CAPITULO 1.

Lo extraño, lo extraño muño, a pesar de que se siempre vuelve a mí, a pesar de que me ama tanto como yo a él, a pesar de que sé que su amor siempre será para mí, no pasa un minuto sin que deje de pensarlo, de extrañarlo… Acá en este enorme castillo en donde me llevo bien con toda la gente del reino, no puedo evitar sentirme sola sin él. Nunca había salido de viaje por tanto tiempo y no es como si nunca fuera a volver, y si lo pensamos, un mes no es tanto tiempo, pero cada segundo sin su mirada, cada momento sin su voz cada mañana sin su calidez simplemente me agobian... Livi te extraño… y pensar que debo esperar una semana más sin ti…

La princesa Nike, ahora reina del país del sol, contempla con melancolía la entrada del reino desde la torre en donde cantó por primera vez a su amado, a la espera de su regreso mientras el hermoso y a su vez nostálgico atardecer la hacen recordarlo aún más.

Ha sido el viaje más largo en el que el rey Livius se ha embarcado pero aunque por el momento esta triste sin su presencia en el fondo siente ansiedad y alegría porque cada vez la espera se hace menor, en tan solo una semana volverá a estar a su lado.

extrañarlo no lo traerá más pronto a mi lado – Pensó luego de un suspiro la princesa Nike mientras se encaminaba de nuevo al castillo - iré a ver si Neil tiene algo de trabajo para mí, así distraeré mi mente un poco.

Ya en la oficina.

-Neil – llama Nike con urgencia – ¿tienes acaso noticias sobre Livi?

- No majestad – responde Neil – la última noticia que tenemos sobre el rey fue su última carta en donde anunciaba que llegaría en una semana.

- Gracias - responde Nike con resignación mientras termina sus labores en la oficina.

Esa noche se queda hasta tarde trabajando, agotando lo que más puede su mente para que al llegar a su cama lo único en lo que pueda pensar sea en dormir; pero al llegar allí, el espacio vacío en la cama inmediatamente se apodera de ella y no puede evitar decir nuevamente. –Te extraño Livi.

A la mañana siguiente paseando por los hermosos jardines del palacio, observa con alegría aquellas flores con las que cada noche su amado adornaba su cuarto solo para ella.

Fue ya hace 4 años cuando conocí a mi Livi. –Recordó Nike- recuerdo que estas flores me ayudaron a ver lo bello de su alma, lo hermoso de su mirada, lo dulce y cálidos que podían ser sus ojos pero sobre todo lo reconfortante de su sonrisa. Aprendía a amarlo a mi manera, y hoy no puedo evitar dejar de temblar cuando lo tengo lejos.

Livi…

Pensando en aquellos momentos, Nike cierra sus ojos y empieza a cantar con la confianza de que la fuerza de su corazón viaje con el viento y las nubes y transmitan sus sentimientos a su amado.

Una leve lluvia baña el palacio con sus sentimientos y mientras observa como el brillante sol hace deslumbrar el rocío sobre las flores, Nike sonríe mientras recuerda con amor al dueño de su canto.

Tan hermoso como siempre - le dice una voz a su espalda.

El sonido de esa voz trasciende por completo sobre Nike, su corazón no puede evitar latir con rapidez, sus manos no pueden dejar de temblar de alegría, por un breve momento Nike se congela por completo y no puede evitar derramar lágrimas de alegría.

¡LIVI!

Al dar la vuelta, su alegría no puede ser más obvia, ya que sus ojos reflejaban un brillo inusual que solo tienen cuando lo ven a él.

¡SHHHHHHHHH! ¡No hagas tanto alboroto Nike! – la regaña Livi mientras se abalanza sobre ella para cubrirle la boca con su mano.

¡LIVI! Que te pasa porque actúas tan extraño.

Mientras Nike intenta hacer que su esposo responda sus dudas, Neil la busca con urgencia por los jardines.

Su majestad, ¿en dónde se encuentra? Responda por favor.

