La historia y personajes de "The Legend Of Zelda" NO ME PERTENECEN, son obra y propiedad de Nintendo.
Link se encontraba observando el ocaso a través de una de las ventanas del castillo, su mirada estaba completamente perdida, en su mente miles de recuerdos pasaban como un cortometraje de todo lo que había vivido las últimas semanas. Se sentía extraño, por una parte estaba feliz de haber salvado a Hyrule y al mundo del crepúsculo, pero por otra parte se sentía triste por algo, o más bien, por alguien.
-No entiendo… ¿Por qué me siento de esta manera al saber que te irás?- pensaba el joven de ojos azules sin dejar de apreciar como el sol se iba ocultando cada vez más.
Ver la puesta del sol siempre le hacía pensar en aquella chica que lo acompañó durante todo su largo y peligroso viaje.
-Desde aquel momento algo cambió en ti… y… al parecer… en mí también- seguía pensando el joven héroe mientras un recuerdo se le venía a la mente.
-FLASHBACK-
Midna y Link se encontraban subiendo las montañas nevadas, estaban buscando a un extraño monstruo que al parecer podía guiarlos al trozo de espejo que buscaban, sin embargo, la tormenta se hizo más fuerte y la temperatura descendió más.
-¡Brrrr!, ha-hace m-mucho… f-frío- decía la pequeña Midna temblando.
Link al estar transformado en un lobo no sentía los efectos del frío, sin embargo, al ver a Midna temblando de esa manera decidió buscar un refugio para pasar la tormenta, no avanzó mucho cuando pudo ver una pequeña cabaña y se dirigió hacia ella.
-¿U-una cabaña?...No Link y-yo estaré bien, mejor vamos a…- Decía el pequeño diablillo intentando disimular el frío, pero antes de que terminará de hablar él frunció el ceño y comenzó a gruñir.
-Es-está bien, entremos en la cabaña, s-supongo que también estás cansado- Dijo Midna resignada y a la vez agradecida con el espadachín.
El lobo empujó la puerta de la cabaña que estaba entreabierta y ambos entraron.
-Rayos, aquí también ha-hace frío- dijo la pequeña, abrazándose al héroe para conseguir calor.
Link observó detenidamente la cabaña y notó que tenía una pequeña chimenea, además había una cama que no estaba tan mal. Entonces se le ocurrió una idea y comenzó a ladrarle a Midna.
-¿Eeh?, ¿Qué pasa?, ¿Qué quieres?- preguntó la pequeña flotando en el aire y observando como él le intentaba decir algo.
-Ah, ya veo, quieres que te transforme en humano, ¿cierto?- preguntó al lobito quien ladró asintiendo a la pregunta.
-De acuerdo- respondió ella y en unos instantes Link se transformó en humano nuevamente.
-Midna, saldré a buscar un poco de leña, esa chimenea nos servirá para mantenernos calientes, ya vuelvo- dijo el espadachín abriendo la puerta para poder salir.
-¡E-espera!- gritó la pequeña haciendo que el joven héroe volteara a mirarla.
-¿Qué sucede?- preguntó con esa sonrisa amable que lo caracterizaba.
La pequeña sintió como sus mejillas se ponían coloradas y bajó un poco la mirada mientras jugaba con sus manos.
-P-podrías….eh…- trataba de decir alguna palabra pero estaba muy nerviosa, daba gracias al crepúsculo que el frío disimulara su nerviosismo.
-¿Si?- volvió a preguntar Link, un poco confundido.
-¿P-podrías…prestarme t-tu… gorro?- dijo Midna finalmente con mucha pena.
-Con que era eso- respondió él con una sonrisa, se quitó el gorro que cubría parte de su cabeza y se acercó a ella.
-Toma, creo que te servirá para aguantar el frío mientras vuelvo- le dijo, dándole lo que le había pedido.
La pequeña princesa lo tomó ocultando su sonrojo. – G-gracias – le respondió con una voz apenas audible.
-Bueno, enseguida regreso- dijo el héroe saliendo finalmente de la cabaña.
Link se dirigió hacia unos pinos que se encontraban cerca de la cabaña, le pareció que a pocos metros de ellos había un poco de leña que podían usar.
-Bien, parece que esto nos puede servir para aguantar la tormenta- dijo para sí mismo.
Apenas se disponía a recoger la leña cuando un lobo blanco con aspecto fantasmal apareció tras de él.
-Vaya, parece que ni siquiera recoger un poco de leña es tarea fácil- pensó el joven héroe desenvainando la espada maestra.
El lobo corrió hacia él y saltó para derribarlo, pero Link logró esquivarlo rodando hacia un lado, entonces intentó atacar al lobo pero este saltó hacia atrás esquivando la hoja de la espada, ambos caminaban en círculos distanciados el uno del otro esperando a ver quién atacaría ahora.
