Viktor Krum corría en los pasillo de Durmstrang dirigiéndose a su dormitorio, siempre tan atareado y para colmo estaba tarde, nunca faltaba la multitud de estudiantes que lo acosaban por todo el instituto y hacían que se retrase.
El dormitorio de Viktor era solo para el, no tenía compañeros de cuarto y tenía un trato especial, pero no porque el lo quisiera, el director Igor karkarov y el ministro de Bulgaria se habían encargado de darle un trato especial por ser el jugador prodigio del quidditch, y por mas que se había negado y deseaba ser tratado como un estudiante mas no pudo hacer nada ante las órdenes de ambas autoridades, por un lado era mejor pues no lo acosaban sus otros compañeros y se sentía más tranquilo de tener un lugar donde refugiarse sin que lo observen a cada instante, aunque por supuesto su mejor amigo irrumpía en su habitación cuando se le daba la gana. si, literal cuando se le daba la gana, pues era el único al que Viktor había confiado la contraseña y muchas veces se arrepentía de dársela, pero era su mejor amigo, el único en el que confiaba y que lo conocía mas que nadie, bueno excepto por su madre.
Al llegar a su habitación efectivamente encontró a su mejor amigo acostado a sus hachas en la cama de dos plazas de Viktor con una revista, "hechiceras al desnudo" era la revista favorita de su amigo Rumen. Rumen Poliskov era un chico alto, flaco, muy flaco de hecho, de piel trigueña, canela se podría decir, muchas veces lo confundían con latino, y eso partía de risa a Viktor pues se lo imaginaba con un sombrero de mariachi y simplemente se partía de risa. su cabello era negro y alborotado y tenía una barba o una chiva mejor dicho, porque a eso no se le podía llamar barba de unos 5 cm de largo, su expresión era seria he intentaba ser intimidante pero no reflejaba en absoluto su verdadera forma de ser, y había que decirlo, Rumen era un payaso! Su humor sarcástico sacaba a Viktor mas de una sonrisa cuando estaba de mal humor y se conocían bastante bien pues fueron amigos desde los once años, desde el primer día en el colegio. Viktor lo salvo de una paliza, sus compañeros lo golpeaban por ser sangre mestiza! Vaya estupidez! Eso no le quitaba lo mago y por eso lo defiendo.
-Hey tu! Vago! Que haces en mi cama?- dijo Viktor, con una sonrisa de malicia
-Pues nada, viendo mujeres, deberías hacer lo mismo- repuso Rumen con tono divertido
-Ya tienes el equipaje? Me costo mucho convencer a karkarov de incluirte en los doce seleccionados- añadió Víctor
-Si hombre, ya esta todo! Relájate, serán como vacaciones!- replico Rumen y señalaba su baúl en la esquina de la habitación
-Vacaciones? Vacaciones si no muero en el intento!- añadió Viktor frunciendo el ceño- mi madre me contó que muchos murieron en ese torneo y es por eso que se suspendió.
-ya, si, pero karkarov dijo que este año se tomaron otras medidas- repuso Rumen - además tenemos ventaja, nuestro director es un tramposo de primera, ya veras como ganas fácilmente!
-bueno ya, quítate de mi cama que tengo que terminar mi equipaje, salimos en media hora y me faltan algunas cosas- declaró Viktor un poco estresado
-que te falta? Tu club de fans?- río Rumen muy divertido.
- ya quítate! Y mas te vale que dejes esa revista o karkarov nos reprenderá a ambos- urgió Viktor con su mirada seria que jamás funcionaba sobre Rumen.
Viktor termino de poner todo en su baúl y salieron disparados al patio principal donde se encontraba un barco gigantesco que sería su hogar por los siguientes meses, no sabia donde se encontraba Hogwarts pero el capitán era Igor así que simplemente tenían que seguir sus indicaciones o eso esperaba.
El viaje fue cansado, mas no por el viaje, si no porque Igor karkarov se paso todo el camino molestando a Viktor respecto al torneo, a lo que debía hacer, decir, usar y en fin un millón de cosas que hacían sentir a Viktor como un niño de cinco años, ósea era obvio que sabia hacer magia por si karkarov no se había dado cuenta! Y no era un niño para que le diga todo lo que tiene que hacer. Karkarov estaba convencido que Viktor seria el campeón de Durmstrang así que era obvio su favoritismo y eso no le gustaba a sus otros compañeros, técnicamente los demás eran sus animadoras personales o eso le había dicho karkarov una tarde a solas en su camarote.
Llegaron el día 30 de octubre a las seis de la tarde como estaba planeado, era vísperas de Halloween y en Hogwarts se daba un gran banquete de bienvenida a la hora de la cena, y menos mal pues todos estaban hartos de la comida del barco y quería pisar tierra lo mas pronto posible, daba una sensación de claustrofobia un poco desesperante y muchos se estaban poniendo irritables.
El barco empezó a ascender del oscuro lago situado en los terrenos del colegio. Un ruido parecido al de succión, como si una aspiradora succionara el agua de un río,se extendió por el tranquilo jardín del colegio. La superficie del lago había dejado de ser lisa y agitaba las aguas formando un remolino del cual salió muy despacio un hasta negra, lenta y majestuosamente el barco empezó a emerger de las oscuras aguas, brillando a la luz de la luna. Desde el interior, todos los tripulantes estaban muy emocionados y simplemente sentían como si estuvieran en un elevador gigante esperando llegar al ultimo piso de un edificio. Finalmente con un sonido de chapoteo, el barco emergió en su totalidad, y empezó a surcar las aguas del lago hacia la tierra. Un momento después el ancla descendió y karkarov sacaba su varita haciendo aparecer una tabla tendida hasta la orilla.
Todos fueron desciendo del barco y a la ves ascendiendo por la ladera hasta encontrarse con un grupo de estudiantes, todos son sombreros puntiagudos y capas negras, aunque las corbatas eran de diferentes colores. Igor karkarov se acercó al directo de Hogwarts.
-Dumbledore!- gritó efusivamente - como estas, mi viejo compañero, como estas?
-estupendamente, gracias, profesor karkarov!- respondió Dumbledore
Dumbledore tenía una voz muy gruesa y elegante, afectuosa pero a la vez era obvia su gran inteligencia, bastaba mirarlo y ver sus movimientos suaves y estilizados para darte cuenta que era un gran mago. Era alto y delgado como karkarov y su cabello y barba eran largas y plateadas. Debía tener unos 500 años pensó Rumen.
Karkarov al llegar ante Dumbledore, le estrechó la mano.
-el viejo Hogwarts- dijo sonriendo y levantado la vista hacia el castillo - es estupendo estar aquí, es estupendo... Viktor, ve para allá, al calor...no te importa Dumbledore? Es que Viktor tiene un leve resfriado.
Era mentira, pero karkarov vio oportuno el momento de presumir a su alumno estrella y tal vez infundir un poco de miedo e intimidación. Había funcionado, todos los estudiantes lo observaban, reconociéndole al instante y vio como un pelirrojo le daba un codazo a su compañero. Viktor prefirió salir de la vista de todos y hacer lo que decía karkarov, entro en el castillo antes que sus compañeros y prefirió no fijar su mirada a la gente que lo observaba.
Una vez dentro de Hogwarts se quedó impresionado por las instalaciones del colegio, dirigiendo su mirada a todas las direcciones, obviamente era mucho mas bonito que Durmstrang y no sentía ese ambiente pesado de artes oscuras o de estudiantes malvados, era un lugar alegre muy diferente de donde provenía. Se sintió a gusto, como una ligera sensación de estar en casa, aunque era la primera vez que pisaba ese lugar.
