Juego De Novios

Edward/Bella.

La gran mayoría de estos personajes le pertenecen a la grandiosa Stephenie Meyer. Absolutamente todo está narrado desde el punto de vista de Bella.

PRÓLOGO

¿Por qué, cuando por fin piensas que has encontrado lo que deseas para toda tu vida, tiene que existir algo o alguien que lo destruya?

Antes yo vivía perfectamente sin él.

¿Por qué la vida no es justa?

¿Por qué a mí?

1

EMPIEZA EL JUEGO

Y este sería otro típico día en donde Edward y yo nos reunimos en el parque Shoreline del pueblo. Llevamos haciendo eso desde hace un mes.

El ha sido mi mejor amigo desde siempre. He tenido montones de amigas, pero amigos; Solo Edward. Sé que el también me considera como su única gran amiga, pues Alice para el no cuenta; Ya que es como su hermana por causa a Jasper. Y Rosalie… También son hermanos, pero aun así, no se la llevan del todo bien. Edward siempre dice que no le gusta dirigirse a ellas como sus "cuñadas" Prefiere llamarlas: Hermanas.

Jasper y Emmett son sus grandes hermanos. Son solo un poco mayores que el. Siempre están apostando a que yo sería su novia, claro, ellos no entienden lo que es la amistad. Siempre he considerado que Edward es apuesto, y sin duda tiene un gran corazón, pero creo que él y yo solo funcionaríamos como amigos.

-Bella, por favor. - Dijo de repente Edward librándome de mis pensamientos -. ¿Puedes hablar un poco aunque sea? Este silencio me está volviendo loco.

-Vamos Edward - Dije riendo -. Tú eres el que debería de hablar, desde que empezamos a venir aquí soy yo la que habla como perico.

-Claro… y yo soy siempre el que te escucha. ¿Te das cuenta de que ni siquiera te peinaste hoy?

Sin querer me pase la mano por el cabello discretamente.

-Claro que me peine… - Dije nerviosa, tratando de disimular -. En cambio tú, por más que intentas peinarte; siempre tienes ese cabello rebelde y despeinado.

-Eso es porque yo nunca me peino - Dijo él a la defensiva.- En los hombres es demasiado normal. ¿Pero en ti? Creo que es mi deber decirte que eres mujer, y a eso me refiero a que las mujeres se peinan.

-Edward… ¿Te das cuenta de que esta plática no tiene sentido?

-Si… Por primera vez tienes razón. ¿Sabes? Siempre que venimos a este parque miro cientos de parejas. Y siempre me doy cuenta de que tú y yo somos los únicos desafortunados sin nadie a quien amar. ¿Lo habías notado?

-Que si no… Siempre lo noto, es como si el amor estuviera en nuestra contra ¿verdad? - Edward asintió -. Y es que todas, absolutamente todas mis amigas tienen novio. Y por si no fuera poco Alice ya hasta se caso, al igual que Rosalie. ¿Y yo? Yo simplemente me tengo que consolar con salir con el torpe de mi mejor amigo al parque todos los días por la tarde.

-¡Oye! - Dijo Edward al tiempo de darme un pequeño golpe en el brazo -. Tampoco estoy tan mal…

-No claro que no estás mal Edward, tú sabes que solo bromeo. Pero es verdad que nos estamos quedando solos. Deberíamos hacer algo.

El no dijo nada.

Nos quedamos en silencio por varios minutos. Pero ese silencio no era para nada incomodo. Yo me limitaba a ver a los niños jugar y a sus madres detrás de ellos con algún suéter o algún jugo. Edward miraba a la nada, pensativo. Después me miro con ojos brillantes, y se sonrojo inmediatamente.

-Bella, juguemos a algo.

Mi mente empezó a vagar de modo morboso y el pudo notar eso al ver mi expresión de desagrado.

-No, no… - Me Dijo Edward rápidamente riendo -. No me refiero a nada sexual.

-¿De qué hablas entonces Edward? - Le pregunte con desconfianza.

-Mira… No sé si te agrade o no mi idea, pero como hace tiempo que ambos no salimos con nadie… Sería bueno recordarlo tú y yo. Los dos juntos. ¿Sabes de qué hablo? - Negué con la cabeza -. Mira… Tal vez sea ridículo, pero vale la pena intentarlo. Me refiero a que tú serás mi novia por treinta días, y obviamente, yo seré tu novio. No será nada comprometedor. Simplemente es para recordar lo que es tener pareja.

¿Y esa sería una buena idea?

-Edward, yo… - Me apresure a decirle nerviosamente -. No lo sé. Si esto acaba mal, me dolería mucho. Eres muy importante para mí. Eres mi mejor amigo.