Nuevamente el lobo se lanzó hacia él, pero esta vez, logró contener al lobo con su escudo y lo arrojó hacia un árbol, acto seguido se lanzó hacia la bestia fantasmal tratando de dar un corte en diagonal pero de nuevo el golpe fue esquivado haciendo que cortara el árbol y se desplomara en la nieve.
-De acuerdo, creo que ya hemos jugado lo suficiente, ¡ven aquí!- dijo Link preparando su ataque circular.
La bestia corrió hacia él y al saltar aparecieron dos lobos más, al parecer de la misma manada.
-No importa cuántos sean, ¡Esto se acaba aquí!... ¡HEYA!- gritó, liberando la fuerza de su espada y destruyendo finalmente a las bestias.
-Por fin, ahora debo darme prisa, el frío ya me está afectando- pensó mientras guardaba su espada y se disponía a recoger nuevamente la leña.
Mientras tanto, Midna se encontraba en la cabaña tapada con el gorrito que le había pedido a Link, pero aun así sentía mucha frialdad, así que intentó ignorar el frío o al menos convencerse de que no había.
-No hay f-frío, No h-hay frío…- se repetía una y otra vez la pequeña.
Le prestó atención a la prenda que la cubría, no entendía por qué el chico tenía que usar esa vestimenta verde, y sobre todo la que ella poseía en ese momento ya que le parecía que tenía un calcetín en la cabeza, eso meditaba hasta que un pensamiento salvaje llegó a su cabeza.
-No entiendo muchas cosas de él…pero admito que me encanta el aroma que tiene…su cabello… y- pensaba, hasta que se dio cuenta de lo que acababa de decir mentalmente y sus ojos se abrieron como platos.
-¿QUÉ?- gritó sorprendida y con un ligero sonrojo en sus mejillas.
-No, no, no, no- decía, mientras flotaba alrededor de la cabaña con las manos en la cabeza y los ojos cerrados, en verdad que se le había olvidado hasta que había frío.
-¿Pero qué me está pasando?, ¡debo estar loca para haber pensado algo así!- se reprochó, sentándose en la cama.
Observó por un momento hacia el suelo pensativa y sorprendida.
-Será acaso que estoy sintiendo algo distinto por…- no había terminado la oración, cuando Link apareció entrando por la puerta.
-¡Ya volví, Midna!- dijo el héroe sonriendo, sosteniendo la leña en sus brazos.
-¡AAAAAHH!, ¡LINK!- gritó asustada, alejándose un poco del mencionado y mirándolo con nerviosismo.
-Oye tranquila, ¿qué tienes?- preguntó con mucha curiosidad el joven.
-¡N-nada!- respondió la princesa deseando que no hubiera escuchado nada.
-Veo que aún tienes frío, ven, encendamos la chimenea- le ofreció, colocando la leña en dicho lugar. Posteriormente bañó la leña con un poco del aceite que tenía para el candil y luego le prendió fuego.
Midna se acercó al fuego y se sentó a un lado de Link. – Gracias por todo lo que haces por mi… – dijo la pequeña tapándose con el gorrito del espadachín.
-No me agradezcas, también es por ti que yo he logrado sobrevivir a muchas etapas de este viaje- le contestó el héroe con una tierna sonrisa.
Ella se sonrojó al ver la sonrisa del chico, nunca antes le había ocurrido algo parecido, era la primera vez que se sonrojaba sólo por ver a alguien sonreír.
La noche había caído y la tormenta no parecía parar, así que decidieron descansar en aquella cabaña hasta el día siguiente.
Midna quedó profundamente dormida cerca del calor de la chimenea, sin embargo, Link aún no se dormía y durante ese rato se quedó observando a la pequeña, a pesar de la apariencia que tenía, algo le llamaba mucho la atención.
El joven la tomó en sus brazos con mucho cuidado y la recostó en la cama para que descansara mejor, después él se recostó en la pared al lado de la cama hasta que cayó finalmente dormido por el cansancio.
Al día siguiente…
Midna se encontraba profundamente dormida, parecía una pequeña y tierna niña, la tormenta finalmente había cesado y ahora podían continuar su camino, Link se encontraba parado frente a la cama observándola, de pronto con una de sus manos acarició el rostro de la princesa suavemente, y también los labios de esta, al pensar un poco lo que estaba haciendo apartó sus manos del rostro de la pequeña y decidió despertarla.
-Oye…Despierta-
-FIN DEL FLASHBACK-
El chico sonrió de manera nostálgica y observó que finalmente la noche había caído.
-Con que aquí estas, Link- dijo una voz…
