Serie de Drabbles que cuentan la historia de la familia Uchiha-Haruno, de como enfrentan el día a día, los rumores y las labores domesticas. Sumándole a todo estos con la llegada de una personita especial que cambiara sus vidas y la forma de ver las cosas.

Actualizaciones: Domingo.

Cantidad de Drabbles: Indefinido.


DRABBLES

"THE UNKNOWN - ONE"

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SAKURA

"Todos desconocían lo que realmente eran nuestras vidas".

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– ¡Nos vemos luego Sasuke-kun!

Hace cinco años que Sasuke había vuelto a Konoha. Después de cumplir la condena correspondiente, quedo libre de todos los cargos que se le acusaban y pudo comenzar a reconstruir su vida como mejor se le apeteciera.

Tsunade-sama lo incentivo a reabrir el cuerpo de policía militar, convocando a ninjas que quisieran participar. Fue un duro proceso pero luego de meses de trabajo y organización, estaba todo listo y funcionando. Sasuke se convirtió en el capitán del cuerpo y el encargado de velar por la paz y el orden de Konoha.

Después de un año de obras, el barrio Uchiha quedo en pie y listo para ser usado. Utilizando fondos de la aldea, quedo habilitado, los arboles estaban creciendo y la vegetación floreciendo.

Sasuke había echo méritos para volver a ganarse la confianza de la aldea. Aunque cada vez que se lo señalaba él decía no importarle mucho lo que opinaran de él, pero muy en el fondo, yo sabía que le preocupaba.

Participo en la Cuarta Guerra Ninja, poniéndose a disposición de la Alianza Ninja, aunque más específicamente de la Aldea de Konoha. Ayudo a Naruto en batalla y protegió a todos los que se encontraba alrededor.

Luego de la guerra, su única preocupación era la reconstrucción de la aldea. Pasaba día y noche, martillo en mano, poniendo en pie lo que una vez fue una aldea prospera y tranquila.

Se ofreció para participar de las misiones de búsqueda de los renegados y enemigos que aún quedaban libres. Sin goce de sueldo ni incentivos, parte de la condena que tuvo que cumplir por sus crímenes pasados, esto no impidió que se uniera a Shikamaru y otros ninjas para la captura de criminales.

Pero aun así, los aldeanos, compañeros, ninjas y demás, no lograban cambiar la percepción que tenían de él.

Para ellos, Sasuke seguía siendo un criminal por el cual debía tomarse precauciones. Una persona de carácter difícil y temperamental. Mal compañero, pésimo amigo y para muchos un padre horrible.

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Al momento de que Sasuke volvió a la aldea, nuestra relación se hizo mucho más cercana. Lo ayude en todo lo que pude e interferí por él muchas veces. Pasábamos gran parte del día juntos, por lo que nunca supimos cómo es que de ser compañeros/amigos terminamos siendo pareja.

Hace tres años que contrajimos matrimonio, frente al asombro de algunos aldeanos, la emoción de Naruto y la incertidumbre de nuestros compañeros de generación que apostaban a que esta historia no duraría debido a la forma de ser de Sasuke tan distinta de la mía.

Pero en contra de todo pronóstico es que aún seguimos juntos. Hemos formado una pequeña familia, solida basada en el respeto, entendimiento y amor.

Ambos hemos luchado mucho por nuestros sueños, aspiraciones y facultades. Cada uno ha logrado a través de los años sentirse satisfecho consigo mismo y con lo que estamos construyendo.

Sasuke siendo el capitán del cuerpo militar policial, restaurando el nombre de su clan y estando en paz consigo mismo.

Yo hace aproximadamente dos años me convertí en la directora del hospital de Konoha, después del retiro de Tsunade-sama. Mis habilidades médicas han mejorado. Y soy parte de una hermosa familia.

Al estar en constante contacto con la gente es que las opiniones respecto a Sasuke y lo que tenemos es habitual.

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Ya no es sorpresa escuchar lo mala persona que creen que es, lo mal esposo y mal padre que suponen. En un principio lograba herirme a tal extremo que al llegar a casa, Sasuke notaba mi cambio de ánimo apenas cruzaba la puerta de entrada. Muchas veces tuve que detenerlo de salir de casa para darle alguna que otra paliza a algún imprudente que creía saber más de nuestra familia que nosotros mismos. Sabía que en cierta parte, dichos comentarios, lo afectaban, pero siempre trataba de ocultarlo.

