¿Cómo están mundo? ¿Qué hay? Bueno, como ya saben seguro que les quedo la intriga de que ha sucedido con la Dama Oscura. Ahora sabremos como va a continuar esa historia de peligros y aventura. Puede que ha algunos les haya decepcionado el final de como murió Ángel, pero ya enserio, yo no pensaba que Stella se deshiciera de ella. De hecho tenía algo mejor planeado y ese algo, les digo al tiro, no ha terminado.
Como sabes:
.: Winx Club :. - POV General
.: (nombre) :. - POV de un Personaje
~ Debo decir que Winx Club fue realizada por los estudios Rainbow S.r.l., y creado y dirigido por Iginio Straffi
~ El Viaje en el Tiempo II ~
Capitulo 1:
Inestabilidad Psicológica
.: Stella :.
Levante la mirada al cielo solo para ver como caían lo copos de nieve sobre las personas y la tierra. Todo comenzaba a tornarse de blanco, nada parecía ser como antes. Sonreí levemente y saque un billete de mi bolsillo, se lo entregue al joven frente a mí y luego metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta. El chico me sonrió levemente mientras tomaba un vaso mediano y le vertía café caliente.
Tome el vaso sintiendo el calor por completo en mi mano y luego me aleje tras haberle dejado una propina. Busque con la mirada a las chicas que se encontraban todas juntas sentadas en una banca, Musa y Layla estaban sentada en la nieve jugando tranquilamente. Me detuve a mitad de camino y bebí un poco del café mientras observaba a las chicas sonriendo. Los chicos se acercaron a ellas lanzandoles bolas de nieve y ellas contraatacaron. Íbamos a tener un día bastante divertido, por lo visto.
Levante la mirada nuevamente al cielo y bebí un poco de café. Es increíble que hayan pasado tres meses desde que Ángel dejo este mundo. No esperaba que la misma Dama Oscura se deshiciera de ella, de hecho ya casi me hacía a la idea de que debía de hacerlo yo. Por un lado me sentía muy tranquila de tener que enfrentarme a mi misma, pero por el otro lado me hubiera gustado pelear contra ella para hacerle pagar por haber besado a Brandon y otras cosas más.
Sentí unos brazos rodear mi cintura. Sonreí levemente y me gire para observar al dueño de aquellos brazos fuertes y protectores. Sonreí levemente y lo besé en la mejilla mientras él me regalaba una hermosa sonrisa.
Hace tres meses probablemente no estaría aquí, tan solo pensar que Ángel fue destruida por la Dama Oscura hace que me estremezca, recuerdo el dolor como si fuera mío (porque aunque no quiera el dolor fue mío también), las imágenes de la mirada de la Dama Oscura y los gritos de Ángel. Todo fue como si yo hubiera estado allí desde un inicio cuando la verdad es que estaba a muchos kilómetros lejos.
Probablemente yo no estaría aquí de no ser por Faragonda y Ophelia, y aunque odie admitirlo también debo de agradecerle a Marge. Todo lo que sé es que estaba envuelta en oscuridad, no sentía nada, no tenía pensamientos, mis ojos observaban sin pensar, mi boca hablaba sin voz, mi nariz respiraba sin aroma. Todo había sido un infierno. ¿Qué paso? Hasta el día de hoy me lo pregunto. Pude haber muerto... no... sé que morí con el ataque de la Dama Oscura a Ángel, solo estoy aquí porque soy una chica con suerte que tuvo tres grandes personas que la ayudaron a volver. Inconsciente o muerta... el dilema no es ese porque sé la respuesta, el dilema está en mi estado de ahora... ¿inconsciente o muerta? Tal vez aún estoy muerta y a la vez viva.
No soy de esas personas que piensan que la muerte es la solución para los problemas, de hecho soy de aquellas que les encanta la vida y más cuando tiene a tantas personas a quienes amar a su alrededor. En mi caso y ahora tengo a mi novio, mis padres y aunque no lo quiera admitir están esos dos chiquillos que hicieron un viaje imposible por la linea del tiempo: mis hijos.
