Mi No estimado plagiador: Queda prohibida la edición, reproducción y publicación total o parcial de esta historia en cualquier blog, página o grupo cerrado. Si quieres publicar, ¡escribe! Agradezco que te guste este fic, pero personajes aparte ( algunos son propiedad de naoko Takeushi) El resto de palabras son mías. Evitemos confrontaciones.
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Se solicita Marido. No Requiere Experiencia
Autora
Azumi Kou Kido
Prólogo
Haruka Tenoh, publicista.
Implacable con sus adversarios, hace lo imposible por satisfacer los caprichos de sus clientes.
Sus colegas la apodan la "Xena japonesa" alegando que no le teme a nada ni a nadie.
Algo no del todo cierto.
Haruka le teme a las relaciones estables y su peor pesadilla es el matrimonio.
Su madre, harta de escucharla decir que su gato es más valioso que hombre alguno, ha ideado un plan para ganar un yerno y tal vez dos nietos a los que consentirá por muchos años pese a su "enfermedad terminal".
Sabe que Haruka no le negaría una última voluntad…
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Capítulo 1
Una pareja madura se halla sentada frente al escritorio de un joven y prometedor médico general.
-Quiero dejar claro que me opongo rotundamente a esta locura –El hombre maduro de cabello rubio y ojos verdes expresa enojado al médico de ojos color violeta y cabello castaño quien sorprendido revisa lo que parece ser un informe médico.
-¡Cierra la boca Hatoko! –La mujer alta y esbelta de cabello cobrizo y ojos azules espeta. Con cuarenta y cuatro años es muy atractiva para el género masculino -¿Eres feliz viendo a tu hija de veinticinco años quedarse solterona y esquivar a todos los hombres como si fueran una plaga? –Lo mira contrariada –Aunque con el ejemplo de padre que has sido…
-He sido y ¡soy! excelente padre –se queja Hatoko – ¿no has pensado que tal vez no le gustan los hombres sino…?
Su mujer se cubre los oídos adornados con zarcillos de diamante
-¡Ni se te ocurra decirlo grandísimo descarado!
El joven galeno mira a uno y otro sin saber si tomar el auricular y llamar a seguridad. Por supuesto, si llega a hacerlo será despedido inmediatamente debido a que el hombre de cincuenta y cinco años sentado frente a él es una eminencia.
-¡No tienes ningún derecho de hacer esta locura! ¡Piensa en los sentimientos de nuestra hija! –Grita el hombre en ese instante.
-¡Soy su madre y tengo todo el derecho de velar por su futuro y su seguridad! –Responde ella a su vez
Un carraspeo les recuerda que no se hallan solos en ese lugar.
-Lo siento Doctor Tenoh, pero aún no me han informado el motivo de la consulta, tampoco me han dicho qué significa esto –Blande el papel –Tengo pacientes esperando fuera –Ruega que eso sea suficiente para que vayan a molestar a su sobrina y a él lo dejen en paz.
-Perdone doctor Kou, pero mi esposa…
-Solo necesito un pequeño e insignificante favorcito –Sonriendo cordial la mujer se expresa
-¡Insignificante! –Espeta su marido.
El doctor Kou observa a uno y a otro.
-¿Qué favor será?
-Nada importante, solo necesito que firme ese informe médico que indica que no me queda mucho tiempo de vida.
-¡Un psiquiatra es lo que necesitas Akane! –Su marido dice muy enojado sobresaltando a su colega que está paralizado por tamaña "insignificancia".
-Lo siento… - Se incorpora en su sillón acercándose a la mujer -¿Puede repetirme…?
-Necesito que me avale ese informe –Muy calmada le dice - tengo una hija…
-Tenemos, te recuerdo que soy su padre.
-¡Cómo si fuera sencillo olvidarlo! –Ironiza la mujer levantándose de la silla y apuntándolo con el dedo –Tal vez eres la causa de que se niegue a sentar cabeza ¡Tus aventuras extra-matrimoniales con esas pechugonas…!
-¿Tú me acusas a mí? –Ignorando nuevamente al tercero se planta frente a su mujer -¿Qué me dices del actorcito mequetrefe con el que te fotografiaron la semana pasada?
-¡Es solo un cliente! ¡Le estaba dando una clase de Pilates! –Grita – ¡Me acuesto con un solo prostituto y ese eres tú!
-¡Cielos!
La voz escandalizada de una doctora que acaba de ingresar al consultorio los hace ruborizar.
