NOTAS: Este fue difícil, mi primera vez escribiendo un Michi, me gusta pensar que este One Shot me costó tanto porque el Mimato va en mi sangre a pesar que adore al Michi. Quería agradecerle a cada persona que se ha dado su tiempo de dejarme reviews, de verdad lo aprecio, es porque sigo escribiendo y no dejo todo sin terminar como siempre hago. Quiero agradecer a mis amigas Sara y Fer (a quien considero mis beta readers oficiales) por los comentarios e ideas que sugirieron para este fic. Esta es la primera parte de una trilogía que es Mimi-Centric, todas con canciones de Halsey como inspiración. En este fic use "Roman Holiday". El siguiente One Shot va a ser un Mimato así que espero que ese salga más rápido. Digimon como siempre no me pertenece y "Roman Holiday" tampoco. Muchas gracias a los que leyeron esto y este One Shot.
Do you remember the taste of my lips that night
I stole a bit of my mother's perfume
Cause I remember when my father put his fist through
The wall that separated the dining room
And I remember the fear in your eyes
The very first time we snuck into the city pool
Late December with my heart in my chest and the clouds of my breath
Didn't know where we were running to
But don't look back
Taichi no era capaz de recordar las amargas lágrimas de Sora cuando los labios de Mimi recorrían pausadamente su cuello.
Él nunca esperó estar besándose con Mimi Tachikawa, en el asiento trasero de un auto, cuando hace 4 meses atrás a su puerta llegó una carta de aceptación para un realizar un internado en un pequeño club de futbol atravesando el océano.
Nunca sintió que lo que estaba viviendo era real hasta que una desesperada Sora se colgaba de su camiseta en un último intento de persuadirlo para rechazar la oferta.
Desde su ingreso al club cada una de sus prácticas no tenían buenos resultados, las lágrimas de Sora en el día que abordó el avión pesaban toneladas en su alma y tenía la sensación de que los brazos de la chica todavía lo sostenían apretadamente.
Podía sentir las miradas de desaprobación de los dirigentes del club en su espalda cada vez que aparecía en la cancha, si bien había logrado hacerse amigo de unos cuantos de sus compañeros seguía frustrado consigo mismo y su miserable rendimiento.
Mismos amigos que lo llevaron al bar en el cual se reencontró con Mimi Tachikawa, su antigua amiga de la infancia.
-X-
¡Vaya como había cambiado la caprichosa y única hija de los Tachikawa!
Él la divisó cantando en el diminuto escenario del bar mientras se dirigía a buscar unas cervezas. Todavía cantaba dulcemente y con cierta inocencia en su voz, sonrió para sí cuando vio las caras cautivadas de la gente a su alrededor. Mimi todavía traía en si ese encanto, que te atrapaba desde el primer momento, no importaba que la castaña hubiera decidido usar un suéter de un rosa pálido que se notaba bastante gastado y unas cuantas tallas más grande o que la guitarra tuviera el aspecto de pertenecer a un basurero más que a un escenario, Tai no podía despegar su mirada de Mimi.
Ya no parecía la misma niña preocupada mayoritariamente por su aspecto, la Mimi del escenario se veía más relajada, más pura. Su cabello castaño siendo desordenadamente sujetado por una cola de caballo.
¡Y por supuesto! Tachikawa ya no era una niña, había logrado florecer en una bella mujer. Y Tai pasó tiempo de más apreciando lo bella, largas y suaves que parecían ser sus piernas. Gracias a Dios que la chica había decidido usar unos pantalones cortos junto con su suéter.
La primera noche que la vio cantar se sintió libre del agarre de Sora desde que había pisado suelo americano.
Y empezó a mejorar en los entrenamientos también.
Yamato, Kari y Takeru le comentaron además que Sora ya no parecía estar enojada con él y más bien estaba avergonzada de su comportamiento. El mayor de los Yagami no se sorprendería si la pelirroja intentara comunicarse con él más tarde en la semana.
-X-
La cuarta noche que la vio cantar fue también cuando Yagami y Tachikawa volvieron a cruzar palabra en al menos unos cinco o seis años.
"Pensé que no me habías reconocido, Taichi Yagami."