¿Qué hacer ahora? Otra pregunta más para mi lista. Dado el acontecimiento con Ángel estoy segura de que no tendré ni fuerza ni la voluntad para quitarle la vida a la Dama Oscura; sin embargo sé que solo debo encerrarla en unos brazaletes que ella usa siempre, pero la cosa es en como debo hacerlo. Clavando una espada, la cual nunca había visto en mi vida, y me pertenece. No, estoy segura de que no puedo hacerlo.
– Está época del año es hermosa – Murmuro Brandon escondiendo su rostro en mi cuello – Un invierno para pasarlo juntos
Si tuviera que elegir entre las cuatro estaciones, probablemente invierno no sería mi favorita, pero tampoco la descartaría. Aquí estaba yo, debajo de un cielo que deja caer sus copos sobre mí, mi novio y mis amigos. Con los brazos de Brandon rodeándome por la cintura con fuerza, temiendo que alguien pueda alejarme de él. Siendo sincera prefería que me sujetará así siempre, no quería tener que alejarme de él tampoco.
La Dama Oscura había hecho todo lo posible por mantenerse al margen de mi vida, lo he notado mucho. El caos que causa siempre se desvanece cuando yo aparezco con las chicas y sin duda alguna solo es por mí. Sé que ha atacado a las chicas cuando salen con sus novios o solas, pero cuando yo lo hago ni siquiera hace acto de presencia. Tengo mis razones para creer que ella no puede mirarme a los ojos debido a Ángel.
El vaso de café comienza a helarse, el líquido ya no es tan caliente como antes y mis ganas de beberlo se alejan como las risas, el tacto y los olores de los que rodean. Yo no siento nada en ese momento. Nada de nada. Ophelia, que ha sido una doctora excelente conmigo, me ha hecho algunas sesiones ya que ha pensando que el haber matado a Ángel pudo tener secuelas en mí. No se equivoca.
Noche tras noche despierto con las pesadillas de Ángel saliendo lastimada, a veces cuando me veo al espejo no puedo evitar reflejarla a ella en lugar de mí. No puedo dejarla ir como si nunca hubiera existido. Es una parte fundamental de mí ya sea para bien o para mal.
Recuerdo que luego de tres semanas, cuando desperté por primera vez después de tal vez mi muerte o de un estado de inconsciencia, lo primero que me pregunto fue que sentía. Yo no respondí, ella anotaba y anotaba cada cosa que decía, hacia o parecía pensar. No estoy segura de a que veredicto llego, pero luego de unos días me hicieron exámenes de sangre y mentales. Al final de todo se llego a la conclusión de que algo sucedía en mí, pero era algo desconocido.
Yo no podría decir a ciencia cierta saber si algo me sucede o no, porque literalmente no sé nada. Hay ocasiones en las que me encuentro mirando al vació por horas, sin saber que me rodea. En otras ocasiones me siento como ahora, siento que todo lo que me rodea desaparece y solo estoy yo parada sin poder conocer mis pensamientos, ver las imágenes que se proyectan en mi vista, sentir los olores que llegan a mi nariz, sin poder sentir el tacto de mi mano en una superficie y sin poder oír los sonidos a mi alrededor. Solo soy una muñeca con la vista puesta en un punto x.
Brandon, mas que nadie, ha sido un gran soporte para mí. Me ha ayudado tanto a salir adelante y olvidarme de Ángel, aunque no lo ha conseguido mucho aquello, pero igual es un apoyo grandioso. Siempre preocupado por mí aún cuando él también tenía sus problemas. Mi Brandon. Siempre conmigo. Si tuviera que elegir algo, una razón por la cual seguir aquí, seguro que sería él. Siempre lo sería y lo elegiría en muchas ocasiones sin pensarlo dos veces.
Es tonto como hace un par de meses yo lo odiaba por un simple beso cuando la realidad solo era algo ocultándose tras ese odio. No, más tonto fue que uno de los tantos médicos que me reviso creyó que estaba loca cuando en una de sus tantas preguntas menciono algo que yo no quería escuchar y le clave una aguja enojada. El diagnostico fue locura mental.