El joven galeno asustado se levanta y acerca a ella agradecido por la interrupción.
-Qué bueno que vino doctora Kaioh – Es evidente su incomodidad -¿A qué debemos el honor de su visita?
-¿Aparte de los gritos que se escuchan afuera? –Ironiza –Vine a… -No deja de ver a la pareja –Vine… necesito… creo que ya olvidé para qué vine. -Se encoge de hombros metiendo sus manos en la bata blanca -Hola tío Hatoko, tía Akane.
-Hola preciosa Michiru –Akane se acerca y la abraza.
-¿Cómo te sientes? –Le pregunta –Haruka me llamó anoche, está preocupada por ti. Dice que te ha visto desmejorada.
Los ojos de la mujer brillan.
-¿Ah si? –Pregunta interesada para luego adoptar una pose de derrota – ¡Ah si! La verdad no me sentido nada bien desde hace algún tiempo, cada día estoy más cansada y me cuesta levantarme de la cama y hacer lo cotidiano. Tú tío no ayuda mucho, no quiere que pase mis últimos días en santa paz.
Hatoko Tenoh pone los ojos en blanco.
-Allí vamos –Murmura.
-¿Últimos días? –Michiru preocupada le pregunta.
-Estaba conversando con el doctor Kou sobre mis dolencias y por los síntomas que le describí no me augura un buen final.
La joven observa a Taiki quien ruborizado por la situación en la que lo están sumergiendo abre la boca para echarlos de la consulta pero ningún sonido emite. Está tan enojado que no puede ni hablar.
Por su parte Michiru comienza a sospechar que su tía está tramando algo.
-¿Estás enferma o no?
-¡Tú tía está tan sana que vivirá más de cien años! –Responde Hatoko -¡Y no soy ningún infiel como esta terca asegura!
Los gritos retornan.
-¡Vives tocando bubis y traseros ajenos!
-¡Soy cirujano plástico mujer! ¡Lo sabías cuando te casaste conmigo!
-Si me permite decirlo es el mejor de Japón –Taiki interviene callando en el acto ante la dura mirada de Akane.
-Solo por apoyar a este mentiroso firmará ese informe falso.
-No puedo hacerlo, la ética…
-Al cuerno la ética –Grita Akane. Se da cuenta que está perdiendo la batalla por lo que emplea un arma que sabe no fallará, siempre ha dado resultado positivo con su marido y este joven idiota no será la excepción –Moriré sin abrazar un nieto y todo será culpa de usted… -Se sienta y esconde sus ojos tras un pañuelo comenzando a llorar –Lo único que deseo es un nieto a quien querer… -Llora más fuerte.
Taiki se siente fatal, no le gusta ver a una mujer llorar.
Con cada sollozo de Akane siente que comienza a flaquear.
Es tan buena su actuación que Michiru siente un nudo en la garganta y su esposo se acerca y la abraza
-No podemos manipular a nuestra hija mi amor.
Los lamentos se convierten en fuertes gemidos.
-No… te importa… nada… un nieto te haría sentir viejo…. ¡Pero yo lo deseo con todo mi corazón! –Compungida mueve la cabeza –Quiero que Haruka me de un nieto que pueda abrazar, besar, enseñarle lo que esa cabeza dura no hará…
Su esposo besa el cabello cobrizo.
-Podríamos adoptar…
-¡Quiero un nieto de mi propia sangre maldita sea! –Grita entre sollozos -¿Es mucho pedirlo? Ustedes me odian… -El llanto ya es histérico.
Taiki se siente culpable sin saber por qué, se lanzará de un puente si con ello la mujer deja de llorar.
-Yo podría convencer a mi prima –Michiru conmovida se ofrece -Existe la inseminación artificial…
Akane niega con la cabeza y suena su nariz
-No quiero un niño ilegítimo en mi familia, debe haber una figura paterna y hombre que defienda a mi hija cuando yo no esté más en esta tierra –Entre suspiros de dolor exclama –Quiero un yerno de carne y hueso, alguien que sea como mi segundo hijo, el que no pude tener…
-Pero… -Su sobrina no sabe que pensar, para Haruka su carrera y su gato son lo único que le interesan y motivan. No le ha conocido un hombre serio, todos con los que ha quedado en cenar o pasear son modelos de la agencia donde es directora. A los que ve como posibles padres o esposos los evita y trata como la peste.