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Luego de dos años y diez meses de nuestro matrimonio, nació Haru.

El pequeño sol que llego a nuestras vidas a llenarnos de alegría y más amor. Fue un embarazo difícil, lleno de complicaciones y preocupaciones. Sasuke no se iba de casa cada mañana sin antes asegurarse unas veinte veces de que ante cualquier eventualidad o molestia, lo buscaría o mandaría por él.

El día del parto no fue ni mucho menos más fácil. Fueron casi ocho horas de trabajo y sufrimiento pero que trajo sus frutos en el pequeño cuerpecito de Haru.

Este fue el punto en donde los comentarios aumentaron.

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"Sasuke no tiene pinta de ser un buen padre"

"A Haru le espera una infancia difícil con Sasuke como padre"

"Pobre de ti Sakura. Terminaras criando a una bebe tu solita"

"¿Sakura-sama, no ha pensado en el divorcio?"

"Apuesto que debe ser un matrimonio muy difícil. La compadezco"…

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Y así, suma y sigue. Al principio los comentarios me molestaron, luego, ya pasaba de ellos.

¿Sasuke una mala persona?...No les basto todo lo que ayudo en levantar la aldea.

¿Sasuke un mal compañero?...Deberían hablar con Naruto, el si conoce a su amigo.

¿Sasuke un mal esposo?...No lo conocían de nada. Se dejaban llevar por las apariencias.

¿Sasuke un mal padre?...Haru era la bebe más afortunada por tener el padre que tiene.

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No voy a mentir, no teníamos una vida fácil, nadie la tiene, pero hemos sabido sobrellevar cada problema que enfrentamos y a convivir el uno con el otro. Todos estos tipos de comentarios no eran nada en comparación con todo lo que hemos pasado. Desde guerras a muertes.

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La vida de un ninja es sacrificada y difícil, por eso es que disfrutaba de cada momento libre que podía conseguir, aunque sea para hacer tareas tan cotidianas como ir al mercado.

Agradecía que hoy Sasuke tuviera descanso, podría encargarse de Haru y yo hacer las compras que faltaban. Mi esposo sin sus tomates es peor que Naruto sin ramen, por lo que era lo primero que encabezaba en mi lista. No podía olvidarme aunque quisiera, Sasuke se encargó de recordármelo antes de salir.

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–De acuerdo Sasuke-kun, entendiste el procedimiento. La leche no debe estar muy caliente o no se la tomara. –le recalcaba mientras guardaba el dinero en la cartera antes de salir de casa.

–Te he visto hacerlo centenares de veces. No tienes que recordármelo. Vete, estaremos bien. –me despedía con la mano, mientras tenía en brazos a la pequeña Haru de dos meses durmiendo plácidamente.

–Está bien. No tardare. Solo falta algunas cosas para la cena.

–Sakura. Los tomates. No olvides los tomates. –él y sus dichosos tomates. Día por media es que debía recorrer el mercado en busca de su verdura favorita.

–No Sasuke-kun, no los olvidare. –me acerque a darle un pequeño beso en la cabecita a la bebe y un ligero roce en los labios a Sasuke antes de salir. –Nos vemos luego Sasuke-kun.

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Así que, lo primero y más importante, los tomates.

Luego de tener todas las comprar echas y alguno que otro regalito para mi bebe, era hora de volver a casa.

Cada vez me gustaba menos alejarme de mis dos personas favoritas. Todo era tan distinto cuando estábamos los tres.

¡Sakura-chan, hola! –Naruto venia corriendo por el mercado de la mano de una Hinata que trataba de seguirle el paso.

Naruto-baka. Ten más cuidado con la pobre Hinata.

No….no te preocupes Sakura, estoy acostumbrada. –susurraba Hinata mientras evitaba la mirada sorprendida de Naruto que no se había percatado de como traía a la chica.

Lo siento Hinata.

No te preocupes Naruto-kun. Estoy bien.

Les dirigí a ambos una sonrisa. Eran la pareja más linda de la aldea. Después de largos años del amor incondicional de Hinata hacia Naruto y el desconocimiento de este último, es que al fin confesaron sus sentimientos tras una noche de sake y ramen.

Sakura-chan ¿Dónde está la pequeña Haru-chan?

En casa con Sasuke-kun, tenía que hacer algunas compras así que se ha quedado con ella.