Yo no lo definiría como locura mental, es como psicológica pero igual, mas bien lo definiría como inestabilidad. Había pasado solo unas horas desde que desperté y oír las palabras «tanto Ángel como tú están muertas...» no era algo que yo deseara oír. Principalmente porque seguro que es cierto. Yo me sentí muerta durante mis primeros días desde que había despertado, incluso aún me siento así en ocasiones, pero de una otra forma he sabido llevarlo conmigo hasta extinguirlo.
– ¿vamos a comer? –
– No tengo hambre –
Sonreí levemente, con una mano acaricie el rostro de Brandon, él me sonrió levemente y luego me besó en los labios. Una textura un tanto áspera, pero cálida me hacía sentir que no tenía de que preocuparme. Y pensar que hasta solo hace unas horas Brandon apenas podía caminar por el yeso en su pierna. Gracias a Dios que ya no lo usa.
Lo tome de la mano mientras nos dirigíamos a los demás. No quería comer, pero como todos ya tenían hambres me vi obligada a acompañarlos. No estaba segura de si la Dama Oscura se presentaría frente a nosotros hoy, esperaba y sentía que no. No era como si estuviera paranoica, solo estaba pensando en no querer verla en ese momento.
Tome asiento junto a la ventana para poder mirar hacia el vacío con una expresión serena. Quería descansar mientras podía, porque estaba segura de que en cualquier momento yo podría volverme histérica solo con la idea de tenerla cerca de mí. Al termino de una comida rápida fui a Alfea con las chicas, pese a que no quería ir.
– ¿Qué les parece si hacemos una pijamada? –
Mire a Flora fijamente por unos segundos. No dije nada, no sonreí, no deje de mirarla. Ella me miro algo incomoda y se encogió de hombros mientras yo desviaba la vista a la entrada de Alfea.
– No gracias –
Camine tranquilamente por los pasillos de Alfea sintiendo las miradas clavadas en mí, escuchando susurro sobre Ángel y yo, sintiendo la sensación de ser observada por todas las hadas que aparecían en cada esquina. Un zumbido comenzó a resonar por mis oídos, ¿qué era? No me detuve a averiguarlo, mejor si mantenía alejada de las cosas raras.
Hubo un silencio.
Las hadas guardaban silencio y el zumbido se hacía más fuerte. Me di la vuelta y todo lo que supe es que algo se estrello contra mí, sujetando mis brazos contra un muro manteniendome inmóvil. Abrí mis ojos lentamente y vi a Akane frente a mí. Su mirada, tan gélida como el hielo, expresaba no estar de humor para una broma o para explicar el porque estaba allí.
Trague saliva sintiendo el miedo recorrer por mis venas. No había estado tan cerca de ella desde hace tiempo. Apenas miraba su rostro recordaba esas pesadillas que tuve luego de que las chicas me ayudaran con su control que me mantenía encerrada en una prisión en la cual ella prefería dañarme a dialogar. Intente mantener la guardia arriba, calmarme y pensar con claridad en que hacer para que ella no me mate ahí mismo.
Cerré mis ojos levemente y cuando los abrí pude ver, no a Akane, sino a la Dama Oscura sonriéndome maliciosamente mientras colocaba las manos (uñas) en mi pecho a la altura del corazón. Comencé a sentir como las clavaba lentamente mientras su mirada expresaba burla. Pude ver, reflejada en su rostro, a una joven de cabello largo y rubio ceniza. Sus ojos expresaban temor y eran grises, nada que ver conmigo. Caí en cuenta de que quien se estaba reflejando en la mirada de la Dama Oscura no era yo sino Ángel.
– Ángel –
Una mano toco mi hombro y al mirar al dueño su sonrisa me tranquilizo aunque eso no evitaba que sintiera la necesidad de gritar como loca desesperada mientras mis manos sujetan con fuerza mi cabeza intentando no perder más la cordura. Otra alucinación más. He tenido muchas desde que desperté así que no es como algo nuevo, pero sigue siendo perturbador.