-Si Haruka no me da un yerno y un nieto moriré sola y decepcionada… -Vuelve a plañir estruendosamente.
Hatoko cede al dolor de su esposa y mira suplicante a Taiki.
-Por favor doctor Kou. Hágalo para mí, le prometo que nadie se enterará.
-Doctor Tenoh… -El joven ya no se niega pero se siente entre la espada y la pared. Si alguien se entera que avaló tamaña locura perderá su licencia de médico.
-Si quieres yo te firmo el informe tía Akane –Michiru se ofrece -Solo te suplico que te calmes o enfermeras de veras.
Akane niega con la cabeza.
-Haruka no lo creerá… Necesito la firma de alguien desconocido, que sea ajeno a la familia.
-¡Está bien! -Taiki completamente ruborizado toma el papel firmándolo y sellándolo con su registro médico entregándoselo a Hatoko –Si ella pide contactarme díganle que acabo de fallecer comido por un tiburón blanco, ahora necesito comenzar mis consultas reales.
Michiru toma el documento guardándolo en un sobre.
Akane le arrebata el sobre y milagrosamente deja de llorar e hipar. Sonríe victoriosa.
-¡Gracias doctor Kou! Le estaré eternamente agradecida. Por cierto ¿Es casado?
-No – Michiru.
-¡Si! -Grita Taiki.
-A ver, a ver –Akane sospechosa los mira -¿Es casado o no?
-Si lo soy, acabo de casarme (hace tres segundos) –Piensa mirando a Michiru –La doctora Kaioh no estaba enterada porque la boda fue… ¡precipitada!
-Si está casado querida –Hatoko interviene salvando a Taiki, es lo menos que puede hacer
Akane observa penetrante a Taiki que siente los colores subir por su rostro. La mujer asiente pensativa antes de hablar.
-Bien, esta noche tendremos una cena en casa, le diré a Haruka que lleve un amigo inflado –Dice refiriéndose despectiva a los modelos - y usted está invitado junto a su esposa, y no acepto negativas. No se preocupe, no le diré a mi ángel que es mi médico asesinado por los tiburones.
-No puedo…
Akane le resta importancia. Toma su bolso.
-La cena es a las ocho y me gusta la gente puntual. Su esposa me será de gran ayuda cuando le diga a Haruka que estar casada no es una pesadilla.
La manera en que habla le da a entender que no le cree una palabra y a menos que halle una esposa instantánea se verá "anexado" en esa familia de locos.
-Él y su esposa estarán allí querida –Hatoko la toma del brazo y le abre la puerta, observa a Taiki y habla apenas en un susurro –Lo siento –Cerrando con sumo cuidado.
El silencio invade lo que antes fue un manicomio de gritos y llanto.
-¡Necesito una esposa urgentemente! -Taiki se derriba en su sillón – ¡Y tengo menos de doce horas!
Michiru ríe divertida al comprender por fin la mentira de su colega.
-Mi tía está dispuesta a lo que sea con tal de cazar un yerno y tener nietos.
-¡Esa mujer está demente! –Gime el galeno. Se aclara la garganta al ver el enojo de su acompañante –Lo siento pero…
-No se preocupe, no es el tipo de hombres que le gusten a Haruka, creo que ninguno lo es –Hace una mueca.
-¡Ya se! – Exclama Taiki -Puedo alegar una enfermedad contagiosa, una tormenta de rayos que me dio en la cabeza o que mi madre no me permitió…
-Haga eso y en menos de un parpadeo mi tía estará en la sala de la casa de su madre tomando el te y planificando su boda.
-Seiya debe casarse antes –Advierte él –Mi madre también está preocupada porque entre el trabajo y las deudas por la clínica que acaba de inaugurar ese terco hermano mío se está consumiendo en vida.
-¿También es doctor? –Pregunta interesada. Taiki no es dado a divulgar nada sobre su vida, siempre ha sido hermético en cuanto a su familia y procedencia, pero ahora que lo está haciendo Michiru le sacará todo lo que pueda para llevarlo a otras doctoras que quieren ligar con él -¿A qué especialidad se dedica su hermano?
Taiki niega con la cabeza.
-Seiya no es… -Tocan a la puerta –Adelante.
Una joven de largos cabellos color lila y ojos celestes se asoma.
-Lo siento, no hay nadie en recepción.
Michiru se arrincona, sonriendo al notar la mirada de admiración de su colega por esa chica que tal vez no llegue a tener veinte años.