Veía como poco a poco la cara de Naruto cambiaba de curiosidad a una de gracia, bajo la preocupación de Hinata y mía que nos mirábamos sin entender. ¡El teme de niñero! ¡El vengador de niñero, cambiando pañales!

Naruto-kun, es el padre, no creo que para él sea un problema.

Ya quisiera verte a ti en esa labor. No sabrías ni como tomar a un bebe. O no recuerdas, cuando casi botas a mi pequeña bebe por tu estupidez.

Eso fue un accidente.

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–Naruto, debes ser sumamente cuidadoso. Tómale la cabecita.

Este debe ser el error más grande jamás cometido, Naruto tomando a la pequeña Haru. – ¿Así Sakura-chan? ¿Lo estoy haciendo bien?

Debía admitir que hasta el momento todo había salido bien. Después del parto, es obligación que tanto madre como hija permanezcan en el hospital mínimo tres días para observación. Sasuke hace poco haba ido a casa a darse una ducha y cambiarse de ropa después de pasar dos días en vela junto a mi cama. Naruto decidió ese momento para hacer una escandalosa visita. Insistiendo hasta el cansancio, es que opte por dejarle tomar a la bebita siempre bajo mi cuidado.

–Si Naruto, lo estás haciendo bien.

–Ja, no era tan difícil. Soy un experto con los bebes. O no Haru-chan

–Con calma Naruto.

Y fue justo en ese momento en que la puerta se abrió abruptamente. – ¡¿Qué crees que haces dobe?!

Debido al susto es que Naruto perdió la concentración y si no es por Sasuke que logro anteponerse al desastre, Haru habría terminado en el suelo.

Desde ese día Naruto tenía prohibido tomar a Haru-chan a no ser que Sasuke estuviera presente y si es que contaba con suerte de encontrar al padre con ánimos de cooperar, porque si no se encontraba con un no rotundo y nade podía hacerlo cambiar de opinión.

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Eso fue culpa del teme. Si no hubiera entrado de esa forma, nada habría pasado.

Como tú digas Naruto. –era un caso perdido entrar en razón al futuro Hokage. –Bueno, un gusto verlos chicos pero debo volver a casa.

Sakura –chan, dile al teme que no sea un amargado antisocial, mal amigo, y que vaya a verme más seguido.

Le diré. –después de despedirme de ambos con una sonrisa emprendí mi camino a casa, al fin.

Las calles a estas horas del día estaban casi desiertas. La gente se encontraba en sus hogares merendando o descansando junto a sus familias. Como deseaba llegar a casa.

Generalmente eran contadas las ocasiones en que a Sasuke-kun le daban días libres y tratábamos de aprovecharlas al máximo. Desde que nació Haru es que no habíamos tenido un día para los tres, sin interrupciones, por lo que hoy era especial.

Tenía preparada una tarde tranquila, merendando y descansando bajo el sol que seguramente a esta hora me encontraría en el jardín.

Al llegar a casa me sorprender encontrar todo tranquilo. Ni un sonido. La sala y la cocina, vacías. El jardín, vacío. El estudio, vacío.

– ¿Sasuke-kun? Estoy en casa. –nada, pareciera como si la casa estuviera vacía. –Qué extraño. Sasuke-kun no menciono nada de salir.

Estaba más que claro que el primer piso estaba total y absolutamente vacío. Aquí no se encontraban. Deje las compras en la concina y me dirigí al segundo piso.

¿Sasuke-kun estas aquí?. –en la pieza de Haru, nada. –Pero donde estarán estos dos.

Al entrar al dormitorio matrimonial, me encuentro con la imagen más enternecedora y hermosa que haya visto.

Sasuke-kun yace dormido en la cama con un rostro de completa paz y en su pecho descansa la pequeña Haru plácidamente aferrando con sus pequeñas manitos uno de los dedos de su padre como si la vida se le fuera en ello.

Una sonrisa me ilumina el rostro. –Creo que merendaremos más tarde. –sin producir el mas mínimo sonido, cierro la puerta y los dejo seguir en su mundo de sueños.

La gente podía hablar y pensar lo que quisieran de Sasuke Uchiha. Pero al fin y al cabo las únicas personas que éramos capaces de ver todo el amor y el sacrificio de Sasuke-kun eran sus amigos, los verdaderos y nosotras, su familia, Haru y yo.

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El resto…. El resto estaba perdiéndose a una gran persona.


Estreno: Domingo 20.10.2013

Próxima Actualización: Domingo 27.10.2013