Hola!
Bueno...quise hacer una historia de luka y meiko, ya que no había visto muchas. Así qué escribí esta. Espero les gusté!
Por cierto...VOCALOID NO ME PERTENECE.
Una boda se traduce como muchas cosas. Una de ellas es unir el amor eternamente entre dos personas que lo comparten mutuamente. Este caso no es ninguna excepción. Todo es idéntico a una boda normal, decorados blancos por doquier, invitados distribuidos en el lugar, donde ansiosos esperan a la novia. Quien en pocos minutos entrara a la iglesia, luciendo el tradicional vestido blanco. Frente al altar y con una notable sonrisa nerviosa, esta su futura esposa, vestida de un traje blanco con su cabello rosa recogido en una gran coleta. Entonces, las puertas se abrieron dejando ver a la una bella mujer en un frondoso vestido blanco tomada de la mano de su mejor amigo. En ese momento Luka Megurine y Meiko Sakine unirían sus vidas.
Pero antes de lograr tanto, hubo una historia tras ellas. Donde muchos factores estuvieron involucrados para lograr demostrar su amor y aceptación, por parte de todos.
Todo esto comenzó con un pedido. Un pedido de un pastel.
...Cuatro años atrás...
En toda la ciudad no había mejor pastelería que la de la mismísima Luka Megurine. Una chica realmente bella de rostro refinado, cuerpo digno de admirar y una extensa y bien cuidada cabellera color rosa pastel; muchas veces había sido pretendida por docenas de jóvenes dispuestos a darle todo lo que deseara, pero ninguno, jamás conseguía su cometido. La chica era un misterio para todos ellos. Al trabajar en el negocio familiar su don era totalmente nato. Desde pequeña comenzó a ayudar a su familia en el local, propiedad de su padre, quien la recibio de su padre, y el de su mismo padre. Lamentablemente, Luca, como se llamaba el padre de Luka, murio en un accidente de trafico. Por lo que su famila heredo la tienda. Esta a diario rebosaba de decenas de clientes ansiosos por provobar las delicias hechas de las manos propias de la peligrosa,
conocida más que nada por su bondad y amabilidad a la hora de atender a sus clientes.
- Gakupo nesecito dos pasteles de fresas con crema! Son entregas especiales a domicilio, la dirección esta en la mesa!- grito Luka mientras preparaba la masa para la siguiente tanda del día.
- entendido- le respondió el repostero principal. Gakupo Kamui, pastelero excepcional y mejor amigo de la dueña del lugar. Cuerpo formido, cabello púrpura y excelentes modales, era de una de las familias mas ricas. A igual que muchso fue flechado por la hermosura de su amiga, y como a todos no pudo llegar a mas con ella, pero no le afecto demasiado, ya que seguía conquistando a cualquier chica que se le cruzara por pocas palabras se trataba del el típico chico rico el cual era mujeriego.- Luka! Dónde está mi casco?
- en la mesa! Siempre esta ahí!.
- que esta te dije!
- Gakupo, haz un esfuerzo pro primera vez en tu vida y búscalo!
- no lo encuentro!- desesperada por la inutilidad de Gakupo, luka salió de la cocina parar darle un buen golpe en la cabeza al pelimorado.- por que me has golpeado?- le pregunto molesto.
- estúpido! Lo traes en tu mano!-le comento la chica más que enfadada.
- lo siento mucho jefa!- ese comentario fue recibido con otro golpe propiciado por, irónicamente, su jefa.
Era domingo, las familias estaban celebrando por cualquier razón, no nesecitaban una en específico. Simplemente el hecho de estar con tus familiares y amigos era suficiente. En esos casos, era imprescindible un pastel, como era de esperarse había cientos de órdenes que atender y muy poco tiempo. Los empleados corrían de un lado a otro tomando órdenes por teléfono y entregando pedidos a los clientes en la sala de espera.
Entonces llegaron dos mujeres y un chico, la mujeres todas muy sonrientes y alegres, los tres ordenaron directamente a la caja registradora. Algunos clientes y empleados quedaron un poco sorprendidos por sus respectivos pedidos, pero simplemente continuaron con sus deberes haciendo caso omiso a los pedidos.
Para las nueve en punto los empleados se encontraban recogiendo y ordenando la cocina, la sala de espera y las diversas instalaciones del local.
En la oficina administrativa estaban el repostero. Gerente revisando las órdenes y ganancias del día.
- Gakupo, ¿ cuantos pedidos nos quedan para mañana?- pregunto Luki, hermano gemelo de Luka y gerente administrativo del negocio.
- sólo 3. Los pedidos de tres mujeres.
- creo que era un hombre y dos mujeres.- le dijo luki.
- enserio? bien...pensé que era una mujer...- después de mirar a la nada pensando en su anterior error, respondió finalmente la pregunta de su amigo.- Los pedidos son, el pastel de chocolate para la Sra. Kagamine, tres docenas de brownies para la Sra. Hatsune y un pastel de cumpleaños para el "Sr." Shion, todos a al misma dirección.- respondió haciendo comillas en la palabra "señor".
- parece que será para algún cumpleaños. Pero hay una cosa que no comprendo. ¿Porque todos los pedidos requieren de chocolate con puerros?-pregunto confundida una de las empleadas que pasaban por la oficina.
- Al parecer la cumpleañera tiene un gusto excesivo por los puerros.- contesto otro empleado.
- me pregunto por que no escogieron las berenjenas. Son deliciosas en un pastel.- hablo Gakupo, siendo respondido con las miradas interrogantes de los presentes.