¡Mierda! Había sido descubierto. Se volteó de su asiento, con el sorbo de cerveza apenas atravesando su garganta. Y ahí estaba ella, Mimi Tachikawa, de pie al frente de la mesa que compartía con sus compañeros de equipo, el chico no se había percatado que el espectáculo de la castaña había terminado.
"Bastante tiempo sin vernos, Mimi." Terminó la frase y empezó a toser, sin duda la cerveza no había sido digerida de la manera correcta.
Unas cuantas patadas que recibió de sus amigos por debajo de la mesa, le indicaron que lo mejor era ponerse de pie y efectuar esta conversación con Mimi en privado.
"¿Te gustaría tomar algo?" preguntó el chico mientras se aseguraba que su billetera estuviera en el bolsillo trasero de su pantalón.
"¿Quieres ponerme borracha?" Tachikawa alzó una de sus perfectas cejas.
Taichi negó con su cabeza, demasiado nervioso para contestar en voz alta.
Mimi alzó sus hombros. "Uno nunca sabe qué clase de personas puede encontrar en un bar. Voy a ir a buscar mis cosas, por mientras pídeme un daiquiri de frambuesa."
Tai la vio alejarse mientras rascaba su cabeza confundido. ¿Qué mierda era un daiquiri?
-X-
Un daiquiri de frambuesa y otra cerveza más tarde. Taichi Yagami pudo comprobar con sus propios ojos como Satoe y Keisuke Tachikawa habían dejado de ser la pareja más amorosa que había visto en su vida. Apenas Mimi abrió la puerta del departamento y lo invitó a pasar mientras guardaba su guitarra, escuchó como un golpe era impactado contra una de las paredes del comedor, nunca podría confundir ese tipo de sonido, era el mismo que su papá Susumu causaba en las noches que llegaba borracho en la madrugada a su hogar.
Percibió que Mimi pudo apreciar el miedo en sus ojos, pues rápidamente se cambió el abrigo que llevaba puesto y lo sacó del departamento. El alcoholismo de su padre había calado hondo en la infancia de los hermanos Yagami. Tanto Tai como Kari nunca le habían contado lo que sucedía a nadie, el pequeño Tai se veía en la obligación de inventar nuevos juegos para distraer a su hermana menor en caso que se llegara a despertar con los gritos de su madre o de los de su padre, la mayoría de las veces eran los de ambos.
-X-
Por supuesto que tuvo un ataque de locura momentánea cuando aceptó a esto. Pero a la vez el encanto que Tachikawa ejercía sobre las personas hizo que no pudiera rehusarse.
Por ese motivo, ambos jóvenes habían acabado sentados en la orilla de la piscina de la ciudad, con sus pies flotando en el agua casi congelada. Cuando Tai le preguntó a la chica porque deberían hacer algo tan descabellado como meter sus pies al agua de la piscina siendo pleno diciembre en Nueva York, la chica se dio vuelta para mirarlo con atención a los ojos y sonreírle mientras le replicaba: "De esta manera puedes sentir que estas vivo."
Sin duda Mimi Tachikawa era la criatura más asombrosa y bella que se había cruzado en su camino.
"Hay algo que no entiendo," murmuró Tai sacando sus pies del agua, no aguantando más el frío que sentía escalar por su cuerpo. Ajustó su abrigo alrededor de su cuerpo mientras llevaba sus rodillas contra su pecho. Mimi se movió también acomodando su abrigo pero seguía con sus pies sumergidos en la fría agua.
La chica lo miró con la confusión escrita en su rostro. "Dime"
"Trabajas en el bar como cantante, parte del entretenimiento. ¿No es así?" Vio a la chica asentir para sí misma. "Pero, tu familia sigue viviendo cómodamente, como hace unos años atrás. Así que difícilmente necesitas trabajar para subsistir."
"¿Estas preguntando por qué canto? ¿Ó por qué decido valerme por mi misma siendo que pueden mantenerme?"
Taichi levantó su mirada con miedo, tal vez la había cagado definitivamente con Mimi. Apenas sus miradas se encontraron la chica soltó una risita. "No te preocupes, entiendo el motivo de tu duda. Después de todo, yo era la pequeña princesa de papi ¿eh?"