-Bella, nada tiene por que salir mal. Somos amigos. Si esto no funciona, simplemente lo dejamos y seguimos con nuestra amistad de siempre…

Claro, viniendo de su labios todo se escuchaba demasiado fácil. Pero hacerlo ya no era lo mismo. Yesque solo el imaginarme besando a Edward, o agarrándolo de la mano mientras caminamos por el parque, eso era demasiado raro. Pero aun así no pude evitar escucharme decirle:

-Está bien Edward. En fin, solo es un juego ¿verdad? - El asintió sonriendo -. De acuerdo juguemos. Solo prométeme que cuando ya no aguantemos mas esta situación. Terminaremos esto y todo será como antes.

-Te lo prometo - Dijo el aun sonriendo.

Día 1:

-¿Bella? - Dijo Edward a tiempo de que contestaba mi celular.

-Sí, soy yo. - Respondí con voz ronca -. ¿Qué pasa Edward?

-¿Estabas dormida cierto? Siento mucho haberte despertado.

-Está bien Edward, no faltaba mucho tiempo para despertarme.

-Perfecto, oye… como ya empezamos a ser novios, pensé que tal vez podríamos ir esta tarde al cine en vez de ir al parque. Alice dijo que hay una excelente película de comedia. Tal vez te agrade ir a verla conmigo ¿Qué dices?

-Edward… Me encantaría. Pero mis padres no han trabajado mucho estos meses, y no tengo dinero… Tal vez podríamos ir a…

-Oh Bella, me ofendes enserio. Si te estoy invitando al cine es porque obviamente yo voy a pagar. Paso por tu casa a las ocho ¿de acuerdo? No acepto un no por respuesta. Adiós.

Y sin esperar mi respuesta; Colgó.

-De acuerdo - Susurre sonriendo inconscientemente, el había dicho "Ya empezamos a ser novios".

Me levante rápidamente de mi cama y me dirigí a mi closet, sería mejor ir alistando mi ropa de una vez. Y no tenía idea de porque, pero esta "cita" (por así decirlo) Me estaba empezando a emocionar. Tal vez sería porque tenía demasiado tiempo sin salir con algún chico.

Cuando por fin salí de mi habitación, mi mamá estaba desayunando tranquilamente. Me miro y al instante sonrió abiertamente.

-¿Qué pasa Bella, porque estas tan alegre?

Nunca me podía creer que mi madre me conociera tanto. Es solo que cuando me ponía de malas, ella ni siquiera me hablaba. Pero cuando estaba de buenas, ella siempre sonreía y empezaba a charlar conmigo. ¿Cómo demonios adivinaba?

-Lo mismo me pregunto de ti mamá, ¿Por qué esa sonrisa?

Ella evadió mi pregunta y siguió sonriendo.

-¿Acaso ya tienes más pretendientes? O mejor aún, ¿Ya es tu novio?

De acuerdo, mi mamá me conoce perfectamente. Pero esto ya es demasiado.

-¿De qué hablas mamá?

-¿De qué hablo? O más bien: ¿De QUIÉN hablo?

-¿Vas a decirme a que es a lo que te refieres?

-¿Vas a decirme desde cuando salen? - Dijo ella a la defensiva.

-¿Vas a decirme como lo supiste? - Quise saber yo.

-¿Vas a seguir haciéndote la tonta que no sabe de que hablo?

-¿Y tú, vas a seguir con tu cuestionario, o puedo desayunar tranquilamente?

Me senté a un lado de ella después de haber tomado un plato y la caja de cereal. Al tiempo que me servía leche y el cereal podía sentir la mirada de mi madre en mí. Sin decir más, empecé a comerme el cereal con la vista hacia abajo.

-Y tu Bella, ¿Vas a decirme desde cuando Edward te manda flores por la mañana?

Al escuchar eso me atragante con el cereal y empecé a toser escandalosamente. Me levante de la silla y empecé a correr hacia el baño, mi mama se fue atrás de mi preocupada.

-Estoy bien mamá, no te preocupes.

-Ya sé que estas bien Bella, solo te sigo para que después no te escapes y ya no me cuentes que pasa entre Edward y tú.

-Mamá… - Decia yo a tiempo que salía lentamente del baño-. Ahora no puedo hablar de eso… Son, cosas…confusas.

Renee se me quedo mirando con alegría.

-Hija, tienes diecisiete años. Estas en la mejor edad para tener novio. No tienes porque avergonzarte de decir que sales con alguien.

Si ella supiera con cuantos había salido, y de los cuales ella no tenía ni la menor ni idea.

-Si… Tienes razón. Luego hablamos de eso. ¿Dónde están las flores?

-En la cocina, junto al refrigerador - Respondió rápidamente ella.

Fui a la cocina lentamente, ya que mi madre venia atrás de mí.

Mire un gran arreglo de rosas rojas. No pude evitar sonreír. Edward no debió hacer esto.

Tome la hoja doblada de color verde y pude admirar su elegante letra.

Bella:

No sé si te gusten las flores, pero me di el pequeño lujo de mandarte algunas. Estaré observando el depositador de basura, no me agradaría verlas ahí.

Con Cariño:

Tu "novio", Edward.

Hola! COmo estan?

Pues aqui les dejo mi fic de Edward y Bella.

Espero y les agrade.

Bueno muchas gracias por leer.

Comenten ;D