Esta historia será una interpretación de absolutamente todos los encuentros oficiales (mas no necesariamente canónicos) de Mikaela y Shinoa. ¿Por qué el plural? Si solo sabes del Anime esa es la pregunta que puedes hacerte y no, no me voy a inventar ni un solo escenario y esta historia tendrá tantos capítulos como encuentros ellos. Técnicamente eso significa spoilers pero no revelaré lo que es importante para la trama.
¿Cuántos capítulos serán?
Mikaela y Shinoa se ha encontrado un total de 5 veces: Una vez en la novela ligera; el que todos conocen en Shinjuku (Anime 11 y su equivalente en manga 13 o 14), una vez más en el manga (Capitulo 35). También dos no canónicos que son el Omake #1 (la tercera parte) y de un UA del Fanbook donde Mikaela y Shinoa trabajaban como los cómplices que siempre imaginé que serían (posteriormente publicaré un longfic basado en ese UA, tengo la idea pero me falta el tiempo).
Del fanbook también tomé lo que Shinoa considera su chico ideal (¿?) que puede leerse en Wiki. Se nota que ella estaba bromeando como de costumbre pero me sirven para los títulos de los primeros tres capítulos.
Nota final: Todos los diálogos de este capítulo fueron tomados de la novela, solo los traduje. Cualquier duda, la aclararé. Si quieren leer la novela y pueden leer en ingles (o tienen un traductor confiable) en mi perfil hay un link.
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Capítulo 1: Príncipe de Caperucita Roja
(Basado en el Capítulo 2, Volumen 2 de la novela ligera)
Shinoa se encontraba de pie enfrente del orfanato Hyakuya meciéndose de un lado a otro con las manos detrás de su espalda. La parte de su cabello que no estaba recogida en su trenza se movía haciéndole cosquillas en el cuello. Era una forma de entretenerse mientras esperaba por la persona que necesitaba para cumplir la misión que su hermana mayor le encomendó.
Cuando el hombre, Guren, apareció a la vista caminó hasta bloquearle el paso y pasarle el mensaje que se le encomendó decirle. Él no parecía tomarle en serio, después de todo ella solo tenía siete años, por lo que se aseguró de ser lo más clara posible. Sin embargo la situación se volvía nuevamente aburrida, por más que lo molestará su reacciones no eran divertidas.
Fue entonces que oyó voces de niños detrás de ella que por lo que escuchó se dirigían al parque. El hecho de que Guren moviera su cabeza en esa dirección, mirando en específico a uno de los niños, llamó su atención. Si tuviera que adivinar ella diría que estaba viendo al chico de cabello rubio y ojos azules. Mismo que debió de sentir que era observado porque inmediatamente los miró de vuelta.
– Ah, esto no es bueno.
Dijo el chico aunque tanto su expresión como su tono de voz le resultó complicado saber a qué se refería. Por suerte la chica de cabello trenzado a su lado pidió una explicación que dio sin moverse, enfrente del grupo de niños menores que él en un tono protector, dijo:
– Ese de allí con los ojos de mirada maligna, lo he visto antes. ¡Saitou dijo que era un pervertido!
En un primer momento Shinoa se sorprendió al escuchar esas palabras. Le resultaron tan hilarantes que soltó una risa que en seguida llamó la atención del chico que corrió a revisar como estaba.
– ¿Estás bien?
El chico le resultaba gracioso. Vio su mirada preocupada dirigida a ella, queriendo protegerla cuando en realidad él era el indefenso allí y ella poseía habilidades muy superiores al promedio. Si lo pensaba el chico concordaba con la descripción de príncipe. Había encontrado a un príncipe con buenas intenciones pero en el cuento equivocado porque la princesa era más que capaz de defenderse.
"¿El príncipe de Caperucita Roja?"
Pensó recordando como en ese cuento no había uno. Le gustaría pensar un mejor ejemplo sin embargo no se le ocurría ninguno. Su mente estaba demasiado ocupada disfrutando de la oportunidad para divertirse tras tanto tiempo de aburrimiento.
– No, no estoy bien… – Dijo dándose la vuelta para que Guren viera su sonrisa sin que el chico se diera cuenta que estaba mintiendo. Se sorprendía que su tono de voz cantarina no la delatará – Este pervertido vino a atacarme, ¡ahora nadie está seguro…!
Como pretendió, Guren tuvo suficiente de soportarlos controlándose para no atacar al chico que aceptaba tan fácilmente lo que oía. Eso no le importaba a ella, su misión estaba cumplida y estaba a punto de responderle a Guren quien pretendía irse cuando el príncipe desubicado se le adelantó en hablar:
– Ah, ¡No huyas! ¡Llamaré a la policía!
Shinoa se imaginó el escenario con patrullas rodeando la calle e intentado capturarlo porque un niño de ocho años los llamó. Algo imposible de que suceda pero eso no dejaba de hacerlo agradable de pensar por lo que lo alentó a que lo hiciera.
– No vuelvas por aquí la próxima vez
– Mocoso, eres tan molesto – Interrumpió Guren al chico – Ya me voy, así que mejor solo cállate la boca.
Shinoa no podía evitarlo. Se rió de nuevo tan fuerte como pudo incluso cuando Guren ya se había marchado sin rastro visible de la dirección que tomó. Nunca se le hubiera ocurrido molestar a alguien de esa forma y ahora tenía muchas ideas. Lo que aumentaba la diversión era que el chico en verdad creía lo que estaba diciendo, se le notaba en la seriedad impropia para su edad y la preocupación con la cual le preguntó si ya estaba bien.
No estaba acostumbrada a ese tipo de comportamiento por lo que le informó que ya estaba bien gracias a su príncipe y se marchó. Su misión estaba cumplida por lo que debía marcharse mientras fuera cual fuera el plan que su hermana tuviera siguiera su curso.
"Creo que se supone que todo terminará a finales de Diciembre" Pensó caminando de regreso a donde vivía "A penas estamos en las vacaciones de primavera… será un largo tiempo sin poder volver pero si tengo suerte podré rencontrarme a mi despistado príncipe"
Estaba segura de que podía volver a obtener mucha diversión con él.
…
Momento Mikanoa #1: Mikaela a los 8 años intentó proteger a una Shinoa de 7 de quien creía una amenaza (quizás una de las mas grandes teniendo en cuenta su edad) y tuvo "éxito". Por su parte, Shinoa se divirtió tanto con lo que Mikaela hacía que se carcajeó (burlándose todo el tiempo de Guren, la victima del momento)