Livi se percata del llamado de Neil, e inmediatamente busca un lugar para esconderse junto con Nike, y antes de que Neil los logre ver, se escabullen entre unos frondosos arbustos donde se pone sobre ella, la inmoviliza para que ningún movimiento provoque sonidos en el arbusto y cubre nuevamente su boca. En cuanto Neil se va del lugar, Nike libera su boca y de inmediato empieza a hacer sus reclamos.

¡Livi! Que rayos te ocurre, que es esa manera de presentarte ante tu esposa luego de una sorpresa así y ¿porque estas vestido como plebeyo?

Oh, tienes razón, así no debería saludarte luego de tanto tiempo verdad, lo siento.

Dicho esto, Livi sonríe acaricia su rostro, la acerca con ternura y le da un beso; pero por alguna razón este beso no es como los que tenían antes, quizás la distancia o el tiempo ha hecho que ese beso dejara de ser un tierno beso entre novios, para convertirse en un apasionante beso, de esos que hacen olvidar el resto del mundo, que aceleran los corazones y que incitan a los cuerpos a ir más lejos. Tal fue la fuerza y la intensidad de su beso que Nike se queda sin habla, su cuerpo actúa con la voluntad pura de su corazón y sus brazos lo acercan más hacia ella buscando la forma de sentirlo más y más cerca.

Te extrañe mucho Livi.

Livi le sonríe con serenidad, acaricia su cabello y le responde –Y yo a ti mi amada. – Luego la toma nuevamente entre sus brazos y la besa como si no quisiera separarse de ella nunca más.

¡BASTARDO! ¡ALEJE SUS SUCIAS MANOS DE NUESTRA REINA! – Grita con enojo Neil mientras golpea con un palo la espalda del extraño que amenaza la integridad de la reina del país del sol.

¡Pedazo de idiota, soy yo!

¡Ma... Ma… MAJESTAD! – al darse cuenta de su error, el pobre Neil no puede evitar sentir un escalofriante frío que recorre su cuerpo y lo pone pálido como un papel, ese acto podría perfectamente acabar con su vida. - Lo siento, lo siento, lo siento, no lo reconocí con esas ropas - decía temblando mientras pensaba Voy a morir, voy a morir, voy a morir, definitivamente VOY A MORIR.

Tal y como Nike lo había mencionado antes, el rey Livius vestía como plebeyo y parte de su innovador atuendo era una misteriosa capucha que cubría su fino cabello negro y que bien usada, escondía a la perfección sus enormes y poderosos ojos, junto con su imponente presencia de rey.

Muy bien Neil si quieres que perdone esta infame acción, deberás ayudarnos Nike y a mí con un favor- Dice Livi mientras sonríe de manera siniestra porque sabe que lo que sea que vaya a pedir será concedido sin titubeo alguno.

¿Un favor? – se preguntaban Nike y Neil.

Lo que sea majestad.

Inicialmente – narra Livi - no tenía planeado llegar antes, pero mi audiencia con el duque del país del desierto fue cancelada de improvisto; entonces se me ocurrió dejar en el país del desierto a los sirvientes durante una semana más, y llegar por mi cuenta sin avisar a nadie, en especial a ti y a Bard para que así siguieran encargándose de los asuntos del reino y poder escapar de mis obligaciones con Nike sin ninguna restricción de su parte. Pero en vista de los acontecimientos, ahora no tienes más remedio que ayudarnos ¿estoy en lo cierto Neil?

Correcto majestad, que quiere que haga – responde resignado Neil ante las circunstancias.

No mucho, solo necesito una carreta, un caballo, comida y ropa para una semana, llevaré a Nike de paseo a la casa del lago a las afueras del reino. No sobra recalcar que ningún sirviente debe enterarse de mi llegada, para que no se filtre la información hasta Bard, así que deberás hacer todo con tus propias manos, sin olvidar que durante toda esta semana deberás cubrir a Nike en su trabajo, al menos en lo que más puedas, de acuerdo.

De acuerdo majestad.

Y Nike necesito que al igual que yo vistas un poco más humilde y te prepares para el viaje, partiremos en 3 horas.

¡Tres horas! – afirma Neil.

¿Algún problema?

N… no majestad – Responde Neil llorando por dentro.

Fin del primer capítulo.