Pase una mano por mi rostro con pesar mientras Flora me acercaba un vaso de agua frente a mí y una pastilla. Tome la pastilla en mis manos y luego suspire pesadamente, trague junto con el agua y luego mire a las demás.
– Necesitas vacaciones –
Puede haber sido una broma por parte de Tecna, pero había cierta verdad en ello. Necesitaba algo parecido a vacaciones para olvidarme de Ángel y la Dama Oscura. No volver a pensar más en ellas. Quitarme de la cabeza todo lo que ha sucedido es lo mejor, ¿no?
– Podríamos ir a acampar – Dijo Bloom emocionada – Nada mejor para despejar la mente que estar al aire libre
– No es mi estilo –
– Lo sabemos, pero Bloom tiene razón – Sonrió Flora – Acampar siempre ha sido una gran diversión para nosotras
Sonreí de oreja a oreja. Las chicas me miraron temerosas y negaron rápidamente con la cabeza – ¡Vamos de compras!
– ¡No! –
– Por favor – Las mire con una carita de perrito – Piensen en Ángel y la Dama Oscura. Piensen en mí. No puedo quitármelas de encima y las alucinaciones...
Las chicas me miraron nerviosas, todas miraron a Bloom y ella suspiro en derrota – Bien, tú ganas
Sonreí emocionada y abracé a las chicas con fuerza. Todas rieron entre dientes, seguro que les hacía feliz ésto. Luego de unos minutos me encontraba en mi habitación recostada en mi cama hablando con Brandon por celular. Él estaba feliz de saber que saldría de estás cuatro paredes sin necesidad de tenerlo cerca de mí, era como darle un voto de confianza al mundo.
Las chicas dijeron que saldríamos dentro de dos horas. No podía esperar a que llegará ese momento. Todo lo que quería era poder salir a comprar ropa, más de la que puedo cargar. Brandon guardo silencio por unos minutos, me extraño así que pregunte y él solo respondió que estaba pensando. No estoy muy segura, pero sé que tenía una sonrisa en su rostro cuando pregunte pese a que sus pensamientos pueden girar en torno a la Dama Oscura.
Al cabo de una hora comencé a caminar en círculos en mi habitación. Ahí estaba ese sentimiento nuevamente, ese sentimiento de terror y ansiedad por alguien que está sentado frente a mí con una sonrisa maliciosa viendo como el miedo y el terror me comía viva. La locura se apoderaba de mi mente y mi cuerpo. ¿Qué hago? Dejar de pensar en que la locura tiene control sobre mí es un buen comienzo, pero hay algo que me lo impide. El doctor Brener, el primero que me visito luego de haber despertado, ha dicho que la locura podía ser temporal si yo lo quería así, pero sino entonces sería permanente. Ésta había germinado tras haber estado en el lugar de Ángel cuando la Dama Oscura la destruyó.
La puerta de la habitación se abrió y pude ver a Layla con una sonrisa en el rostro. Yo me encontraba en una esquina de la habitación abrazando mis piernas y meciéndome intentando contener la locura. Ella me miro sorprendida y se me acerco preocupada. Claro que sí, yo tenía a todas alertas desde que Brener menciono la locura causada por Ángel y la Dama Oscura. Literalmente es como si estuviera trastornada, pero sé que hay más. El ver morir a Ángel y como la Dama Oscura solo la miraba con una sonrisa despiadada era algo para volverse loco, en especial cuando podía sentir todo los ataques.
Justo lo que pensé. Faragonda no nos permitió salir por mi culpa. Me encontraba sentada en la camilla de la enfermería con un cable conectado a mi brazo izquierdo y a una maquina que señalaba mi pulso. Mi vista pegada en una esquina de abajo de la puerta mientras las voces de todos me entraban por un oído y me salían por el otro.