"Supongo que es eso lo que recuerdo" fue el susurro tembloroso que Mimi recibió a cambio.
"Realmente fui odiosa durante mi estadía en ese campamento."
"Viéndolo desde este momento, solo tenías el comportamiento normal de una niña de 10 años. Lamento haberme desesperado contigo en el pasado, solo éramos niños, no debía tomarme las cosas tan en serio."
"Está bien, después de todo solo éramos niños."
Las miradas de Mimi y Tai se encontraron nuevamente y ambos compartieron risas.
"Ya no soy la princesa de papi." Mimi suspiró y removió sus pies del agua, ya casi no los sentía. "Y si también quieres saber por qué canto, simplemente es porque siento la necesidad de expresarme. Me gusta pensar que cuando las personas me escuchan cantar les estoy entregando una parte de mi alma."
Tai comparó en su cabeza como una vez Yamato le había contestado algo similar. Los artistas hablaban mierda tan profunda.
"Pongámonos de vuelta los zapatos, está congelando aquí afuera. Te cargaré en mi espalda si debo hacerlo, probablemente dejaste de sentir los pies hace bastante." Le ofreció Taichi a Mimi mientras se levantaba y le tendía la mano a la chica. "Vamos, te llevaré a casa."
"Por favor, no."
Ahora era el turno de Tai para sentirse confundido. "¿Qué?"
"¿Podría pasar la noche contigo? Realmente no quiero volver."
Aunque las mejillas de Tai tomaron un leve tono rosáceo, cargó a Mimi en su espalda y emprendió camino por las heladas calles de Nueva York. El rubor en las mejillas del castaño aumentó cuando Mimi le dio un pequeño beso detrás de su oreja y susurró un: "Gracias."
-X-
We'll be looking for sunlight
Or the headlights
Till our wide eyes burn blind
We'll be lacing the same shoes
That we've worn through
To the bottom of the line
And we know that we're headstrong
And our heart's gone
And the timing's never right
But for now let's get away
On a Roman holiday
Mimi Tachikawa era intoxicante. Cada detalle de ella.
Había algo que era especial en su persona. Pero Taichi no era capaz de ponerle nombre. Sus delicadas manos y su angelical voz. Los defectos y pecados que Tai había aprendido a conocer en las últimas semanas. Cada sitio que había conocido a su lado, lo enérgica y aventurera que se volvía cada vez que Tai le pedía que le enseñara la ciudad. Como había noches en las que se quedaba cantando o escribiendo canciones mientras él caía dormido, pero en las mañanas que despertaba temprano para ir a entrenar la encontraba envuelta en sus brazos como si los dos se hubieran dormido acurrucados. Como a veces Mimi solía robar una camiseta de su armario y aparecía más tarde en las prácticas sentada en las gradas, luciendo su apellido estampado en su pequeña y femenina espalda.
A él incluso le gustaba cuando lo regañaba por seguir usando sus zapatillas de futbol favoritas, era el primer par que sus padres le compraron cuando Tai les dijo que pensaba tomar el futbol como algo serio para su futuro. Las zapatillas estaban demasiado usadas, partidas a los lados. El sentimentalismo no le permitía cambiarlas.
Taichi tomó su delicado rostro en sus manos y le besó la frente antes de dirigirse a su boca. Él no debería estar aquí en medio de una desconocida carretera estadounidense mientras atardecía, un viaje espontaneo que Mimi había decidido hacer y por supuesto él no pudo negarse.
"Está haciéndose muy tarde, será mejor que volvamos." Tai dejó escapar mientras los labios de Mimi besaban su mejilla y comisura de los labios.
"¿Por qué? Nos estamos divirtiendo, Tai." Murmuró la chica mientras sus labios seguían recorriendo el rostro de Taichi.
"Necesito entrenar mañana." Vio el rostro de Mimi caer a la vez que escuchaba su réplica. Odiaba ser la causa de que su sonrisa se borrara.
Mimi se levantó del cuerpo de Tai y se pasó al asiento del copiloto. "Entonces, necesitamos apurarnos para llegar a la ciudad."