- bueno... creo que se debe a que nadie a hecho nunca un pastel de berenjenas, y menos se lo ha comido. Asi que no presumas de algo que no has hacho Gakupo.- le contesto Luki, dejando al pastelero algo avergonzado.
- de todas formas será una tarea algo complicada ya que no es una receta común. ..Pero será divertido intentarlo.- Luka, quien iba entrando a la oficina, les exclamo a todos los presentes.
- entonces será mejor cerrar la tienda para los clientes, mañana.- dijo el pelirosado, todos asintieron y continuaron realizando sus actividades. Al finalizar todos los empleados se despidieron de los dueños y salieron directo a sus casas. Los hermanos y el chico-berengena, caminaban tranquilamente por las calles, evitando los autos y algunos lugares de mala muerte. El silencio incomodo era muy notable entre los tres induviduos, que sólo miraban hacia el suelo, cansados por su duro trabajo. Pero entonces Luki rompió con la calma. Exponiendo sus pensamientos, los cuales comenzaron hace varias semanas.
- Luka...talvez te sea un poco agobiante pero sería buena idea que buscaras a alguien.- le dijo tranquilamente a su hermana.
- Alguien.?- contesto ella.
- ya sabes alguien con quien pasar el resto de tu vida...me preocupa un poco que rechaces tan tranquilamente a todos. No entiendo tus razones, y no nesecito entenderlas, pero me gustaría que intentaras buscar a alguien especial para ti.
- creo que Luki tiene razón. Aunque no logre nada contigo, soy tu amigo y quiero lo mejor para ti.- Gakupo tomo el brazo de la chica y la obligo a ver a ambos.
- Luka...por favor, nos podrías decir que te sucede. Porque has rechazado a todos?.- la aludida volteo evitando hacer contacto visual con sus acompañantes al escuchar aquello. Pasaron unos segundos y volteo de nuevo , con la mirada firme y decidida dijo.
- me gustan las mujeres.- impactados los dos jóvenes miraron la retirada de la pelirosa, quien se encontraba a varios metros de ellos, para después apresurarse y seguirle el paso. Después de eso, nadie hablo de nuevo durante el resto del camino.
Gakupo se separó de los megurine continuando el caminos su hogar, mientras que ellos caminaron una cuadra y entraron a una casa pequeña, sencilla pero muy bien pintada y cuidada. Entraron dentro y casi en automático se dirigieron a su humilde cocina, en el trabajo, a pesar de estar rodeados de dulces y postres, es imposible comérselos, ya que eso conllevaría a una falta de ingresos potenciales. Rápidamente comieron carne y pasta recalentada de la noche anterior. Nadie hablo durante ese tiempo, ambos un poco avergonsados por la anterior confesión. Al terminar Luka subió a al recámara de su madre dejando a su hermano con el deber de limpiar el comedor. Al llegar toco un par de veces la puerta cuando una suave voz le respondió.
- pasa.- Luka abrió lentamente la puerta. Sonrió al ver a su madre sentada en la cama, disfrutando de los objetos frente a ella. Eran dos cajitas musicales, ambas en deteriorados estados. La mujer era idéntica a su hija, con excepción de los rasgos de la edad reflejados en su cuerpo.
- pensé que no teníamos esas cajas.
- por supuesto que si las tenemos, nunca me desaria de tales recuerdos como estos. Fueron los primeros regalos que me dio tu padre.
- Lose .- Luka se sentó al borde de la amplia cama, para después caer recostada en el regazo de su progenitora. La cual le respondió acarisiando su cabello- mama, puedo preguntarte algo?
- claro.
- con quien gustaría que saliera?
- por que preguntas, hija?
- pura curiosidad, supongo.
- con una mujer que te ame sobre todas las cosas- impresionada, luka se levantó y cayo al suelo, recostada en el piso le pregunto.
- como lo supistes?
- soy tu madre, lo se todo...A demás no es normal que una chica evite a todos sus pretendientes y que se la pase mirando a las jóvenes que pasan frente a ella.- respondió sonriente y un poco burlona viendo la cara de asombro de su hija.
- y que opinas?
- nada...eres mi hija y mi deber es amarte sin importar lo que hagas de ti vida.
- gracias. No sabes cuanto te amo!
- a pesar de todo no has cambiado, Luka.
- A que a venido eso?.- le pregunto sorprendida la actual repostera.
- Solamente estoy un poco nostálgica ,eso es todo.- aunque con algo de preocupación por el comentario, Luka se levanto y se dejó caer por completo en la cama usando como almohada el regazo de la mujer que le dio la vida.- tenia razón, sigues siendo la misma Luka de simpre. Eso me gusta, nunca se te ocurra cambiar, hija. - Luka en ese momento no entendía mucho de lo que su madre le decía, pero prefirió no preguntar nada al respecto, para evitar romper con el ambiente tan agradable para ambas. Al poco tiempo la mayor comenzó a cantar una dulce melodía y sin darse cuenta la menor quedo dormida escuchando el canto de su madre.
Cuando se despertó, era claro para ella que su madre estaría en su trabajo, a muchos kilómetros de ahí. Sin preocuparse por que no fuese su propia habitación, tomo una toalla y entro a darse una ducha. Al salir fue a su recámara y se vistió cómodamente para ir a trabajar a la pastelería.
Espero con sinceridad que les haya gustado.
Si tienen alguna sugerencia o comentario por favor dejen un Review.
Adiós!
