese mismo instante sonó el timbre de la puerta de entrada mientras acto seguido una conocida voz llenó el salón.

- ¡Tails! Estoy aquí, he traído el medicamento. – El zorro enseguida reconoció esa jovial y viva voz, era Sonic.

- Aquí Sonic, aquí detrás del sofá, corre, ¡ven!

- ¿Cómo? – El erizo azul se quedó extrañado y al avanzar unos pasos pudo ver la situación. Shadow seguía agarrado de mala manera sobre Tails mientras éste le intentaba levantar sin éxito.

- ¡Joder! ¿Pero qué ha pasado? ¿Estás bien Tails? –Sonic se acercó y ayudó a incorporarse a Shadow mientras éste seguía en silencio. Tails como pudo también ayudó a Sonic a levantar al dolorido erizo. Se quedaron ambos de pie sosteniendo a su amigo.

- Llevémosle a la cama de nuevo, ¿qué ha pasado tío? – Ambos comenzaron a caminar en dirección a la habitación.

- No lo sé Sonic, estaba fuera de casa, en el porche, salí a despejarme un poco. De repente oí un ruido dentro, entré rápidamente y vi que era Shadow. Se ve que ha intentado levantarse y sigue aún muy débil y se ha caído. Como siempre demostrando lo cabezón que puede llegar a ser.- El erizo azul se rió un poco ante el comentario del zorro.

- Si, desde luego. Siempre decimos que Knux es un cabezón pero Shadow no se queda corto.

Con mucho cuidado llegaron a la cama y lo tumbaron de nuevo. Shadow estaba despierto pero no había pronunciado todavía nada en presencia de Sonic. Tails y él lo dejaron recostado sobre el cabezal de la cama. El erizo negro les miró muy lentamente sin mediar palabra.

- ¿Te ha dicho algo Tails?- Sonic se quedó de pie mirando al erizo tumbado mientras el zorro se volvió a sentar en el lado derecho de la cama.

- No, nada… bueno, mentira.- El zorro dejó de mirar a Shadow y dirigió su mirada a Sonic – Me ha confundido con María, pero lo ha dicho de forma muy distante. Tienen que ser los sueros y drogas a los que ha estado sometido, todavía no está bien y está muy confundido. Aún así es realmente admirable que se haya podido levantar el sólo sin ayuda.

Acto seguido Shadow empezó a hablar lentamente.

- ¿Dó… Dón… Dónde? – El erizo negro miró a Tails de nuevo.

- ¿Dónde? ¿Dónde qué Shadow? – preguntó el zorro con cierta preocupación.

- ¿Dón…de est…oy? – Incluso para decir algo tan sencillo se notaba que Shadow estaba esforzándose al máximo.

- Estás a salvo colega, en casa de Tails, en Mystic Ruins, tómatelo con calma. –Sonic se dirigió hacia Shadow con voz tranquilizadora y muy calmada.

- Jo…der, la cabeza… me da… vueltas. –Tails se incorporó y le acarició el hombro derecho.

- No pasa nada Shadow, tranquilo. Ya hablaremos sobre lo que ha ocurrido, ahora necesitas descansar, al menos te sitúas, ¿no? ¿Nos reconoces?

Shadow asintió lentamente mientras se volvía a acostar en la cama.

-Si… Si, Tails… Sonic… Gracias. –El zorro se giró hacia Sonic esbozando una sonrisa. Parecía que Shadow si se iba a terminar recuperando después de todo.

- He traído un medicamento que seguro que te ayuda a que te pongas mejor pronto, cabezón. - El erizo negro no reaccionó ante la pulla del erizo azul. Sonic se quedó con un semblante serio y miró al zorro.

- ¿Cómo lo llevas tío?, llevas ya dos semanas cuidando de él, ya sé que es un poco lata pero estamos todos liados aun resolviendo el desastre… - Una voz susurrada interrumpió a Sonic.

- Yo… no quiero… ser una molest... molestia…- Tails se giró hacia Shadow con una dulce sonrisa en su rostro. –¡No eres una molestia bobo! Eres mi amigo, y ahora mismo es lo que necesitas, que alguien cuide de ti. Tú por mí no te preocupes, que yo te cuido encantado.

Shadow mantuvo silencio.

- ¿Seguro que no necesitas nada Tails? Me sabe un poco mal que estés aquí con él a solas. Si hace falta te mando a alguien para que te haga compañía. –Sonic puso el tono de voz de hermano de mayor preocupado que tan fácilmente le salía al hablar con Tails

- No te preocupes Sonic, estoy bien, no hace falta que mandes a nadie. Ya sabes que yo me entretengo con mucha facilidad, además que en el taller como siempre no dejo de seguir investigando e inventando cosas. Sigo trabajando en ese quad nuevo que quiero usar para el campeonato de verano, ya sabes. Estar aquí en casa tranquilo siempre me inspira. Ya hace tiempo que se cuidar de mí mismo… ¡que ya no soy un crío! –Tails sonó tan lleno de energía como siempre.