Tai se volvió a poner el abrigo y al pasar al lugar del conductor cogió el abrigo de Mimi que había quedado olvidado en el suelo del auto. Mimi se envolvió en su abrigo apenas el chico se lo entregó y procedió a encender la radio. Tai suspiró antes de echar a andar el auto, Mimi no le iba a hablar durante el camino a casa.
-X-
Could you imagine the taste of your lips
If we never tried to kiss on the drive to Queen's
Cause I imagine the weight of your ribs
If you lied between my hips in the backseat
I imagine the tears in your eyes
The very first night I'll sleep without you
And when it happens I'll be miles away
And a few months late
Didn't know where I was running to
But I won't look back
Ese viaje fue la última oportunidad que tuvo de estar en la presencia de Mimi Tachikawa.
La mañana siguiente cuando despertó y se empezó a preparar para asistir a su entrenamiento matutino, Mimi no estaba en su cama.
Decidió no preocuparse por este hecho, a Tachikawa le gustaba ser libre y él no iba a molestarla restringiendo eso.
Su celular vibró en la mesa de noche al lado de su cama, el chico se acercó a el mientras se ponía la camiseta del equipo. Lo revisó con una pequeña esperanza que fuera Mimi quien le escribiera.
DE: SORA 5:22
¡NO PUEDO CREER QUE VUELVAS LA PROXIMA SEMANA! TE GUSTE O NO TAICHI YAGAMI TE PREPARARE UNA FIESTA DE BIENVENIDA. ¡ESTOY TAN FELIZ! ANSÍO VERTE PRONTO.
¡Mierda! Completamente se había olvidado que su estadía en este país tenía los días contados. Mientras se dirigía de vuelta al armario en busca de un abrigo y sus zapatos se percató del paquete que yacía sobre las mantas de la cama sin hacer.
No había duda que era obra de Mimi, era la única que había vivido en este pequeño cuarto además de él.
Rompió el papel que envolvía la caja sin saber que esperar. El sentimiento de nostalgia lo invadió cuando observó las zapatillas de futbol que Mimi le había comprado. Adentro de la caja también había una nota.
"A veces es bueno olvidar el sentimentalismo"
-Mimi.
Sintió como el alma se le caía a los pies al comprender que este era el adiós. Ya no había vuelta atrás. No volvería a ver a Mimi. Sin embargo sonrió mientras se calzaba las nuevas zapatillas y se dirigía al entrenamiento, con la nota guardada en el bolsillo de su abrigo.
-X-
SEIS MESES DESPUÉS.
"Ese fue un excelente entrenamiento." Comentó Sora mientras le pasaba la botella con agua a un cansado y sudado Taichi que tomaba asiento a su lado en las gradas.
"Gracias, por venir." Murmulló Tai mientras se llevaba la botella a la boca.
"Sabes que no me molesta. A veces desearía volver a entrar a la cancha de vez en cuando."
"Deberías intentarlo, siempre fuiste una de las mejores del equipo."
Sora sonrió amablemente mientras lo miraba. "Deberíamos irnos. Los chicos nos esperan en la cafetería."
"Claro, ya quiero hablar con Yamato exigiéndole porque nunca me contó que su hermano menor empezó a salir con mi hermana menor." El chico tomó su bolso de las gradas y se comenzó a caminar en dirección a las duchas.
Sora elevó su voz para que Taichi la escuchara mientras caminaba. "T.K. es buen chico y lo sabes Tai"
"Por supuesto que lo sé"
Cuando caminaba su bolso vibró, se detuvo y busco su celular entremedio de sus cosas.
1 NUEVO MENSAJE.
DE: MIMI TACHIKAWA 14:16
TE EXTRAÑO…
Se dio vuelta y se fijó en que todavía tenía la mirada de Sora encima suyo, la chica llevó ambas manos alrededor de su boca, tratando de hacer la función de un megáfono y gritó: "¿Estás bien Tai?"
Taichi asintió con la cabeza y de su boca se escapó un débil: "Supongo." Sabiendo que Sora no lograría escucharlo.
PARA: MIMI TACHIKAWA 14:19
TAMBIÉN TE EXTRAÑO.
Volvió a guardar su teléfono y con una cierta calma en su interior retomó su camino hacia las duchas.