Sé que las chicas estaban allí dentro ya que la voz de Flora preguntando que iba a suceder conmigo resonaba en mi cabeza una y otra y otra vez. Yo no lo sabía, pero imaginaba que terminaría en un manicomio con una camisa de fuerza. Pensándolo bien no era tan mal ya que de esa forma no pensaría más en Ángel. Aunque es totalmente complicado ya que Ángel es parte de mí, ella es yo y yo soy ella, dos parte de una misma persona.
– Siento que no podamos ir de compras – Mire a Musa fijamente – ¿te parece si vamos cuando te dejen salir?
Abrí mi boca lentamente y pregunte si realmente ella creía que me dejarían salir de aquí. Hubo un silencio y para romperlo Tecna hablo diciendo que solo necesitaba descansar una noche. En caso de que volviera a la locura nuevamente solo tenía que presionar le botón rojo que se encontraba en el control de un costado de mi cama.
– No saldré de aquí nunca – Me acurruque y cerré los ojos para dormir.
Por la mañana siguiente Ophelia me informo con una sonrisa que podía salir de la enfermería, pero debía volver si sentía la más mínima gota de locura cerca de mí que estuviera por estallar. Creo que el mayor temor de todos es que durante esa locura sienta la necesidad de matarme, claro que nunca lo haría.
Salí de Alfea para poder ver a mi Brandon recargado contra una moto. Sonreí levemente y corrí a él para abrazarlo con fuerza.
– Actúas como si no nos hubiéramos visto en años –
Sonreí levemente y besé a Brandon en los labios dulcemente. Él me sonrió y me correspondió el beso para luego morderme el labio inferior. Cuando me separé lo besé en la mejilla y lo tome de las manos. Él me sonrió levemente y luego me entrego un casco. Lo mire fijamente y luego a él.
– Ayer no pudiste ir de compras así que yo me encargaré de que hoy compres lo que quieras. Y como buen novio que soy pagaré todo, solo rogaré que no me dejes en banca rota –
Reí entre dientes y negué con la cabeza.
– Yo pagaré, pero cargarás mis compras –
– Hecho – Respondió automáticamente él. Subí a la moto de Brandon, nueva, y me puse el casco. Nos dirigimos a Magix rápidamente para poder ir de compras. Estaba emocionada porque al fin podría comprar ropa, aunque no me importaba de todos modos si compraba o no ya que sentir el viento chocar conmigo es mucho más tranquilizante.
Llegamos a una tienda grande y repleta de personas, Brandon me sonrió y me besó en la mejilla antes de tomarme de la mano y entrar conmigo a la tienda. Mis ojos centellaron emoción al ver la cantidad de ropa colgando de los aparates.
– ¡Grandioso! –
Corrí a buscar un montón de ropa de diseñador mientras Brandon me esperaba en un lugar fijo mirándome con una sonrisa. Lleve más de treinta prendas al probador y termine comprándolas todas, luego de eso fuimos a otra tienda. La sonrisa que tenía no podía quitarla con facilidad, nada podía arruinarlo... o eso pensé antes de escuchar la explosión que sacudió el suelo debajo de nosotros.
Deje las compras en el suelo y me acerque a Brandon que estaba mirando por la ventana de un escaparate con una expresión seria. Lo tome del brazo y trague saliva. Brandon me miro preocupado. Por su expresión yo sabía a ciencia cierta que se trataba de la Dama Oscura y de nadie más que de ella.
– Quédate aquí –
Su tono de voz dejaba claro que no iba a aceptar una discusión sobre desobedecerle. Brandon podía llegar a ser muy protector cuando se lo proponía. Sin embargo, pese a que normalmente lo objetaría yo no me sentía lista de enfrentarme a ella luego de ver como destruía a Ángel. Prefería mantenerme alejada de ella antes que tenerla frente a frente.
Brandon saco su espada y salió de la tienda de ropa a pie. Me abracé a mi misma con una mala sensación en el estómago, ¿qué tal si le sucede algo? Tenía que ir y ayudarlo, pero los nervios alertaban a las mariposas en mi estómago quienes me decían y prohibían ir a ayudarlo. Mis manos temblaban frenéticamente, podía sentir como la locura volvía y solo por pensar en que la Dama Oscura estaba unas cuantas manzanas cerca de mí.