- Bueno, tienes 15 años, para mi sigues siendo un crío. – Sonic revoloteó el pelo de Tails mientras le miraba con una gran sonrisa. El zorro le devolvió la sonrisa pero en su interior no le hacía ninguna gracia que él le siguiera viendo como un "crío".

Si tú supieras como te veo yo a ti Sonic…

- Pero tienes razón, ya no eres un crío. ¡De todas formas ya sabes que no puedo evitar preocuparme por ti!

Tails miró a Sonic y le sonrío, esta vez de corazón. –Venga, vamos a salir de aquí y dejemos descansar a Shadow. Que todavía tengo que limpiar la lámpara rota del salón. –Antes de salir Sonic se dirigió hacía Shadow una vez más. –¿Estarás bien Shadow? Te dejo con el mejor cuidador del mundo. Con mucha dificultad se pudo escuchar al erizo negro murmurar un suave "si"

Una vez en el salón Tails cerró con cuidado la puerta para no hacer más ruido del debido.

–Bueno, me alegro que Shadow esté mejorando. Ya empezaba a pensar que nunca se despertaría. ¿Alguna novedad de esos locos de Ombra?

Sonic se sentó en el confortable sofá rojo de Tails mientras éste recogía uno a uno los pedazos de la lámpara rota. Afortunadamente se rompió en trozos grandes y tampoco es que le tuviera especial cariño a esa lámpara en concreto.

- Sí, ya está todo solucionado. Bueno ya sabes que siempre se suele quedar algún cabo suelto pero esta vez no parece ser el caso. Según la fuente de Rouge lo que atacamos fue el cuartel general y todos han sido detenidos. Parece que pasó el peligro. –Sonic mostró un signo de preocupación en su rostro –Pero bueno Tails, no te confíes, estate alerta porque nunca se sabe que puede pasar, ¿de acuerdo?

Tails se dirigió a la cocina con los trozos rotos de la lámpara en la mano y mientras los tiraba con cuidado a la basura contestó al erizo.

- No te preocupes Sonic, ya sabes que tengo seguridad instalada. Si pasara algo mi móvil me avisaría rápidamente. – Tails salió de la cocina. Como su salón era pequeño no tuvo que alzar la voz más de lo necesario para que Sonic le escuchara.

- Bueno, parece que tienes todo control. Sí que se nota que ya no eres ningún niño. –Sonic dejó la vista agachada unos instantes mientras su semblante se mostraba algo triste. –Perdóname.

Tails se quedó extrañado y se sentó en un pequeño sillón que tenía al lado del sofá mientras miraba atentamente al erizo azul.

- ¿Qué te perdone? ¿Por qué? – El zorro se mostraba intrigado.

- Por seguir tratándote como un niño. Eres ya todo un hombre. Siempre se me olvida que eres el más listo e inteligente de todos. Si es que, en el fondo, sin ti no habría podido haber recorrido el mundo y haber vivido tantas aventuras como he vivido.

Tails se sorprendió ante aquel gesto de sinceridad. No pudo haber nada que le reconfortara más en el mundo que esas palabras.

- No te preocupes tonto. Pero me gusta que veas que ya no soy un niño. Muchas gracias Sonic. Y no creo que sea el más inteligente de todos anda... –Tails se quedó un rato en silencio como pensando –Bueno más que Big seguro que sí.

Sonic miró sorprendido a Tails y se empezó a reír. El zorro también acompañó al erizo en su carcajada.

- Además, que no importa el tiempo que pase, y cuánto me haga mayor. Siempre seré tu "lil bro". –Sonic mostró una sonrisa cómplice hacia Tails.

- Eres el mejor "lil bro". Nunca lo olvides.- Acto seguido el erizo se levantó – Bueno tío, ya basta de ñoñadas, me tengo que marchar.

Sonic se dirigió hacia la puerta y Tails le acompañó, pero antes de abrir la puerta el erizo se giró hacia el zorro una vez más.

- Anda noob, ¡dale un abrazo a tu "big bro"! – Sonic abrazó suavemente al zorro. Tal vez no era un crío de mente pero su cuerpo todavía seguía siendo menudo y más endeble en comparación al del erizo, esto siempre lo tenía en cuenta así que lo abrazó con algo de delicadeza. Tails le devolvió el abrazo a Sonic.

- ¡No me llames noob idiota! – Sonic revoloteó una vez más el pelo de Tails mientras se reía en alto.

- Bueno, bueno… ¡No te enfades! – Tras un breve silencio el erizo prosiguió - En fin, pues me marcho que Sally quería ir a comprar no sé qué –Sonic suspiró - ¡Mujeres!

Tails se rió ya que sabía que a Sonic no le gustaba nada de nada tener que acompañar a tía Sally a comprar, fuese lo que fuese. El zorro abrió la puerta para dejar que Sonic saliera afuera.

Sonic resopló -Tails, en serio, ahora que ya vas siendo más mayor cada vez lo entenderás mejor –En ese momento Sonic guiñó su ojo derecho al zorro. –En nada seguro que te veo ya con una buena novia que tú eres muy buen partido, ¡no te busques una adicta a las compras!