-Pase adelante –Taiki cordial se levanta –Siéntese.
-Gracias doctor –Nerviosa mira a su alrededor.
-¿Cuál es el motivo de su consulta?
-Solo quiero un informe que indique como salieron mis análisis de laboratorio –Extiende el sobre –Me lo exigen como requisito obligatorio en una empresa.
Michiru es quien toma el documento leyendo los resultados
-Tiene una fuerte anemia. Los valores de colesterol y triglicéridos están normales pero las plaquetas también están bajas.
-¿Es malo eso?
-Si –Explica pacientemente lo mortal que puede ser el que las plaquetas sigan descendiendo y que hemoglobina no se estabilice al valor normal.
-Eso significa que perderé la posibilidad de que me den el puesto de trabajo –Se hunde en el asiento – ¡Y lo necesitaba tanto!
Michiru y Taiki se miran significativamente. Ambos asienten.
-Yo puedo darle un empleo temporal mientras se recupera -Taiki ofrece galante.
-¿De qué se trata? ¡Porque en este instante acepto hasta limpiar el consultorio!
-No requerirá esfuerzo físico señorita…
-Saory Kido.
-Bien Saory Kido, solo necesito hacerle dos preguntas importantes y el puesto será suyo –Michiru se sienta en el borde del escritorio -¿Tiene novio y sabe mentir?
-Mi padre me dijo que hasta que me gradúe en la universidad no puedo tener novio y por lo que se avecina no podré tenerlo jamás. Y si digo una mentira me pillan en el acto –Se encoge de hombros –Parezco árbol de navidad cuando miento ¿Qué tiene que ver eso con el trabajo que me ofrece?
Michiru pone los ojos en blanco al ver a su colega distraído en los labios carnosos de la chica.
-Mi colega necesita una esposa para esta noche –Replica.
-¿Esposa? -Parece que la anemia la hace escuchar tonterías.
-No se preocupe, su papel solo será el de asentir a todo lo que él o las personas que estarán en una cena digan, decir que mi colega es maravilloso y alabar las bendiciones del matrimonio. Cero arrumacos o besos babosos. Solo será por un par de días o semanas, será bien remunerada y lo mejor es que vivirá en su propia casa, el doctor Kou en la suya…
-¿Por qué necesita una esposa? –Saory se pregunta si tanto estudio vuelve loca a la gente.
-Mi tía está empeñada en buscarle un marido a mi prima, debe descartarlo a él y enfilar sus garras de águila en otro pobre idiota.
-¡Ey! –Se queja el castaño escuchando la risa musical de la chica.
-Lo siento –Respira varias veces –No creo que mis padres lo permitan. Pero agradezco su propuesta
-Si acepta nuestra oferta puedo recomendarla en este hospital para que la empleen como recepcionista o en historias médicas –Michiru aumenta la oferta para hacerla más apetecible y difícil de rechazar –Tendría un sueldo fijo bien remunerado, bonos de salud, comedor, seguro social además de los beneficios de fin de año, vacaciones y sus padres tendrían un excelente médico personal –Señala a Taiki que se ha mantenido silencioso.
Saory pensativa ladea la cabeza.
Su padre sufrió un accidente laboral y a ella como hija mayor le corresponde dejar sus estudios universitarios y encontrar empleo antes que el dinero que recibió el señor Kido por el accidente se les termine.
-¿Seguro que no habrá manoseo? –Mirando al médico, a Saory no le importaría manosear semejante ejemplar. Se pregunta si él posaría desnudo para una pintura al óleo que debe en la universidad donde estudia Arte y hasta puede ser que no necesite suspender sus estudios si le dan un horario flexible.
-Nada de nada –Michiru responde por Taiki
A éste le encantaría recordar sus clases de anatomía en ese cuerpecito.
-Está bien –Saory consiente - Aceptaré solo si esa oferta viene por escrito y firmada por ambos; tendrán que colocar el monto diario de lo que ganaré, debo darle cuenta a mis padres para que permitan que haga esta locura, solo que colocarán que trabajaré como asistente y no como "eso" que me piden hacer –Exige.
-Vengo en menos de lo que cuesta decir "supercalifragilísticoespiralitoso" (frase célebre de Mary Popins)–La doctora sale corriendo en busca de un ordenador para redactar la oferta de trabajo.
Taiki observa detenidamente a su nueva empleada preguntándose que tan satisfactorio será estar casado con ella…