Me quede en una esquina sentada mientras cerraba mis ojos y apretaba los puños para evitar gritar cualquier cosa con la locura. Brener una vez llego a pensar que podía hacerme daño a mí misma. Trague saliva y presione más mis parpados mientras excluía todos los sonidos desde afuera. No tengo ni idea de cuanto tiempo estuve así, solo sé que cuando los volví a abrir Brandon me miraba con una leve sonrisa.
Pude notar unos rasguños en su rostro. Las personas en la tienda parecían nerviosas, sin embargo mostraban tranquilidad mientras unos guardias tranquilizaban a otros que salieron lastimados de una forma u otra. Es cierto, la tienda estaba algo destrozada.
– ¿qué paso? –
– No tiene importancia – Me extendió la mano para levantarme del suelo – ¿te sientes bien? ¿quieres tomar unas pastillas?
– No he traído conmigo ninguna – Sacudí la cabeza – ¿qué te paso?
– Ah, ¿ésto? – Me paso una mano por la cara – Un ángel con garras me ataco – Rió suavemente – No tiene importancia desde ahora
– ¿ángel con garras? ¿te refieres a Athan? –
Él solo me sonrió. Lo abracé con fuerza escondiendo mi rostro en su pecho, Brandon no dijo nada y solo me abrazó también. Obviamente él sabía que yo estaba pasando por el mejor momento pese a que por ahora todo termino, aunque no sé como.
Volvimos a Alfea, él no comentó nada con respecto a la Dama Oscura o a que se debió su explosión, se notaba a leguas que quería mantenerme alejada de todo eso. Al llegar ahí Faragonda se encontraba con una mirada seria en la entrada a la escuela, le di una tímida mirada mientras subía los escalones. No hacia falta que lo dijera porque ya lo sabía: a la enfermería.
Entre en la enfermería y vi a las chicas sorprendida, ellas me miraron preocupadas. Presentía que alguien les informo del ataque en Magix. Ophelia me miro preocupada mientras sacaba un par de pastillas, me dejo un vaso con agua y me miro esperando a que lo tomará.
– ¿qué son? –
– Tomatelas, estás calmarán los nervios –
– No estoy nerviosa –
– ¿no? – Me apunto a un televisor. Quise darme una bofetada en la cara al ver una imagen mía en la tienda, cuando estaba acurrucada en una esquina intentando no liberar la locura – A mi me parece que sí
– No eran nervios... era... – No encontré una excusa así que me rendí – Bien, lo tomaré
Brandon se me acerco por detrás y me besó en la mejilla antes de poder tomarme las pastillas. Me miro con una sonrisa y luego a los demás.
– Supongo que ya lo saben – Dijo con un tono suave – Creo que esto se sale de control
– Lo sé – Dijo Bloom – Siempre hace lo mismo
No sé hacia donde iba a ir la conversación ya que no entendía de que hablaban. Tome las pastillas y enseguida sentí un sueño terrible, las voces se escuchaban más lejanas de lo normal, mi vista se volvía borrosa y de pronto no supe más de lo que me rodeaba salvo por una sonrisa en el rostro de Ophelia al verme.
Dormí bastante y tal vez me golpeé la cabeza ya que cuando desperté tenía una resaca grande. Lo primero que se visualizo en mi vista fue un sonrisa encantadora de Brandon. Me senté en la cama para ver a Brandon mirándome tranquilo. Me pase una mano por la cabeza y luego suspire.
– ¿por qué tengo resaca? –
– Efecto secundario de las pastillas – Sonrió Brandon – Lo siento, pero Ophelia quería hacerte un análisis y para eso te necesitaba dormida
– Es decir que no calman los nervios – Él negó con la cabeza – Supongo que no hay problemas
Brandon me sonrió levemente y me besó en la frente, luego decidí ir a ver a las chicas que se encontraban hablando con Faragonda. No había un ambiente tensó, pero la verdad es que me sentí algo incomoda al tener las miradas encima mío. Faragonda me entrego unos documentos y me sonrió levemente mientras yo miraba la carpeta confundida.