En ese momento Tails intentó mantener la compostura ante tal afirmación y sin poderlo evitar se rió nerviosamente mientras contestaba a Sonic.

- Si hombre, novia. Quita quita, yo… yo de eso aún no, no… déjate. Vamos, que no. –Sonic bajó las escaleras del porche con cuidado de no pisar un charco que siempre se formaba en la pequeña escalinata de la casa. Había dejado de llover.

- Bueno bueno, aun no… Eso lo dices ahora, pero el amor viene cuando viene, ¡y no se puede evitar chaval! Ya lo comprenderás.

¿Qué ya lo comprenderé? Joder, que llevo enamorado de ti desde que tenía 7 malditos años. Que ya lo comprenderé dice el tío. Si tú supieras en cómo me gusta mirarte y desnudarte con mi mirada e imaginarme como te cojo el paquete por encima de tus boxers y…

Tails agitó levemente la cabeza mientras se fijaba en Sonic alejarse en dirección a la estación.

- Que sí, que sí Sonic, no seas pesado anda. –Sonic se rió una vez más mientras se seguía alejando. Sin dejar de caminar se giró hacia Tails y le mandó un último saludo.

- Si necesitas algo ¡llámame! o llama a quien sea, o manda algún mensaje ¡lo que sea! ¡Gracias de parte de todos, tío! Si ves que Shadow se espabila explícale un poco el percal, que seguro que está confuso todavía

Tails se despidió con su mano derecha mientras seguía sonriendo -¡Vale! ¡Cuídate!

Fíjate Tails, allá va, ¿ya eres consciente de que no te vas a acostar nunca con él verdad? ¿O sigues siendo un memo sin remedio? Joder, fíjate en ese culo apretado y bien marcado en esos vaqueros mientras se aleja. ¿Pero cómo puede estar tan buenorro? Va a ser difícil asumirlo si… Pero tendré que pasar página cuanto antes...

El zorro entró en casa y el silencio sepulcral del salón le permitió seguir divagando en su mente.

Al final me instalo una red social de estas para gays en el móvil y así a ver si conozco a alguien y ese alguien me pega un buen polvo porque ya con las pajas no tengo suficiente… Aunque la verdad me da algo de miedo ese tipo de redes sociales, porque a saber que te puedes encontrar por ahí… Y encima, teniendo en cuenta que a mí no me gustan los de mi edad pues a saber…

Tails se sentó en el sofá y acto seguido se recostó y se quedó acurrucado con el mando de la televisión en sus manos. Se sacó el móvil del bolsillo del pantalón y lo dejó sobre la mesita que estaba en frente del sofá.

Y no solo eso, no es que me avergüence de ser como soy… Pero es un tema que muchos siguen utilizando para hacer daño. Menudos subnormales. Umm…, yo no soy tan famoso como lo es Sonic pero seguro que más de uno intentaría malmeter insinuando cosas o vete tú a saber, que asco de gente. Que los escarceos amorosos de Sonic han llegado a salir en programas de cotilleo y prensa rosa…

Casi de forma inconsciente el zorro encendió la televisión y al cabo de unos segundos apareció en la pantalla el último canal que había estado viendo, el canal de SS 24 Horas.

"…al parecer, el intento de atentado que ocurrió hace un par de semanas en Motor City fue evitado una vez más por Sonic y sus compañeros. Como siempre el pueblo os está eternamente agradeci…" Antes de que terminara la frase Tails pasó a la cadena siguiente sin cambiar su semblante. Ahora aparecían en pantalla una actuación en directo de un grupo musical. Se trataba de una de las cadenas favoritas del zorro, Saturn Music.

Como siempre en las noticias nos nombran, a veces desearía que nadie me conociera para poder ser realmente como soy… A veces me siento un bicho raro, no es un tema que se suela sacar en nuestras conversaciones, siempre se da por hecho de que a uno le han de gustar las chicas y eso me altera todavía más. Me hace sentir unos nervios inexplicables en el estómago.

Con el volumen bajito de la televisión el zorro no pudo evitar cerrar sus ojos y quedarse profundamente relajado en sus pensamientos.

A veces… a veces creo que me odio. Odio no ser valiente. Odio no poder decir lo que pienso. Odio tener que contentar a todo el mundo. ¿Realmente pasaría algo malo si digo como soy? ¿Por qué a la gente le tiene que importar tanto con quién se acuesta cada uno? En verdad no tendría que ser necesario ni que dijera nada… Es mi vida.

La lluvia comenzó a golpear suavemente el tejado del porche y en cuestión de segundos el relajante sonido de la misma se sobrepuso al de la televisión. Con los ojos cerrados Tails estiró el brazo izquierdo para coger su móvil. Sin moverse de su sitio abrió el ojo derecho, miró a la pantalla y vio que hora era. Las cinco y media de la tarde. Todavía era pronto y hoy no tenía prisa. Además, Shadow seguía descansando en la habitación contigua.

El zorro dejó de nuevo el teléfono en la mesita y suspiró profundamente. Al cabo de unos minutos, se durmió.