– ¿qué es? –
Solo me hizo un ademan así que la abrí para saber que contenía. Un análisis completo sobre mi estado psicológico por la locura. Sé que decirle locura suena raro, pero si digo cordura perdida sería peor, no podía dejar que nadie más supiera de ello. El análisis mostraba cosas raras que no entendía para nada, salvo por una palabra en negrilla. Sonreí levemente, tal parece que no estoy loca (que sorpresa) solo es miedo. Suspire pesadamente y mire a Faragonda tranquila. Hubo un silencio.
Solté un suspiro pesado mientras tomaba asiento en el sofá de la sala común de nuestro dormitorio. Brandon se había ido hace poco y las chicas seguían hablando con Faragonda, por lo tanto estaba sola. Ahora que lo pienso no he visto a Emily o a Henry cerca así que se me ha ocurrido llamarlos, pero ninguno de los dos me respondió el teléfono.
– Que desconsiderados con su futura madre – Fruncí el ceño mirando la pantalla del celular. Suspire pesadamente y luego me levante para poder ir a caminar, pero me detuve en seco.
– Otra alucinación – Me di dije a mi misma al ver a Akane frente a mí. Cerré los ojos con la intensión de que al abrirlos ella desapareciera, pero no fue así. Ella seguía ahí mirándome con una sonrisa, retrocedí asustada y nuevamente cerré mis ojos. Susurre que desaparecería cuando despertará, claro que lo haría y así fue. Frente a mí solo estaban las Pixies sonriéndome alegremente.
– Harán que se me salga el corazón –
Ellas fruncieron el ceño confundidas pero no comentaron nada sobre lo que dije. Más tarde estaba hablando con las chicas sobre esas supuestas vacaciones cuando me llego un mensaje de mi padre diciendo que estaba preocupado ya que se había enterado por completo de lo que estaba sucediendo. Repase la idea de verlo nuevamente, no lo he visto desde que desperté así que podría ser bueno ir a Solaria por unos días... donde esté protegida por los guardias... sí, me parece buena idea.
– ¿qué les parece ir a Solaria? –
Las chicas me sonrieron de oreja a oreja. Seguro que no les parecía la mejor idea para vacaciones, pero al menos yo iba a estar tranquila así que decidieron que iríamos todos, con todos es todos. En Solaria nunca cae nieve por lo que iba a ser una semana playera.
Continuara...
Aquí termina el capítulo número 1 de Viaje en el Tiempo 2. Espero que les haya gustado. Si ha sido cortó esté capítulo, pero intentaremos cambiar eso con los demás. Espero que les guste esta segunda parte del fics.
Próximamente: En Solaria no Cae Nieve
Esta haciendo demasiada calor aquí – Comento Musa.
¿sucede algo con el sol? – Pregunto Stella preocupada.
Algo extraño está sucediendo con el sol de Solaria – Dijo Radius.
Mi padre te matará si te ve aquí – Sonrió Stella a Brandon.
Correré el riesgo – Dijo él sonriendo.
Necesitamos algo frío, ¡Ya sé! Haremos caer nieve – Sonrió Layla.
No podrás – Negó Stella – En Solaria siempre hay sol
¡HACE CALOR! – Grito Layla abanicándose.
El sol está demasiado alto, algo no anda bien aquí – Dijo Radius.
Yo puedo ir a la torre para ver que está sucediendo – Dijo Stella.
Ni se te ocurra poner un pie allí – Dijo serio Radius.
Bueno ha sido todo por hoy y espero que les haya gustado. La verdad siento que le falto más al capítulo y al adelanto, pero lastimosamente ahora no me encuentro con la cabeza totalmente despejada para poder escribir algo bueno; sin embargo de eso se tratará el siguiente capítulo así que espero que lo vayan a leer de todos modos.
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